Monseñor Rouco, sobre todo, no se altere
Usted tranquilo cardenal. No se ponga nervioso. No se altere. En realidad, nihil novum sub sole. Su sacerdote Enrique de Castro no ha dicho nada nuevo. Sigue siendo el mismo que siempre. Y como quiera que usted lleva años y años consintiendo que él siga siendo sacerdote, no vaya a mover ahora una sola ceja para reaccionar ante las nuevas declaraciones de ese insigne profeta vallecano. Usted imagínese por un momento que aquel a quien su desliz elevó a la categoría de icono progre nacional, pasa a ser icono progre mundial si vuelve a cometer el craso error de decirle algo, de pedirle algo, de recordarle algo, de intentar disciplinarle algo.
No, cardenal, no. Da igual que Castro diga que ya no hay que rendir culto a Dios sino a los hombres. Da igual que diga que Cristo acabó con el sacerdocio. Da igual que diga que le ganó a usted una copa de orujo por lo del conflicto con la parroquia San Carlos Borromeo. Da igual que él diga que le importa un pimiento que esa parroquia ahora sea un centro de atención pastoral, porque al fin y al cabo él puede seguir celebrando la misa como le da la realísima gana. Da igual que SU cura diga que le importa un carajo el futuro de la Iglesia vaticanista. Usted, cardenal, no se me altere. Siga sentado en su silla cardenalicia y arzobispal, que no está el horno para bollos.

Como ya he adelantado en los comentarios de mis anteriores posts, voy a tratar algunas de las diferencias doctrinales entre el catolicismo y el protestantismo. Como quiera que llevo varios años abordando este asunto, lo que haré básicamente es recuperar material que ya he publicado con anterioridad, retocando aquello que considere oportuno. Algunos temas requerirán más de un post. Lo que sí rogaría es que, a la hora de poner comentarios, se tenga en cuenta la norma de no salirse del tema planteado en cada artículo. Es decir, es posible que a un protestante o a un católico le apetezca mezclar el asunto del “sola fide” con el de la “comunión de los santos” y de paso tratar la doctrina sobre el “bautismo", pero como hay más días que longanizas, ruego paciencia para ir abordando todas las diferencias, que son muchas, según la vaya tratando.
Como quiera que ayer volvió a ser noticia J.A Pagola y su best-seller “Jesús. Aproximación histórica", me parece oportuno recoger en Religión en Libertad los artículos que escribí sobre este asunto cuando tenía mi blog en
Cuando esta mañana he leído en








