InfoCatólica / Que no te la cuenten / Categoría: Cristiada

27.05.25

Zenaida Llerenas, mártir cristera que aún no llegó a los altares

Muchos son los mártires cristeros que aún no han llegado a los altares.

Sin ir más lejos, el mismísimo Padre Francisco Vera, martirizado con ornamentos y todo, ni siquiera es venerable.

¿Por qué? Pues por diversos factores que ahora no viene al caso explicar; sin embargo, a poco de cumplirse cien años de la Cristiada, es bueno que el público general vaya conociendo a algunos de ellos.

Libros hay, sin embargo, que hasta analizan al estilo del martirologio romano vida y obra de estos hombres y mujeres que dieron su vida por Cristo Rey y Santa María de Guadalupe (un clásico es el de Joaquín Cardoso, Los mártires mexicanos : el martirologio católico de nuestros días

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26.05.20

Nuestro homenaje al pueblo mexicano. Ante los "arreglos" de los cristeros

Como lo detalláramos en nuestro libro “La Contrarrevolución cristera. Dos cosmovisiones en pugna” (disponible en Amazon, AQUÍ) hace poco más de siete décadas que, luego de casi tres años sin Misa pública, comenzaban a gestionarse los “Arreglos” entre la Iglesia y el Estado mexicano para reanudar el culto público (suspendido por los obispos ante la persecución inicua del gobierno de Plutarco Elías Calles).

Tres inviernos habían pasado y la guerra cristera no cedía. A pesar de ser menos, los católicos venían ganando terreno y esto preocupaba no sólo al gobierno sino también a Estados Unidos que no veía con buenos ojos las pérdidas económicas que el conflicto desataba.

“Valentín de la Sierra”

Homenaje a los cristeros mexicanos. Tomás Alonso / P. Javier Olivera Ravasi, SE

La banca judía J.P. Morgan, por medio de uno de sus socios, el Dr. Dwight Morrow, embajador a la sazón en México, comenzaba a actuar para llegar a un arreglo entre ambos bandos. Por su parte, gran parte de la jerarquía eclesiástica que se hallaba exiliada en Roma o Estados Unidos, pensaba que de seguirse con la guerra y la suspensión del culto, podía terminar con el olvido de Dios y de los sacramentos.

Y comenzaron los “arreglos” (se firmarían el 21/6/1929), si arreglos pueden llamarse… Se decía que Roma quería arreglar a toda costa a sabiendas de que el gobierno nunca cumpliría con su palabra. Era como meter la cabeza en la boca de un león hambriento. Entre las voces, las más esclarecidas voces, surgirá la del General Gorostieta, Comandante en Jefe de las fuerzas cristeras que dirá a voz en cuello en una memorable carta pública:

“No son en verdad los obispos los que pueden con justicia ostentar (una) representación. Si ellos hubieran vivido entre los fieles, si hubieran sentido en unión de sus compatriotas la constante amenaza de su muerte por sólo confesar su fe, si hubieran corrido, como buenos pastores, la suerte de sus ovejas…Pero no fue así (…). El (…) poder del tirano (…) hubiera caído hecho añicos si (los obispos) hubieran estado de acuerdo para declarar que: ‘La defensa es lícita y en su caso obligatoria…’

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24.02.19

"La Epopeya cristera", de Enrique Díaz Araujo

Publicamos aquí, la conferencia magistral de nuestro maestro, Enrique Díaz Araujo, sobre La Epopeya cristera. La misma es un resumen del libro homónimo que puede conseguirse en Amazon, tanto en su versión papel como digital.

Que no te la cuenten.

P. Javier Olivera Ravasi


La Epopeya cristera

Enrique Díaz Araujo

(Desgrabación de conferencia dictada en 2011)

 

Dentro del escaso tiempo que tenemos, y mi más escasa voz, trataremos de introducir no solamente la cuestión de los cristeros mexicanos, si no esta que ha abordado mi último librito que es el de los cristeros cubanos.

El tema de los cristeros mexicanos requiere de una presentación histórica, del cuadro histórico de México, sin el cual no se entiende, y como entre nosotros eso es poco conocido, yo tengo que dar una breve cuenta de eso.

En toda América, como decía ayer, se dio este proceso después de los siglos de la dominación española, de la independencia, de los gobiernos liberales, de la restauración, hasta los tiempos modernos.

Pero en México empieza a haber una diferencia, (es que), el primer movimiento que acá en nuestros manuales aparece como independentista no lo es, sino que se llama realmente el de la insurgencia, que acaudillan estos curas, Morelos e Hidalgo, y eso destapa una línea de las que se bifurca la historia de México, porque con estos, eh, en las mesnadas de estos curas llevan el virus de la destrucción del imperio español, no la independencia, no, eso no les interesaba, lo que era la insurgencia, insurgencia es decir la rebelión , la subversión contra los valores hispanos-cristianos. En, en, personificada en la persona de los españoles que residían en México, los gachupines, desatando el odio del otro estamento, el odio mestizo, de los chinacos. De manera que, en realidad, la época esta de la insurgencia es una guerra civil, una guerra racial, una guerra social, pero no una guerra política de independencia. Para alcanzar la guerra de la independencia hay que esperar a los años de 1820, con don Agustín de Iturbide, el gran libertador del septentrión, en que hizo todo lo contrario del que Morelos e Hidalgo. Él estableció el llamado “pacto trigarante”, o “las tres garantías”. La unión de los tres estamentos sociales la México, el sector de los indios, de los mestizos y de los blancos, primero; segundo, la independencia de España, con paz con España; y tercero, la religión católica como base de la sociedad mexicana. Ese fue el sistema trigarante que instauró Iturbide.

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24.05.18

3.08.17