15.08.23

11.08.23

Sobre la adoración de imágenes y el famoso canon III del Concilio IV de Constantinopla

 

Es objeción frecuente de parte de los protestantes que los católicos “adoramos imágenes".

Ante la consulta de uno de nuestros lectores sobre lo que se manda en el canon III Concilio IV de Constantinopla (869-870), dejamos aquí las citas del Denzinger y una buena y sencilla explicación al respecto para,

Que no te la cuenten

P. Javier Olivera Ravasi, SE


 IV CONCILIO DE CONSTANTINOPLA, 869-870 -  VIII ecuménico (contra Focio)

653 Dz 337 Can. 3. [Texto de Anastasio:] Decretamos que la sagrada imagen de nuestro Señor Jesucristo, Liberador y Salvador de todos, sea adorada con honor igual al del libro de los Sagrados Evangelios.

654 Porque así como por el sentido de las sílabas que en el libro se ponen, todos conseguiremos la salvación; así por la operación de los colores de la imagen, sabios e ignorantes, todos percibirán la utilidad de lo que está delante, pues lo que predica y recomienda el lenguaje con sus sílabas, eso mismo predica y recomienda la obra que consta de colores; y es digno que, según la conveniencia de la razón y la antiquísima tradición, puesto que el honor se refiere a los originales mismos, también derivadamente se honren y adoren las imágenes mismas, del mismo modo que el sagrado libro de los santos Evangelios, y la figura de la preciosa cruz.
655 Si alguno, pues, no adora la imagen de Cristo Salvador, no vea su forma cuando venga a ser glorificado en la gloria paterna y a glorificar a sus santos (2Th 1,10), sino sea ajeno a su comunión y claridad.

656 Igualmente la imagen de la Inmaculada Madre suya, engendradora de Dios, María. Además, pintamos las imágenes de los santos ángeles, tal como por palabras los representa la divina Escritura; y honramos y adoramos las de los Apóstoles, dignos de toda alabanza, de los profetas, de los mártires y santos varones y de todos los santos. Y los que así no sienten, sean anatema del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Leer más... »

8.08.23

5.08.23

Moral conyugal: tabúes, licitudes y pecados según la doctrina católica

A raíz de diversas consultas acerca de un tema tan delicado como la moral conyugal, nos hemos visto, luego de quince años de ministerio sacerdotal, en la necesidad de confeccionar estas breves páginas con el triple fin de clarificar las conciencias, dar un poco de luz y sanar ciertos posibles escrúpulos en cuanto a las relaciones conyugales.

Resumiendo el pensamiento de los autores más autorizados, intentaremos exponer la doctrina siendo conscientes de que, en los cursos pre-matrimoniales, estos temas son pasados por alto la mayor de las veces, ya sea por ignorancia, falta de tiempo o simplemente un pudor mal entendido (el presente texto actualiza y matiza uno de nuestra autoría de 2017).

P. Javier Olivera Ravasi, SE

Agosto de 2023


Moral conyugal: tabúes, licitudes y pecados según la doctrina católica

P. Javier Olivera Ravasi, SE

 1. LA CASTIDAD CONYUGAL

“Las personas casadas son llamadas a vivir la castidad conyugal”. La castidad conyugal es la especie de la templanza que regula los actos con los cuales los esposos se dan uno al otro, de modo exclusivo, en cuerpo, alma y afectos.

1) Naturaleza del acto conyugal

A raíz de la Humanae Vitae y de los estudios suscitados en torno a ella,

Leer más... »

3.08.23

Roca y el mito del genocidio indígena

Ante una nueva embestida, en mi país, Argentina, acerca del “genocidio indígena” llevado adelante por el general Roca durante la “Campaña del desierto” en la Patagonia, venga un extracto de archivo para

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi, SE


Roca y el mito del genocidio indígena

Por Juan José Cresto

Hace poco más de un siglo, el 12 de octubre de 1904, el general Roca entregó al doctor Manuel Quintana los atributos de la presidencia de la República. Había cumplido su segundo mandato, pero su influencia política desde 1880 había transformado el país. La Argentina era una potencia respetada. El general Mitre, ya anciano y verdadero patriarca de la argentinidad, fue a su casa ese mismo día para felicitarlo por su gestión: “Ha cumplido", le dijo parcamente, porque el juramento de su asunción, en 1898 lo había hecho ante el patricio.

Diez años después, el 19 de octubre de 1914, Roca moría en Buenos Aires. Los últimos años los dedicó a organizar su estancia La Larga, levantando casas para su personal, cultivando arboledas y caminos y mejorando su hacienda. Se cumple este año el centenario de su alejamiento del poder y noventa años de su fallecimiento. El país no lo ha recordado suficientemente.

En los últimos tiempos una historiografía carente de toda documentación sostiene que la expedición de Roca de 1879 contra los indios, fue un genocidio.

Leer más... »