Hoy se aborda lo de Torres Queiruga en la comisión para la doctrina de la fe

Este martes empieza la nueva reunión de la Permanente de la CEE, pero hoy tendrá lugar la jornada de trabajo de la comisión episcopal para la doctrina de la fe, presidida por el arzobispo de Granada, monseñor Javier Martínez. La semana pasada causó bastante conmoción en determinado sector de la Iglesia, la filtración de que dicha comisión tendría ya preparada para su publicación una nota en la que quedaría de manifiesto la inconformidad con la doctrina católica de parte de la obra del teólogo gallego Andrés Torres Queiruga. Por lo que me cuentan el mosqueo que hay por la filtración es considerable, pero estas cosas pasan cuando se recurre al fax para anunciar a los miembros de la comisión cuál es el orden del día. El email, sobre todo si va encriptado, lo lee sólo el interesado. El fax, cualquiera. A ver si toman nota para futuras convocatorias, señores míos.

En vista de las críticas furibundas que se han lanzado ya contra la comisión, conviene saber para qué existe la misma. Lo leemos en la propia web de la CEE:

La Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe tiene la misión de procurar que lo que se diga en la Iglesia, de palabra o por escrito (la doctrina), sobre el Evangelio salvador de Jesucristo responda de verdad a ese Evangelio tal y como lo entiende la Iglesia, la Esposa de Cristo a la que asiste el Espíritu de la verdad. Dicho de otra manera: la misión de la Comisión doctrinal es promover la ortodoxia y velar por ella.

Ser cristiano no consiste sólo en conocer sin errores la doctrina cristiana. El cristianismo no es principalmente una doctrina. Es el modo nuevo de vida hecho posible por Jesucristo, el Hijo de Dios crucificado y resucitado. Y ser cristiano es vivir en la libertad que nos da la unión con Cristo por el amor a su persona y la obediencia a su palabra. Pero ¿cómo sería posible la vida cristiana si no conociéramos bien sus secretos? La doctrina es importante porque hay que conocer la fe, la caridad y la esperanza para poder vivir con fe, caridad y esperanza. La ortodoxia (la doctrina verdadera) y la ortopraxis (el modo de vida bueno y justo) van estrechamente ligadas entre sí de muchas maneras.

En vista de cuál es la misión de dicha comisión, caben dos posibilidades:

1- Que no cumpla el cometido para el que fue creada y sus obispos miembros miren para otro lado ante los ataques sufridos por la ortodoxia. Porque a estas alturas nadie pretenderá que nos creamos que en España no existen teólogos que han cruzado la frontera que separa a la fe de la herejía.

2- Que cumpla su función y sus obispos miembros velen de verdad por la ortodoxia. Cometido al que están obligados, dicho sea de paso, TODOS los obispos sean o no miembros de la comisión. De hecho, si la totalidad de los obispos cumplieran adecuadamente con ese deber, la existencia de la comisión dejaría de tener sentido o se convertiría simplemente en un instrumento de ayuda o de consulta ante casos “dudosos". No es el caso.

Todos aquellos que se oponen a que esta comisión se dedique a aquello para lo que fue creada, son los mismos que rechazan que el magisterio cumpla su papel específico en la Iglesia. Y con ello, esto hay que decirlo bien alto y claro, se oponen al Concilio Vaticano II. Por ejemplo, dice la Lumen Gentium:

Los Obispos, cuando enseñan en comunión por el Romano Pontífice, deben ser respetados por todos como los testigos de la verdad divina y católica; los fieles, por su parte tienen obligación de aceptar y adherirse con religiosa sumisión del espíritu al parecer de su Obispo en materias de fe y de costumbres cuando él la expone en nombre de Cristo. Esta religiosa sumisión de la voluntad y del entendimiento de modo particular se debe al magisterio auténtico del Romano Pontífice, aun cuando no hable ex cathedra; de tal manera que se reconozca con reverencia su magisterio supremo y con sinceridad se adhiera al parecer expresado por él según el deseo que haya manifestado él mismo, como puede descubrirse ya sea por la índole del documento, ya sea por la insistencia con que repite una misma doctrina, ya sea también por las fórmulas empleadas. (LG 25)

Y dice la Dei Verbum
Pero el oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios escrita o transmitida ha sido confiado únicamente al Magisterio vivo de la Iglesia, cuya autoridad se ejerce en el nombre de Jesucristo.(DV 10)

Los exegetas católicos y demás teólogos deben trabajar, aunando diligentemente sus fuerzas, para investigar y proponer las Letras divinas, bajo la vigilancia del Sagrado Magisterio, con los instrumentos oportunos, de forma que el mayor número posible de ministros de la palabra puedan repartir fructuosamente al Pueblo de Dios el alimento de las Escrituras, que ilumine la mente, robustezca las voluntades y encienda los corazones de los hombres en el amor de Dios.(DV 23)

La vigilancia que el magisterio debe de llevar a cabo sobre la labor de los teólogos no consiste en tener un obispo colgado a la chepa de cada teólogo mirando lo que escribe y dice a cada momento. Pero tampoco puede consistir en la ausencia casi total de control sobre aquellos de los que ya se sabe que son, como mínimo, “fronterizos". Puede que en breve se haga pública la nota sobre Torres Queiruga, pero ¿cuántos años lleva el teólogo gallego escribiendo, enseñando y comunicando a miles de fieles las doctrinas que supuestamente van a ser consideradas como erróneas? El mismo arzobispo que le retiró de la docencia en el seminario de su archidiócesis, ¿no podía haberle pedido que rectificara sus errores o que, al menos, dejara de transmitírselos a otros fieles? ¿o es que los fieles tienen menos derecho que los seminaristas a no ser formados en el error doctrinal?

El daño, en demasiados casos, es ya irreparable. Y bien estaría que de una vez por todas se tomara conciencia de que la caridad cristiana no está reñida con la corrección al que se equivoca y lleva a otros al error. Que más les vale a algunos teólogos pasar por la vergüenza de una nota pública de condena de su teología que tener que dar cuentas a Dios por haber sido ciegos guías de ciegos. Si en verdad son fieles a la Iglesia, acogerían con gusto su dictamen, incluso aunque pensaran que es injusto. Porque lo que en esencia diferencia a un católico de un protestante no es un conjunto de doctrinas, aunque también, sino la actitud de uno y de otro ante el magisterio de la Iglesia. El católico lo acepta, el protestante no. Y si además es liberal, ni siquiera acepta la inerrancia doctrinal de las Escrituras. Que elijan, pues, lo que quieren ser aquellos que han empezado ya la campaña contra la posible nota de nuestros obispos sobre la teología de don Andrés Torres Queiruga.

Luis Fernando Pérez Bustamante

20 comentarios

  
Eleuterio
Me ha gustado el análisis que has hecho. Sobre todo es importante saber (y no olvidar) que los órganos que tiene la Iglesia católica están para trabajar en lo que les corresponde.

Si no lo hacen así, hay que decir que no lo hacen. De lo contrario sería otorgar (al callar)

Yo, la verdad, no iba a escribir nada sobre el caso, pero al haber leído, hoy mismo, un artículo que alaba mucho a Queiruga y leer las cosas que dice de según qué órganos y personas, no me ha quedado más remedio que escribir uno para mañana sobre el tema.

Pero, de todas formas, razón tienes más que un santo: cada cual que haga lo que le corresponda.
15/06/09 11:01 AM
  
Francisco José Delgado
El problema es la que le cae a un obispo cuando valientemente cumple su misión y mira por la fe de su grey. Entonces esos mismos que han filtrado lo de Queiruga llaman a sus medios, de BASTANTE dudoso sentido católico, y se encargan de defenestrar al que ha querido actuar a imagen del Buen Pastor.

Pasó con el caso Pagola. He escuchado a bastantes obispos alertar del dichoso librito, pero tuvo que ser D. Demetrio el que pusiera en juego su imagen y su bienestar personal al hablar en público.

El báculo de los obispos es como el cayado de los antiguos pastores. Ahora a muchos les gusta, haciendo alarde de un gusto espantoso, que los báculos sean de madera. Pues bien, el cayado del pastor no es para andar, sino un arma de defensa, para ahuyentar a las fieras que acechen al rebaño. El empeño de los obispos de asemejarse a la figura del pastor es encomiable, pero quiera Dios que tomen la figura al completo, de manera que cuando aparezcan las dentadas fieras, les arreen un bastonazo en los morros, y no huyan a refugiarse bajo el denso manto de lo políticamente correcto.
15/06/09 12:09 PM
  
Antígono
Lo peor de este asunto es que el mal (la confusión doctrinal si se prefiere) está hecho desde hace muchos años y, como bien señalas, quizás sea ya irreparable... El temor a las reacciones del mundo del país, la 6ª, etc.) llevan a revestir como prudencia lo que es mera cortedad de ánimo (por llamarlo suave). Los católicos tenemos derecho a que quienes tienen autoridad para ello, velen por la integridad del depósito que se les encomendó; corrigiendo fraternalmente, pero corrigiendo, porque si no causan más daño del que procuran evitar quedándose callados.
15/06/09 3:17 PM
  
Antígono
Lo peor de este asunto es que el mal (la confusión doctrinal si se prefiere) está hecho desde hace muchos años y, como bien señalas, quizás sea ya irreparable... El temor a las reacciones del mundo (del país, la 6ª, etc.) llevan a revestir como prudencia lo que es mera cortedad de ánimo (por llamarlo suave). Los católicos tenemos derecho a que quienes tienen autoridad para ello, velen por la integridad del depósito que se les encomendó; corrigiendo fraternalmente, pero corrigiendo, porque si no causan más daño del que procuran evitar quedándose callados.
15/06/09 3:18 PM
  
nachet
Bueno, pues veamos a ver lo que dice la comisión. Sería magnifico que al margen de que señalen los errores que consideren oportunos en aquello que lo merezca, sea a la vez un pequeño tratado de doctrina católica en esos puntos, con claridad y ortodoxia. Con frecuencia esos errores calan entre un público con lagunas de conocimiento de las bases de la fe cristiana, y estos documentos podrían hacer mucho bien para enseñar, además de sancionar lo sancionable.

Lo que sí es cierto es que Torres Queiruga es bastante mayor y lleva muchos años diciendo lo mismo ¿por qué este retraso en aprobar o censurar lo que corresponda?
15/06/09 3:27 PM
  
Dahrendorf
A ver lo que sucede... aunque como siempre llega tarde, después de muuuchos años de hacer mal.

Por cierto, un convento de monjas anglicanas de EE.UU se convierten al catolicismo en septiembre. Cuando he leido la noticia, no he podido dejar de acordarme del "padre" Alberto Cutié. Bravo, padre Cutié, mientras tantos y tantos se van, usted se une a ellos por razones glandulares....
15/06/09 3:40 PM
  
Foix
Espero que la Comisión se pronuncie con claridad sobre un teólogo cuya doctrina hace una violencia tan grande al Magisterio de la Iglesia y está conduciendo a muchos al error. Conozco muy bien cómo trabaja y qué capacidad tiene el reciente Presidente de la Comisión, el señor arzobispo de Granada, y no dudo de su buena doctrina y de su fino criterio. Y sé también que si hay alguna perla entre el estiércol, como decía Tertuliano [aurum ex estercori], el señor arzobispo sabrá verla y conservarla.
15/06/09 4:28 PM
  
Camino Iriarte
Y digo yo que si el borrador de la nota sobre el aborto y sobre los 50 años de manos unidas y sobre el libro de Torres Queiruga lo tienen sobre su mesa los señores obispos y sus secretarios, así como Vidal-Bastante, Atrio, Torres Queiruga y sus secretarias, ¿si lo pedimos a Martínez Camino no nos lo enviaría? Es que nos interesa el asunto. Y podríamos ayudarles. Es una asignatura pendiente, como dijo el Papa, que nuestros obispos tengan ayudantes no clericales o corporativistas ni enemigos progres con buenos conocimientos de lo que se cuece en los mundos internáuticos fieles a la Iglesia y a nuestros pastores.
15/06/09 6:18 PM
  
Blanca
Nachet, estaba mirando un libro que sacó SM-PPC hace 6 años, recopilando las lecciones magistrales que en una tal Cátedra, en la capilla del Chaminade de Madrid dieron sobre Cristología estas-os teólogas-os: Santiago Guijarro, Rafael Aguirre, Mercedes Navarro, Felisa Elizondo, Manuel Fraijó, Juan Antonio Estrada, Andrés Torres Queiruga, José Ignacio González Faus, Julio Lois, José María Castillo, y Milena Toffoli. Yo creo que en un Colegio Mayor lo que se puede y debe dar es Catecismo. Y charlas, lecturas y oración, complementarias al estudio del Catecismo.

La línea que Mons. Brugues indicó el otro día para los Seminarios http://infocatolica.com/blog/buhardilla.php/el-problema-de-los-seminarios-dos-modelo
es aplicable al resto de los fieles, jóvenes o mayores, que desean -y todos debiéramos desear- comenzar y recomenzar nuestra formación. Las especulaciones de los señores-as citados, incluso aquellos cuyas teologías no han sido expresamente desautorizadas, no pudieron hacer bien a ninguno de los asistentes. En cambio, el estudio del Catecismo, y de la Cristología allí explicada, con las lecturas y oración complementaria correspondientes, le hubieran hecho mucho bien. Aunque el ego de Lois, Guijarro, Toffoli y TorresQueiruga no hubiese salido tan engrosado.


15/06/09 9:54 PM
  
Yolanda
A todos los participantes.

Que la teología de ATQ no sea conforme al magisterio es algo que parece que la "autoridad competente" va a dirimir de un momento a otro; y, en efecto, parece bastante claro que,pese a us intento, la teología de ATQ se aparta en varios aspectos del magisterio. Lo ve cualquiera.

Pero todos insitís en el daño que puede haber hecho y en la difusión de ese presunto daño... ¿No será al revés? Suponer que dar conferencias sobre el catecismo en un colegio mayor hace más bien que charlas sobre cristología por teólogos "progreS" es mucho suponer: algunos ni se habrían acercado a escuchar más y más catecismo; muchos ya lo tienen conscientemente rechazado en muchos aspectos y están, sin embargo interesados en escuchar y leer algo que sustituya un catecismo ya rechazado, al menos parcialmente.

No creo qeu TQ y los demás citados cusen daños que no estuvieran ya causados
15/06/09 10:20 PM
  
Carmen
Yolanda:
Espero que Queiruga, caso de ser advertido, reconduzca su pensamiento. De manera que su teología sirva para explicarnos mejor aquello que es tan difícil de admitir en el catecismo.Suponiendo que eso sea así.

Yo leo el catecismo y acudo a las fuentes que cita. Y oye, ya no necesito a Queiruga. Quienes lo necesitan para seguir siniéndose católicos tendrán ahora una extraña sensación. Casi como que les han dado gato por liebre.

En fín, no es por disculpar, pero es que estos temas hacen mucho daño.
15/06/09 10:27 PM
  
Yolanda
Carmen: es que a mí mde da igual lo que TÚ pienses, yo no tengo extrañas sensaciones de gato por liebre, ni me siento dañada por TQ precisament. Daño sí me han hecho otras personas; gato por liebre me han dao otras personas. Pero vamos, que me da exactamente igual lo que TÚ en particular me vengas a decir a mí.
15/06/09 10:51 PM
  
Francisco José Delgado
Reducir la formación cristiana al Catecismo sería un error, es cierto. Pero tratar de hacer teología sin tener claros los principios de la fe, tal como se enseñan en el Catecismo es una temeridad. La Teología es fides quaerens intellectum, la fe que busca entender, y la fe se vive en la Iglesia que es Madre y Maestra. Si uno no tiene una fe ilustrada en la síntesis del catecismo, difícilmente podrá bregar en las arduas labores de la teología. El problema de estos teólogos es que han hecho una teología divulgativa que no ha afirmado metódicamente sus pilares, sino que se ha perdido en arquivoltas retóricas mal fundamentadas. Realmente lo que sí han dejado claro son los puntos del disenso con el Magisterio, con lo cual es evidente el daño que han causado. Además, han hecho gala de una habilidad especial para comunicar estos errores a la gente, que se ha empapado de ellos hasta hacer una capa cultural del cristiano "del montón". El tema del sacerdocio femenino, del celibato, de la moral de la Iglesia en temas de vida, sexualidad, doctrina social, las formas de piedad, la oración, los sacramentos, la relación con otras religiones, y un largo etc. de temas en los que todos habremos oído innumerables errores sostenidos con la soberbia ignorancia propia de estos tiempo, han sido desarrollados por estos pseudo-teólogos con una habilidad pasmosa (aquello de los hijos de las tinieblas y los hijos de la luz). Si esas fuerzas se hubieran gastado en extender el mensaje del Evangelio sin adulterar, otro gallo nos cantaría.

Además, ¡qué narices! los seguidores de Queiruga, a los que les importa un pimiento lo que diga el Magisterio (quizá lo mismo que al teólogo), deberían alegrarse, porque ahora reeditarán todas sus obras y las expondrán en los estantes de novedades en las librerías de los mercaderes de heterodoxia.

Lo que tenemos que hacer los que amamos a la Iglesia es rezar para que a Queiruga el Espíritu Santo le fortalezca la virtud de la humildad, de manera que volviendo al sendero de la verdad comience a servir a la Iglesia con verdadero fruto.
15/06/09 11:22 PM
  
Blanca
No entiendo que no se lea lo que ha dicho Brugues siquiera. Hay que estudiar el Catecismo. No he dicho sólo el Catecismo. En el Catecismo se citan muchos otros lugares, de la Biblia, del Magisterio, lecturas espirituales y doctrinales. ¿Qué cosa mejor se puede ofrecer a los estudiantes de un Colegio Mayor que clases de catecismo? ¿Y por qué lo han de haber rechazado? ¿Y si lo han rechazado, por qué van a recibir mejor la palabra de los pesadísimos Lois o Tamayo que la palabra del Papa y del Catecismo? Tengo varios familiares y amigos en colegios mayores y no han rechazado ni la fe ni el catecismo ni la práctica religiosa. Olvidemos complejos. ¿Quien de nosotros no tiene necesidad de rezar las mismas oraciones de siempre, y releer los buenos libros de siempre y creer la fe que creyeron nuestros padres? ¿Qué es evangelizar entonces? ¿Y qué dijo Jesús a sus discípulos antes de subir al Cielo?
16/06/09 12:00 AM
  
Luis López
Como San Agustín, "creo para entender". Primero el catecismo, luego la teología. El Catecismo es una herramienta utilísima para no perderse en los sofismas y las especulaciones contrarias al Magisterio de muchos teólogos. Cada vez que leo y libro de teología, tengo cerca el Catecismo para discernir si los textos que leo son o no contrarios al Magisterio. Y un teólogo católico, cada vez que redacta un libro o un artículo, debe tenerlo como fuente fundamental, so riesgo de dejar de ser un teólogo católico.
16/06/09 9:31 AM
  
Carmen
Yolanda:
Estoy hasta las narices de tu prepotencia. De verdad, chica, no merece la pena dialogar contigo. Eres de piñón fijo, si al menos le pusieras un poco de aceite, dejaría de chirriar de continuo.

Las chulerías castizas me las meriendo con chocolate. Que Dios te bendiga.
16/06/09 3:31 PM
  
asun
Pues yo espero que haya personas inteligentes y buenas en el magisterio que sepan diferenciar lo fundamental de lo discutible y sepan compatibilizar la máxima pluralidad posible dentro de la unidad de la fe.
También espero que TQ demuestre que sigue siendo cristiano y católico.
Y que se puedan admitir diversas perspectivas ortodoxas.
Y si no, pues seguirá siendo verdad que hay muchas personas que sólo se acercan a Jesús gracias a este tipo de teólogos. Los que no crean en él, que lo digan y punto. Pero no parece éste el caso.
16/06/09 5:39 PM
  
asun
Primero el Evangelio, luego la teología.
16/06/09 5:40 PM
  
Luis Fernando
asun, me pregunto a qué Jesús se acercan esas personas que dices. Me temo que no es al Jesús de las Escrituras ni al Jesús de la Iglesia. Y si no se confiesa el Jesús de la Iglesia, no se confiesa al verdadero Jesús.
16/06/09 7:25 PM
  
nachet
Yolanda, creo que tu percepción de algunas personas con respecto al catecismo "muchos ya lo tienen conscientemente rechazado en muchos aspectos" se refiere a personas de una cierta edad y formación, o al menos yo así lo veo. Lo cierto es que entre la gente joven percibo que en realidad lo que hay es un enorme desconocimiento sobre aspectos básicos de la fe. De hecho, como catequista de confirmación (y se supone que los adolescentes que acuden lo hacen con un cierto grado de inquietud) lo que veo es una falta grave de formación básica (por ejemplo: cuales son los mandamientos, cuales las bienaventuranzas, cuales son los pecados capitales o las virtudes toelogales, qué es la caridad, cuales son y qué significados tienen los sacramentos, ¡cuales son los doce apostoles! aspectos básicos de la vida de Jesús o de la Ley mosaica que modificó, etc).

las especulaciones teológicas (sean o no ortodoxas), son como la guinda de la tarta. Están bien para personas, como la lista que da Blanca, formadas en la fe y con conocimientos de teología (a algunos de ellos lee divierte además hacer de enfants terribles de la jerarquía, a menudo sin pararse a pensar en las consecuencias), pero para el común, en realidad, lo que se hace más urgente es, precisamente, más catecismo. Una vez formados con sólidas bases doctrinales, que están actualmente por los suelos entre la juventud y lo que no es tanta juventud, ya podemos discutir sobre cosas más abstractas o teóricas.
16/06/09 8:33 PM

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