El asesino de Minneapolis y el modernismo católico o catolicismo liberal
P. Javier Olivera Ravasi, SE
San Francisco, 31 de Agosto de 2025
“No hubo dos víctimas. Hubo tres víctimas y un victimario:
ese victimario es el modernismo católico o el catolicismo liberal.
En la misa de hoy, según el misal de 1962, se lee la parábola del Buen Samaritano (Lc 10,25-37).
Se levantó un escriba, dice la parábola del Buen Jesús (que es como si hoy dijésemos que se levantó un sacerdote) para preguntarle a un simple fiel.
- “¿Que he de hacer para tener en herencia la vida eterna?”
- “¿Qué está escrito?¿Qué lees?” – le dijo el Nazareno
- “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo…”
- Pero…, ¿quién es mi prójimo?”, preguntó, para no quedar como un tonto.
- Como sabemos por los Evangelios, en tiempos de Nuestro Señor, el judaísmo se había convertido en una suma de preceptos incontables, insoportables, que, plasmados luego en el Talmud y la Mishná, hacían de la vida del judío algo imposible: “enseñan tradiciones de hombres”, les decía Nuestro Señor a los fariseos (Mt 15,9).
Por entonces, para los judíos, los próximos eran los parientes y quizás algunos amigos más cercanos.
Pero nada más. Aunque la Sagrada Escritura decía lo contrario (por cierto).
Es que ya en tiempos de Cristo no se seguía estrictamente la Biblia ni la verdadera Tradición judía, sino más bien, como pasa hoy entre algunos, la Cábala (o Kabaláh): esa tergiversación del judaísmo mezclada con prácticas espurias a partir de tanto andar errante.
Pero sigamos.
¿Quiénes son los personajes que intervienen en la parábola de Cristo y qué significan?
- El pobre golpeado: es decir, un hombre cualquiera.
- El samaritano: personaje despreciable por el pueblo israelita, considerados herejes por ellos (a raíz de haber convivido con pueblos de otras religiones, tenían una mezcla en sus propias creencias: algo así como un católico que hoy, además de ser católico, dice que es pacifista, budista o cree en la Pachamama al mismo tiempo).
- Finalmente el sacerdote y el levita: dos personajes importantísimos para la religión judía (como si hoy dijésemos un obispo y un párroco). Eran, digamos, “gente de Iglesia”; pero gente de Iglesia que había olvidado la verdadera Fe.
¿Y qué quiere decir Cristo con esta parábola? Pues que la religión estaba tan corrompida en su tiempo que hasta los “hombres de Iglesia” eran incapaces de reconocer a su prójimo cuando lo veían golpeado. Esas “tradiciones de hombres”, esa falsificación de la Fe, les había hecho imposible reconocer lo más evidente, lo más obvio; y es que, al ver a un hermano sufrir, es necesario ayudarle, como dirá San Juan en su primera carta:
“Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?” (1 Juan 4,20).
Pues bien. Algo parecido sucede en nuestros días en ciertos ambientes incluso católicos.
Por no predicar la verdad, hemos vuelto a “tradiciones de hombres”.
Esta semana que pasó, aquí en Estados Unidos, hemos sufrido una nueva tragedia.
Una vez más, un joven armado ingresó en una escuela, más precisamente en una capilla y, en medio de la Santa Misa, mató a dos niños, hirió a otros y luego se suicidó.
Era un joven varón, con cromosomas XY. Él mismo y su propia madre, se habían bautizado en esa capilla (ella, hasta se había jubilado hacía poco como empleada de la parroquia).
Sin embargo, hacía algunos años, sus progenitores (especialmente su padre) le habían permitido hacer la “transición de género”, cambiando el nombre que había recibido en el Bautismo.Antes del ataque, escribió:
“Estoy cansado de ser trans, ojalá nunca me hubieran lavado el cerebro".
Y más allá del caso particular, me quiero referir a algo que, como Iglesia, debemos tener en cuenta para no caer en un pecado de omisión como el levita y el sacerdote: me refiero a la denuncia permanente respecto de la peste de la ideología de género.
Es decir, además del niño y de la niña asesinados por odio a la Fe dentro de una capilla católica (y, por ende, posiblemente mártires), el mismo asesino era, al mismo tiempo, víctima: víctima de una sociedad hipócrita que también ha logrado permear a la Iglesia Católica.
La madre del asesino era catequista, secretaria parroquial, probablemente iba a misa los domingos. Sus padres divorciados y, especialmente su padre, un “open mind” que en vez de tener caridad para con su hijo (porque “la caridad se alegra en la verdad”, según dice San Pablo), había secundado los cantos de sirenas de los “James Martin” de turno que dicen que hay que “construir puentes”, puentes con el infierno, claro…Es que una parte de la Iglesia hoy en día, al igual que la Sinagoga en tiempos de Jesús, ha quedado atrapada en esas “tradiciones de hombres”, en esas enseñanzas “políticamente correctas” que, al final de cuentas, no son gratuitas.
“Caído de Dios, caído de ti mismo” decía el gran San Agustín.
Por eso, no se trata de ser un retrógrado, un fascista, un “conservador”, un “tradicionalista”, sino que se trata simplemente de no perder el sentido común y, finalmente, el sensus Fidei, el sentido de la Fe.
Si no, las “tradiciones de hombres”, las modas de género, de la eutanasia, del aborto, etc., todas estas modas que funcionan como una nueva religión incluso dentro de la Iglesia, bajo la excusa de “misericordia”, terminan siendo siempre, modas criminales y, por ende, demoníacas.
No hubo dos víctimas y un victimario; no. Hubo tres víctimas y, al mismo tiempo, un victimario: ese victimario es el modernismo católico o el catolicismo liberal que se ha apoderado de algunos laicos, sacerdotes y hasta de obispos, que para no ir contra la corriente, quieren convertir la religión en “tradiciones de hombres”.
Y esto es contrario no sólo a la justicia, sino a la caridad. Porque de nuevo: “la caridad se alegra con la verdad” (1 Cor 13,6).
Lo sabemos: el amor al prójimo siempre debe ser la característica del cristiano. Pero esa caridad no se da sin la verdad; y quizás por esto Cristo dijo, pensando en los últimos tiempos, que, cerca del final del mundo “al crecer la iniquidad, la caridad de muchos se enfriará” (Mt 24,12).
Porque es caridad decir la verdad.
Es caridad hablar con el Evangelio y, por amor, intentar corregir a quien se equivoca.
Es caridad llamar a la castidad a quienes sienten atracción por personas del mismo sexo y no seguirles la corriente como si nada pasara.
Es por caridad que buscamos denunciar el error y proclamar la verdad.
Porque, como decía Santa Teresa, “más vale la verdad en soledad que el error en compañía”.
* * *
Terminemos.
Nuestro Señor, como siempre, tiene un lugar protagónico en sus parábolas.
Cristo es el Buen Samaritano: es Él quien, de camino, recoge a la humanidad herida y apaleada, que había caído en manos de ladrones.
Es Él quien obra distinto a los escribas y fariseos; él mismo cura nuestras heridas y recompone nuestras fuerzas.
Y Él mismo coloca ese cuerpo llagado y malherido en una posada, símbolo de la Iglesia, pagando de antemano y prometiendo volver un día para ajustar las cuentas con todos.
Con buenos y con malos.
Porque algún día volverá y pagará. De eso estamos seguros.
Y a cada cual pagará según sus obras.
Ave María Purísima. Sin pecado concebida.
P. Javier Olivera Ravasi, SE
17 comentarios
En el caso de este muchacho ha dejado tantos escritos detrás que, al final, hasta la policía lo ha calificado de odio contra la Fe porque la motivación es manifiesta.
Un loco quemó no sé que iglesia en Francia, otro loco mató a un sacerdote en España, arden iglesias al por mayor en Francia y EE.UU pero, los que se apresuran a poner etiquetas, no tienen ninguna para algo que se repite y lo tratan como episodios desconexos entre sí.
Seguramente este muchacho necesitó un psiquiatra hace tiempo, e incluso un exorcista, pero supusieron que cambiando de "género" se arreglaría la cuestión, ahora no saben qué decir cuando él mismo ha dejado escrito que se había arrepentido de tal cosa, pero un cambio de ese tipo no tiene vueltas atrás porque no les dejan.
Lo de la madre prefiero no comentarlo y que fuera secretaria en un colegio católico ya indica cómo están muchos católicos. Que el Señor nos pille confesados y con las lámparas encendidas.
Estamos demasiado acostumbrados en estos días a responder al grito, a que todo requiere saltar inmediatamente, y a dejar no solo que nuestra ira tome el volante y nos lleve muchas veces a juicios temerarios hechos sin suficiente fundamento, sino también a buscar un objetivo conveniente en el cual descargar nuestra frustración. Que muchos insistieran en las redes en que la madre tendría que ir presa por el crimen de su hijo ADULTO -y que efectivamente la policía hiciese una razzia de su casa en FLORIDA donde la mujer vive desde hace años- es botón de muestra de una sociedad y sociedades que más que la justicia lo que quieren es sangre a todo costo. El progresivo empeoramiento de los tiroteos públicos masivos, especialmente en escuelas, es parte integral de esta lógica de las pasiones desenfrenadas (que se nos olvida a veces que la ira es tan vicio capital como la lujuria) y del tribalismo por encima de la razón y la compasión.
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Gracias. Corregido el artículo. PJOR
En este caso el hecho de que el asesino sea transexual se usa para criticar al catolicismo progre, o al colectivo LGTB o a los transexuales, creando una relación causa-efecto que es difícilmente demostrable.
Ese chico al margen de su identidad sexual estaba muy mal, solamente hay que ver sus vídeos.
Supongo que la NRA estará muy contenta de que se desvíe la atención hacia los transexuales y no al hecho de que un chico con trastornos mentales pueda adquirir legalmente armas automáticas.
El año pasado hubo en EEUU 83 tiroteos en centros de enseñanza ¿algún protagonista transexual?
¿No será más bien el problema la cultura de violencia y la facilidad para adquirir armas?
Seremos examinados en el Amor.
El Señor nos cuente entre sus elegidos. Ser pescadores de hombres. A ese chico le dieron un ancla, no un salvavidas.
En el alma malévola no entra la sabiduría. Repite San Ambrosio .creo que en el comentario a los primeros versos del salmo 118.
παγωγῇ ὑπερηϕάνου οὐκ ἔστιν ἴασις· ϕυτὸν γὰρ πονηρίας ἐρρίζωκεν ἐν αὐτῷ. 29 καρδία συνετοῦ διανοηϑήσεται παραβολήν, καὶ οὖς ἀκροατοῦ ἐπιϑυμία σοϕοῦ.
La secta tradicionalista, lo que menos me muestra es su fidelidad a la Iglesia de Pedro.
Tienen la Asamblea de Lefevre, el Obispo Atanasio, el otro Obispo excomuldado, y una ristra de murmuradores y flagela Papas, Concilio, Obispos, Ordenes, y todo aquello que no se adapte a sus rígidas máscaras de puros.
Maestros en catar la menta yel comino...
No sé que tipo de rejuntado es. pero no tienen nada que envidiarle a Lutero o a los lolardos o a los donatistas o a los novacionistas.
El Magisterio, hace muchos lustros que no habla de modernismo. Nunca lo he oído desde SAN Juan XXIII, salvo en las bocas de la secta, y ello para atacar a la propia Iglesia.
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La Iglesia hace mucho que no habla del Filioque, pero sigue siendo verdad. PJOR
¿Cómo crees tú que el Magisterio explica estas cosas? ¿por un caso de tradicionalismo mal entendido? Es decir que el muchacho era Girolamo Savonarola. No me fastidies.
La gracieta de los J.J.O.O de París y la de Nochevieja en España, con burlas sangrantes a Jesucristo tampoco tienen ningún punto en común porque Macron es Macron y Sánchez es Sánchez.
Lo que no veo tan claro es la relación entre la transexualidad del atacante y el atentado, a no ser que alguien demuestre que por ser transexual hay una relación causa-efecto de odio contra la Iglesia.
Que el Modernismo sea el mal actual no lo ha dicho ningún Papa o Magisterio; así que yo los sigo a ellos, que son quienes me guían, no los protestones modernos vestidos de puros.
El grupo que se viste con la voz de tradicionalista ( como antaño los que enel siglo Xii XiiI se decían espirituales,) ven modernismo en todos lados. El nombre que ostenta no signfica que estén dentro de la voz que la Iglesia llama Tradición-
Lo que no les place es modernista, desde la Misa hasta el magisterio.
Y perdóneme, en creerle a ese grupo menor y creerle a los Papas y Obispos, ESTOY CON LA IGLESIA; no con los protestantes y murmuradores hodiernos.
Ahí tiene a uno de sus seguidores INSULTANDO AL CONCILIO VATICNAN O II en el Devreto de Libertad Religiosa.
Para qué le voy a decir más.
Ese botón de los puros es la mejor muestra de que no sienten con la Iglesia.
Gracias María de África, por sus respuestas.
me parece ser una típica " secta tradicionalista " .
Saludos desde Bogotá.
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