Crónicas de las misiones en Malawi, África. P. José Ansaldi, SE (1-2)
Publico aquí las crónicas que el padre José Ansaldi, moderador general de la Orden San Elías, vino escribiendo desde la selva africana, donde fueron a predicar a tribus de paganos, es decir, a gente que no conoce aún a Jesús.
¡Valen muchísimo la pena!
P. Javier Olivera Ravasi, SE
“Lo primero que tiene que hacer un misionero… ¡es llegar al lugar de misión!”
No vivimos en la época de la primera evangelización de América cuando muchos misioneros morian en el camino sin poder ver la tierra de misión…pero aún en nuestros días para llegar a algunos lugares hace falta un cierto tiempo y bastante paciencia…. Les cuento…
Miércoles 30 de Julio
A las 17h tomamos el tren que nos llevaría desde Ollioules al aeropuerto de París. Viaje tranquilo. Aprovechamos a leer y a rezar.
Llegamos al aeropuerto a las 22h. Cenamos unos sándwiches y después de rezar las completas nos dispusimos para intentar dormir un poco en el aeropuerto mismo a la espera de la apertura del check-in.
Jueves 31 de Julio de 2025
Después de hacer el check-in nos dirigimos hacia la puerta de embarque. Allí nos encontramos con casi todos los misioneros : Jesús, seminarista nicaragüense; p. Manuel, sacerdote español; José, Isabel y Juan, tres hermanos de Barcelona, Gianfranco, venezolano; y François, un joven de Paris. ¡Gran alegría! A la hora prevista embarcamos con rumbo a Kenia, donde teníamos que hacer escala, para seguir luego hacia Lilongwe, capital de Malawi. Llegamos a Nairobi pasadas las 20h y nos dirigimos a un hotel donde descansamos un poco.
Viernes 1 de agosto
El avión estaba previsto para las 12h del mediodía. Problemas para nosotros desconocidos hicieron que tengamos que pasar el día entero en el aeropuerto. Terminamos saliendo a las 12h de la noche. ¡Cosas de la misión! Estas pequeñas contrariedades cuando son ofrecidas la Señor son muy fecundas en gracias. Durante el día en el aeropuerto pudimos aprovechar para leer, rezar y hacer apostolado, especialmente con un grupo de chinos compañeros de percance…
Sábado 2 de agosto
A las 2h de la madrugada el avión llegó a Lilongwe, capital de Malawi. Después de los controles de rutina que se desarrollaron sin ningún problema nos reunimos con el resto del equipo : Martín, de Argentina, y Gabriel, de Estados Unidos… un grupo internacional !
Nuestro colectivo estaba listo para emprender 16h horas de ruta… nuestro destino sería Karonga, diócesis, cuyo Obispo Monseñor Martín Tumbouka, nos recibe cada año. A las 18h llegamos a la casa religiosa de los hermanos Marianistas, quienes nos recibieron muy cálidamente. Lo primero fue celebrar la Santa Misa : al altar llevamos nuestras intenciones, al Señor confiamos todas las almas que el pondrá en nuestro camino en los próximos días. “Señor que seamos en tus manos dóciles instrumentos de tu gracia".
Cena y un merecido descanso.
Domingo 3 de agosto
Domingo, día del Señor. Misa solemne para adorar a Dios, darle gracias, implorar su Misericordia y sus gracias. En la homilía recordamos a lo que hemos venido : “el misionero quiere abrir el Paraíso a sus hermanos… estamos de paso en esta vida y tenemos un solo objetivo salvar el alma : la nuestra y la de cada hombre. Y es verdad que somos solo un grupo de pobres pecadores pero si ponemos nuestra confianza en el Señor el puede hoy como ayer multiplicar nos cinco panes para alimentar a una multitud. No podemos utilizar mejor nuestra vida, nuestra salud, nuestros talentos, nuestros bienes que poniéndolos al servicio de nuestro Buen Jesús que a través de nuestras manos quiere seguir salvando".
Después del almuerzo partimos para nuestro primer lugar de misión: Chalambweni.
Al llegar nos esperaba el jefe del pueblo con una pequeña comitiva, el catequista junto a un grupo de católicos, y nuestro “V.E.T.” (Very Epic Team : un grupo de jóvenes misioneros de Malawi a quienes"San Elías"acompañó en sus estudios y que se preparan ahora para entrar al seminario de la diócesis…ellos son un pieza fundamental de la misión…nos ayudan con las traducciones y con muy buenos consejos ya que conocen el terreno) quienes con hermosos cantos nos recibieron con mucha alegría. Cena y reunión para organizar el día siguiente de misión.
Lunes 4 de agosto
Laudes a las 7h (el rezo del breviario marca el ritmo de nuestra jornada), desayuno… y rezo del Rosario para pedir la intercesión de Nuestra Santa Madre para este día de misión.
El jefe de Chalambweni había dado cita a la gente del poblado entre las 9h y las 10h para escuchar el sermón misionero. La gente aquí no conoce nuestros apuros…. A las 10h40 el p. Manuel comenzó con el sermón misionero que pronunció en Chindali, dialecto local, ante un atento público. A la prédica (el sermón misionero dura al menos 1 hora) siguió la Santa Misa en la capilla del poblado.
Dejamos como regalo para la capilla un hermoso crucifijo, una imagen de la Virgen, un Via Crucis y una imagen de San Jorge, patrono de la capilla. Todos muy agradecidos.
Almuerzo frugal a las 14h15 para partir a las 15h de “dos en dos” (bueno…en realidad eran equipos de cuatro) para visitar las casas.
Chalambweni es una región montañosa, cerca de la frontera con Tanzania, con tierras fértiles y gente trabajadora y muy acogedora. La región se divide en tres zonas: Chalambweni I, Chalambweni II, Chalambweni III… un grupo visitó cada zona y un cuarto grupo organizó la “misión de niños” en la escuelita.
Hemos regresado hace un rato de las visitas de casa… en torno al fuego, el silencio que nos rodea y la bóveda estrellada que nos cubre comienza la ronda de anécdotas: pedidos de bautismo, protestantes que quieren entrar en la iglesia católica, alegría de las familias al recibir las imágenes de Jesús Misericordioso o de los niños al darles la Medalla Milagrosa…. Una palabra en común: ¡Gracias Señor, no abandones la obra de tus manos!
Ahora los dejo… vamos a rezar Vísperas. Los tenemos presentes en nuestras oraciones. Recen también por nosotros.
Martes, 5 de agosto
«Ipsa conteret caput tuum… Ella te aplastará la cabeza». Estas palabras de Dios a Satanás, la serpiente del Génesis, ilustran perfectamente un hecho increíble que vivimos hoy y que les contaré a continuación.
Comenzamos el día como de costumbre: con el rezo de Laudes y el Ángelus. ¡Primero el Señor! Tras el desayuno, decidimos dividirnos en dos grupos para optimizar el apostolado. Un grupo se quedó en Chalambweni para terminar de visitar a las familias del lugar y realizar la «misión de niños». El otro grupo partió hacia Kapoka y Yeniyeni, dos nuevos lugares de misión.
En Chalambweni, la mañana y la tarde transcurrieron sin inconvenientes. Entre las familias que recibieron a los misioneros, quisiera destacar la de Moisés. Una característica de la cultura local es la cordialidad, gentileza y generosidad con que acogen a las visitas. Buscan inmediatamente que uno se sienta «en casa» y dejan lo que están haciendo para dedicarse al huésped. Moisés está casado con Teresa, tienen seis hijos y han adoptado a un séptimo, un niño que se había quedado sin familia. Viven humildemente gracias al trabajo de su huerta. Moisés estaba feliz de que un sacerdote visitara y bendijera su hogar. Con lágrimas de alegría en los ojos, nos contó que su segundo hijo está cursando el cuarto año de seminario. Para ellos, esto representa la pérdida de una ayuda valiosa en el trabajo del campo, pero Moisés nos decía que el Señor los ha honrado al elegir a uno de sus hijos para el ministerio sacerdotal. «La mies es abundante y los obreros son pocos». ¡Qué hermoso sería que las familias católicas rezaran para que, si el Señor así lo dispone, llame a uno (o varios) de sus hijos a consagrarse a su servicio!
En Kapoka y Yeniyeni, la jornada fue muy intensa: sermón misionero, Santa Misa, «misión de niños» y visitas a hogares. «Ipsa conteret…». Ahora, la anécdota del día. Al inicio de las actividades de la tarde, el padre Manuel predicaba a un grupo de personas, en su mayoría mujeres, que se habían sentado sobre grandes piedras para escucharlo. Les explicaba la parábola del sembrador: «Una parte de la semilla cayó en el camino y vinieron los pájaros y se la comieron… De la misma manera, a veces escuchamos la Palabra de Dios y viene Satanás y la arrebata de nuestro corazón…». Al pronunciar la palabra «Satanás», las mujeres dieron un salto y comenzaron a gritar, horrorizadas. ¿Qué había pasado? Una enorme serpiente apareció en medio de ellas, causando gran temor. Sin embargo, el padre Manuel, con una serenidad envidiable, se acercó y, con tres pisotones, acabó con la amenaza. «Ipsa conteret caput tuum… Ella te aplastará la cabeza». Si lo hubiéramos planeado, no nos habría salido tan perfecto. ¡Cosas de la misión!
Los niños, que ayer estaban algo tímidos, hoy ganaron confianza y disfrutaron al máximo de los juegos propuestos. Son niños de mirada pura, con una gran inocencia y una sonrisa magnífica. Con muy poco, están felices y siempre muestran un gran agradecimiento. En muchas cosas, están preservados de los peligros del «progreso». «Tenemos que hacernos como niños para entrar en el Reino de los Cielos». Aquí, el Señor nos da la gracia de entenderlo un poco mejor.
El fogón de la noche fue, como ayer, testigo de las anécdotas del día. La amistad es un verdadero regalo del Cielo.
6 de agosto: Solemnidad de la Transfiguración del Señor (y 150 aniversario del martirio del gran presidente católico ecuatoriano Gabriel García Moreno, asesinado por la masonería el 6 de agosto de 1875).
«Deseando Jesús fortalecer a sus apóstoles ante los sufrimientos de la Pasión, quiso mostrarles la gloria que otorgaría a quienes perseveraran fielmente hasta el final».
Hoy continuamos con la misma dinámica de ayer: un grupo partió hacia Yeniyeni y otro terminó de visitar los hogares en Chalambweni. En ambos lugares se realizó la misión de niños.
Pequeñas anécdotas del día.
En Chalambweni II, en una de las últimas casas de la zona, nos recibió muy cordialmente un hombre con sus hijos. Al conversar y decirle que éramos misioneros católicos, nos comentó que pertenecía a la «African Church» (una rama del anglicanismo). Le preguntamos si le gustaría discutir sobre este tema, y aceptó. Le explicamos, con varios argumentos, por qué la Iglesia católica es la única fundada por Nuestro Señor Jesucristo y, por lo tanto, la única Iglesia verdadera. Nos hizo algunas preguntas y terminó reconociendo que, efectivamente, veía claramente que solo hay una Iglesia verdadera y que esta es la Iglesia católica. Le preguntamos entonces por qué seguía siendo miembro de una secta como la «African Church». Nos respondió que era por la poligamia que practica, ya que tiene dos esposas y varios hijos con cada una, y la Iglesia católica no permite la poligamia, mientras que la «African Church» no tiene inconveniente con esta práctica. Pensé inmediatamente en quienes exigen cambios en la Iglesia católica para justificar sus vicios y pecados. Les pido oraciones por la conversión de este hombre.
En Yeniyeni, hay dos pueblos: Yeniyeni I (en lo alto del monte) y Yeniyeni II (en el valle). En ambos hubo predicaciones para la población. Varios adultos pidieron ser inscritos como catecúmenos, gracias a Dios. Muchísimos niños participaron en la misión: jugamos con ellos, les repartimos golosinas, entregamos medallas milagrosas o rosarios a quienes no tenían, y les enseñamos a rezar. Nos llamó la atención que no conocen las oraciones más sencillas, pero tienen un entusiasmo enorme por aprenderlas. Por eso, dedicamos buena parte de la tarde a enseñarles oraciones a través de cantos. ¡Cuánto bien haría un oratorio aquí!
Queremos confiarles el testimonio de una jovencita que nos conmovió. Visitamos su hogar por la mañana y la invitamos a venir por la tarde a la escuela que sirve como base de la misión para continuar la conversación. Ella acudió y nos confió su situación. Bautizada católica, se casó con un hombre de una secta y abandonó la fe católica para seguir a su esposo. «Pero –nos dijo– tengo una profunda tristeza por haber abandonado la fe… Ya no puedo comulgar ni rezar a la Virgen… Me gustaría volver a la Iglesia católica». No será fácil para ella dar este paso, por lo que les pido especialmente que la encomienden en sus oraciones.
P. José Ansaldi, SE
(continuará)
1 comentario
I assure you of my prayers for the missions! Vivat Christ the King!
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For the next mission, you can go with them and take this image to offer to these people. Blessings, Fr. Javier.
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