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4.07.09

Respuesta de Roma Æterna a Monseñor Catalá, obispo de Málaga

Pensaba escribir algo hoy sobre la negativa del obispo de Málaga a la petición que le hicieron un grupo de fieles, representando a muchos más, para que nombrara a un sacerdote diocesano que pudiera celebrar la misa una vez al mes según el usus antiquior, pero el presidente de Roma Æterna me ha enviado la respuesta de su asociación a monseñor Catalá, la cual han publicado en su blog. Me parece tan bien fundamentada, que no puedo por menos que reproducirla en Cor ad cor:

Ayer se hizo pública la carta del Excmo. y Revmo. Sr. Obispo de Málaga, Monseñor Jesús Esteban Catalá Ibáñez, en respuesta a la petición de un grupo de fieles de su diócesis para autorizar la celebración de la Santa Misa según el Misal Romano del beato Juan XXIII, en aplicación del motu proprio Summorum Pontificum. Dicho documento es preocupante, por tratarse no sólo de una negativa pura y simple, sin el menor resquicio de posibilidad en el futuro de cambiar su decisión, sino por los argumentos en los que la apoya y que pasamos a comentar.

Antes, sin embargo, hay que puntualizar que, al dirigirse los fieles antedichos al Sr. Obispo lo hicieron voluntariamente como un acto de deferencia y de confianza en su prelado, no estando obligados a ello, dado que, para las celebraciones públicas y regulares de la Santa Misa de rito romano extraordinario con arreglo al motu proprio Summorum Pontificum, son competentes los párrocos y los rectores de iglesias (art. 5). La autorización del Ordinario local se requería antes tanto bajo el decreto Quattuor abhinc annos de 1984 como bajo el motu proprio Ecclesia Dei adflicta de 1988, pero ambas disposiciones han dejado de ser vigentes a partir del 14 de septiembre de 2007, fecha desde la que hay que atenerse al motu proprio del papa Benedicto XVI (que las declara expresamente derogadas). Incluso en casos semejantes en los que la respuesta del Ordinario a peticiones basadas en Summorum Pontificum ha sido positiva es de lamentar que se actúe en la perspectiva de un ordenamiento jurídico superado. Es por ello por lo que desde UNA VOCE se recomienda vivamente a los grupos peticionarios de celebraciones públicas y regulares de la Santa Misa (y de los demás sacramentos) según el rito romano en su forma extraordinaria que sigan el curso indicado por el Papa (n. 7), a saber y por este orden:
primero, el párroco o rector de iglesia;
segundo, el Obispo, a quien “se invita vivamente a satisfacer su deseo” en caso que el párroco o rector no lo haga;
tercero, la Pontificia Comisión Ecclesia Dei en caso de imposibilidad de proveer a esta celebración por parte del Obispo.

Monseñor Catalá dice hablar “desde mi conocimiento y asunción positiva de las disposiciones del Motu Proprio Summorum Pontificum y de la Carta que, adjunta a este documento, el Santo Padre nos envió a los Obispos”. Esto, en principio, le honra y da la medida de su comunión con el Papa (dado que, desgraciadamente, hay otros hermanos suyos en el episcopado que no asumen positivamente el documento del Santo Padre) y debería dar fundadas razones para esperar de su parte una actitud de receptividad de las que el siervo de Dios Juan Pablo II llamó “justas aspiraciones” de aquellos “fieles católicos que se sienten vinculados a algunas precedentes formas litúrgicas y disciplinares de la tradición latina” (Motu proprio Ecclesia Dei, n. 5). La negrita –que es nuestra– tiene el objeto de subrayar y recalcar que el deseo de poder acceder a la liturgia precedente no puede ser a priori considerado antojadizo o caprichoso ni los fieles que lo expresan dejan de ser católicos. Puede que haya quien haga una bandera de división y de cisma de la misa romana antigua, puede que haya quien se acerque a ella por puro estetismo o por otras razones de índole extra-eclesial, pero no puede juzgarse a todos por esos casos particulares. Hay quien también hace del rito ordinario de la misa una bandera de división ideológica y lo instrumentaliza, despreciando las rúbricas y las normas de celebración, y sin embargo nadie dirá que el Novus Ordo de Pablo VI es por ello un factor de división. Por lo demás, el propio papa Benedicto reconoce que en algunas regiones “no pocos fieles adhirieron y siguen adhiriendo con mucho amor y afecto a las anteriores formas litúrgicas, que habían embebido tan profundamente su cultura y su espíritu”. O sea que hay buen número de fieles cuyo apego a la liturgia antigua es serio y digno, por lo tanto, de ser tenido en cuenta (como que movió a Juan Pablo II y a su actual sucesor a legislar a su favor).

Afirma también el prelado malacitano que, como Obispo diocesano, desea “servir a las necesidades reales de la diócesis” para a continuación concluir que “no se dan las condiciones adecuadas en la diócesis de Málaga para establecer una celebración regular de la Misa con el modo extraordinario del rito romano”. Es decir, debemos deducir que esa celebración no es una necesidad real de su diócesis. ¿Es, entonces, una necesidad banal o ficticia? A tenor del motu proprio Summorum Pontificum no parece que sea así; de lo contrario, no habría tenido sentido su promulgación. Por otra parte, la demanda de este rito es muy real, como lo prueba la carta que el grupo de fieles malagueños le remitieron en su día. Da igual que los signatarios sean 12 como si fueran más. Los Obispos deben velar por todas sus ovejas y ser sensible a sus expectativas: “Para procurar mejor el bien de los fieles, según la condición de cada uno, esfuércense en conocer bien sus necesidades” dice el Concilio Vaticano II, que continúa: “Muéstrense interesados por todos, cualquiera que sea su edad, condición, nacionalidad, ya sean naturales del país, ya advenedizos, ya forasteros. En la aplicación de este cuidado pastoral por sus fieles guarden el papel reservado a ellos en las cosas de la Iglesia, reconociendo también la obligación y el derecho que ellos tienen de colaborar en la edificación del Cuerpo Místico de Cristo” (Decreto Christus Dominus, 16).

En cuanto a que no se den las condiciones adecuadas para “una celebración regular de la Misa con el modo extraordinario del rito romano” debemos suponer que el Sr. Obispo se refiere sólo a la celebración pública en las parroquias, ya que queda salvo el derecho:

a) de todo sacerdote, tanto secular como regular, a escoger sea el Misal Romano promulgado por el beato Juan XXIII sea el Misal Romano promulgado por Pablo VI para la celebración privada (sine populo),

b) de las comunidades de los institutos de vida consagrada y de las sociedades de vida apostólica, de derecho tanto pontificio como diocesano, de hacer uso del Misal Romano de 1962 en las misas conventuales o comunitarias en sus oratorios propios, y ello incluso de manera permanente;

c) de los fieles de poder unirse a las celebraciones privadas de los sacerdotes que eligen el Misal Romano del beato Juan XXIII si lo piden voluntariamente.

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20.06.09

Monseñor Blázquez, usted sigue manteniendo como párroco en Bilbao a un pro-etarra

En la foto que adjunto a este post aparece un señor con boina depositando una flor ante la foto de otro señor. El que deposita flores, Tasio Erkizia, fue un sacerdote vasco que finalmente se exclaustró para dedicarse a la política desde las filas batasunas. El homenajeado era el etarra Argala. Y el homenaje tuvo lugar en Arrigorriaga, localidad donde ayer fue quemado vivo un policía nacional.

Eso demuestra que el “problema vasco” tiene muy mal arreglo. Una parte importante de la sociedad vasca ve el atentado de ayer como un acto de justicia que ayuda a lograr la independencia de una nación oprimida por dos estados. Y ese sector de la sociedad vasca cuenta con el apoyo, explícito o implícito, de parte de la Iglesia Católica en el País Vasco. El día 5 de este mes InfoCatólica se hacía eco de las declaraciones de un párroco de Bilbao en las que afirmaba que cuantos más militantes tuviera ETA, mejor. Al día siguiente escribí un artículo en el que hacía las siguientes preguntas al obispo de Bilbao, monseñor Blázquez:

¿puede usted seguir siendo obispo sin apartar inmediatamente del sacerdocio a un personaje tan miserable? ¿no va usted a hacer nada? ¿quizás se conforme con una reprensión privada? ¿tiene usted la valentía y el coraje suficientes para enfrentarse al brazo eclesial de ETA? Si no es el caso, ¿qué hace usted de obispo de Bilbao? Mejor dicho, ¿qué hace usted de obispo?

A esas preguntas, añadí otras:

Póngase por un momento en la piel de una viuda o un huérfano de un asesinado por Eta. Es posible que entre los parroquianos de san Francisquito haya algunos. ¿Tiene idea de qué les debe recorrer por el cuerpo al ver a un sacerdote de la Iglesia Católica afirmando tal cosa? ¿No se imagina lo que deben de pensar si su obispo, o sea usted, no hace NADA ante esas declaraciones? ¿Usted cree que esas personas pueden acercarse a tomar la comunión de las manos de un hijo de Satanás cuyas manos están, al menos espiritualmente, manchadas de la sangre de inocentes? ¿pueden el cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo ser alzados por quien se mofa del dolor de las viudas y huérfanos de los asesinados por ETA? ¿A qué espera para echar a patadas del sacerdocio a ese pro-etarra?

Pues bien, hoy don Ricardo tiene más fácil el ponerse en la piel de una viuda y unos huérfanos de un asesinado por ETA. El cuerpo calcinado de la última víctima está siendo velado por sus familiares. El obispo de Bilbao dijo ayer que les visitaría para darles el consuelo de la Iglesia. Supongo que la esposa y los hijos de Eduardo Puelles no están pensando en estos momentos en lo que dijo el párroco de la parroquia de San Francisco de Paula en Bilbao y no le echarán en cara a don Ricardo que no haya movido un dedo para que ese señor deje de ser no ya párroco, sino incluso sacerdote. Pero yo sí estoy para pensar en ese “detalle” y para volver a decirle a monseñor Blázquez que, sin dudar por un momento de la sinceridad de su condena a ETA y de sus buenas intenciones, “…no me basta con sus buenas palabras. No me basta con que pida perdón por el trato que la Iglesia Católica en el País Vasco ha dado a las víctimas. Pase de las palabras a los hechos. Sea valiente y aparte a esa bazofia del sacerdocio o si no, tenga la decencia de apartarse usted mismo del episcopado“.

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17.06.09

Burdo montaje en torno a la condena de Queiruga

El director de Religión Digital, José Manuel Vidal, ha publicado hoy un artículo en Rumores de Ángeles que viene a completar una farsa urdida desde ese medio. Una farsa basada en medias verdades y en mentiras patentes.

Dice Vidal:

Unos cuantos talibanes tenían la hoguera preparada. Y querían quemar en ella (o simplemente chamuscar, tampoco dan para más) a Andrés Torres Queiruga. Al final, se impuso la cordura de unos cuantos obispos que decidieron echar agua y calmar el ardor inquisitorial de los talibanes de sacristía, más preocupados en hacer méritos y carrera que en la defensa de la fe y del mayor bien de la Iglesia. Y se imnpuso la cordura. Al menos, por ahora.

La verdad es la siguiente:

1- La teología de Torres Queiruga, como la de otros teólogos bastante conocidos por el sector “progresista” de la iglesia española, está siendo analizada desde hace ya bastante tiempo por la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe.

2- En ningún caso se tenía previsto sacar una nota sobre el teólogo gallego en estos momentos. Por tanto es falso que unos cuantos obispos hayan echado agua ahora para calmar nada. Los únicos pirómanos son los que han anunciado algo que no iba a tener lugar en esta Permamente.

3- Con casi total seguridad se sacará una nota más adelante, cuando los miembros de “Docrina de la fe” así lo decidan y den traslado de la misma a la Permamente. Pero es incluso posible que antes de la nota sobre Queiruga se publiquen otras.

4- Crece por momentos la indignación de los miembros de la comisión ante el burdo montaje creado por el medio de comunicación dirigido por Vidal.

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16.06.09

Las cosas de palacio van despacio.... pero van

Como acabamos de informar en InfoCatólica, el expediente sobre la obra del teólogo Andrés Torres Queiruga en la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe sigue su curso. Ni se ha parado, como algunos sugieren hoy, ni estaba ya a punto de ser como la gallina cuando pone un huevo, como los mismos sugirieron días atrás. Ayer se trató sobre ese tema en la comisión, como de hecho ya ha ocurrido en otras ocasiones tanto con ese expediente como con otros. Y es que el trabajo se les acumula a los obispos de “Doctrina de la Fe". Lo de Queiruga está bastante avanzado pero ni siquiera es seguro que salga algo para la próxima Permanente de septiembre. Lo que sí puedo decir es que, salvo que pase algo muy raro, antes o después habrá nota sobre el gallego. Y sobre otros teólogos cuyas obras están siendo analizadas por la comisión.

Parece que la llegada del arzobispo de Granada a la presidencia de “Doctrina de la Fe” está suponiendo ya un impulso a su actividad. Por decirlo suavemente, hay menos reparos a la hora de ir cerrando determinadas carpetas que llevaban abiertas demasiado tiempo. Hay ganas de trabajar y eso se va a notar en los próximos años, siempre que desde la Permanente de la CEE no haga de lastre de la labor de la comisión. No lo veo probable.

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15.06.09

Hoy se aborda lo de Torres Queiruga en la comisión para la doctrina de la fe

Este martes empieza la nueva reunión de la Permanente de la CEE, pero hoy tendrá lugar la jornada de trabajo de la comisión episcopal para la doctrina de la fe, presidida por el arzobispo de Granada, monseñor Javier Martínez. La semana pasada causó bastante conmoción en determinado sector de la Iglesia, la filtración de que dicha comisión tendría ya preparada para su publicación una nota en la que quedaría de manifiesto la inconformidad con la doctrina católica de parte de la obra del teólogo gallego Andrés Torres Queiruga. Por lo que me cuentan el mosqueo que hay por la filtración es considerable, pero estas cosas pasan cuando se recurre al fax para anunciar a los miembros de la comisión cuál es el orden del día. El email, sobre todo si va encriptado, lo lee sólo el interesado. El fax, cualquiera. A ver si toman nota para futuras convocatorias, señores míos.

En vista de las críticas furibundas que se han lanzado ya contra la comisión, conviene saber para qué existe la misma. Lo leemos en la propia web de la CEE:

La Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe tiene la misión de procurar que lo que se diga en la Iglesia, de palabra o por escrito (la doctrina), sobre el Evangelio salvador de Jesucristo responda de verdad a ese Evangelio tal y como lo entiende la Iglesia, la Esposa de Cristo a la que asiste el Espíritu de la verdad. Dicho de otra manera: la misión de la Comisión doctrinal es promover la ortodoxia y velar por ella.

Ser cristiano no consiste sólo en conocer sin errores la doctrina cristiana. El cristianismo no es principalmente una doctrina. Es el modo nuevo de vida hecho posible por Jesucristo, el Hijo de Dios crucificado y resucitado. Y ser cristiano es vivir en la libertad que nos da la unión con Cristo por el amor a su persona y la obediencia a su palabra. Pero ¿cómo sería posible la vida cristiana si no conociéramos bien sus secretos? La doctrina es importante porque hay que conocer la fe, la caridad y la esperanza para poder vivir con fe, caridad y esperanza. La ortodoxia (la doctrina verdadera) y la ortopraxis (el modo de vida bueno y justo) van estrechamente ligadas entre sí de muchas maneras.

En vista de cuál es la misión de dicha comisión, caben dos posibilidades:

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