11.08.07

Reflexiones sobre la situación de la Iglesia

Estos días he vuelto a leer y releer a Newman, uno de los grandes conversos al catolicismo de los últimos siglos. Sin duda el más destacado de origen anglicano. Prontamente haré una reseña sobre un libro que recoge algunos se sus sermones como presbítero anglicano. Son secillamente geniales. En ellos ya se apreciaba el gran talento que este hombre de Dios acabó poniendo al servicio de la Iglesia. Y sin duda me van a servir a refinar algunas de mis percepciones de la fe en los próximos años.

Pero al mismo tiempo que le leo, me vuelvo a hacer la pregunta que me hice la primera vez que le leí: ¿se habría hecho hoy católico Newman? Sé que no tiene mucho sentido preguntarse eso, porque cada hombre es de su tiempo, y Newman es un hombre del XIX, con las particularidades propias de la Iglesia Católica en dicho siglo. Su batalla contra el liberalismo, y a otro nivel contra el evangelicalismo, dentro del anglicanismo tenía su eco en la batalla que desde el papado se iba a librar contra el modernismo y el liberalismo católico. Esa batalla la ganaron los liberales en la comunión anglicana, y por eso la misma está como está: a punto de desintegrarse. Pero no tiene nada de particular que lo que nació en la cama de un rey adúltero pueda desaparecer en los púlpitos y falsas cátedras de unos pseudo-pastores entregados al parecer de este mundo, y que ya no son capaces de atraer a sus templos ni a las ratas. Sí, ya sé que soy duro pero el anglicanismo hoy es un despojo de lo que fue -y no es que nunca fuera gran cosa-, salvo en su ala más cercana al protestantismo evangélico. Ala ésta, mayoritaria en África, que será la que probablemente firme el finiquito de comunión anglicana.

Pero yo no soy anglicano ni he estado nunca cerca de serlo. Cuando cierto amigo me sugirió la posibilidad de irme con ellos cuando yo estaba en proceso de abandono del protestantismo, le dije que lo de la Vía Media me sonaba a la tibieza que Cristo advirtió que vomitaría de su boca. Lo que me preocupa no es cómo ha enfrentado el anglicanismo al cáncer que acabará por consumirle, sino cómo se ha enfrentado y se enfrenta la Iglesia Católica a ese mismo cáncer. Y, ¡ay!, me temo que a veces la profecía del Señor de que las puertas del Hades no prevalecerán contra su Iglesia, es casi el único asidero al que agarrarse para no caer en el mayor de los pesimismos. Pero el panorama, señores, en mi opinión es bastante desolador.

Leer más... »

9.08.07

El secreto de San Lorenzo

Da gusto asomarse a la calle y ver ya a muchos oscenses vistiendo los colores blanco y verde de las fiestas de San Lorenzo. Para los cristianos, la celebración de las fiestas incluye sin duda la celebración de la fe. Y precisamente la fe de San Lorenzo es digna de recordarse, de celebrarse y de tomarla como ejemplo a seguir en el camino por Cristo hacia el Padre.

Copio esto de "Pueblo de Dios" Huesca

EL SECRETO DE SAN LORENZO

En estos días recordamos los aspectos más sobresalientes de la vida de San Lorenzo.

Nos impresiona su fe y su confianza en Dios. San Lorenzo alaba a Dios y le da gracias, aún cuando está tostándose sobre la parrilla. Así nos lo cuentan los documentos sobre el martirio del santo, que han llegado hasta nosotros.

Nos impresiona su valentía. Cuando el emperador Valeriano le exigió que le entregara las riquezas de la Iglesia, San Lorenzo fue recogiendo a los pobres de Roma y se los presentó ante el emperador como los tesoros de la Iglesia.

Nos impresiona su buen humor, su alegría a prueba de martirio. Fue capaz de reírse de los que lo martirizaban, diciéndoles que le dieran la vuelta, porque por un lado ya estaba asado.

Nos impresiona su amor a los pobres. San Lorenzo ha sido llamado amparo de ancianos y huérfanos, esperanza de los enfermos, luz de los ciegos, abogado de los necesitados. En ellos reconoció la presencia de Dios y los tesoros de la Iglesia.

Leer más... »

8.08.07

Prefiero pensar que no he entendido a Sor Teresa

La verdad es que se ha montado un buen revuelo "bloggístico" a cuenta de la entrevista que le hicieron en El Periódico a Teresa Forcades, doctora en medicina, teóloga feminista y monja. Llama la atención el hecho de que el entrevistador se queda con la boca abierta ante las palabras de Sor Teresa. Supongo que lo que menos se espera cuando uno entrevista a una monja católica es que le digan:

Eso sería así si el celibato supusiera la ausencia de la sexualidad. Pero no debemos hablar de amputación o represión de la sexualidad, sino de experimentarla en un contexto que no es el de la vida de pareja. Lo cual significa que una persona célibe puede enamorarse. Y eso, ¿qué supone? Lo mismo que para todo el mundo: que se produce una convulsión interior y que se abren una serie de posibilidades para profundizar en la subjetividad personal. Esta relación puede ser humanamente más interesante que la que se produce en un contexto habitual.

Vamos a pensar castamente y a no imaginarnos cómo puede una persona consagrada a Dios experimentar su sexualidad fuera de la vida de pareja, a la vez que se enamora. Si llega a hablar de una experimentación comunitaria la cosa se habría puesto peliaguda pero, a Dios gracias, Sor Teresa no ha llegado a tanto. Lo que sí que me considero incapaz de entender, y mejor que sea así, es su afirmación de que el enamoramiento de un célibe puede ser humanamente más interesante que el que se produce entre los novios que van a casarse. Si el entrevistador no hubiera estrado en estado cuasi catatónico le habría preguntado maliciosamante si hablaba desde su experiencia personal.

Leer más... »

7.08.07

¡Que se callen, coño!

Tenía la duda sobre qué tema tocar hoy en el blog. Por un lado está el artículo del genuino e irrepetible Gregorio Peces Barbas publicado hoy en El País. Por el otro las psicodélicas declaraciones a El Periódico de Teresa Forcades i Vila, doctora en medicina y monja benedictina. Pero como hay más días que longanizas, dejaré para mañana a la doctora y me centraré en el retoño, ya entrado en años, del Gran Arquitecto.

A Peces Barba le molesta que los obispos, y no digamos los cardenales, tengan libertad de expresión. Y no lo disimula. Dice que la jerarquía de la Iglesia se mete en todo:

Ahora toca Educación para la Ciudadanía, antes fue el divorcio, el aborto, la enseñanza de la religión, el matrimonio entre homosexuales, la Ley de Educación e incluso dimensiones de la financiación que les parecen insuficientes.

Y digo yo, ¿qué se supone que deben de hacer los obispos? ¿callar cuando se permite el asesinato de inocentes en el seno materno? ¿callar cuando la legislación es un arma de destrucción masiva contra la institución familiar, columna y baluarte de toda sociedad que pretenda ser civilizada? ¿acaso no tienen derecho a dar su opinón sobre la educación en general, y sobre la absolutamente constitucional asignatura optativa de religión católica en particular? ¿acaso no tienen derecho a advertir, si así lo creen, que la condición de obligatoriedad de la asignatura de Educación para la Ciudadanía entra en conflicto con los derechos de los padres y de los alumnos?

Leer más... »

6.08.07

Cristo también se viste de carrilero

No sé cuántos habrá en España, pero sin duda deben ser miles. Me refiero a los carrileros. Son hombres (90-95%) y mujeres que pasan su vida de albergue en albergue, de ciudad en ciudad, durmiendo muchas veces en la calle y comiendo en otras tantas de bocadillos. Durante el mes de julio he podido conocer a unas cuantas decenas de ellos en el centro Fogaril de Cáritas diocesana de Huesca. Y créame el lector que una cosa es leer algún artículo periodístico sobre esa realidad y otra encontrársela cara a cara.

Las razones que pueden llevar a una persona a acabar en el carril son de lo más variadas. Desde la adicción al alcohol hasta la ruptura familiar que provoca la depresión y la desesperación. Desde la enfermedad mental hasta la vida según el modelo del hijo pródigo de los evangelios, derrochador de una herencia copiosa. El caso es que detrás de cada carrilero hay una historia personal plagada de errores o desgracias, o ambas cosas a la vez. Y sin embargo, si dejamos un resquicio abierto en nuestro corazón a la realidad del Reino de Dios, podemos ver a Cristo en medio de ellos. No se trata de idealizar a personas que en muchos casos están recogiendo el fruto de lo que en su día plantaron, pero qué cierto es aquello de que en donde abunda el pecado, sobreabunda la gracia.

Leer más... »