31.12.15

El mito de la tierra plana atribuido al Cristianismo medieval

El mito de la «Tierra Plana» atribuido al Cristianismo medieval

Thomas E. Woods, Jr.

“El verdadero mito es creer que nunca nadie jamás creyó en una tierra plana.“

Profesor Thomas E. Woods, Jr. Tiene un grado de bachiller en historia en Harvard y un doctorado en Columbia.

Durante la labor de promoción de mi libro How the Catholic Church Built Western Civilization (Cómo la Iglesia católica construyó la Civilización Occidental), he dejado claro que los principales historiadores de la ciencia actual ya no sostienen la incauta posición de que la “religión” no es más que un obstáculo para la “ciencia”. Esta opinión, indudablemente, es sorpresiva para algunas personas, ya que todos nosotros, en algún momento de nuestras vidas hemos escuchado repetir esta idea.

Leer más... »

21.12.15

Coger la espada para entender el Reino del amor. De Fabrice Hadjadj

Similar a una de nuestras anteriores entradas en esta bitácora, es el pensamiento de Fabrice Hadjadj, converso al catolicismo que, como tal, no tiene miedo a la parresía del Evangelio.

Para quien desee saber más de él, puede ingresar aquí.

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi


«Hay que coger la espada para entender el Reino del amor»

Hemos perdido la guerra. No estoy hablando de una falta de éxito. Al contrario, hemos adquirido la costumbre de dormirnos en la comodidad y los éxitos, hasta que una enfermedad, un accidente, un hecho distinto, un mal sin lucha ni enemigo nos hace perder la calma, como cuando nos deja colgado el ordenador, en una insignificancia por debajo de lo absurdo.

Leer más... »

19.12.15

Película muy recomendable: "La española inglesa", de Cervantes

El cansancio de la vida permite, a veces los placeres del buen cine, aunque no siempre se lo encuentre. Pues ésta es una excepción.

He visto y saboreado hace unos días “La española inglesa”: producción de la Televisión Española que recrea la ejemplar novela cervantina.

Está llena de virtudes y enseñanzas. La recomiendo absolutamente.

Puede verse de modo libre y gratuita AQUÍ

Dios los bendiga

P. Javier Olivera Ravasi

17.12.15

¿Iglesia en crisis? Siempre. Sobre una lectura del cardenal Newman

Confieso mi ignorancia; he comenzado recién ahora a leer al cardenal Newman. Y lo hice con la obra que, según él, era la mejor de su producción: “La Iglesia de los Padres”: un recopilado de los textos de los Santos Padres que resultan una delicia.

Leía y leía y, mientras lo hacía, me parecía estar leyendo el diario; me parecía estar viendo el Sínodo de las Familias, el post-Concilio, los escándalos de la pedofilia y, en fin, la “casa asolada por el viento”, de la que hablaba Malachi Martin.

Pues sí; beber del manantial de los Santos Padres es conservar la Tradición de la Iglesia que, al decir de Chesterton, es “la transmisión del fuego, y no la adoración de las cenizas”; pero también es rememorar a la Iglesia, que siempre anduvo entre los consuelos de Dios y las tempestades del mundo.

Comparto aquí los textos que del beato Newman por si alguno quiere leer historia. Pero no historia antigua, sino contemporánea…

 

P. Javier Olivera Ravasi

Leer más... »

16.12.15

Los defectos de los débiles

Los defectos de los débiles

Por José A. Ferrari

 

            La necesaria distinción paulina entre fuertes y débiles en la fe, nos aclara muchas realidades y nos previene de muchos peligros. Porque hay riesgos de errar y pecar que, aunque comunes a todos, son más propios de unos que de otros; por eso las advertencias para el fuerte y para el débil son bien distintas.

            Según las palabras de Pablo a los romanos, conocemos quiénes son los fuertes y quiénes los débiles: Hay quien tiene fe para comer de todo, mientras el que es débil (de fe) come hierbas (Rom. XIV, 2). Por entonces, los de procedencia judaica que se aferraban escrupulosamente a las prescripciones rituales, comían sólo hierbas por temor de ingerir carne que pudiese venir de sacrificios paganos. Los cristianos gentiles comían de todo e increpaban a los judíos por no haberse libertado de la Ley. Los primeros son los débiles, los segundos los fuertes. Los primeros, sin estar muy informados de la Palabra de Dios y con ataduras excesivas a leyes y prescripciones, no lograban una verdadera libertad en el Espíritu. Los fuertes, por divina providencia (conocimiento de las Escrituras, consejos sabios, estudio, experiencia, inteligencia, carácter, cuna) y vocación, podían comer de todo y todo les alimentaba su vida sobrenatural.

Leer más... »