El "Jesús" de Pagola

Como quiera que ayer volvió a ser noticia J.A Pagola y su best-seller “Jesús. Aproximación histórica", me parece oportuno recoger en Religión en Libertad los artículos que escribí sobre este asunto cuando tenía mi blog en http://www.coradcor.com/blog/.

Los separaré por páginas, para que puedan leerse más cómodamente.

Mi análisis sobre el libro de Pagola (I)
Martes, 12 de Febrero de 2008

Desde ayer tengo en mis manos el polémico libro “Jesús, aproximación histórica” de José Antonio Pagola. Pertenece a la sexta edición, de diciembre del 2007. En la web de la editorial PPC nos informan de que van por la séptima edición y de que se vendieron más de 30.000 ejemplares en cuatro meses. Por tanto estamos ante un indudable éxito editorial. Y precisamente ese éxito es, en mi opinión, el que hará que este libro sea examinado por la Congregación para la Doctrina de la fe. No nos encontramos ante una obra que es leída sólo por especialistas. La han leído ya multitud de fieles y es previsible que la lean muchos más. Por tanto, si la Iglesia considera que en la misma hay errores graves, es su obligación notificar tal hecho, para que aquellos católicos que son fieles al magisterio, y no veo de qué otra forma se puede ser católico, sepan a qué atenerse.

El caso es que he decidido analizar ese libro de Pagola en este blog. De más está afirmar que no soy magisterio, ni teólogo, ni exégeta bíblico, ni historiador, ni nadie con una cualificación académica adecuada como para pretender que se tenga mucho en cuenta este análisis. Pero, como decía San Paciano de Barcelona, “cristiano es mi nombre y católico mi apellido”, y dado que el autor del libro afirma haberlo escrito desde la Iglesia Católica (pag 7), quiero saber si su Jesús es de verdad el Jesús de la Iglesia, que es lo mismo que decir “mi” Jesús. Y es que por mucho respeto que me puedan merecer el concepto sobre Jesús que tengan los que no son católicos, a lo que yo me quiero ajustar como mano a guante es a la respuesta que la Iglesia, por boca de Pedro (Mt 16,16), da a la pregunta del propio Cristo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? (Mt 16,5). Por tanto someto todas mis opiniones y mi juicio sobre este libro a lo que pueda dictar en un futuro el magisterio católico. No se me escapa el hecho de que un obispo, el de Tarazona, ya se ha pronunciado a través de una carta pastoral, que sin duda es magisterial. Monseñor Demetrio Fernández no es mi obispo, pero sí es obispo de mi Iglesia.

Por tanto, a menos que otros obispos o la mismísima Roma emitan otra opinión, lo cierto es que el único pronunciamiento magisterial emitido hasta ahora juzga que:

Nos encontramos ante una presentación de Jesús, que hará daño, sobre todo a quienes no tienen elementos de juicio para leerla críticamente. Es función de los pastores llamar la atención sobre esta presentación de Jesús, que no se atiene a la fe de la Iglesia.

Con eso quiero decir que no parto de cero. Es muy improbable que me aparte de ese dictamen emitido por don Demetrio. He leído recensiones, opiniones y artículos de todo tipo sobre el “Jesús” de Pagola. Unas muy críticas, otras moderamente críticas y otras favorables. Pero ninguna de ella tiene el valor magisterial que sí tiene la carta pastoral de un obispo, aunque la misma no sea vinculante para todos los fieles. Y desde luego, si finalmente se produce un pronunciamiento del órgano competente para estas cuestiones de la Conferencia Episcopal o, con mayor razón, por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe, habrá que aceptarlo.

Según vaya leyendo y analizando el libro, intentaré diferenciar aquello con lo que no estoy de acuerdo pero no me parece que afecte al dogma católico, de las afirmaciones que, en mi opinión, sí entran en conflicto directo o indirecto con el dogma. Para justificar mis opiniones particulares intentaré usar profusamente documentos magisteriales, patrísticos, de santos y doctores de la Iglesia y, por supuesto, la propia Escritura. Desecho por completo esa teoría de que como el libro no es una cristología sino un intento de reconstrucción histórica, entonces no puede ser juzgado desde la fe y la doctrina católicas. Alguien que pretende escribir desde la Iglesia no debe esconderse detrás de las teorías del método histórico-crítico para lanzar teorías (tipo “puede que….”, “quizás….”) o afirmaciones contrarias a la fe de la Iglesia. Y mucho menos cuando lo que se pretende es que la obra tenga un tono divulgativo, como es el caso.

No tengo ni idea de cuántos mensajes me ocupará esta tarea. Prisa no tengo. Espero ser justo y si en algo cometo alguna injusticia con el autor y su obra, no tendré el menor reparo en corregir lo que sea menester. Parto del hecho de que no tengo porqué dudar de las buenas intenciones personales de José Antonio Pagola al escribir este libro. Pero la verdad sobre Jesús no depende de la buena intención de nadie, sino de aquello que nos ha sido revelado de Él y por Él, tal y como lo ha recibido y lo enseña la Iglesia. Al fin y al cabo, si nos equivocamos acerca de Jesús, nos equivocamos acerca del Padre y nos separamos de la guía del Espíritu Santo, que nunca nos llevaría a tener una comprensión errónea de quién es nuestro Gran Dios y Salvador (Tito 2,13).

Luis Fernando Pérez Bustamante

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