Marcha contra el aborto: invitación y aclaración
Queridos todos:
Invito esta vez a la Marcha que este domingo 20 de Mayo se realizará en Buenos Aires, desde la Plaza de Mayo hasta la Plaza del Congreso, contra el aborto y en favor de la vida.
Sé que muchos de uds. irán y que algunos lo están pensando todavía. Para ambos van estas líneas.
Confieso que he sido siempre reacio a acudir a este tipo de marchas, en especial, por no entender muchas veces ciertas convocatorias que, por “oportunismo”, “prudencia” o como quieran llamarse intentan dejar de lado toda militancia públicamente católica, a pesar de que la inmensa mayoría de sus asistentes resultan ser bautizados.
Así y todo, creo que, al invitar deben quedar sentadas ciertas cosas:
Vamos a algo que no hemos elegido, no hemos buscado ni desearíamos fomentar. Los católicos hemos defendido siempre la Vida; la vida con mayúscula, es decir, al Señor de la Vida, a ese a quien Herodes, el patrono de los aborteros, persiguió apenas nació. Y no hemos sido nosotros quienes comenzamos esta contienda absurda que este gobierno “sin principios de orden moral y natural", como decía Mons. Aguer, debe realizar para recibir créditos, controlando la natalidad. No. No fuimos nosotros.
Fue Kissinger.