El secreto de San Lorenzo

Da gusto asomarse a la calle y ver ya a muchos oscenses vistiendo los colores blanco y verde de las fiestas de San Lorenzo. Para los cristianos, la celebración de las fiestas incluye sin duda la celebración de la fe. Y precisamente la fe de San Lorenzo es digna de recordarse, de celebrarse y de tomarla como ejemplo a seguir en el camino por Cristo hacia el Padre.

Copio esto de "Pueblo de Dios" Huesca

EL SECRETO DE SAN LORENZO

En estos días recordamos los aspectos más sobresalientes de la vida de San Lorenzo.

Nos impresiona su fe y su confianza en Dios. San Lorenzo alaba a Dios y le da gracias, aún cuando está tostándose sobre la parrilla. Así nos lo cuentan los documentos sobre el martirio del santo, que han llegado hasta nosotros.

Nos impresiona su valentía. Cuando el emperador Valeriano le exigió que le entregara las riquezas de la Iglesia, San Lorenzo fue recogiendo a los pobres de Roma y se los presentó ante el emperador como los tesoros de la Iglesia.

Nos impresiona su buen humor, su alegría a prueba de martirio. Fue capaz de reírse de los que lo martirizaban, diciéndoles que le dieran la vuelta, porque por un lado ya estaba asado.

Nos impresiona su amor a los pobres. San Lorenzo ha sido llamado amparo de ancianos y huérfanos, esperanza de los enfermos, luz de los ciegos, abogado de los necesitados. En ellos reconoció la presencia de Dios y los tesoros de la Iglesia.

Nos impresiona su fidelidad a la Iglesia y al Papa. "¿A dónde vas padre, sin el hijo?" dijo al Papa Sixto II, cuando el Pontífice era conducido al martirio. Y nos lo podemos imaginar administrando los bienes de la Iglesia de Roma, predicando el Evangelio de Jesús, preparando la celebración de los sacramentos.

Nos impresiona su capacidad para transmitir su fe, aún en las circunstancias más desfavorables. Cuando estaba apresado, poco antes de morir, Dios se valió de él para convertir al carcelero Hipólito y al ciego Lucilo.

¿Qué tenía San Lorenzo que no tenemos nosotros? ¿Era San Lorenzo un superhombre? El testimonio de San Lorenzo contrasta con nuestra falta de fe, con nuestra cobardía, con nuestra falta de ilusión, con nuestra caridad tantas veces roñosa, con nuestra falta de amor a la Iglesia, con nuestro miedo para transmitir la fe.

San Lorenzo era como nosotros: tenía sus ilusiones, sus esperanzas, un gran deseo de amar a Dios y a los hermanos; pero, como hombre, su corazón también fue tentado por el egoísmo, el miedo, la pereza; era frágil y se sentía pequeño, necesitado y pecador.

¿Cuál fue el secreto de San Lorenzo? El secreto de San Lorenzo fue dejar que Dios entrara en su vida, lo inundara, y lo transformase radicalmente.
Sin embargo, San Lorenzo fue como una vasija abierta que se llena de Dios, como la vela de un barco que se abre al soplo del Espíritu, y los latidos de su corazón no eran suyos, eran los de Cristo. Aquí está la clave. La fuerza de San Lorenzo no era suya, era de Dios; la alegría de San Lorenzo no era suya, era de Dios; el amor de San Lorenzo no era suyo,
era de Dios.

Ésta ha de ser nuestra tarea: abrir nuestro corazón cerrado, a veces a cal y canto, para que Dios haga en nosotros las maravillas que pudo hacer en el alma abierta y acogedora de San Lorenzo. Abrir nuestro corazón a Dios, cuidando los momentos de oración, participando activamente en la celebración de los sacramentos, especialmente la Eucaristía y la Reconciliación, reconociendo en cada persona la presencia de Cristo. Si vamos dejando que Dios entre en nuestra vida, Dios nos transformará, Dios nos hará nacer de nuevo. Ésta es la tarea a la que nos anima San Lorenzo, en el día de su fiesta.

3 comentarios

  
Dahrendorf
Pues si te da gusto ver hoy a los oscenses de blanco y verde (convenientemente pringados de vino y tal), mañana en la procesión y en la basílica, es ya la repanocha. Aunque si hicieran un control de alcoholemia, muchos no entraban a la Basílica.
09/08/07 3:44 PM
  
Carmen Bellver
Luis Fernando, ¿No es el 10 de Agosto San Lorenzo?. Estaría bien dar a conocer la celebración de San Lorenzo, diácono que debe llevarse a cabo en más de una localidad.
Desde luego a los mártires los seleciona Dios. Su temple no se consigue nada más que con la fe y la gracia. No es cuestión de voluntad.
09/08/07 4:15 PM
  
Estela
Los santos tienen un sentido del humor muy especial.

Al Padre Pio le llevaron un psicòlogo para que lo examinara. Este concluyò que le salieron los estigmas por tanto pensar en la pasiòn de Cristo.

El Padre Pio respondiò con humor:

"A ver, piense Ud. en un pollo para que le salgan plumas".

09/08/07 5:52 PM

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