No temas, pequeño rebaño
Dios mío, ven en mi auxilio.
Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Jer 10,20-21
Mi tienda ha sido arrasada y todas mis cuerdas, rotas. Mis hijos se me han ido, no queda ninguno, no hay ya quien monte mi tienda, ni quien levante mis toldos, pues los pastores se han vuelto estúpidos y no buscan al Señor, por eso no razonan, y todo su rebaño se ha dispersado.
Eze 34,9-10
Por eso, pastores, escuchad la palabra del Señor. Esto dice el Señor Dios. «Estoy contra los pastores. reclamaré mi rebaño de su mano y les impediré pastorear a mis ovejas para que los pastores no vuelvan a apacentarse a sí mismos. Libraré mi rebaño de su boca y nunca más les servirá de alimento».
Esdrás 9,13-15
Ciertamente, todo lo que nos ha sobrevenido ha sido por nuestras maldades y grandes culpas —y eso que tú, ¡Dios nuestro!, nos has imputado menos culpa de la que teníamos y nos has dejado un resto como este—.
Y después de esto, ¿volveremos a incumplir tus mandamientos uniéndonos con estas gentes abominables? ¿No te irritarías contra nosotros hasta exterminarnos, sin dejar este pequeño resto?
¡Oh Señor, Dios de Israel, eres justo al haber dejado como muestra este pequeño resto que somos! Aquí nos tienes con nuestra culpa. En verdad, somos indignos de estar en tu presencia».
Lucas 12,32
No temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino.
Ap 22,10-14
Y me dijo: No selles las palabras proféticas de este libro, porque el tiempo está cerca. Que el injusto siga cometiendo injusticias y el manchado siga manchándose; que el justo siga practicando la justicia y el santo siga santificándose.
Mira, yo vengo pronto y traeré mi recompensa conmigo para dar a cada uno según sus obras. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.
Bienaventurados los que lavan sus vestiduras para tener acceso al árbol de la vida y entrar por las puertas en la ciudad. Fuera los perros, los hechiceros, los lujuriosos, los asesinos, los idólatras y todo el que ama y practica la injusticia.