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27.12.21

Hablar con Dios. Hablar de Dios

Te sientas en el último asiento del último banco del templo. Allá donde apenas puedan darse cuenta de tu presencia. Quieres contemplar más que participar, aunque repites de corazón todas las frases y oraciones que ya recitabas siendo niño. Tampoco entonces gustabas de sentarte en los primeros bancos. 

Dejas atrás dos décadas de batallas, polémicas, debates, denuncias, cruzadas, quijotismo y algunas dosis de vanidad y soberbia disfrazadas de falsa caridad. Lo que de bueno hiciste, fue por gracia. Lo que de malo, por tu pecado.

Te tapas bajo la manta buscando adentrarte en el diálogo con el Señor. Ya no te quejas de nada, pero tampoco pides mucho. Y sospechas que aquello que pides que más te gustaría recibir no te será concedido, pero ya aprendiste a aceptar que ese «no» es lo mejor para ti. También de niño te adentrabas tapado en ese lecho donde sólo estabais Dios y tú. Entonces pedías poco y preguntabas más. Con los años fueron respondidas tus preguntas por Aquel que siempre ha guiado tus pasos, por Aquel que ha evitado que te despeñes cuando te has separado de Él.

Bien sabes que solo hay algo que se acerca a la maravilla de hablar con Dios: hablar de Dios. Pero no es fácil encontrar un alma con la que compartir semejante don.

Vuelves a tu infancia sin ser niño. Sabes que allí aprendiste a amar a quien más te ama. Y no necesitas más.

Luis Fernando Pérez Bustamante

PD: Este es mi post de despedida de quienes habéis sido mis lectores en InfoCatólica. Seguiré trabajando en este portal pero mi etapa como bloguero católico finaliza ya. Lo que venga después, si es que viene algo, sólo el Señor lo sabe. Me habéis dado mucho más de lo que os haya podido dar yo, así que estoy en deuda con vosotros. Dios nos guarde para la vida eterna.

24.12.21

Todos los días es Navidad

Os felicito la Navidad con algo que escribió Lidia, a quien Dios tenga en su gloria, hace 29 años, y que conservo en la que fue mi primera web:

Navidad, día de alegría, amor y paz

Una vez al año celebramos con júbilo y alabanza la venida de un niño que habría de salvarnos.

En esos días cambiamos, sentimos su amor verdadero y nos gozamos. Las familias se reúnen y cantan cánticos. Parece que nos sentimos a Dios más cercanos.

Pero, ¿sabéis?… todos los días es Navidad.

Cuando paseamos a diario por la calle y, sin saber porqué, nos alegramos y le cantamos por su venida, es Navidad.

Cuando nos sentimos abatidos, derrotados y las más negras tinieblas se ciernen sobre nosotros sin saber porqué y de repente, sin pedirlo, tenemos la VICTORIA en Él, es Navidad.

Cuando en la negrura de la noche que envuelve el mundo, alguien caído, sin sentido en su vida, rodeado de miseria, odio y apatía, encuentra la estrella brillante que le devuelve a la vida, perdonando sus pecados y sanando sus heridas y llegándose al Niño nacido y resucitado le entrega su vida, ese momento, ese día es Navidad todavía.

Lidia, navidades de 1992

Feliz Navidad para todos. Y que el Niño Dios vuelva pronto.

Luis Fernando y familia

1.11.21

La zorra de Herodes y los perros mudos

En aquella misma ocasión, se acercaron unos fariseos a decirle: «Sal y marcha de aquí, porque Herodes quiere matarte». Y les dijo: «Id y decid a esa zorra: «Mira, yo arrojo demonios y realizo curaciones hoy y mañana, y al tercer día mi obra quedará consumada . Pero es necesario que camine hoy y mañana y pasado, porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén».
Luc 13,31-33

Fieras todas del campo, venid a comer, fieras todas del bosque. Sus guardianes son ciegos todos ellos, no se dan cuenta de nada; todos son perros mudos, incapaces de ladrar, soñolientos, tumbados, amigos de dormitar. Y los perros voraces fueron insaciables. Son pastores que no saben discernir. Todos ellos se volvieron a sus caminos, cada cual a su interés, sin excepción.
Isa 56,9-11

No hace falta ser católico para saber que es imposible que un abortista pueda ser buen católico.

No hace falta ser católico para entender que quien combate con todas sus fuerzas, poniendo todos los recursos de un estado a su alcance, a aquellos que quieren salvar las vidas de los no nacidos, es un siervo de las tinieblas.

Ese es el caso de Joe Biden.

No hace falta ser católico para entender que si un personaje así, que además es presidente del gobierno de la primera o segunda nación más poderosa del mundo (junto a China), dice que ha recibido el apoyo explícito del Papa para seguir profanando la Eucaristía, caben dos opciones:

- Desmentido inmediato de la Santa Sede. Solo puede producirse si ha faltado a la verdad.

- Que los obispos y cardenales pidan públicamente al Papa que explique cómo es posible que apoye al Herodes de nuestro tiempo, que le soliciten que se retracte inmediatamente y confirmen así en la fe a los fieles.

Es bastante probable que los de siempre asomen a recordarnos que Francisco siempre ha condenado el aborto. Lo ha comparado varias veces con el crimen de un sicario. Pero, ¿de qué vale decir eso si luego le da una palmadita en la espalda al jefe de los sicarios y le dice que es buen cristiano y puede comulgar? 

Biden no solo dijo que el Papa le había animado a seguir comulgando. Lo hizo allí en Roma. Pero claro, si el también abortista y adúltero presidente de Argentina lo hizo, ¿por qué no él?

Por otra parte, ¿a quién extraña nada de todo esto? Si se anima a comulgar sacrílegamente a los que viven en adulterio, y se es capaz de corregir al mismísimo Cristo sobre la naturaleza del divorcio y el recasamiento, ¿por qué habría de oponerse a que comulgue un abortista? 

El problema, queridos hermanos, no es lo que pasó el viernes. El problema es que desde hace años están violando a la Esposa de Cristo delante de las narices de todos nosotros, y solo unos pocos alzan la voz, no sin temor a que les manden callar por no se sabe qué ¿cristiana? prudencia. El problema no es solo que el lobo devore las ovejas, sino que los pastores que han recibido el encargo del Señor de pastorear su rebaño son hoy perros mudos, cobardes, tibios, sin temor de Dios. 

A ellos pregunto: ¿Han leído ustedes Gal 2,11-14? ¿han meditado en Ez 33,7-9? ¿Dónde se van a meter cuando tengan que rendir cuentas ante el Creador? ¿qué le van a decir cuando les pregunte qué hicieron por sus ovejas cuando eran mutiladas por el inicuo? 

Y a mis hermanos en la fe os recuerdo las palabras de Cristo:

Guardaos bien de los falsos profetas, que se os acercan disfrazados de oveja, pero por dentro son lobos voraces.
Mt 7,15

No hay excusa. Somos de Cristo, no de los anticristos que asolan la Iglesia. Se nos ha advertido y se nos ha dicho lo que debemos hacer:

… tengo contra ti que toleras a esa mujer, Jezabel, que se dice profetisa y que enseña y seduce a mis siervos a fornicar y comer lo sacrificado a los ídolos. Le he dado tiempo para que se arrepintiera, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. Mira, a ella voy a arrojarla en el lecho, y a los que adulteran con ella, en una gran tribulación, a no ser que se arrepientan de sus obras.
Entregaré a la muerte a sus hijos y sabrán todas las iglesias que yo soy el que escudriña los corazones y las entrañas y os daré a cada uno según vuestras obras. Pero a los demás que estáis en Tiatira, todos los que no seguís esa doctrina y no habéis conocido las profundidades de Satanás, como ellos dicen, yo os anuncio que no pondré sobre vosotros otra carga; pero conservad con firmeza lo que tenéis, hasta que yo venga.
Al que venza y al que guarde hasta el fin mis obras “le daré” potestad sobre “las naciones",y “las apacentará con cetro de hierro” y “las romperá como vasijas de barro",como yo también recibí esa potestad de mi Padre; y le daré la estrella de la mañana"».
Ap 2,20-28

Conservemos con firmeza la fe que nos ha sido dada. Ese es nuestro mandato. Y en verdad lo haremos si Dios nos lo concede.

¡Viva Cristo Rey!

Luis Fernando Pérez Bustamante

17.10.21

El visionario de sueños que predica la apostasía

Que nada ni nadie nos aparte de la senda de fidelidad al Señor. Que ningún inicuo disfrazado de siervo del Altísimo marque nuestro camino.

Esmeraos en poner por obra todas estas cosas que yo os prescribo. No les añadirás ni quitarás nada. Si entre vosotros surgiese un profeta, o un visionario de sueños, y te diera señal o prodigio, y, aun en el caso de que se cumpliera esa señal o prodigio que te había anunciado, dijera “vamos en pos de dioses ajenos -que no conoces-, y sirvámosles", no escucharás las palabras de ese profeta o vidente de sueños. Es que el Señor, vuestro Dios, os está probando para conocer si realmente lo amáis con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma. Seguiréis al Señor, vuestro Dios, le temeréis, obedeceréis sus preceptos, escucharéis su voz, le rendiréis culto y viviréis unidos a Él.

Y ese profeta o visionario de sueños deberá morir por haber predicado la apostasía contra el Señor, vuestro Dios, que os sacó del país de Egipto y te libró de la casa de la esclavitud, por querer apartarte del camino que te mandó seguir el Señor, tu Dios. Así quitarás el mal de en medio de ti.

Deut 13,1-6

No hay nada que añadir a la Revelación de Dios. No hay misericordia mayor que se nos conceda  la gracia de vivir cumpliendo sus mandamientos. No escuchemos los cantos de sirena de los farsantes que adulteran la fe de nuestros padres. Matemos en nuestra alma a aquellos que nos ofrecen seguir a otros dioses, que nos predican una apostasía que agrada al mundo y nos pone al borde del abismo de la condenación.

No llamemos sueño a la pesadilla de la indifelidad a Cristo. No llamemos sueño a la pesadilla de la adaptación del Evangelio a la deriva del mundo. No llamemos sueño a la pesadilla de llamar bien al mal. No llamemos sueño a la pesadilla y la farsa de creer que está en nuestras manos hacer un mundo mejor siguiendo las indicaciones del Gran Arquitecto y Príncipe de este mundo en vez de a través de la sumision de toda rodilla al Rey de Reyes.

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13.10.21

No ofendan más a Dios

«Muchos otros signos hizo también Jesús en presencia de sus discípulos, que no han sido escritos en este libro. Sin embargo, éstos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre».
Jn 20,30-31

El 13 de octubre de 1917, hace hoy 104 años, cuando miles de peregrinos se encontraban en Fátima, se produjo el «Milagro del sol» llamado así porque se vio al sol temblar durante unos tres minutos en una especie de «danza». Tuvo lugar tras la última aparición de la Virgen María a los pastorcitos Jacinta, Francisco y Lucía, y tras haber anunciado que haría una señal «para que creyesen».

El mensaje final de la Virgen a Lucía fue:

«No ofendan más a Dios, Nuestro Señor, que está ya muy ofendido»

No ofendamos más a Dios pecando sin arrepentirnos. No ofendamos más a Dios despreciando la gracia que nos conduce a la conversión. No se ofenda más a Dios adulterando el Evangelio de Cristo. No se ofenda más a Dios convirtiendo la gracia en libertinaje. No se ofenda más a Dios facilitando la fornicación y el adulterio. No se ofenda más a Dios profanando la Eucaristía. No se ofenda más a Dios fomentando la idolatría. No se ofenda más a Dios reconstruyendo Sodoma y Gomorra. No se ofenda más a Dios profanando sus templos. No se ofenda más a Dios poniendo a la Iglesia de Cristo al servicio del Príncipe de este mundo. No se ofenda más a Dios negando el buen pasto de la sana doctrina al rebaño de Cristo. No se ofenda más a Dios dejando a los niños en manos criminales. No se ofenda más a Dios agasajando a los apóstatas. No se ofenda más a Dios encumbrando a los heresiarcas. No se ofenda más a Dios ignorando a su Madre. No ofendamos más a Dios siguiendo la senda de quienes desprecian y se burlan de la fe que fue revelada de una vez para siempre a los santos. 

Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Laus Deo Virginique Matri

Luis Fernando Pérez Bustamante