Diluvio universal: la narración en otras civilizaciones (5/6)

9.   Otros argumentos pro diluvio

9.1.   Evidencias del diluvio en otras civilizaciones

Los relatos del diluvio universal están documentados tanto en leyenda o historia en   casi todas las regiones de la tierra. Estos relatos diluvianos están a menudo relacionado con elementos comunes y paralelos al relato bíblico incluyendo la advertencia de la venida de inundaciones, la construcción de un barco de antemano, el almacenamiento de los animales, la inclusión de la familia, y la liberación de las aves para determinar si el nivel de agua había disminuido. La consistencia abrumadora entre leyendas del diluvio de partes distantes del globo indica que se derivan del mismo evento, más allá que la transcripción oral haya cambiado los datos a través del tiempo.

F. von Schwarz enumera 63 relatos del diluvio los cuales son en su opinión de origen independiente al bíblico[1]. R. Andree describe 88 narraciones del diluvio, 62 de las cuales resultan independientes de las tradiciones hebrea y sumeria/caldea[2]. F. Delitzsch sostiene que llamar al diluvio una fábula es equivalente a considerar a Alejandro Magno un mito. Sería un milagro más grande que el diluvio mismo si las múltiples y diversas condiciones de tantos pueblos del planeta hubieran producido todas ellas una tradición substancialmente idéntica[3].

Hay relatos de un gran diluvio en las creencias de los antiguos babilonios (Uta-na-pistim, en el Poema de Gilgamesh), sumerios (Ziusudra), acadios (Atrahasis), hindúes (Manú), griegos (Deucalión y Pirra), en los pueblos mesoamericanos K’iche’ y Maya (Popolvuh), también en los ojibwa, los saanich y los comox de América del Norte, los muisca, los incas y los mapuche en Sud América, y también en la tradición china y otros pueblos euroasiáticos, africanos y oceánicos.

Los textos mesopotámicos son junto al bíblico los más detallados: Enlil decide destruir a la humanidad porque le resultan molestos y ruidosos. Ea advierte a Uta-na-pistim para que construya un barco, el cual deberá llenarse de animales y semillas. El diluvio hace perecer a toda la humanidad, excepto a Uta-na-pistim y sus acompañantes. Uta-na-pistim se da cuenta de que las aguas bajan y suelta un cuervo el cual revoloteaba sobre las aguas yendo y viniendo hasta que se evaporaron las aguas de la tierra. Uta-na-pistim hace una ofrenda a los dioses y éstos quedan satisfechos por el sacrificio. Un relato muy similar es narrado en tablillas sumerias muy antiguas de la ciudad de Ur, en las cuales el protagonista es Ziusudra. Lo mismo podemos ver en un relato de origen acadio, titulado Atrahasis, poema épico que relata desde la creación hasta el diluvio universal.

 9.epic-gilgamesh

La épica de Gilgamesh que cuenta la historia del gran diluvio. Una de las tablas en el extinto idioma semita acadio y escritura cuneiforme encontrada en la biblioteca del rey asirio Asurbanipal en Nínive, circa siglo 7 a.C. Museo Británico, Londres. Imagen: livius.org.

 

 10.baur1703b1p8

El diluvio de Decaulion. Johann Whilhelm Baur (1600-1640), Nuremberg edition, 1703. www.david-drake.com

 11.Manabozhointheflood

Nanabozho en la historia del diluvio de los Ojibwe (R.C. Armour, North American Indian Fairy Tales, Folklore and Legends, 1905).

9.2.   Etimología diluviana

Como apunta el sueco B. Sage, Manu es el nombre del héroe del diluvio en las tradiciones de la India. Al igual que Noé, habría construido un arca en la que se salvaron ocho personas. “Ma” es una antigua palabra para “agua” en sánscrito, por lo que Manu podría significar “Noé de las aguas.” El término sánscrito a su vez puede haber venido de una palabra equivalente en el proto –indo-europeo.

En el Antiguo Testamento hebreo, las palabras “agua” y “aguas” son a la vez las traducciones de mayim. El prefijo “ma” podría ser la forma original de la mar española  y la mer francesa, ambas derivadas de marelatina.

En sánscrito, el nombre Manu llegó adecuadamente a significar “hombre” o “humanidad” ya que Manu, o Noé, fue el padre de toda la humanidad después del diluvio. La palabra se relaciona con el germánico Mannus, fundador de los pueblos germánicos occidentales y mencionado por el historiador romano Tácito en su libro Germania. Mannus es también el nombre del Noé lituano. Otra forma sánscrita, manusa está estrechamente relacionada con la sueca manniska, ambas significan “ser humano”. La palabra inglesa man está por tanto, también relacionado con el sánscrito manu, así como sus equivalentes en otras lenguas germánicas. El gótico, la lengua germánica más antigua, utiliza el vocablo manna.

El nombre aparece en sumerio como el dios del firmamento Anu, siendo el arco iris “el gran arco de Anu”, lo cual parece una clara referencia a Noé (Gén. 9:13). En la mitología egipcia Nu era el dios de las aguas que envió una inundación para destruir la humanidad.

En Europa, el prefijo “ma” a menudo parece haber tomado la forma “da”, que es una palabra antigua para ” agua” o ” río”. Esto dio lugar al nombre “Don” y “Danubio”. Los primeros griegos de las regiones costeras fueron llamados danaoi, o “gente del agua.” El río letón Dvina fue antes llamado Duna, de la misma raíz indoeuropea que Danu. La similitud entre Danu y Manu es evidente.

Desde la India la “manu” sánscrita viajó al este. En Japón, “manu” se convirtió en “maru”, una palabra que se incluye en el nombre de la mayoría de los barcos japoneses. En la antigua mitología china, el dios Hakudo Maru bajó del cielo para enseñar a la gente cómo construir barcos.

En el continente americano, “manu” parece haber devenido “minne” en lengua sioux, que significa “agua”. Por lo tanto, Minneapolis significa “ciudad del agua”, y Minnesota “agua del cielo azul”. En el lenguaje assiniboine, “minnetoba” significa “pradera de agua”. Este nombre se conserva en la provincia canadiense de Manitoba. En América Central el nombre Managua, capital de Nicaragua, proviene del náhuatl managuac, que significa “rodeado de estanques.” La ciudad brasileña de Manaus sobre el río Amazonas fue nombrada por la tribu india Manau. En Bolivia la terminación “manu” que significa agua, aparece en muchos ríos: Muymanu, Tahuamanu, Pariamanu, Tacuatimanu, etc.

El jeroglífico egipcio para “agua” se escribió como una línea ondulada. Cuando se inventó el alfabeto, este símbolo se convirtió en la letra “m”, que representa mayim, la palabra semítica para “agua”. En el fenicio de 1300-1000 a.C. fue llamada “mem”, que más tarde fue llamada “mu” en griego y finalmente “eme” entre los romanos”.

Del mismo modo la palabra original en sánscrito para “barco” es nau. Esta raíz se ha usado en palabras como “náutico”, “náuseas “, etc. Esta palabra podría muy bien ser otra variante de “Noé”,

En la mitología nórdica, Njord era el dios de los buques, que habita en Noatun. También hay lazos etimológicos con nativos de lugares tan distantes como Hawai y Australia.

Noé y el diluvio no sólo se recuerdan en las antiguas tradiciones de casi todos los pueblos, sino sus nombres se han también incorporado en las lenguas de sus descendientes. Los senderos son a veces tenues, por lo que algunas de las conexiones inferidas por Sage son especulativas y posiblemente erradas, pero las correlaciones son demasiado numerosas como para ser sólo una coincidencia, lo que añade aún una evidencia más de la historicidad de un diluvio global.

9.3.   Origen del nombre de las constelaciones

¿Atas tú los lazos de las Pléyades,

o desatas el cinturón de Orión?

¿Sacas las constelaciones a debido tiempo,

y guías a la Osa con sus cachorros? (Job, 38,31-32)

Las constelaciones han existido a través de muchas generaciones y culturas. Se las conocía mucho antes que existieran los telescopios. De hecho fueron diseñadas para ser distinguidas a simple vista. Se cree que el proceso de nombrarlas e identificarlas se originó para saber cuándo era el momento adecuado para plantar o cosechar. Hoy hay 88 constelaciones oficiales según la definición de la Unión Astronómica Internacional.

La pregunta que se cae de madura es ¿Por qué casi todas culturas tienen constelaciones similares? La hipótesis de J.F Henry es que estas se originaron después del diluvio en Babel, son representativas de eventos históricos compartidos como el diluvio, y se expandieron al resto del mundo luego de la dispersión.

Algunos afirman que las similitudes de las constelaciones fueron el resultado de una suerte de evolución cultural convergente que ocurrió espontáneamente en muchos pueblos; en otras palabras, civilizaciones independientes y lejanas desarrollaron la misma interpretación de las estrellas más o menos al tiempo. Hay que tener en cuenta sin embargo, que las estrellas dentro de una constelación no tienen ninguna conexión real entre sí hasta que la forma es imaginada por el observador. Con unas pocas excepciones las estrellas que las componen no yacen en un mismo plano del espacio, es su percibida proyección al “planisferio celeste” que crea esa impresión.  Es casi imposible que disímiles grupos de personas en diferentes regiones del mundo se “imaginaron” las mismas arbitrarias figuras en las estrellas.

Con las miles de estrellas visibles a simple vista, la probabilidad de una evolución independiente en diferentes pueblos hasta llegar a las mismas constelaciones por casualidad es inverosímil. Por el contrario, la existencia de incluso unas pocas constelaciones idénticas sugiere que toda la humanidad se congregó hace tiempo en una región antes de ser dispersada.

Al examinar los planisferios celestes de los romanos, los griegos y los hindúes, se observa que incorporaron información previamente conocida; en particular los planisferios hindúes y griegos son casi idénticos. Por ejemplo la constelación de Orión, un pastor o cazador con arco y flecha, es reconocida así en las artes y leyendas mesopotámicas, egipcias, chinas, nórdicas, mexicanas, iraníes e hindúes. Las Pléyades, o siete hermanas, eran conocidas desde los aborígenes australianos a los pueblos nativos de Europa, África y América. Esto es notorio ya que a menudo solo seis de las Pléyades son visibles. La Osa Mayor es reconocida como tal aun en regiones del mundo donde no hay osos, e.g. Egipto, sosteniendo la hipótesis de un origen común en el hemisferio norte. Se ha sugerido que una única tradición mítica, o monomito o tradición primordial[4], yace bajo todas las tradiciones míticas. La evidencia apunta a que fueron los babilonios, en el período bíblico y la ubicación física de la tierra asignada a Babel, quienes las nombraron.

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Arriba: Constelación de Orión, una de las más antiguas y reconocibles, famosa por su cinturón de tres estrellas. Abajo: Orión, el pastor de los cielos de acuerdo a los babilonios. (Foto: R.B. Andreo. Wikimedia Commons)

 Inclusive estudiosos seculares han sostenido esta teoría, como el astrónomo e historiador de la ciencia J. Jeans:

La tierra se tambalea y oscila a medida que gira… de modo que la porción del cielo que se puede ver desde cualquier parte de su superficie está cambiando continuamente; esa parte en la que las constelaciones tienen nombres antiguos es la que se podía ver desde la latitud 40°N., en torno al año 2750 a.C., y esto sugiere que estas constelaciones fueron agrupadas y nombradas por los babilonios de entonces. Son prácticamente idénticas con nuestras constelaciones actuales del cielo del norte

La edad bíblica de Babel se estima entre 2400-2300 a.C., comparable con la cifra de Jeans. Antes que él otros astrónomos llegaron a la misma conclusión. El astrofísico M. Ovenden sostiene que las constelaciones están orientadas simétricamente con respecto a los polos celestiales correspondientes al 2800 a.C. La latitud del pueblo que  nombró las constelaciones ha sido corregida en estudios posteriores a entre 30 y 38°N, y Babilonia cae en este rango.

La relación con el “evento histórico compartido” del diluvio viene por la constelación de Argo Navis. Ovenden apuntó que en los primeros mapas Argo Navis aparece en la punta de un monte con un centauro saliendo de ésta y sacrificando un animal sobre un altar. Corvus se muestra picando a la serpiente marina Hidra. La nubosa Vía Láctea se eleva como humo del altar asociándose a Gén 9,12-13. El arco de Sagitario apuntando a la nubosa Vía Láctea sería el arco de Yahvé en las nubes como señal de pacto con Noé (Gén, 9,13-17). También las Pléyades son asociadas al diluvio por los aborígenes australianos y los judíos. Es así que las constelaciones soportan la teoría que las culturas del globo habrían emanado de una región específica que la Biblia identifica con Babel.

10.   Mecanismos diluvianos

A continuación se resumen algunos de los mecanismos críticos que habrían actuado durante un diluvio universal y (re)formativo de la superficie terrestre.

10.1.   Subducción deslizante

Eso sería el rápido movimiento de las placas tectónicas. El geofísico J. Baumgardner propuso una forma específica de subducción denominada “tectónica de placas catastrófica”. La cual sostiene que la rápida subducción de las antiguas placas oceánicas bajo el manto terrestre aumentó localmente las presiones sobre manto al punto que su viscosidad se redujo varios órdenes de magnitud siguiendo las conocidas propiedades de los silicatos que lo componen. Una vez iniciado el proceso, las placas descendientes habrían causado la propagación de zonas de baja viscosidad en todo el manto resultando en un “manto deslizante” con consecuentes catastróficos movimientos tectónicos que habrían arrastrado continentes través de la superficie de la tierra. Una vez que las antiguas placas oceánicas, que se cree que son más densas que el manto, alcanzaron la parte inferior del manto se llegó a un equilibrio. Las presiones volvieron a bajar, la viscosidad aumentó, y el manto deslizante se detuvo, dejando la superficie de la tierra reorganizada. Los proponentes de esta teoría señalan zonas de subducción en el manto que siguen estando relativamente tibias como prueba de que no han estado allí por millones de años de equilibrio termal.

10.2.   Placa hídrica

Le teoría de la placa hídrica propuesta por W.T. Brown sostiene que grandes cantidades de agua atrapadas en cámaras localizadas entre el manto y la corteza terrestre fueron el principal origen de las aguas diluvianas. De acuerdo a esta hipótesis antes del diluvio un estrato relativamente continuo localizado debajo de la corteza terrestre contenía grandes volúmenes de agua a presión en cámaras interconectadas de cientos de metros de espesor. La tierra antediluviana estaba compuesta por un único megacontinente, similar a la Pangea, que cubría un 75% de la superficie. La orografía terrestre era menos pronunciada que la actual (en concordancia con las visiones de A.C. Emmerick), siendo las montañas más altas raramente superiores a los 1500 m por sobre el nivel del mar. Durante el diluvio la corteza se habría partido en enormes grietas formando cordilleras y liberando el agua a alta presión a lo largo de lo que hoy se conoce como dorsales oceánicas (Gén. 7,11 y 8,2).

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Fuentes del gran abismo: la placa hídrica en su fase de ruptura (www.creationscience.com)

 

El agua subterránea expulsada a alta presión habría alcanzado altos niveles en la tropósfera (la parte más baja de la atmósfera terrestre) creando un diluvio de proporciones globales por un tiempo prolongado. Al vaciarse gradualmente de agua las cámaras subterráneas entre el manto y la corteza, partes del proto-continente se hundieron. Al tiempo que las nuevas dorsales rápidamente creadas alrededor de las grietas empujaban antiguas placas tectónicas en diversas direcciones creando en zonas de colisión nuevas cadenas de montañas como el Himalaya. Es de notar que más allá del agua subterránea a presión que gatilla el proceso, esta teoría es similar a la de deriva continental A. Wegener pero en cámara rápida.

Las antiguas masas continentales que se hundieron, lo hicieron a profundidades mayores que aquellas antediluvianas, formando el fondo de los actuales océanos y permitiendo acomodar los enormes volúmenes de agua subterránea liberados. Estos procesos explicarían no solo por qué el agua subió con el diluvio, sino también por qué bajó luego.

Esta teoría explicaría muchos otros fenómenos geológicos, como el Gran Cañón del Colorado, los cañones submarinos, el carbón y el petróleo[5], los domos de sal submarinos, etc. El lector interesado puede leer más sobre la teoría de Brown[6].

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Dorsales oceánicas (USGS)

 10.3.   Anillos de vapor

Propuesta por I. Vail a comienzos del s. XX extrapolando la hipótesis nebular. La hipótesis nebular es uno de los modelos cosmogónicos más aceptado para explicar la formación y evolución del sistema solar. Sugiere que éste se formó a partir de material nebular en el espacio.

De igual modo el diluvio se explicaría mediante anillos similares a los de Saturno compuestos de vapor de agua. Uno a uno, estos anillos habrían llovido sobre la Tierra resultando en una sucesión de cataclismos separados por períodos de tiempo desconocidos. El diluvio del Génesis habría sido causado por el último de ellos.

CONTINUARÁ…

 


[1] von Schwarz, F. (1894). Sintfluth und Völkerwanderungen, Stuttgart, pp. 8-18.

[2]Andree, R. (1891). Die Flutsagen ethnographisch betrachtet, Brunswick.

[3] Maas, A. (1908). Deluge. In The Catholic Encyclopedia. New York, Robert Appleton Company.http://www.newadvent.org/cathen/04702a.htm

[4]Cfr. La tradición primordial R. Guenon y el monomito de J. Campbell.

[5]No nos referimos aquí a la hipótesis del origen inorgánico (o abiótico) del petróleo la cual sostiene que el petróleo natural se forma a partir del metano en condiciones termodinámicas específicas del manto superior. Científicos rusos y ucranianos fueron los que inicialmente propusieron esta idea.

[6] www.creationscience.com/onlinebook/HydroplateOverview2.html

11 comentarios

  
Luisfer
Referente a los relatos babilonios (Uta-na-pistim, en el Poema de Gilgamesh), sumerios (Ziusudra), acadios (Atrahasis); son todos muy anteriores al relato bóblico del diluvio por lo que este es muy posible que recogiera antiguas tradiciones de culturas anteriores.
Por otra parte, desde el punto de vista de la geología actual, la posibilidad de los mecanismos diluvianos que se plantean en el artículo, son incompatibles con los parámetros temporales del ser humano. Los tiempos geológicos son inmensamente más grandes por lo que estos efectos no podrían darse en el intervalo de vidas humanas. Estaríamos hablando de miles de años. Cuestión aprte es, que esas teorías han sido deshechadas actualmente.

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Su posición parece ser la uniformista. Pero suena más a una declaración de principios que a otra cosa.

Cuestión aprte es, que esas teorías han sido deshechadas actualmente.

¿Por quién han sido deshechadas?
Enrique de Zwart
21/11/14 12:08 PM
  
Jaume Clavé
Con el modelo cartesiano, con la cultura de la Revolución francesa, la Enciclopedia Ilustrada, ya no se va a ninguna parte. Lo quieren explicar todo a partir del hombre prehistórico que no sabía apenas nada, según ellos. En el remoto pasadao han existido civilizaciones muy avanzadas, como la Atlántida (tierra -land- de At, padre, Adán... después de ser expulsado del Paraíso, se le adjudicó otra...). Ya es sorprendente y decepcionante que después de hablar tanto tiempo del Diluvio nadie haya mencionado siquiera a la Atlántida,que también fue inundada. Somos adictos al Sistema cultural reinante. Los dioses y semidioses existieron de verdad. Y el Génesis los menciona en Gn 6, 2: los de raza divina encontraron que las hijas de los hombres eran agradables y las tomaron por mujeres tantas como quisieron. La mitad de ls Santos Padres lo admitieron. De aquí nacieron los gigantes, mencionados en Gn 6, 4: Existían gigantes en la Tierra aquellos días del Diluvio y también después, porque cuando los de raza divina (los dioses mitológicos de todas las culturas, demonios con apariencia humana para entendernos, que hoy también asesoran cierta élite) se unían con las mujeres de los hombres, ellas les dieron hijos, que son los héroes antiguos, hombres famosos)". Etimología de Zo-dí-aco:
Zo. animales, zoós. Di: dioses, dii. -aco, acto, unión, acto sexual, cont-acto, los actos de una obra de teatro que se suceden uno después de otro. En conclusión: Zo-dí-aco singifica "los animales de los dioses en sucesivos actos o cuadros alrededor del cielo". de aquí se desprende lo más sorprendente: que los signos, los cuadros de las constelaciones son artificiales, producidos por los mismos dioses en un momento dado de la remota historia humana. Algunas constelaciones se han deformado con el paso del tiempo, otras, como Orión y el Carro, permanecen invariables, lo que pone en duda que las estrellas se alejen las unas de las otras a grandes velocidades, Recuperar la fe en dos días.
21/11/14 12:25 PM
  
Rexjhs
Interesantísima la teoría que une los nombres y formas de las constelaciones, uniforme en todo el Mundo, con la congregación de la humanidad en la zona de la Babilonia postdiluviana. Ana Catalila Emmerick, en sus visiones sobre el AT, también vio que fueron los caldeos y babilonios los que observaban las estrellas y les ponían nombres
21/11/14 12:42 PM
  
Leonardo
Según la benemérita teoría del Big Bang, no son las estrellas las que se alejan mutuamente sino las galaxias o mejor dicho, los grupos de galaxias, porque por ejemplo Andrómeda y la Vía Láctea se acercan.

La forma de las constelaciones es totalmente arbitraria. Que se conserven los mismos diseños ideales, habla de una astrología compartida, sin duda. Sea de Babel, sea de una civilización anterior que migró hacia Babel entre otros sitios, o de la cual Babel fue colonia, así como Egipto, no veo por qué no.

De la misma forma en que las raíces de muchas palabras son las mismas en diversas regiones del mundo, que denotan una ancestral cultura compartida.

En cuanto a las teorías no estoy de acuerdo con el creacionismo estilo USA, con la tierra joven, la creación en seis días calendario, la fosilización súbita de especies con el diluvio.

El método de C14 tiene amplios márgenes de error y por supuesto no sirve para millones de años, dada la vida media del isótopo. Requiere algunas hipótesis, y los métodos de medición con hipótesis intermediarias no son como medir el tiempo con un reloj.

Lo cual no significa que crea que el mundo tiene seis mil años. Aplíquese el razonamiento en sentido inverso, y pregúntese cuántos años tiene la Esfinge, por ejemplo. Y cómo se puede determinar su edad.

Y, ya que hablo de Egipto, en cuanto a la perfección y simetría del rostro de Ramsés II, no se puede alegar que lo hicieron miles de operarios (ex-esclavos ,-)) ) durante décadas. Sí se puede alegar Razonablemente, que tuvieron acceso a una tecnología de precisión que no tiene por qué ser la nuestra, pero que en todo caso, deliberadamente no dejaron huellas y muestras de la misma. A diferencia de nuestra cultura, que hace gala pública de sus herramientas de precisión, al parecer esas culturas antiguas hacían lo contrario: ocultarlas y hermetizarlas.
21/11/14 4:22 PM
  
Silveri Garrell
Muy interesante el mecanismo que describe el artículo sobre el rompimiento de las placas tectónicas y la subida de las aguas subterráneas, pero, esto lo había leído yo en Internet hace 10 años en las webs creacionistas evangélicas. Mi pregunta permanece: ¿Por qué no ha salido un científico-teólogo católico que se haya adelantado a los evangélicos en este tema??.
21/11/14 6:22 PM
  
Xaberri
Leonardo, la Constitución le ampara para no responder. Permítame pregunarle: ¿cree usted en la existencia de creaturas, inteligentes otros que humanos y ángeles o en UN Dios personal, el dios panteísta? El señor tan simpático , mi vecino, le preguntaría: ¿cree usted en extraterrestres?
Lo digo por la alusión a una mente inteligente ordenadora de todo sobre la que no ha dado más datos, en un post reciente sobre evolución? O como ahora cuando habla del rostro del faraón, que se suena a lo de la tecnología para las pirámides y el misterio de la isla de pascua y las pistas de aterrizaje que se ven desde alturas inimaginables en la América pre-descubrimiento...
22/11/14 5:37 PM
  
Marc
¿Por qué no ha salido un científico-teólogo católico que se haya adelantado a los evangélicos en este tema?

Mi opinión es que los evangélicos norteamericanos son, hoy por hoy, los que tienen más recursos económicos para contratar péritos especialistas que les ayuden a establecer una base científica a sus afirmaciones, y su país, Norteamérica, lidera la ciencia moderna: una retroalimentación recirculante: dinero y ciencia, ciencia y dinero. Lo que no quita la posible validez de sus afirmaciones.

Antonio Yagüe ha realizado unos videos sobre Astronomía Sagrada, la ciencia que llevó a los Reyes Magos a descubrir cuándo y dónde fue la primera Venida de Jesucristo.

Afirma que Frances Rollenston (1862; Mazzaroth), Joseph A. Seiss (1882; The Gospel in the Stars) y Maunder (1904) efectuaron estudios sobre las estrellas y vieron que el nombre de las estrellas tiene un significado común, y que las figuras y el orden de las constelaciones se mantienen casi invariables en las civilizaciones más antiguas, por lo que la conclusión es que el mensaje de las estrellas proviene de muy antiguo, casi desde el origen del hombre.

Dice que la Astronomía Sagrada, de 48 constelaciones antiguas, proceden de antes del Diluvio, y que la Astrología horoscópica procede de la herejía de Babel. La Astronomía Sagrada fue bendecida por Dios y su interpretación correcta la realizaron los Reyes Magos, que no hicieron Astrología, pues Dios condena la adoración y consulta de los astros (Deuteronomio 4 y 18).

Sigue dicendo que hasta muchos años despues del pecado original, el hombre aún no sabía escribir, por lo que el mensaje de la redención estuvo escrita por ¨Dios en el cielo.

Así,

- el Redentor y su doble naturaleza sería Centauro-Sagitario
- el Redentor y su lucha sería El Serpentario-Ofiuco (que lucha contra la Serpiente y pisa a Escorpio)
- el Redentor y su victoria 1. en el cazador Orión que ha cazado el león y bajo sus pies parte el río de la Ira (los Últimos Tiempos) y en 2. Perseo que ha cortado la cabeza del monstruo Medusa y muestra en las alas de los pies su inmortalidad
- el Redentor como Buen Pastor en la constelación del Auriga, sosteniendo a una cabritilla y sus cabritillos
- el Espíritu Santo El Aguador-Acuario como Agua Viva
- Virgo como imagen de la Virgen María y la Iglesia
- la Iglesia como Andrómeda
- los dos Testamentos como Piscis y debajo a la Bestia del Mar

Las 48 constelaciones sería un libro que explica la obra de la Redención en tres actos (Pueblo, Redentor, Reino), cada acto con cuatro escenas, y cada escena con cuatro decorados (3x4x4= 48).

El Diluvio se observa en la constelación del Barco o Argonauta, que acaba en el altar o la constelación del Ara, cuyo humo atraviesa el Arco del Sagitario, Arco que sería el Arco Iris, que surgió al final del Diluvio: los sacrificios de Noé a Dios causaron que éste pusiera el Arco Iris en el cielo como señal de su Alianza a los hombres, de que nunca más castigaría al hombre de este modo, lo que coincide con lo dicho por el articulista:

"La relación con el... diluvio viene por la constelación de Argo Navis. Ovenden apuntó que en los primeros mapas Argo Navis aparece en la punta de un monte con un centauro saliendo de ésta y sacrificando un animal sobre un altar. Corvus se muestra picando a la serpiente marina Hidra. La nubosa Vía Láctea se eleva como humo del altar asociándose a Gén 9,12-13. El arco de Sagitario apuntando a la nubosa Vía Láctea sería el arco de Yahvé en las nubes como señal de pacto con Noé (Gén, 9,13-17)."
23/11/14 2:22 AM
  
Ricardo de Argentina
¿Por qué no ha salido un científico-teólogo católico que se haya adelantado a los evangélicos en este tema?

Porque quizás sigamos al Kempis, que nos dice:
"Los hombres pasan, la verdad del Señor permanece para siempre (Sal. 116,2). En diversas maneras nos habla Dios, sin aceptar personas: nuestra curiosidad nos impide muchas veces en leer las Escrituras: PORQUE QUEREMOS ESCUDRIÑAR LO QUE LLANAMENTE SE DEBÍA CREER." (Cap.V)

En cambio el evangelismo en general es heredero del racionalismo, el cual exige entender para creer. Lo que no entienden lo consideran falso, por eso como QUIEREN CREER, necesitan tantas explicaciones.
23/11/14 7:34 AM
  
Silveri Garrell
Ricardo de Argentina: no estoy de acuerdo contigo en el post que me precede. Contesto que la Iglesia Católica ha preferido tener creyentes dóciles antes que creyentes también dóciles y además inteligentes. La "inteligencia" los que mandan la temen en cierta manera y de este defecto no esta exenta la Santa Madre Iglesia ni ningún otro sistema autoritario. Para mi que no hayan salido científicos católicos para escudriñar los misterios de Geologismo Diluvial, esto es lamentable. Por algo nos advierte la Escritura que los hijos de las tinieblas serán más inteligentes que los hijos de la luz, pero nos lo advierte para que no caigamos en ello, no como que mejor sea asi. Sobre el Kempis más bien se refiere a los misterios profundos parecidos a los que San Agustin pretendía comprender como era el misterio de la Santisima Trinidad. Es un deber para el creyente crecer en Fe y en inteligencia, Dios no nos pide ser ignorantes, más bien son los que mandan a quienes les interesa.
23/11/14 6:37 PM
  
Ricardo de Argentina
Silveri Garrell, has hecho un juicio temerario sobre la jerarquía de la Iglesia Católica. Además de una generalización.
Yo no voy a abrir juicio sobre tu juicio ni sobre tu generalización, con tu pan te los comes. Sólo que si tu tesis es la siguiente:
"No hay estudios del Diluvio hechos por católicos porque la jerarquía desalienta a los inteligentes y los combate".
O cosa parecida, entonces te diré que no me parece un aporte muy brillante de tu parte. Más bien al contrario.
Y que si esa era la idea que te movía a efectuar la pregunta del comentario que yo respondí, entonces me arrepiento de haberte contestado.
24/11/14 2:00 AM
  
Rafaelus
No se conoce un relato egipcio del diluvio, algo notable por ser un pueblo de Oriente Medio con una de las civilizaciones más antiguas de la región, que si no fue afectada por el suceso, pudo sufrir consecuencias como pérdida de relaciones económicas e inmigraciones, además de haber presenciado el desastre o conocerlo por narraciones de fugitivos. Pero es interesante que hasta hoy no se ha sabido de un diluvio egipcio.
14/12/19 10:17 PM

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