El Arzobispo de Santiago, las leyes civiles y la verdadera libertad
Dado que Mons. Julián Barrio no es un arzobispo dado a dar grandes titulares en la prensa, puede que resulte sorprendente lo que predicó ayer durante la homilía con motivo de la Festividad del Apóstol Santiago, patrón de España. Dijo don Julián:
“Una ley civil que, rebasando los límites de su competencia, contradiga la verdad del hombre, no reconociendo sus derechos fundamentales o incluso atropellándolos, carece de fuerza obligatoria“
Se da por hecho de que habla de obligatoriedad moral, ya que la legal viene determinada precisamente por el Estado que impone esas leyes, aunque el propio arzobispo se encarga de recordar que para los cristianos prima aquello de “obedecer a Dios antes que a los hombres". Es decir, no hay ley humana capaz de obligar a un cristiano a hacer algo contrario a la ley divina, a menos que dicho cristiano sea débil en la fe.
Muy oportuno estuvo don Julián al recordar que la libertad debe ordenarse hacia el bien:
“Dios nunca privará al hombre de su libertad, pero actuar con un fin contrario al bien de nuestra naturaleza humana no es libertad verdadera, ya que la libertad se ordena hacia el bien“.