InfoCatólica / Que no te la cuenten / Categoría: Sin categorías

15.06.15

¿Cómo se demuestra la existencia de Dios y se elimina el error del ateísmo?

A raíz de un post anterior donde ciertos comentaristas dudaban de la posibilidad de su demostración, publico aquí un trabajo muy sencillo que ayudé a confeccionar cuando joven para charlas de apologética. 

Es sencillo y totalmente mejorable, pero el efecto que causó en mí aún perdura a pesar de su simplicidad. Espero que sirva.

P. Javier

 

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1.05.15

"El despertar de la señorita Prim"

Hace ya más de un año que venía leyendo en diversos sitios (aquí, por ejemplo) el nombre de un libro llamado “El despertar de la Señorita Prim”, de una tal Natalia Sanmartín Fenollera. No me atraía para nada el título y, menos que menos, la tapa (poco llamativa para un hombre y menos para un cura…). Pero por esas vueltas de los textos y de la vida, hace apenas tres días pude oír una conferencia de su autora; “¿quién era esta tal señorita Prim?” “¿qué pensaba su creadora?”. Pues bien, a escucharla y luego a sacarme la duda.

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26.04.15

"Yo soy el Mal pastor"

¡Si de entre los doce que juntó el Señor hubo un mercenario! “Judas, el traidor”…

¿Por qué será así? ¿por qué permitirá Dios estas cosas, es decir, malos pastores? Porque Él se precia de usar elementos deficientes para las grandes obras. Esa “magnífica ironía de Dios” como la apodaba Borges.

Pues sí; hay malos pastores y quizás no haya mayor obstáculo para un cristiano que reconocerlo. Porque ver en el seno de la propia Iglesia la corrupción, es un mal que duele.

El mismo Cristo nos lo dice en el Evangelio de hoy

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3.04.15

1.04.15

Un silencio para contemplar: Cristo que calla

El silencio de los justos es implacable. Hay rugidos desaforados que paralizan, pero no sanan. Hay discursos fuertes que aplastan, pero no convierten. Gritos de lamento que nacen de la debilidad, o gritos de terror que proceden del nervio y el desorden. Sólo el silencio da cuenta de la armonía interior y del dominio de sí. Y por eso lo domina todo; no hay pregunta ni respuesta que valga.

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