Crónicas de las misiones en Malawi, África. P. José Ansaldi, SE (2-2)
Publico aquí la segunda parte de las crónicas que el padre José Ansaldi, moderador general de la Orden San Elías, ha venido escribiendo desde la selva africana, donde fueron a predicar a tribus de paganos, es decir, a gente que no conoce aún a Jesús.
¡Valen muchísimo la pena!
P. Javier Olivera Ravasi, SE
Jueves 7 de agosto: San Cayetano
Hoy cambiamos la base de la misión, dejando Chalambweni para trasladarnos a Kaleghania.
Montamos las carpas, almorzamos y salimos a invitar a la gente al acto misionero y a la Santa Misa.
Cuando John, el catequista local, nos indicó que ya había un número considerable de personas, comenzamos con el acto misionero. El obispo nos ha encomendado evangelizar en los lugares de su diócesis donde aún no hay católicos o donde son muy pocos, pero también nos ha pedido que, en las comunidades católicas existentes, les ofrezcamos formación doctrinal para que puedan defender su fe frente a los ataques de los protestantes y compartirla con sus vecinos, familiares y amigos no católicos. El acto misionero de hoy estaba dirigido a este último grupo: católicos que necesitan fortalecer su fe. Al final de la charla, todos se mostraron muy agradecidos. Dos personas no católicas que estaban escuchando pidieron espontáneamente ingresar a la Iglesia católica, lo que generó una gran alegría en toda la comunidad.
De la Misa, destaco el fervor con el que participan, la fuerza con la que cantan (¡a varias voces y muy bien!), el silencio respetuoso durante la adoración de Jesús Eucaristía en el Canon, el respeto con el que reciben al Señor de rodillas y en la boca (¡todos!) durante la Comunión, y la devoción a María en el canto final. ¡Y eso que era una Misa de día de semana! Aquí, como el sacerdote no puede venir cada semana, la gente aprovecha al máximo la oportunidad de asistir a la Santa Misa. (A propósito, recomiendo leer el magnífico libro “El tesoro escondido de la Santa Misa” de San Leonardo de Porto Mauricio).
Era la fiesta litúrgica de San Cayetano, fundador de los Clérigos Regulares. En una época en la que el fervor religioso había casi desaparecido entre los consagrados y los sacerdotes, él y sus compañeros se propusieron vivir al estilo de los apóstoles. La liturgia alaba su confianza en la Divina Providencia: se comprometieron a no pedir nada, sino a vivir de las ofrendas espontáneas que la gente les diera. ¡Ninguno murió de hambre y qué apostolado tan increíble realizaron!
¡Señor, aumenta nuestra fe y concédenos una confianza total en tu amor paternal!
Viernes 8 de agosto
Laudes a las 7 de la mañana, como cada día, y Santa Misa para empezar bien el día. (Pienso en mis queridos parroquianos de Ollioules, que desde hace años sacrifican un rato de sueño para asistir a la Misa parroquial de las 7 de la mañana antes de ir al trabajo o a la escuela. ¡A quien madruga, Dios lo ayuda!).
Tras el desayuno, nos dividimos en dos equipos para hacer visitas “puerta a puerta” en las localidades de Kaleghania I (a 15 minutos en 4x4 desde la base misional) y Kaleghania II (a una hora a pie, inaccesible en vehículo). Alrededor del fuego, compartimos nuestras experiencias del día; llegamos hace apenas un rato. El sentimiento general entre los misioneros es de gran alegría: ¡la fe se fortalece cuando se anuncia! (Pregunta para el examen de conciencia: ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que invité a alguien a una Misa, a un retiro o a un momento de oración? ¡Todos estamos llamados a anunciar la fe!).
Tuvimos una charla muy edificante con dos mujeres (acompañadas de varios niños). Una de ellas había sido católica, pero al casarse abandonó la fe verdadera, obligada por su esposo a unirse a una secta. La otra siempre había pertenecido a una secta. Ambas tenían algo en común: eran viudas. Pero también compartían otra cosa: ¡el mismo esposo! (Aquí hay muchos casos de poligamia). Al morir el esposo, dejó no una, sino dos viudas. La que había sido católica desea volver a la Iglesia, y la que siempre estuvo en una secta expresó su deseo de convertirse al catolicismo. ¡Deo gratias!
Pequeña reflexión: Ya sea la poligamia “simultánea” africana o la poligamia “sucesiva” occidental (la infidelidad y la promiscuidad no son otra cosa), no hay duda de que Nuestro Señor estableció algo muy bueno cuando dijo: “Dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola carne… Que no separe el hombre lo que Dios ha unido". ¡Bendito Sacramento del Matrimonio! (Les pido una oración por mis amigos Rayan y Melanie, que mañana, 9 de agosto, recibirán el Sacramento del Matrimonio). Recemos por las familias católicas, tan atacadas hoy en día; que el Señor las mantenga unidas y las santifique. ¡Señor, danos familias santas!
Pido oraciones para que pronto se pueda construir una capilla en Kaleghania II, ya que este pueblo está tan aislado que a los católicos les resulta muy difícil desplazarse hasta la capilla más cercana.
No deja de sorprenderme, por un lado, el espíritu de trabajo de la gente de esta región (da gusto ver los campos tan bien cultivados) y, por otro, su sentido de la hospitalidad, una amabilidad que conmueve.
Aquí ya es tarde, así que me despido. Que el Buen Jesús los bendiga.
Sábado 9 de Agosto
Hoy tuvimos la Santa Misa en la mañana y luego llevamos la Santa Comunión a algunos ancianos. En lugares remotos cómo estos uno aprende a valorar aún más el don del sacerdocio. Allí donde hay un sacerdote, un poco de pan y un poco de vino, Cristo se hace presente por el milagro de la Transubstanciación, sin importar lo despojada y sencilla que sea la iglesia donde el Santo Sacrificio del Altar es celebrado. Cuatro palabras que tienen fuerza creadora : «Hoc est Corpus meum»… «Esto es mi cuerpo». Milagro de la Misericordia infinita de nuestro Buen Jesús.
Hacia las 11h la 4x4 nos trasladó hacia Mbeya. ¡Qué aventura! Trepamos con el coche por paredes imposibles hacia los 2000 metrod de altura del nuevo campamento. Gracias a Dios el chófer, Edward, es experto.
La tarde fue libre… tiempo de descanso para recuperar fuerzas y prepararnos para mañana ya que nos espera un intenso día de misión.
Domingo 10 de agosto - Solemnidad de San Lorenzo
Hoy es para mí un día especial ya que es la solemnidad de San Lorenzo, mártir, patrono de mi parroquia de Ollioules en Francia. Es mi última fiesta patronal ya que el 31 de agosto celebraré mi última Misa en Ollioules, lugar en el que el Señor nos concedió muchísimas gracias, y en donde he sido profundamente feliz. Después de 9 años el Obispo ha decidido nombrar un nuevo párroco. Yo continuaré lo ministerio sacerdotal en Ecuador. ¡Los caminos de Dios son inescrutables…pero siempre mejores que los nuestros!
San Lorenzo era el delegado del Papa para acompañar e intentar aliviar las penas de los pobres de Roma. Y cuando durante las persecuciones el prefecto de Roma le ordenó entregar los tesoros de la iglesia, San Lorenzo le pidió tres días de plazo, al cabo de los cuáles le presentó todos los pobres de la ciudad de Roma. “Ellos son el tesoro de la Iglesia…porque al permitirnos ayudarlos, nos abren las puertas del Cielo". ¡Riqueza de la Caridad : lo que hacemos a un pobre se lo hacemos a Jesús mismo!
La Providencia ha querido que yo viva en esta misión en Malawi estás fiestas patronales (Malawi es uno de los 5 países más pobres del mundo) seguramente para recordarnos que no tenemos que cerrar nuestro corazón a Jesús que se esconde en los pobres y que espera de nuestra parte un gesto de amor. Pobres materiales… pero también aquellos aún más necesitados: los pobres espirituales. ¿Quién puede ser más miserable que aquel que no tiene a Dios? ¡Dios es mi todo decía Santa Teresa de Jesús! Dios nos dé la gracia de ser “víctimas de la Caridad” como lo fue el Mártir San Lorenzo.
Una parte de los misioneros tuvieron Misa a las 7h30 en capilla de Mbeya. Este primer grupo de misioneros visitaría los poblados de Sindembua y Chilumba. El otro grupo celebraría la Eucaristía en el poblado de Mueiereka. Antes de salir a misionar se nos presentó un problema : gente que vive en las cercanías de la capilla nos pidió otra Misa. ¿Qué hacer? Decirle si a ellos significaba renunciar a visitar uno de los pueblos más alejados. Operari pauci! ¡La mies es abundante pero los trabajadores son pocos! ¡Señor danos muchas y santa vocaciones sacerdotales! Finalmente decidimos ir en la búsqueda de la oveja perdida…
Las visitas de hoy supusieron un esfuerzo físico suplementario… terminamos el día muy cansados pero felices : muchas almas recibieron la predicación de la Verdad y la acogieron… Deo gratias!
Olvidé mencionarlo antes. A pesar de ser gente muy humilde, tienen un gran sentido de la dignidad del vestido y un enorme pudor. Los domingos todos vienen a Misa con sus mejores ropas (en francés hay una palabra para expresar esto : “endimanché"… vestidos con ropas de domingo, con ropas de Misa). Sin ser lo más importante esta práctica está muy bien : el cuerpo también debe participar de la fiesta y la manera de vestirse refleja la pureza y devoción (o falta de ellas) del alma.
Termino por hoy . Creo no haber visto en mi vida puestas del sol tan hermosas cómo las que el Señor nos da la gracia de contemplar aquí.
«Benedícite, sol et luna, Dómino: benedícite, stellæ cæli, Dómino. Benedícite, ómnia ópera Dómini, Dómino: laudáte et superexaltáte eum in sǽcula».
(Bendecid sol y luna al Señor, bendecid estrellas al Señor. Bendecid todas las obras del Señor al Señor, alabadlo y exaltado por los siglos). [Libro de Daniel, capitulo 3].
Lunes 11 de agosto.
Después del desayuno cada grupo salió hacia su lugar de misión : Kanyamura y Muakatima por un lado. Mueiereka, Mwayonde, Lufeyo y Mwalupanga por el otro. A todos estos pueblos de accede solamente a pie. Yo era parte del segundo grupo. Cómo estos pueblos están lejos del campamento base (a más de una hora a pie, con varios ascensos y descensos pronunciados) decidimos que dormiríamos en el pueblo de Mueiereka….allí teníamos que llegar en primer lugar para dejar los bolsos y la comida y después seguir misionando.
Todo estaba perfectamente arreglado con el catequista del lugar que era nuestro guía. Después de una hora y cuarto llegamos… a Mwalupanga ! No sabemos exactamente dónde estuvo el problema de comunicación pero bueno…. cosas que pasan… finalmente aquí también podemos evangelizar y hacer noche. En Mwalupanga celebramos misa con la pequeña comunidad católica y les dejamos algunos regalos para la capilla. Después del almuerzo salimos a visitar a las familias no católicas.
En una de las casas se reunieron 6 familias vecinas… 6 familias pertenecientes a 3 sectas “cristianas” diferentes: unos ala Iglesia Internacional Africana, otros a la Iglesia Centro africana apostólica, otros finalmente a la Iglesia Milagro de Salvación… ¡Qué gran daño hacen las sectas! Cristo rezó: ¡Qué todos sean Uno! Las sectas en cambio dividen.
Les pregunté si todos creían en Jesús. Respondieron que sí. Les pregunté entonces si todos creían en su Palabra contenida en la Biblia. Me dijeron que sí. Les leí entonces el pasaje del Evangelio de Mateo 16, 16-19 en que Jesús dice a Pedro: “Tu eres Pedro y sobre ti edificaré MI Iglesia". Cristo no fundó 4, ni 5, ni 10 iglesias… Fundó solo 1. ¿Cómo reconocer en medio de tantas “iglesias” la Iglesia de Cristo? La Iglesia de Cristo es aquella que tiene la Fe de Pedro como fundamento, la Iglesia de Cristo es la iglesia Católica. Todos asintieron admitiendo que no quieren ser parte de una secta fundada por un hombre sino de la Iglesia fundada por nuestro Buen Jesús, Dios verdadero. Prometieron que mañana vendrían al acto misionero. Recemos por la Unidad de los cristianos, recemos para que todos los hombres entren en la Iglesia Católica, porque “extra Ecclesia nulla Salus” (fiera de la Iglesia católica no hay salvación).
Es interesante constatar que aquí no hemos encontrado un solo ateo. El ateísmo parecería ser una enfermedad espíritual de nuestro “evolucionado occidente", donde la razón vuelta loca a matado la vida espiritual. Siempre será verdad aquello de Chesterton: “Nunca el hombre se eleva tan alto cómo cuando se arrodilla para adorar a su Creador".
Mientras termino de escribir estas líneas escucho los alegres cantos de un grupo de familias que comparten un momento fraterno en torno al fuego… Pero para nosotros es hora de ir a descansar. ¡Buenas noches! ¡Dios los bendiga!
P. José Ansaldi, SE
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