(676) Alegres en la esperanza. 7–La Providencia misteriosa y sus modos de acción
–¿Todo?… No entiendo. ¿Todo en su conjunto o cosa por cosa?
–Todo quiere decir toda criatura: un pajarito que cae en tierra, un suicida que es disuadido de su intención, un hombre y una mujer que se conocieron en un viaje y que se unen en santo matrimonio, un perezoso sin ánimo de ir al trabajo a quien Dios le anima…
Somos muy torpes para creer de verdad que «en Dios vivimos, nos movemos y existimos» (Hch 17,28). Disminuimos en nuestro pensamiento la continua asistencia de Dios providente, reduciéndola a esporádicas ayudas, para que así nos resulte más fácil creer en ella. No alcanzamos a ver nuestra vida cristiana como un niño que camina siempre llevado de la mano por su Padre. Pero ésta es la verdad, la que se nos dice en Hch 17,28.
Sigamos, pues, contemplando los grandes y gloriosos misterios de la Providencia divina.
–Providencia misteriosa
«Todo lo que Dios creó, con su providencia lo conserva y gobierna» (Vaticano I, Denz 3003). Infinito misterio.
Dice el Señor:
«Yo anuncio desde el principio lo por venir, y de antemano lo que aún no se ha hecho. Mis designios se realizan, y toda mi voluntad la realizo… Lo he dicho y haré que suceda, lo he dispuesto y lo realizaré» (Is 46,9-11).