Estuve enfermo, por Monseñor Sanz Montes
Estuve enfermo
Queridos hermanos y amigos: paz y bien.
He aplazado a esta carta lo que también hubiera correspondido el domingo pasado con motivo de la Jornada Mundial del enfermo, que coincidió con la de Manos Unidas. Hay realidades que no comienzan ni terminan con una fecha que nos las recuerdan y nos hacen tomar conciencia, y por eso hablamos hoy de esta circunstancia que afecta a tantas personas de nuestra sociedad.
Todos hemos comunicado alguna vez la noticia de que alguien estaba enfermo. Lo hemos hecho con puntualidad, con preocupación, con interés, con afecto también. Pero era el otro el que estaba enfermo, yo sólo el divulgador de su noticia. Jesús tiene una expresión -y no es la única- en la que aparece como si aquello que le sucede al otro le estuviera pasando a Él: "estuve enfermo y vinisteis a verme" (Mt 25). No se trataba de una solidaridad distante, retórica, sino de una verdadera comunión con el otro hasta ser de veras su hermano de verdad.