25.07.17

Jansenismo y progresismo en la conciencia cristiana actual (2-2)

El placer, la pureza y el pecado

Una última observación sobre este tema capital. Es inevitable que si se convierte la aspiración natural a la pureza en una obsesión patológica (es un síndrome neurótico bien conocido por la psicología actual, como mecanismo típico de presiones “morales” inconscientes), todo lo vinculado a la vida sexual se hace sospechoso o repugnante. Pero el gozo sexual no sólo es bueno, sino creado y permitido por Dios; no es algo “permitido” a nuestra debilidad, sino puesto por el Creador en la naturaleza. Dios creó al hombre adámico así; el pecado de Adán lo que introduce es un desorden en el apetito humano, un exceso de voluptuosidad que hace que no obedezca al dominio de la razón.   Se desordena lo que debe estar sujeto a la libre voluntad racional, al espíritu. Pero no es la intensidad del placer, ni su carácter carnal lo que lo hacen malo.  Es que en el estado de naturaleza caída, el hombre no domina perfectamente el ciertos sectores de sí mismo, la voluptuosidad de sexo y otras emociones violentas. Puestos en la ira extrema, o en le exaltación sexual, o bajo el terror, la razón queda presa de su torbellino. Tal desorden pasional es malo, no la concupiscencia como tal.

Como vemos, una distorsión de esta doctrina ha arrojado una sombra de duda y de vergüenza sobre el amor humano[1].

El puritanismo se presenta así como una desordenada aspiración a una pureza angélica.

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23.07.17

Jansenismo y progresismo en la conciencia cristiana actual (1-2)


Hace un tiempo publicábamos aquí y aquí un texto acerca de la moral conyugal que desató cierta polémica (el texto completo puede descargarse aquí).

La inmensa mayoría de los lectores, tanto en los comentarios como en mensajes privados se mostraron agradecidos de que hubiésemos tocado un tema tan delicado, aunque otros se vieron molestos e “invadidos".

Como complemento presentamos aquí dos artículos publicados por el psicólogo católico argentino, Don Abelardo Pithod donde analiza la estrechísima relación que hay entre el progresismo y el rigorismo jansenista de corte tradicional.

A quien le quepa el sayo, que se lo ponga.

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi

 



JANSENISMO Y PROGRESISMO EN LA CONCIENCIA CRISTIANA ACTUAL

Abelardo Pithod

Mendoza : Universidad Católica Argentina, 1967

“… el moralismo tampoco ha perdonado al mundo católico.

Apenas se termina en nuestros días la liquidación del jansenismo”.

Gustave Thibon

Hay una pasión del miedo como hay una pasión del odio, de los celos, una pasión sensual. Solo que el miedo puede ser tan salvaje como el odio, violento como la carne, más enloquecedor que los celos.

El miedo anida en lo profundo del alma humana como un fantasma ancestral, siempre pronto a convertir nuestra vida en pesadilla. Belloc, al hablar de la religión terrorífica de Calvino, dice que “existe un oscuro instinto de horror”, “agazapado o patente”, fuerza cavernaria que se presenta como “una exigencia de víctimas y un anhelo de postración ante un poder terrible” (1) 

La actitud religiosa, la virtud de religión, por su índole misma corre constantemente el peligro de ser arrastrada, sofocada por la vorágine del miedo. Es que una de las raíces psicológicas de la “religación” religiosa es, sin duda, el temor. Claro que, así como hay un temor sano y necesario, está el miedo, enfermizo, disolvente, que puede alcanzar el terror.

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21.07.17

19.07.17

Entrevista a mi padre espiritual: el P. Horacio Bojorge, SJ

Mucho es lo que un hijo espiritual le debe a su padre en Cristo.

El R.P. Horacio Bojorge, SJ, nuestro padre espiritual hace ya algunos años, ha sido no sólo una guía segura y un fino maestro del discernimiento, sino también un ejemplo apostólico a seguir que impide cansarnos al momento de tener que arar en este maremundi.

Su lucha por mantener un auténtico espíritu ignaciano, su humildad y su fortaleza para combatir el error, siguen siendo asombrosos a pesar de sus más de ocho décadas de vida.

Siempre dispuesto a aconsejar, ha sabido transmitirnos que  la caridad en la verdad debe vivida y predicada desde los tejados y desiertos, a pesar incluso, de la incomprensión de los “buenos".

Hay sólo un pecado que Dios no le perdonará: el haber aceptado aconsejarme espiritualmente… En fin. Nadie es perfecto.

Venga entonces la entrevista que accedió a concederme hace unas semanas para,

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi


 1)      ¿Cómo descubrió su vocación sacerdotal y a la Compañía de Jesús?

Respondo: No diría que la descubrí yo, sino que me la mostraron. Me fueron preparando para que al mostrármela, la reconociera y siguiera.

Me resulta muy difícil responder a esa pregunta en forma breve. Porque es una historia que no puedo resumir. La he puesto por escrito cuando hace unos años me pidieron la historia de mi vocación para un libro con historias de vocaciones que luego no se publicó. Se encuentra aquí

               

2) Ud. se formó en Holanda en plena época de efervescencia y se ordenó durante el Concilio Vaticano II. ¿Qué recuerdos tiene acerca de esa época tempestuosa de la Iglesia? ¿Cómo debemos evaluar lo que sucedió en la Iglesia con el Vaticano II y después de él?

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17.07.17

Alegato en honor de los Cristeros: a propósito de un artículo

Publicamos aquí el texto que un lector de la página, el mexicano José Mauro González Luna Mendoza, nos hiciera llegar a partir de un texto periodístico aparecido en el diario “La Jornada” de México, el 3 de Julio pasado bajo el título La guerra de los curas.

!Viva Cristo Rey!

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi

 


ALEGATO EN HONOR DE LOS CRISTEROS

Por José Mauro González Luna Mendoza

 

Es un libelo más contra la Iglesia católica y los católicos al intentar fallidamente desprestigiar a la resistencia cristera a la que llama rebelión. Es una sobada expresión del odio de la izquierda desfondada contra la Fe católica de la mayoría del pueblo, mediante medias verdades y falsedades. Cita R. Barajas algunos párrafos no entrecomillados de un ensayo de Luc Abramson sobre la obra de Meyer, sacándolos de contexto para su propósito descalificador.

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