Controversia entre apologistas católicos: ¿Tuvo María un parto normal con dolores de parto?

Virginidad de María

Un lector me ha preguntado mi opinión sobre una controversia en las redes sociales en donde dos conocidas figuras relacionadas a la apologética católica están debatiendo sobre el dogma de la Virginidad de María. Todo a raíz de que uno de ellos afirma que el dogma de la virginidad de María en el parto no incluye su integridad fisiológica: o lo que es lo mismo, que tuvo un parto normal y todo lo que esto involucra: sufrió dolores de parto, etc. como puede verse en este vídeo:



Otro (Frank Morera), según afirma esta misma persona, le ha acusado de herejía.

Más allá de entrar en el juicio personal sobre si alguien ha caido en herejía o no, cosa que no lo veo tan simple ya que tendría que cumplirse ciertas características como la existencia de pertinacia o perseverancia en el error, quiero compartir mi opinión sobre el tema:

La fe católica sí enseña por el magisterio ordinario y universal, la virginidad perpetua de María en el parto en cuanto a que no se rompió el himen, no hubo sangramientos, ni dolor alguno, en el milagroso alumbramiento virginal de Nuestro Señor Jesucristo. Eso es lo que creemos los católicos cuando confesamos la virginidad en el parto de Nuestra Madre y Señora.

Puede consultarse cualquier Manual de Dogmática, por ejemplo:

VIRGINIDAD EN EL PARTO

María dio a luz sin detrimento de su integridad virginal (de fe por razón del magisterio universal de la Iglesia).

El dogma afirma el hecho de la permanencia de la virginidad corporal de María en el acto de dar a luz, sin precisar ulteriormente la explicación fisiológica de este hecho. La Iglesia ha creído siempre que el acto mismo del nacimiento de Cristo se realizó de un modo extraordinario; María tuvo un papel activo en este nacimiento (Mt 1, 25; Lc 2, 7), pero su parto se diferenció en el aspecto mismo somático-fisiológico del parto común de las demás mujeres. La explicación última de este hecho extraordinario y misterioso hay que dejarla a la omnipotencia divina.

SAN AGUSTÍN dice: «En tales cosas la razón íntegra del hecho es la omnipotencia de quien lo hace» (Ep. 137, 2, 8); S.th. III 28, 2.

En la antigüedad cristiana impugnaron la virginidad de María en el parto: TERTULIANO (De carne Christi 23) y, sobre todo, Joviniano, adversario decidido del ideal cristiano de perfección virginal. En los tiempos modernos lo ha impugnado el racionalismo (Harnack: «una invención gnóstica»).

La doctrina de Joviniano («Virgo concepit, sed non virgo generavit») fue reprobada en un sínodo de Milán (390) presidido por SAN AMBROSIO (cf. Ep. 42), en el cual se hizo referencia al símbolo apostólico: «Natus ex Maria Virgine». La virginidad de María en el parto se halla contenida implícitamente en el título «Siempre Virgen» que le otorgó el V Concilio Universal de Constantinopla el año 553; Dz 214, 218, 227. Esta verdad es enseñada expresamente por el papa SAN LEÓN I en la Epístola dogmática ad Flavianum) () Ep) 28, 2), que fue aprobada por el concilio de Calcedonia. La enseñaron también expresamente el sínodo de Letrán (649) y el papa PABLO IV (1555); Dz 256, 993. PIO XII nos dice, en su encíclica Mystici Corporis: «Ella dio la vida a Cristo nuestro Señor con un parto admirable» («mirando partu edidit»). La fe universal de la Iglesia en este misterio halla también expresión en la liturgia. Cf. el responsorio de la v lección de la Natividad del Señor y el de la vm lección de la fiesta de su Circuncisión.

Is 7, 14 anuncia que la virgen dará a luz (en cuanto virgen). Los santos padres refieren también en sentido típico al parto virginal del Señor aquella palabra del profeta Ezequiel que nos habla de la puerta cerrada (Ez 44, 2; cf. SAN AMBROSIO, Ep. 42, 6; SAN JERÓNIMO, Ep. 49, 21), la del profeta Isaías sobre el parto sin dolor (Is 66, 7; cf. SAN IRENEO, Epid. 54; SAN JUAN DAMASCENO, De fide orth. iv 14) y la del Cantar de los Cantares sobre el huerto cerrado y la fuente sellada (Cant 4, 12; cf. SAN JERÓNIMO, Adv. Iov. 1 31; Ep. 49, 21).

SAN IGNACIO DE ANTIOQUÍA designa no sólo la virginidad de María, sino también su parto, como un «misterio que debe ser predicado en alta voz» (Eph. 19, 1). Claro testimonio del parto virginal de Cristo lo dan los escritos apócrifos del siglo 11 (Odas de Salomón 19, 7 ss; Protoevangelio de Santiago 19 s; Subida al cielo de Isaías n , 7 ss), y también escritores eclesiásticos como SAN IRENEO (Epid. 54; Adv. haer. m 21, 4-6), CLEMENTE ALEJANDRINO (Strom. vn 16, 93), ORÍGENES ( In Lev. hom. 8, 2; de otra manera en In Luc. hom. 14). Contra Joviniano escribieron SAN AMBROSIO (Ep. 42, 4-7), SAN JERÓNIMO (Adv. Jov. 1 31; Ep. 49, 21) y SAN AGUSTÍN (Enchir. 34), quienes defendieron la doctrina tradicional de la Iglesia. Para explicar de forma intuitiva este misterio, los padres y teólogos se sirven de diversas analogías: la salida de Cristo del sepulcro sellado, el modo con que Él pasaba a través de las puertas cerradas, como pasa un rayo de sol por un cristal sin romperlo ni mancharlo, la generación del Logos del seno del Padre, el brotar del pensamiento en la mente del hombre.

Ludwig Ott, Manual de Teología Dogmática, Editorial Herder, Barcelona 1966, pág. 322-324

Objeciones

La mujer que aparece en Apocalipsis 12 es la Virgen María, y se presenta con dolores de parto.

Ahora bien, muchos católicos que opinaron que creían que María tuvo un parto normal  con dolores de parto y todo lo que implica, argumentan que la Santísima Virgen es la mujer de la que se habla en Apocalipsis 12 de la que se dice precisamente que tiene dolores de parto. 

“Y se vio en el cielo una gran señal, una mujer vestida del sol, y la luna estaba debajo de sus pies, y sobre su cabeza había una corona de doce estrellas, y ella estaba encinta. Y clama en sus dolores y en su agonía por dar a luz. Y se vio otra señal en el cielo, y, ¡miren!, un dragón grande de color de fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas siete diademas; y su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó abajo a la tierra. Y el dragón se quedó de pie delante de la mujer que estaba a punto de dar a luz, para, cuando diera a luz, devorar a su hijo. Y ella dio a luz un hijo, un varón, que ha de pastorear a todas las naciones con vara de hierro. Y su hijo fue arrebatado hacia Dios y hacia su trono. Y la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar preparado por Dios, para que la alimentaran allí mil doscientos sesenta días.” (Apocalipsis 12,1-6)

Pero este es un argumento muy débil por varias razones:

Primero: inclusive si dicha mujer representa a María, no es razonable pretender aplicar cada característica de un texto simbólico a ella; por ejemplo, María no huyó al desierto, ni tuvo físicamente otros hijos aparte de Jesús. Si se va a interpretar aquí literalmente los dolores de parto, ¿por qué no interpretar literalmente lo demás? Los dolores del parto de la mujer pueden tener un significado distinto, como abordaré a continuación.

Segundo: esta interpretación parecería contradecir la Escritura que prefigura a la doncella que dará a luz al Mesías, como aquella que alumbrará sin tener dolores de parto:

“¡Antes que estuviera de parto, dio a luz; antes que le vinieran dolores, dio a luz un hijo!” (Isaías 66,7 – Reina Valera Biblia protestante)

“Antes de los espasmos dio a luz, antes de que le llegaran los dolores ha dado vida a un varón:” (Isaías 66,7 – Biblia Católica del Peregrino)

Si este texto se refiere a María, y dio a luz ANTES de que le llegaran los dolores, no es lógico pensar que le dieron los dolores después de parir

Tampoco tendría sentido, que siendo los dolores de parto, consecuencia y castigo por el pecado original, tendría que sufrirlos María siendo inmaculada/libre de culpa. Los padres siempre han entendido que María sufrió más que nadie en este mundo, pero fue un dolor de naturaleza espiritual, como profetizó la Escritura “una espada le atravesará el alma” (Lucas 2,35).

Tercero: ni siquiera la interpretación de que dicha mujer se refiera a María es la única posible. A lo largo de la historia se ha interpretado este texto de distintos modos, como explica el Comentario Bíblico de los profesores de Salamanca:

“¿Quién es esa Mujer refulgente de gloria y de esplendor? La respuesta más sencilla para nosotros sería la de afirmar que esa Mujer es María, la Madre de Jesús, ya que en el v.5 se dice con bastante claridad que dio a luz al Mesías. Pero hay varias razones que parecen oponerse poderosamente a esta solución. En primer lugar se dice en nuestro pasaje que la Mujer gritaba en los dolores de parto. Ahora bien, la tradición enseña unánimemente que la Santísima Virgen dio a luz a Jesús de una manera virginal y sin dolor. En segundo lugar, el autor sagrado habla en el v.17 de los descendientes de la Mujer, o sea de otros hijos que habría tenido. Nosotros sabemos por los Evangelios, por la fe y la tradición que María fue siempre Virgen y tuvo un solo Hijo, Jesucristo. Estas razones tan evidentes obligaron a los intérpretes, ya desde antiguo, a buscar otras soluciones. Unos ven en la Mujer el símbolo de Israel; para otros sería la figura de la Iglesia. Y no faltan quienes vean en ella simbolizada de alguna manera a la Santísima Virgen.”

En mi opinión, ambas interpretaciones no son excluyentes sino complementarias: la mujer del apocalipsis 12 representa a la Iglesia, que da a luz al Mesías, y también a María, hija de Sión por excelencia, quien mejor identifica a la Iglesia peregrina. No tiene por qué tratarse de una o la otra (aut-aut protestante), sino que pueden ser correctas ambas en distintos sentidos (et-et católico), como explicó el Papa Juan Pablo II:

“Como testimonio bíblico en favor de la Inmaculada Concepción de María, se suele citar también el capítulo 12 del Apocalipsis, en el que se habla de la «mujer vestida de sol» (Ap 12, 1). La exégesis actual concuerda en ver en esa mujer a la comunidad del pueblo de Dios, que da a luz con dolor al Mesías resucitado. Pero, además de la interpretación colectiva, el texto sugiere también una individual cuando afirma: «La mujer dio a luz un hijo varón, el que ha de regir a todas las naciones con cetro de hierro» (Ap 12, 5). Así, haciendo referencia al parto, se admite cierta identificación de la mujer vestida de sol con María, la mujer que dio a luz al Mesías. La mujer¬comunidad está descrita con los rasgos de la mujer¬Madre de Jesús.

Caracterizada por su maternidad, la mujer «está encinta, y grita con los dolores del parto y con el tormento de dar a luz» (Ap 12, 2). Esta observación remite a la Madre de Jesús al pie de la cruz (cf. Jn 19, 25), donde participa, con el alma traspasada por la espada (cf. Lc 2, 35), en los dolores del parto de la comunidad de los discípulos. A pesar de sus sufrimientos, está vestida de sol, es decir, lleva el reflejo del esplendor divino, y aparece como signo grandioso de la relación esponsal de Dios con su pueblo.

Por último, el Apocalipsis invita a reconocer más particularmente la dimensión eclesial de la personalidad de María: la mujer vestida de sol representa la santidad de la Iglesia, que se realiza plenamente en la santísima Virgen, en virtud de una gracia singular.”
Juan Pablo II, Audiencia General, 19/05/1996

¿Entonces cómo entender los dolores de parto relacionados a María en Apocalipsis 12?

Una explicación breve pero completa la da un Manual de Teología Dogmática:

“En esta visión la mujer (de apocalipsis 12) es, en primer lugar, un símbolo de la Iglesia, y precisamente un símbolo de la Iglesia en cuanto comunidad escatológica. Que no se signifique inmediatamente a María se desprende del hecho que, según la fe de la Iglesia, María concibió sin dolores y tuvo un solo hijo. A pesar de todo, cabe ver en la visión algo más. La mujer es también María, que representa a la Iglesia. Sobre esto hablaremos después más concretamente. En consecuencia, la maternidad divina de María pertenece al Nuevo Testamento. No es en él un elemento extraño, sino parte ntegrante de la historia de la Redención". 
Michael Schmaus, Teología Dogmática, Tomo VIII, Rialp, Madrid 1963, p. 102

“En todo caso la integridad corporal en el parto está en íntima relación con la concepción virginal de Cristo y la entrega incondicional de María a Dios. Sólo alcanza su valor como expresión y símbolo de su pertenencia total a Él. Según el Génesis (3, 16), los dolores de parto son el castigo impuesto a la mujer por el pecado original y manifiestan la solidaridad con los primeros padres pecadores. Como María no entró en comunión con su pecado, quedó por eso libre de los efectos perturbadores del mismo en el alumbramiento de Cristo. De ahí que su integridad no es sólo una realidad material o biológica, sino un signo de su relación con Dios.”
Michael Schmaus, Teología Dogmática, Tomo VIII, Rialp, Madrid 1963, p. 150

Otra explicación la tenemos de Santo Tomás de Aquino en Suma Teológica:

Artículo 6: ¿Nació Cristo sin dolor por parte de la madre?

Objeciones por las que parece que Cristo no nació sin dolor por parte de su madre.

1. Así como la muerte de los hombres fue una consecuencia del pecado de los primeros padres, según Gen 2,17: El día que comiereis, ciertamente moriréis, así también lo es el dolor del parto, según Gen 3,16: Con dolor parirás los hijos. Ahora bien, Cristo quiso sufrir la muerte. Luego parece que, por el mismo motivo, su alumbramiento debió producirse con dolor.

2. El fin concuerda con el principio. Pero el fin de la vida de Cristo se produjo con dolor, según Is 53,4: Verdaderamente cargó con nuestros dolores. Luego parece que también en su nacimiento debió existir el dolor del parto.

3. En el libro De Ortu Salvatoris se cuenta que al nacimiento de Cristo asistieron las parteras, que parecen necesarias para la parturienta a causa del dolor. Luego parece que la Santísima Virgen dio a luz con dolor.

Contra esto: está lo que dice Agustín, en un Sermón De Nativitate, hablando a la Virgen Madre: Ni en la concepción se alejó de ti el pudor, ni en tu alumbramiento se hizo presente el dolor.

Respondo: El dolor de la parturienta se produce por la apertura de las vías por las que sale la criatura. Pero ya se dijo antes (q.28 a.2) que Cristo salió del seno materno cerrado, y de este modo no se dio allí ninguna apertura de las vías. Por tal motivo no existió dolor alguno en aquel parto, como tampoco hubo corrupción de ninguna clase; se dio, en cambio, la máxima alegría porque había nacido en el mundo el Hombre-Dios, según palabras de Is 35,1-2: Florecerá sin duda como un lirio, y exultará golosa y llena de alabanzas.

A las objeciones:

1. El dolor del parto en la mujer es consecuencia de la unión carnal con el varón. De donde, en Gen 3,16, después de haber dicho parirás con dolor, se añade: Y estarás bajo el dominio del varón. Pero, como dice Agustín en un Sermón De Assumptione Beatae Virginis ‘’, de tal sentencia está excluida la Virgen Madre de Dios, la cual, por haber concebido a Cristo sin la coluvie del pecado y sin el menoscabo de la unión con el varón, engendró sin dolor, sin violación de su integridad y permaneciendo intacto el pudor de su virginidad. Y Cristo asumió la muerte por su libre voluntad, para satisfacer por nosotros, no como por necesidad emanada de aquella sentencia, porque El no era deudor de la muerte.

2. Como Cristo muriendo destruyó nuestra muerte (cf. 2 Tim 1,10), así con su sufrimiento nos libró a nosotros de los dolores; y por este motivo quiso morir con dolor. Pero el dolor de la madre en su alumbramiento no pertenecía a Cristo, que venía a satisfacer por nuestros pecados. Y por eso no fue necesario que su madre le diera a luz con dolor.

3. En Lc 2,7 se narra que la propia Santísima Virgen envolvió en pañales y colocó en el pesebre al Niño que acababa de dar a luz. Y con esto queda demostrado que la narración de ese libro, que es apócrifo, es falsa. De donde dice Jerónimo en su Contra Helvidium: No hubo allí partera alguna, ni se hizo presente diligencia alguna de mujercillas. (María) fue la madre y fue la partera. Envolvió al Niño en pañales, dice, y lo colocó en el pesebre. Esta noticia pone de manifiesto los disparates de los apócrifos.

Explicaciones adicionales:

LA MUJER DEL APOCALIPSIS

San Juan, en el Apocalipsis, describe una mujer que había visto en una visión. Aparecía vestida de sol, con la luna debajo de sus pies y en su cabeza una corona de estrellas. «Y estando encinta gritaba con dolores de parto y las ansias de llegar a término» (Apoc 12,1-2). El varón recién nacido, que es Hijo de Dios, fue arrebatado hasta Dios y su trono (Apoc 12,5).

Entonces el dragón o Satanás, que estaba esperando para matar al niño, persigue a la mujer hasta el desierto y trata de matarla; pero ella escapa con el auxilio de Dios y permanece en su refugio durante más de tres años (Apoc 12,6-9).

Ahora bien, María en Belén no dio a luz a su Hijo con dolor ni tuvo que huir al desierto después de la ascensión. Por tanto, esta mujer, antes del nacimiento del niño, representa probablemente al Israel del Antiguo Testamento, cuyos héroes y heroínas lucharon para preparar el camino al Mesías. Después del nacimiento del niño y de su ascensión a los cielos, la mujer simboliza al Israel del Nuevo Testamento, la Iglesia, que se ve perseguida con mucha frecuencia, pero que vivirá siempre segura bajo la protección de Dios. Los tres años de la persecución se dice que indican su poca duración si se compara con la eternidad.

María está incluida también en el simbolismo de las mujeres. Ella es ciertamente la persona más distinguida del Antiguo Testamento, porque, por sus prerrogativas, sus oraciones, sus buenas obras y su consentimiento, preparó especialmente el camino para la encarnación. También dio a luz físicamente al Salvador, aunque sin dolor, y es el ornato más brillante de todo el Nuevo Testamento. Si el sol, la luna y las estrellas representan las glorias del Antiguo y del Nuevo Testamento, debemos incluir aquí sus singulares privilegios y virtudes.

Por tanto, la mujer del Apocalipsis es figura de María en un sentido inclusive preeminente

Para terminar vamos a fijarnos en un raseo especial del simbolismo de esta mujer, rasgo que se toma de la personalidad de María: Nuestra Señora concibió y dio a luz a su Hijo de un modo virginal, y lo mismo se dice de la mujer del Apocalipsis, de acuerdo con la profecía de Isaías (7,14) y la predicción de Miqueas (5,3).

J. B. Carol. O.F.M. Mariología, BAC, Madrid 1964, p. 109-110

Para finalizar, sobre este tema tambien recomiendo el manual del R.P. Cándido Pozo S.J., María, Nueva Eva, publicado por la BAC., en las páginas 272 - 281, especialmente la p. 275. Es realmente notable la profusión de datos y la precisión con que el P. Pozo establece que se trata de una verdad perteneciente al depósito de la fe.

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44 comentarios

  
sofía
Francamente, es este uno de esos temas sobre los que no veo qué objeto tiene especular.
Sin comentarios.
03/05/20 6:07 PM
  
Luis López
El dogma se ciñe a que la bienaventurada Virgen María fue virgen (física y espiritualmente) antes, durante y después del parto. San Ignacio lo expresó con inmensa delicadeza y sencillez: es un misterio divino.

La especulación sobre el modo, no entra dentro del dogma sino de la legitima discusión teológica,. No procede culpar de herejía a nadie siempre que defienda el dogma en su sencillez y misterio.
03/05/20 6:46 PM
  
Joaquín
Opino lo mismo. Cuando estamos en medio de una apostasía masiva como no se había conocido antes, ¿vamos a ponernos a discutir sobre el sexo de los ángeles?

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JM: Osea que usted equipara especular teológicamente sobre el sexo de los ángeles con el dogma de la virginidad en el parto.

Así está el patio...
03/05/20 7:21 PM
  
Norberto E.
Solo falta que ese dogma tenga una plasmación litúrgica, no hay día de celebración de la Perpetua Virginidad de María.
03/05/20 7:21 PM
  
Haddock.
Sofía:
Sobre los cuatro dogmas marianos no se especula.
Se acatan o estás fuera de la Iglesia al negar un dogma.
En herejesmarisabidillas.com puedes comentar lo que quieras

.
03/05/20 7:30 PM
  
Esron ben fares
Pues, Isaías al igual que Apocalipsis parece que se aplica parcialmente.

Isaías 66 versículos 7 y 8

"Antes de tener dolores dio a luz, antes de llegarle el parto dio a luz varón. 8.¿Quién oyó tal? ¿Quién vio cosa semejante? ¿Es dado a luz un país en un solo día? ¿O nace un pueblo todo de una vez? Pues bien: Tuvo dolores y dio a luz Sión a sus hijos."
Isaías, 66 - Bíblia de Jerusalén

De esto me surge la siguiente pregunta:
¿La virgen María, murió y resucitó o es inmortal?

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JM: Desconozco de qué parte del texto saca esa pregunta.
03/05/20 9:39 PM
  
Ángel
Sobre esto acaban de colgarse en la red nueve charlas del Padre Ángel María Rojas, S.J., en la serie "Marcando el Norte"
Puede verse en:
https://www.youtube.com/watch?v=E3C-6PvuQSg
03/05/20 9:51 PM
  
Joaquín
JM Arráiz: Correcto. Lo de "virginidad durante el parto" es un sinsentido y un absurdo, que se dijo en tiempos en los que apenas se sabía nada sobre cómo funcionan el embarazo y el parto--EDITADO----

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JM: Ya, es que está fuera de tema. Este tema es para católicos, cuando trate el tema de la virginidad de la Santísima Virgen con respecto a las objeciones protestantes, allí sí tendrían cabida su argumentación. Tengo como regla que no se desvíe el tema del post.
03/05/20 11:06 PM
  
sofía
Creo pertinente una aclaración.
Si precisamente he dicho q no comprendo q se especule sobre el tema ¿cómo se permite nsdie acusarme de todo lo contrario: de especular sobre él? Me parece muy grave q se acuse a alguien gratuitamente de negar un dogma o de ser hereje.
Se puede contestar en su mismo tono inadecuadamente jocoso, al parecer considerado admisible, o se puede usar este tono más serio. Lo q no se puede es permitir q una acusación tan evidentemente falsa resulte injustamente admitida sin derecho a réplica.
No creo q el arte de la apologética consista en falsas acusaciones infundadas, sin derecho a señalar como obvia defensa lo q en verdad se había manifestado realmente. Algo comprobable.
Paz y Bien
03/05/20 11:34 PM
  
jose 2 católico español no castellano
Querido José Miguel:
Ante todo gracias por el artículo que es denso denso.
Es más fácil tunear el garbagge collector que seguir a todos los que atacan el dogma.
Si Dios quiso, pudo y no leo más, que ¡hay cada mente creada por el Señor que asusta!
QDLB.
04/05/20 12:18 AM
  
Manuel Caldas
Estos versos de um antigo vilancico portugués lo dicen todo, forma muy simple y bellicima:
O Menino que nasceu
Da Virgem cheia de graça,
Entrou e saiu por ela
Como o sol pela vidraça.
04/05/20 12:29 AM
  
Claudio
Los que defienden que Maria sufrió dolor de parto deben pensar que alguien le atravesó el corazón con una espada también, pues lo dice la Biblia.... Si el Dogma enseña que permaneció virgen antes, durante y despues, pues no hay mas nada que decir.
04/05/20 3:30 AM
  
Manuel Argento
Esron ben fares:
Dios es eterno, no tiene ni principio ni fin (siempre "es").
Los angeles (buenos y malos) y los hombres son inmortales, tienen principio pero no tienen fin.
La muerte primera es en el hombre la separación del cuerpo del alma, producto del pecado original..
Cristo murió, pues se separaron su alma y su cuerpo (aunque la Divinidad permanecía en ambos) y resucitó (Se volvio a unir cuerpo y alma, aunque un cuerpo glorificado), abriendo el camino al cielo, cerrado por el pecado original.
La Virgen María (sin la mancha original) no está sometida a la muerte, por lo tanto es subida al cielo en cuerpo y alma y allí permanecerá por los siglos de los siglos.
04/05/20 3:34 AM
  
Antonio
Es un tema que se presta a especulaciones de todo tipo. Lo que debe quedar claro es el dogma de la virginidad perpetua de María, Nuestra Señora.
Respecto al nacimiento de Jesús; si fue parto vaginal y si la Santísima virgen María tuvo dolor, el tema da para muchas elucubraciones, ya que no nos ha sido revelado.
Debemos partir de que Nuestro Señor Jesucristo se encarnó en el vientre purísimo de la Santísima Virgen María (por obra del Espíritu Santo), de tal manera que comparte nuestra humanidad desde antes de nacer.
Teniendo un cuerpo humano, no el de un fantasma o un cuerpo "espiritual" que atraviesa paredes ni cuerpos, así como una placenta, cordón umbilical y líquido amniótico, no se puede menos que pensar que todo eso, junto con el Santísimo Cuerpo del Redentor, tuvo que salir por la vía natural. ¿Por qué sería distinto?
Sin que eso implique necesariamente la pérdida de la virginidad (dependiendo de a qué se le llame virginidad, pues puede ser la integridad del himen, la ausencia de relaciones sexuales o ambas, por ejemplo).
María tuvo un cuerpo humano, un alma inmortal y fue llena de Gracia. Tenía necesidades corporales y seguramente tuvo menstruaciones como mujer que era. No conoció el pecado, pero sí sufrió sus consecuencias. La muerte de sus padres, de San José, la misma de Jesucristo. No sabemos que tuviera los dones preternaturales, y la impasibilidad no estuvo con ella al pie de la Cruz. Los teólogos discuten si murió o solo se "durmió" antes de su asunción.
No veo incompatible con la fe católica pensar que tuvo un parto vaginal y respecto al dolor es algo que sabremos con seguridad el día del juicio por la tarde.
Gracias por su blog.

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JM: El por qué sería distinto se explica en todas las fuentes que precisamente he colocado desde Santo Tomás a las explicaciones bastadas en recopilaciones patrísticas de los Tratados de Teología Dogmática que se especializan en esos temas. Allí está todo.
04/05/20 4:43 AM
  
Oscar Alejandro Campillay Paz
Esta gran obra Mariana del P. Pozo se puede descargar en ---EDITADO----

Mi solidaridad con Sofía, siempre educada y digna ante las incomprensiones.

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JM: Esos sitios que piden tarjeta de crédito para descargar libros gratis, que de paso dicen que no van a cargar nada a la tarjeta que es solo para verificar que uno está en determinado país, son definitivamente peligrosos, y creo que dudosamente tienen los derechos para permitir la descarga de los libros que allí tienen. He visto en esas plataformas libros mios sin mi permiso. No cooperemos con la piratería.
04/05/20 9:08 AM
  
María Rosa Gutés
Don José Miguel: No pretendo que publique el comentario, si no lo cree conveniente, pero hay varias revelaciones privadas, por ejemplo, a María Valtorta (El Evangelio como me ha sido revelado) y a Ana Catalina Emmerick (Visiones y Revelaciones), que dejan bien claro que María Santísima no tuvo dolores cuando dio a luz a Jesús. Los dolores del Apocalipsis se refieren a la purificación de la Iglesia y al parto del resto fiel. Sobre esto último le recomiendo también unos libros que puede descargar gratis sólo estos días de confinamiento (así le devuelvo el favor que me hizo remitiéndome al enlace para ver también gratis la película sobre las Apariciones de San Sebastián de Garabandal): https://tienda.vdcj.org/. También podría enviarle por correo electrónico, si le interesa, los diez tomos de María Valtorta en pdf (son tan buenos, que después los compré en papel). Le encantaría leerlo, seguro. Dios le bendiga.
04/05/20 9:42 AM
  
Tulkas
Los dogmas marianos son netamente anatomofisiológicos y negarlo es negar el dogma: Ascensión en cuerpo y alma, maternidad divina...
La virginidad es lo que es y no otra cosa.
04/05/20 9:58 AM
  
Alan
"La mujer que aparece en Apocalipsis 12 es la Virgen María, y se presenta con dolores de parto."

"Pero este es un argumento muy débil por varias razones:"

Pues si hablamos de debilidad de argumento mire este:

"María dio a luz sin detrimento de su integridad virginal (de fe por razón del magisterio universal de la Iglesia)."

Eso si es debilidad de la buena.

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JM: Para un Católico la enseñanza de un Magisterio tiene autoridad. Como seguramente usted no lo es no le parece un argumento de peso, de la misma forma que si es protestante, para un ateo no sería un argumento convincente que usted le dijera que tal o cual cosa lo dice la Biblia.
04/05/20 12:02 PM
  
Víctor Santiago
A mi me parece muy sencillo. A Jesús que no tenía pecado y ella que era sin pecado lo dió a luz sin dolor. A nosotros nos dió a luz, a toda la iglesia, a todos los hijos de Dios, el sábado santo con dolores de parto porque nosotros Sí tenemos pecado original.
04/05/20 3:09 PM
  
Fernando Cavanillas
Claramente no hubo dolor, ya que el dolor en el parto es consecuencia del pecado original (uno de los castigos y penitencias asociados a él), y en el caso de María fue concebida sin pecado original, y su hijo es el mismo Dios encarnado.

Se puede inferir por medio de los místicos y doctores de la Iglesia, que están asistidos de manera especial por el Espíritu Santo, más o menos cómo fue, este es el testimonio de las visiones de ANA CATALINA EMMERICK:

"He visto que la luz que envolvía a la Virgen se hacía cada vez más deslumbrante, de modo que la luz de las lámparas encendidas por José no eran ya visibles. María, con su amplio vestido desceñido, estaba arrodillada con la cara vuelta hacia Oriente. Llegada la medianoche la vi arrebatada en éxtasis, suspendida en el pecho. El resplandor en torno a ella crecía por momentos. Toda la naturaleza parecía sentir una emoción de júbilo, hasta los seres inanimados. La roca de que estaban formados el suelo y el atrio parecía palpitar bajo la luz intensa que los envolvía.

Luego ya no vi más la bóveda. Una estela luminosa, que aumentaba sin cesar en claridad, iba desde María hasta lo más alto de los cielos. Allá arriba había un movimiento maravilloso de glorias celestiales, que se acercaban a la Tierra, y aparecieron con claridad seis coros de ángeles celestiales. La Virgen Santísima, levantada de la tierra en medio del éxtasis, oraba y bajaba las miradas sobre su Dios, de quien se había convertido en Madre. El Verbo eterno, débil Niño, estaba acostado en el suelo delante de María.

Vi a Nuestro Señor bajo la forma de un pequeño Niño todo luminoso, cuyo brillo eclipsaba el resplandor circundante, acostado sobre una alfombrita ante las rodillas de María. Me parecía muy pequeñito y que iba creciendo ante mis ojos; pero todo esto era la irradiación de una luz tan potente y deslumbradora que no puedo explicar cómo pude mirarla. La Virgen permaneció algún tiempo en éxtasis; luego cubrió al Niño con un paño, sin tocarlo y sin tomarlo aún en sus brazos. Poco tiempo después vi al Niño que se movía y le oí llorar. En ese momento fue cuando María pareció volver en sí misma y, tomando al Niño, lo envolvió en el paño con que lo había cubierto y lo tuvo en sus brazos, estrechándole contra su pecho. Se sentó, ocultándose toda ella con el Niño bajo su amplio velo, y creo que le dio el pecho. Vi entonces que los ángeles, en forma humana, se hincaban delante del Niño recién nacido para adorarlo."
04/05/20 5:31 PM
  
Fernando Macias
Sor Maria de Jesus Agreda, Anna Catalina de Emerich, Maria Valtorta,,, revelaciones privadas convergen en el como del parto.
04/05/20 10:41 PM
  
Gonzalo
Decir que el dogma es así, y punto, es muy poco católico. La auténtica fe cristiana siempre busca a la razón, es "fides quaerens intelectum", busca ser comprendida; busca ser luz, no ceguera.

Si no hubiera gente que se pregunta por los dogmas y examina las dificultades, no tendríamos un Agustín ni un Tomás, ni ningún otro de los grandes teólogos, que no tenían ningún miedo a especular acerca de las preguntas difíciles.

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JM: EL dogma de la virginidad perpetua es como es, que le vamos a hacer. Vamos a reinventar el significado de lo que es la virginidad para que usted no diga que es poco católico?. Precisamente allí en el artículo están las explicaciones de su Santo Tomás refutando las objeciones a la virginidad en el parto de María.
04/05/20 11:24 PM
  
Fernando Cavanillas
Decir que el dogma es así, y punto, es MUY católico... ¡PRECISAMENTE ESO ES UN DOGMA!!!

Por cierto, detrás de un Dogma Católico (que es así, y punto) hay siglos de investigación teológica y de debate al interior de la Iglesia. Se precisa la mayor parte de las veces de una fortísima tradición desde los comienzos de los primeros cristianos de que esa es una Verdad espiritual, y luego durante siglos Doctores de la Iglesia hablando sobre el contenido del Dogma y debatiendo en sínodos y concilios... y finalmente, tras un periodo largísimo, el establecimiento del Dogma, que ya es así para siempre y sin contradicción posible por los católicos. Se llama Ortodoxia, y así es el Catolicismo.

Antes de declararse hay debate (respetuoso y razonado), y una vez declararlo ya no hay debate posible.
05/05/20 3:14 AM
  
Juan Argento
Hay una fundamentacion bíblica adicional del dogma de que María permaneció corporalmente virgen durante el nacimiento de Jesús, o en otras palabras, de que el nacimiento de Jesús fue milagroso y no un nacimiento ordinario: el salmo 22 (21 en la numeracion de la Vulgata), precisamente el salmo que Jesús recitó en primera persona en la cruz, y que por lo tanto sabemos con seguridad que se aplica de modo particular y especifico a El.

La primera mitad del versículo 10 dice: "Tú, Señor, me sacaste del seno materno". Esta afirmacion no es consistente con un nacimiento ordinario. No tiene ningun sentido que un hombre - en el caso de Jesús una Persona divina que asumió una naturaleza humana - que haya nacido de un modo ordinario, ya sea por parto natural o por cesarea, le diga a Dios: "Tú, Señor, me sacaste del seno materno". Porque ¿qué tendria su nacimiento de especial con respecto al de cualquier otro hombre? La unica manera lógica de interpretar esta afirmación es que el nacimiento de Jesús involucró una intervención especial de Dios: Dios sacó de un modo extraordinario y milagroso a Jesús del seno de Maria, quien por lo tanto mantuvo íntegra su virginidad y no sufrió dolores de parto.
05/05/20 4:36 AM
  
Gonzalo
Me ha entendido mal, porque yo no he dicho en ningún momento que no me guste el dogma como es. Lo que me disgusta son los comentarios como los de Haddock ("Sobre los cuatro dogmas marianos no se especula. Se acatan o estás fuera de la Iglesia al negar un dogma.") Su artículo hace todo lo contrario, que es exponer las razones teológicas que han llevado a la formulación actual del dogma.

A Fernando Cavanillas parece que también le ha molestado mi comentario. Pero insisto en que las formulaciones dogmáticas son puntos de llegada, sí, pero también son puntos de partida. Los misterios de la fe son demasiado grandes como para que pretendamos que podemos encerrarlos en palabras y fórmulas. El empeño por entender y expresar mejor no debe pararse nunca.

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JM: Un dogma es una definición de una verdad de fe, y por supuesto son puntos de partida para un desarrollo teológico a partir de ellos. Pero cualquier desarrollo teológico que pretenda redefinir el dogma mismo, contradiciéndolo, no es desarrollo homogéneo sino evolución tranformista del sogma, que es lo que es precisamente la esencia del modernismo teológico.
05/05/20 8:22 AM
  
Alan
"Por cierto, detrás de un Dogma Católico (que es así, y punto) hay siglos de investigación teológica y de debate al interior de la Iglesia."

Usted lo ha dicho, hay siglos, lo que significa que para algunos temas seria razonable replantearse si lo que se establece como dogma entra en contradiccion o ha sido descartado por los conocimientos actuales, no los disponibles cuando se establecio el dogma, de la Medicina, la Fisica, la Biologia, la Bioquimica, la Quimica, etcetera

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JM: Los dogmas no se "replantean" en base a los "conocimientos" actuales de la medicina, la física, biología, química, etc., ni dependen de ellos, porque Dios está sobre las leyes naturales. De tomar en serio su argumento, habría que replantearse inclusive la resurrección de Cristo, ya que según los conocimientos actuales de cualquier época en cuanto a medicina, biología, etc. alguien que está muerto no vuelve a la vida.
05/05/20 10:36 AM
  
C.V.
Antonio
...
Teniendo un cuerpo humano, no el de un fantasma o un cuerpo "espiritual" que atraviesa paredes ni cuerpos, así como una placenta, cordón umbilical y líquido amniótico, no se puede menos que pensar que todo eso, junto con el Santísimo Cuerpo del Redentor, tuvo que salir por la vía natural. ¿Por qué sería distinto?
..........................................................................

También tenía cuerpo humano, no el de un fantasma, y además el cuerpo de un hombretón de 33 años, y atravesó las paredes de un lugar cerrado para presentarse ante los discípulos.
Si lo hizo de mayor lo pudo hacer de bebé. Por otra parte, si Dios no puede nacer lo que le dé la gana, al margen de las leyes de la Naturaleza que él mismo creó, no es un Dios todopoderoso sino uno del la tienda del chino.
05/05/20 10:57 AM
  
Alejandro Galván
Si nos "replanteamos el dogma según la ciencia actual" tendríamos que empezar con negar la hipóstasis en Cristo, ya que la ciencia actual no contempla como algo seguro la existencia de Dios, y mucho menos la Trinidad.

Pretender "re-formular los dogmas según el mundo actual" es la mejor maner de dejar la doctrina de la Iglesia como un cascarón de nuez vacío, preparado para ir de aquí y allá según soplan los vientos mundanos.

Pretender que la Siempre Virgen lo es únicamente en plano espiritual es equivalente a explicar la Resurrección de Cristo "en el corazón de sus discípulos" y otras cretinicies semejantes.
05/05/20 1:51 PM
  
Antonio
"Igual en todo a nosotros, menos en el pecado".
Nada humano le es ajeno. No es un cuerpo aparente, sino físico real.
Con mayor razón, María.
Quien niega esto, niega la verdad que la Iglesia ha defendido siempre, Por ejemplo, frente a los monofisitas, que exaltando la divinidad de Cristo negaban su humanidad y que su dolor físico fuera real.

Sí, María dio a luz como toda mujer. Y siempre fue Virgen (antes, durante o después del parto) porque no la tocó ningún varón. No porque su parto no fuese natural.


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JM: Ataca usted un muñeco de paja.

El gnósticismo defendía que Jesús no tenía cuerpo real sino aparente, en cambio cuando el Magisterio y los Padres de la Iglesia han sostenido la virginidad en el parto, no lo hacen afirmando que ocurrió así porque el cuerpo de Jesús era el de un "fantasma", sino desde el punto de vista de que María, al no tener pecado original no sufrió las consecuencias del pecado y fue -sin precisar cómo- un parto milagroso donde la integridad virginal de la madre de Jesús no fue comprometida en modo alguno.

Un cuerpo humano que no sufre las consecuencias del pecado original, no es lo mismo que un cuerpo fantasmal. Así que tratar de justificar una doctrina heterodoxa presentando la doctrina tradicional católica como gnosticismo, no cuela.
05/05/20 2:00 PM
  
Fernando Cavanillas
La función del Dogma es precisamente afirmar una Verdad, para que todos los católicos la crean y no haya debate posible. Puede ser desarrollado para una mejor comprensión, pero estrictamente con ese objetivo. La misión del papado es confirmarnos en la fe católica, y un Dogma establece definitivamente una Verdad de fe. DEFINITIVAMENTE. No tiene ninguna posibilidad de cambio, porque lo que es una Verdad absoluta (relativa a Dios, que es inmutable) nunca deja de serlo. Nunca puede convertirse en una mentira. Gracias a los Dogmas la Iglesia se ha mantenido en la Verdad 2.000 años.

Afirmar que Jesucristo tiene una doble naturaleza, Divina y humana, y que resucitó al tercer día, es una Verdad contenida en un Dogma. Una vez que un papa, después de consultar con un concilio, y tras siglos de debate e investigación teológica, define una Verdad de fe, entonces esa definición ya no depende de que cambie el "signo de los tiempos". Tampoco es auténtica una interpretación torticera del Dogma retorciéndolo para que diga lo contrario de lo que pretendía decir cuando se formuló. Sería una "trampa de ley" (usar la propia ley para ir contra el sentido y la intención con que fue formulada).

Por mi parte amo los Dogmas, son definiciones de Verdades absolutas maravillosas. Son anclajes perfectos para que no nos desviemos con los cantos de sirena de cada siglo. Recordemos lo que la gente creía cuando la moda hippie estaba en toda la sociedad y se afirmaba que las drogas y el amor libre eran la quintaesencia de la felicidad y la libertad, ó lo que la gente creía en los 80s, que el progreso económico y tecnológico nos daría la felicidad, ó lo que la gente pensaba a finales del siglo XIX sobre la superioridad de la raza blanca, que dio lugar al nazismo, ó lo que la gente pensaba en los 60s, que el marxismo era la perfecta solución a los problemas de la humanidad... todo son hoy hojas secas que arrastró el viento de la historia. Pero los Dogmas ahí siguen, iluminándonos como antorchas en nuestro camino hacia la Salvación, esa que nos consiguió el sacrificio en la Cruz de nuestro Señor Jesucristo.
05/05/20 2:36 PM
  
Daniel Riquelme
Antonio:

Dice usted: "Y siempre fue Virgen (antes, durante o después del parto) porque no la tocó ningún varón."

Se podría pensar que ser virgen antes y después del parto es porque "no la toco ningún varón" (aunque después del parto difícilmente una permanece virgen aunque "no le toque ningún varón" 🙄), pero ¿durante el parto?, ¿qué mujer es "tocada" en el parto por un varón?

El dogma es claro entonces que no se refiere a que la Virgen María "siempre fue Virgen (antes, durante o después del parto) porque no la tocó ningún varón", sino a que no hubo pérdida de su integridad por ningún motivo. ELLA permaneció realmente virgen.

Saludos.
06/05/20 12:58 AM
  
Hernán

Queda más claro que el agua, que Sma. V. María NO SUFRIÓ DOLORES EN EL PARTO.

1) Lucas 2,7 ----> Estos actos normalmente NO OCURREN inmediatamente después del nacimiento, y es DIFÍCIL que María pudiese hacerlo si hubiese sufrido los dolores y más la debilidad EXHAUSTIVA normales de un parto.
MARÍA fue quien realizó AMBAS ACCIONES:“…le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre”. Eso NO lo hace ninguna mujer que sufrió dolores en el parto. Es por eso, que los Padres de la Iglesia dicen que María al concebir en el parto a Jesús NO SUFRIÓ DOLORES.


2) Concuerdo al 100% lo que José Miguel escribe en el post:
"Tampoco tendría sentido, que siendo los dolores de parto, consecuencia y castigo por el pecado original, tendría que sufrirlos María siendo inmaculada/libre de culpa. Los padres siempre han entendido que María sufrió más que nadie en este mundo, pero fue un dolor de naturaleza espiritual, como profetizó la Escritura “una espada le atravesará el alma” (Lucas 2,35)."


3) Apocalipsis 12, no hace referencia exclusiva a María, sino todo lo demás que señala el Manual de la Teología Dogmática, aquí brindada por JM

4) Reafirmando: SMA. V. MARÍA: ¡NO SUFRIÓ DOLOR EN EL PARTO!
06/05/20 1:55 AM
  
Gonzalo
Estaría bien que el blogger abordara la cuestión del mensaje salvífico contenido en el dogma de la Virginidad de María. Puesto que, como decía el Cardenal Baronio, el Espíritu Santo no nos enseña cómo van los cielos, sino cómo ir al Cielo. ¿Qué implica para nuestra salvación la integridad virginal de María durante el parto? ¿Qué nos dice sobre nuestra corporalidad, por ejemplo, que es clave para entender la resurrección como cuerpos gloriosos?

Creo que esto es muy "apologético" y ayudaría a calmar algunas reticencias entre quienes no ven la trascendencia de este dogma.

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JM: Eso daría para otro tema. Aquí no se ha cuestionado la conveniencia del dogma y su relación con el mensaje de salvación, sino al dogma en sí. Aparte de que olvida que siendo una discusión entre católicos, no está dirigido a quienes no ven la trascendencia de este dogma. Si son católicos más allá de eso, está claro que entiendan por qué es trascendente o no, es un dogma.
06/05/20 2:28 PM
  
Vholic
Comentar que el himen puede romperse de otras formas que no sólo en el acto sexual; la virginidad no consiste propiamente en el no haberse roto este.
Aun afirmando la virginidad antes, durante y después y el no sufrir dolores de parto, espero no ser temerario afirmando que podría el himen haberse roto anteriormente o en el mismo parto sin ser tildado de hereje (no siendo el romperse el himen dolor de parto).

No pretendo contradecir el dogma. Sólo apuntar que creo (y puedo errar y pido corrección) la integridad del himen de María no es exigida por la fe (ni la afirmo ni la niego), pudiendo incluso haberse roto fuera del parto sin relación sexual de ningún tipo (y no consideramos, por ejemplo, la caída del pelo como falta de integridad física).

Como sea, no pretendo tener aquí una opinión rebelde, y toda corrección será bienvenida.


Gracias.

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JM: Más allá de que se pueda considerar virgen una mujer que no tiene una integridad corporal virginal en todo el sentido de la palabra, el punto es que el dogma si hace referencia a ella en su totalidad.
06/05/20 9:27 PM
  
Néstor13
¿Se justifican tantas explicaciones cuando ya desde el mismo Génesis se le dice a la mujer que cae en el pecado original que"parirás con el dolor de tu vientre"? Si algún católico no cree que María fue concebida sin pecado original y, por lo tanto, Ella no pudo sufrir dichos dolores, estaría negando a su Madre, o sea que sería un mal hijo...Además, María es Virgen antes, durante y después del parto...Llama la atención que en algunos comentarios se minimiza esta verdad y se la relativiza, con lo cual se demuestra que no es lo mismo el libre albedrío que la libertad. Cordialmente
07/05/20 12:13 AM
  
Rafaelus
La Virgen María fue concebida sin pecado original, virgen antes, durante y después del parto; es dogma de fe y todos los católicos lo aceptamos. Creo que la especulación sobre detalles fisiológicos es frívola e irrespetuosa.
08/05/20 6:44 PM
  
Centurión Cornelio
Si los dolores del parto son consecuencia del Pecado Original ("Parirás con dolor"), y María fue concebida sin Pecado Original, el asunto parece claro.
10/05/20 1:18 PM
  
Gonzalo
Varios comentaristas incurren en una falacia lógica, en la que los buenos teólogos católicos nunca han caído. 

Si A -> B (A implica B), entonces puedo decir que 
-B -> -A (no B implica no A)
Pero no puedo decir nada a partir de no A.

Si ha llovido -> calle mojada.
Si no calle mojada -> no ha llovido.
Si no ha llovido -> ? (la calle puede estar seca o mojada)

Pecado Original -> Dolores de Parto
no Dolores de Parto -> no Pecado Original
no Pecado Original -> ?
11/05/20 8:13 AM
  
Ricardo
Interesante debate.
Inquietudes que necesito que me expliquen:
1- quien al encarnarse compartió toda nuestra humanidad, semejante a nosotros excepto en el pecado, se sometió a la muerte y muerte de cruz, ¿para qué un nacimiento no humano (una especie de luz... el canal del parto que no se abrió... no dolores... etc)?.
2- si se entiende la virginidad como himen intacto, se puede comprender que antes del parto-> Jesús fue concebido sin concurso de varón; después del parto-> no relaciones con José y no más hijos. Pero si es virgen antes y después del parto es evidente que no dejó de serlo en el parto, entonces el dogma en su redacción es redundante, o con el término virginidad se está haciendo referencia a algo mucho más grande que la simple permanencia de una membrana o la apertura o no dem canal del parto provocando así los dolores.
Bendiciones.

--------------------
JM: Respondo muy brevemente:
1.- Asume que un nacimiento "humano" necesariamente lleva inherente dolores de parto, etc., y concluye que en caso contrario es "no humano". Eso es un error. Aunque es cierto que para aquellos que sufrimos las consecuencias del pecado original eso es habitual como parte de la pena ontológica que permanece en nosotros (Todavía tenemos que morir, sufrimos enfermedades, etc.), no necesariamente es así para la naturaleza humana sin pecado. Por ejemplo, usted no está por saber si Eva hubiese tenido dolores de parto de no haber pecado.

2.- Lo segundo que hace es una mera especulación que quizá no comprende el sentido de las definiciones dogmáticas de la Iglesia. Estas se hacen de la manera más precisa posible dependiendo del error que se quiera combatir, o la doctrina que se requiere definir. La integridad virginal puede no hacer referencia exclusivamente al aspecto fisiológico, pero lo incluye necesariamente.
18/05/20 7:43 PM
  
Reggie Dunlop
Interesante debate.
Inquietudes que necesito que me expliquen:
1- quien al encarnarse compartió toda nuestra humanidad, semejante a nosotros excepto en el pecado, se sometió a la muerte y muerte de cruz, ¿para qué un nacimiento no humano (una especie de luz... el canal del parto que no se abrió... no dolores... etc)?.
____________________________________________________

Su razonamiento es correcto. JM le corrigió erróneamente.

Está cuestión del dolor está relacionado con la virginidad. Lo que ocurre es que no puedo hablarle de la virginidad porque JM solo permite hablar del dolor en el parto en este hilo, lo cual a mí me parece un error metodológico, pero hay que respetar al autor del blog.--- EDITADO---

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JM: Y parte del reglamento del blog es respetar también la extensión de los comentarios. No hace falta un comentario del doble del tamaño de mi artículo para decir que cree que Santo Tomás y San Agustón estaban equivocados.
24/05/20 7:29 PM
  
Reggie Dunlop
JM: Y parte del reglamento del blog es respetar también la extensión de los comentarios. No hace falta un comentario del doble del tamaño de mi artículo para decir que cree que Santo Tomás y San Agustón estaban equivocados.
________________________

Agradezco su crítica tan argumentativa.

24/05/20 8:35 PM
  
Vladimir
Don Norberto, sí hay un día para la celebración litúrgica de este Dogma.
El 18 de diciembre del 2013, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos concedió al Hogar de la Madre (Asociación Pública Internacional de Fieles, con sede en España), el privilegio de poder celebrar la “Solemnidad de Santa María, siempre Virgen”. Tal celebración tuvo lugar, por primera vez, el 2 de julio del año 2014 y, a partir de ahí, esa será la fecha en que se seguirá celebrando. Esta celebración ha tenido un humilde comienzo pero, según sea el celo de la Iglesia española, puede llegar a extenderse al país entero y a la Iglesia Universal.
13/10/20 3:45 PM
  
María José Nazaret
Que Jesús, después de resucitado, apareciera dentro de un salón con las puertas cerradas, es explicable por el efecto túnel, a nivel macroscópico. Lo aplicable a una partícula, es aplicable a un grupo de partículas. Otro tanto es posible en el momento de su nacimiento. Esto lo explica el Padre Manuel Carreira (qepd), físico, en un video sobre la resurrección.
06/11/20 3:54 AM
  
Isaac
Al menos Ágreda y Emerich explican lo que presenciaron en sus revelaciones privadas: llegado que fue el momento en que debía nacer el Hijo de Dios, tanto las vestiduras como el propio cuerpo de la Virgen, que se encontraba en éxtasis, se volvieron radiantes y transparentes como el cristal, y adentro de ella, igualmente radiante y transparente, podía verse el cuerpo del Niño Dios. Entonces, Jesús fue empujado fuera del cuerpo de María atravesándolo sin lastimarlo, como atraviesa la luz el cristal. Cuando María volvió en sí tras su éxtasis, el Niño Dios estaba desnudo sobre el pesebre que la Virgen le había preparado como cuna, perfectamente limpio, seco y sin el cordón umbilical, el que, junto con la placenta y el líquido amniótico, desaparecieron. Cabe decir que Emerich nunca conoció, como tampoco el gran público por entonces, las revelaciones de Ágreda y sin embargo, coinciden completamente.
24/02/21 5:41 AM

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