Extra Ecclesiam Nulla Salus, breve historia del desarrollo del dogma

Nota: Para descargar este artículo en PDF clic AQUI

Fuera de la Iglesia no hay salvación, es uno de los dogmas que suelen presentar más dificultades en su comprensión tanto para católicos como para no católicos, algunos de los cuales piensan que el dogma ya no tiene vigencia, mientras que otros lo interpretan de manera rigorista incluyendo en la sentencia inclusive a aquellos que nunca escucharon el evangelio.

Primeramente trataré la doctrina básica tal cual la explica el Catecismo Católico, posteriormente haré referencia a algunas de las definiciones dogmáticas del Magisterio, y posteriormente resumiré brevemente las reflexiones de teólogos, Papas y doctores de la Iglesia a lo largo de la historia anteriores al Concilio Vaticano II.

Debido a que el tema es bastante extenso no podré abarcar todo lo que quisiera y me limitaré a mencionar aquellas contribuciones que considero más importantes, sin embargo, quienes deseen profundizar todavía más, les invito a consultar las siguientes obras, con las cuales me he documentado para desarrollar el presente resumen:

¿Hay salvación fuera de la Iglesia?, por Francis A. Sullivan

La salvación en las religiones no cristianas, por Prudencio Damboriena

Explicación del dogma Extra Ecclesiam Nulla Salus en el Catecismo de la Iglesia:

La enseñanza de la Iglesia respecto a esta verdad de fe está resumida en el Catecismo de la Iglesia católica de la siguiente manera:

“Fuera de la Iglesia no hay salvación”

846 ¿Cómo entender esta afirmación tantas veces repetida por los Padres de la Iglesia? Formulada de modo positivo significa que toda salvación viene de Cristo-Cabeza por la Iglesia que es su Cuerpo:

El santo Sínodo… basado en la Sagrada Escritura y en la Tradición, enseña que esta Iglesia peregrina es necesaria para la salvación. Cristo, en efecto, es el único Mediador y camino de salvación que se nos hace presente en su Cuerpo, en la Iglesia. Él, al inculcar con palabras, bien explícitas, la necesidad de la fe y del bautismo, confirmó al mismo tiempo la necesidad de la Iglesia, en la que entran los hombres por el bautismo como por una puerta. Por eso, no podrían salvarse los que sabiendo que Dios fundó, por medio de Jesucristo, la Iglesia católica como necesaria para la salvación, sin embargo, no hubiesen querido entrar o perseverar en ella (LG 14).

847 Esta afirmación no se refiere a los que, sin culpa suya, no conocen a Cristo y a su Iglesia:

Los que sin culpa suya no conocen el Evangelio de Cristo y su Iglesia, pero buscan a Dios con sincero corazón e intentan en su vida, con la ayuda de la gracia, hacer la voluntad de Dios, conocida a través de lo que les dice su conciencia, pueden conseguir la salvación eterna (LG 16; cf DS 3866-3872).

848 “Aunque Dios, por caminos conocidos sólo por Él, puede llevar a la fe, ’sin la que es imposible agradarle’ (Hb 11, 6), a los hombres que ignoran el Evangelio sin culpa propia, corresponde, sin embargo, a la Iglesia la necesidad y, al mismo tiempo, el derecho sagrado de evangelizar” (AG 7).

Definiciones del dogma de parte del Magisterio de la Iglesia

El Papa Inocencio III en el año 1208 impone a los valdenses una confesión de fe:

“Creemos de todo corazón y profesamos con nuestros labios una sola Iglesia, no la de los herejes, sino la santa Iglesia Romana, católica y apostólica, fuera de la cual creemos que nadie puede salvarse [1]

Cuarto concilio Lateranense en el año 1215 en contra de los albigenses define:

“Y hay una sola Iglesia universal de los fieles, fuera de la cual no se salva absolutamente nadie[2]

El Papa Bonifacio VIII, en su bula Unam Sactam en el año 1302 escribe:

“Por imperativo de la fe estamos obligados a creer y sostener que hay una santa Iglesia católica y apostólica. Nosotros la creemos firmemente y abiertamente la confesamos. Fuera de ella no hay salvación ni remisión de los pecados[3]

“Por consiguiente, declaramos, afirmamos, definimos y pronunciamos que el someterse al Romano Pontífice es a toda creatura humana absolutamente necesario para la salvación[4]

El Concilio de Florencia en el año 1442 en su decreto para los Jacobitas (profesión de fe para la reconciliación de varios grupos monofisitas) reitera:

“(La Iglesia romana) cree firmemente, confiesa y predica que ninguno que esté fuera de la Iglesia católica, no sólo pagano, sino aún judío o hereje o cismático, podrá alcanzar la vida eterna; por el contrario, que irán al fuego eterno que está preparado para el diablo y sus ángeles, a menos que antes de morir sean agregados a ella…Y que por muchas limosnas que haga, aunque derrame su sangre por Cristo, nadie puede salvarse sino permaneciese en el seno y en la unidad de la Iglesia Católica[5]

El Papa Pío IV, en su bula Iniunctum nobis conocida como la Profesión de fe del Concilio de Trento (año 1564) vuelve a repetir:

“…esta verdadera fe católica fuera de la cual nadie puede salvarse[6]

El Papa Pío IX, en su alocución Singulari quadam año 1854:

“Hemos de admitir por la fe que nadie puede salvarse fuera de la Iglesia Apostólica Romana; que ella es la única arca de salvación; quien no entrare en ella, perecerá en el diluvio” [7]

El mismo Papa Pio IX en su encíclica Quanto conficiamur moerore año 1863:

Bien conocido es también el dogma católico, a saber, que nadie puede salvarse fuera de la Iglesia Católica[8]

Polémica alrededor del dogma

De parte de protestantes, es bastante atacado este dogma desde varios flancos:

Unos lo usan para atacar la infalibilidad papal alegando que la doctrina católica en este punto ha cambiado sustancialmente y es por tanto contradictoria. Objetan que primeramente se sostenía que nadie podía salvarse fuera de la Iglesia, y ahora se dice lo contrario.

Otros más perspicaces que los anteriores entienden que el dogma no ha sufrido cambios sustanciales y por tanto sigue inconmovible. Lo rechazan como una pretensión arrogante de la Iglesia de monopolizar la salvación que para ellos se consigue mediante la “Sola Fe” en Cristo.

De parte de tradicionalistas, hay tendencias que aferrándose a la interpretación rigorista del dogma lo interpretan de forma literal y absoluta de la salvación inclusive a aquellos que por ignorancia invencible nunca llegaron a escuchar el evangelio. Algunos inclusive cayendo en sedevacantismo llegan al extremo de señalar herético al Concilio Vaticano II y a los Papas que le siguieron.

De parte de progresistas, se rechaza el dogma como una definición obsoleta, y cayendo en indiferentismo religioso consideran a todas las religiones como caminos válidos de salvación.

¿Desarrollo o evolución del dogma?

Ahora bien, ante los ataques tanto del protestantismo como de algunos tradicionalistas, uno podría verse tentando a pensar que efectivamente la Iglesia Católica ha cambiado sustancialmente su doctrina en este punto, pues algunas definiciones dogmáticas parecen no dejar lugar a excepciones cuando afirman tajantemente que nadie se salva fuera de la Iglesia, mientras que otras parecen señalar lo contrario.

No puede hablarse aquí de que el dogma ha “evolucionado”, pues el concepto mismo de la palabra evolución implica la transformación o cambio de algo en otra cosa distinta. Aplicar este término a la doctrina cristiana implicaría caer en el relativismo de afirmar que algo que es verdad hoy puede dejar de ser verdad mañana, noción que ha sido rechazada por el Magisterio[9]. Lo que reconoce la doctrina católica como legítimo es el desarrollo de la doctrina cristiana, la cual es definido como el crecimiento en profundidad y claridad del entendimiento de las verdades de la divina revelación, pero permaneciendo inmutable la sustancia en el núcleo de cada doctrina.

En este sentido el término desarrollo de diferencia de evolución en que cuando algo o alguien se desarrolla, no cambia sustancialmente ni deja de ser lo que es. Imagine por ejemplo, un dinosaurio que evoluciona en un animal del presente, luego de evolucionar ya no pertenece a la misma especie y no es más lo que era, pero un niño que se desarrolla y llega a ser un hombre, aunque distinto, sigue siendo el mismo ser humano. El mismo ejemplo puede colocarse con una semilla que llega a convertirse en un frondoso árbol: aunque distinta sigue siendo el mismo ser.

A este respecto el Concilio Vaticano I declara:

“El sentido de los dogmas sagrados que una vez declaró la santa madre Iglesia, hay que mantenerlo perpetuamente, y jamás puede uno apartarse de ese sentido, so pretexto o en nombre de una más profunda inteligencia. Crezca, pues..,y progrese amplia e intensamente la inteligencia, la ciencia y la sabiduría de cada uno como de todos, de los particulares como de la Iglesia universal, según el grado propio de cada edad y de cada tiempo: pero manteniéndose siempre su propio género esto es, en el mismo dogma, en el mismo sentido, en la misma sentencia” [10]

En este contexto donde es necesario afirmar que no ha habido un cambio sustancial en cuanto al dogma “fuera de la Iglesia no hay salvación”, pero antes de entrar de lleno en el tema es oportuno citar la declaración Mysterium Ecclesiae de 1973 donde la Congregación para la Doctrina de la Fe aclara la distinción entre lo sustancial de una verdad de fe y su expresión histórica:

“Las dificultades (en la transmisión de la revelación divina por la Iglesia) surgen también de la condición histórica que afecta la expresión de la revelación. En relación a esta condición histórica, debe observarse en primer lugar que el significado de los pronunciamientos de fe depende en parte del poder expresivo del lenguaje usado en un determinado momento histórico y en circunstancias particulares. Más aún a veces ocurre que alguna verdad dogmática se expresa primeramente de modo incompleto (pero no falso), y en un momento posterior, cuando se la considera en un contexto más amplio de fe o de saberes humanos, recibe una expresión más completa y perfecta” [11]

La Iglesia respecto a la salvación de las personas en los tiempos anteriores a la venida de Cristo.

Si revisamos lo que sostenían a este respecto los primeros padres, veremos que todos coincidían en que Dios había dispuesto medios para la salvación para todos en la era precristiana, inclusive aquellos que no pertenecían al pueblo elegido. Aunque explicado de diversos modos, sostenían que aquellos que se salvaban, lo hacían a través de Cristo. Algunos extractos relevantes a continuación:

Justino Mártir

“Evidentemente, cada uno se salvará por su propia justicia, dije también que se salvarán igualmente los que hubieren vivido conforme a la ley de Moisés. En la ley de Moisés, en efecto, se mandan algunas cosas por naturaleza buenas y piadosas y justas, que han de hacer lo que creen; otras, que practicaban los que estaban bajo la ley, están escritas con miras a la dureza de corazón del pueblo. Así, pues, los que cumplieron lo que universal, natural y eternamente es bueno, fueron agradables a Dios, y se salvarán por medio de Cristo en la resurrección, del mismo modo que los justos que les precedieron, Noé, Enoc y Jacob y cuantos otros hubo, juntamente con los que reconocen a este Cristo por Hijo de Dios” [12].

“Algunos, sin razón, para rechazar nuestra enseñanza, pudieran objetarnos que, diciendo nosotros que Cristo nació hace sólo cincuenta años bajo Quirino y enseño su doctrina más tarde, en tiempo de Poncio Pilato, ninguna responsabilidad tienen los hombres que le precedieron. Adelantémonos a resolver esta dificultad. Nosotros hemos recibido la enseñanza de que Cristo es el primogénito de Dios, y anteriormente hemos indicado que Él es el Verbo, de que todo el género humano ha participado. Y así, quienes vivieron conforme al Verbo, son cristianos, aun cuando fueron tenidos por ateos, como sucedió entre los griegos con Sócrates y Heráclito y otros semejantes, y entre los bárbaros con Abrahán, Ananías, Azarías y Misael, y otros muchos cuyos hechos y nombres, que sería largo enumerar por ahora” [13]

Clemente de Alejandría

“Dios cuida de todos, dado que es el Señor de todos. Y es el Salvador de todos; no se puede decir que es Salvador de unos y no de otros. Como cada uno se dispuso a recibirla, Dios distribuyó su bendición tanto a los griegos como a los bárbaros y en su momento fueron llamados los que estaban predestinados a estar entre los fieles elegidos”[14]

Orígenes

“¿Luego ahora, después de tantos siglos, se ha acordado Dios de juzgar la vida humana, y nada le importó antes?. A esto diremos no haber habido jamás tiempo en que Dios no quisiera juzgar la vida humana, sino que siempre cuidó de ello, dando ocasiones de practicar la virtud para corrección del anima racional. Y es así que en todas las generaciones, descendiendo la sabiduría de Dios a las almas que halla santas, hace amigos de Dios y profetas[15]

Juan Crisóstomo

“Por eso, cuando los paganos nos pongan esta objeción: ¿Qué hacía Cristo cuando no se ocupaba del género humano? ¿Por qué tras habernos olvidado durante largo tiempo vino a procurarnos la salvación sólo al final de los tiempos?, les contestaremos que Él estaba en el mundo ya antes de su venida entre los hombres, que desde la eternidad pensaba en las obras que habría de realizar y que era conocido por todos aquéllos que eran dignos de conocerlo.

Y si entonces decís que no era conocido, pues no lo era por todos, sino sólo por los hombres probos y virtuosos, por la misma razón deberías decir que tampoco ahora es adorado por los hombres, pues muchos de ellos no tienen noticia de Él”
[16]

Agustín de Hipona

“Por lo tanto, desde el principio del género humano, cuantos en Él creyeron, cuantos de algún modo le entendieron y vivieron justa y piadosamente según sus preceptos, por Él se salvaron sin duda alguna, dondequiera y como quiera que hayan vivido…En tal forma, la salud de esta religión por la que exclusiva, verdadera y verazmente se promete la auténtica salvación, no faltó a nadie que fuese digno de ella. Y si a alguno le faltó, él no fue digno de recibirla”[17]

Respecto a la salvación de los no cristianos en los primeros tres siglos

Sin embargo ya en la era cristiana nos encontramos con una situación diferente: La Iglesia instituida obedeciendo el mandato de Jesús de predicar el evangelio a todas las naciones:

“Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará”[18].

Estas palabras de Cristo sentencian la condenación para aquellos que recibiendo el mensaje evangélico lo rechacen apartándose de la verdad. Es en este contexto donde encontramos los textos de los primeros padres San Ignacio, San Ireneo de Lyon, Orígenes y San Cipriano, en los cuales habla de personas excluidas de la salvación por estar fuera de la Iglesia, pero un examen cuidadoso de los textos y su contexto revela que se referían a aquellos a quienes juzgaban culpables de la separación, específicamente por pecados de herejía o cisma. No se puede encontrar referencia alguna respecto a aquellos que no habían recibido el mensaje.

Ignacio de Antioquía

“No os engañéis, hermanos míos: si alguno sigue al que se separa no heredará el reino de Dios. El que camina en sentencia ajena, ese tal no se conforma a la Pasión”[19]

Ireneo de Lyon

“En la Iglesia Dios ha puesto apóstoles, profetas, maestros y todos los demás dones del Espíritu, que no comparten aquellos que no se apresuran a la Iglesia, sino que se autoexcluyen de la vida, por una mente perversa y un modo de actuar aún peor. Porque donde está la iglesia, está el Espíritu de Dios, y donde está el Espíritu de Dios está la iglesia y toda gracia” [20]

Orígenes

“Así que nadie se persuada, que nadie se engañe: fuera de esta casa, esto es, fuera de la iglesia, nadie se salva. Si alguien sale, es responsable de su propia muerte [21]

Cipriano de Cartago

Que no piensen que el camino de la vida o la salvación existe para ellos, si han rehusado obedecer a los obispos y presbíteros, dado que el Señor dice en el libro del Deuteronomio: ‘Si alguno procede insolentemente, no escuchando al sacerdote ni al juez, ese hombre morirá’. Y entonces se les mataba con la espada…pero ahora, os orgullosos e insolentes son muertos con la espada del Espíritu cuando son arrojados fuera de la Iglesia. Porque no pueden vivir fuera, ya que sólo hay una casa de Dios, y no puede haber salvación para nadie si no es en la Iglesia” [22]

“Y no puede servir para la salvación al hereje ni el bautismo de la confesión pública ni el de sangre, porque no hay salvación fuera de la Iglesia” [23]

“Quién separándose de la Iglesia, se une a una adúltera, se separa de las promesas de la Iglesia, y no alcanza los premios de Cristo quien abandona su Iglesia. Éste se convierte en un extraño, un sacrílego y un enemigo. No puede ya tener a Dios por padre quien no tiene a la iglesia por madre”[24]

“Mientras estás todavía en este mundo, nunca es demasiado tarde para el arrepentimiento. Incluso a las puertas de la muerte puedes pedir perdón por tus pecados, apelando al único Dios verdadero. Porque la bondad de Dios concede la absolución para la salvación al creyente, para pasar de la muerte a la inmortalidad. Es Cristo quien concede esta gracia”[25]

Respecto a la salvación de los no cristianos a partir del siglo IV

Ya en el siglo IV la situación de la Iglesia comienza a cambiar. La persecución de los cristianos acaba con los edictos de los emperadores Galerio (311) y Constantino (313), y el cristianismo es declarado por el emperador Teodosio I[26] como al religión oficial del imperio.

El juicio de culpabilidad a los cristianos cismáticos por situarse voluntariamente fuera de la Iglesia es aplicado también acá a los judíos y paganos, en un contexto donde se presupone que para ese entonces el mensaje del evangelio ha sido proclamado en todo el mundo conocido y todos habían tenido suficientes oportunidades para aceptarlo. El juicio negativo se basaba aquí en el presupuesto de que a todos había sido predicado el mensaje cristiano de manera suficientemente como para ser capaces de comprender la verdad, por lo que aquellos que se negaban a aceptarla estaban voluntariamente rechazándola excluyéndose del reino de Dios.

Que algunos fueran excluidos de la salvación no era considerado, en ningún caso, como un designio arbitrario de Dios. Quienes se condenaban no era porque Dios quisiera que no se salvaran, sino porque habían rechazado los medios que Dios había puesto a su disposición para ello.

Ambrosio de Milán

Si alguien no cree en Cristo se priva a sí mismo de sus beneficios universales, como si alguien negase la entrada a los rayos del sol cerrando su ventana. Porque la misericordia del Señor ha sido derramada por la Iglesia a todas las naciones; la fe ha sido distribuida a todas las gentes[27]

Juan Crisóstomo

“No se debería creer que la ignorancia excusa a los no-creyentes…Cuando eres ignorante de lo que puede ser conocido fácilmente, debes sufrir el castigo…Cuando hacemos todo lo que está en nuestro poder, en materias que desconocemos, Dios nos tenderá su mano; pero si no hacemos lo que podemos, no disfrutaremos de la ayuda de Dios…Así que no digáis: ‘¿Cómo es que Dios ha abandonado a ese pagano sincero y honesto?’. Te darás cuenta de que no ha sido realmente diligente en la búsqueda de la verdad, dado que lo relativo a la verdad está ahora más claro que el sol. ¿Cómo obtendrán perdón los que, viendo la doctrina de la verdad derramada ante ellos, no hacen esfuerzo para conocerla?. Porque ahora el hombre de Dios es proclamado a todos…Es imposible que nadie esté atengo en la búsqueda de la verdad sea despreciado por Dios”[28].

La influencia de Agustín de Hipona

A pesar de que reconocía la posibilidad de salvación para los no cristianos por la fe implícita en Dios en los tiempos anteriores a la venida de Cristo, fue rigorista en cuanto a la imposibilidad de salvación de éstos en los tiempos del Nuevo Testamento.

Se sabe que Agustín se da cuenta de la existencia de tribus y pueblos en África fuera de los límites del imperio romano que nunca habían recibido la predicación[29]. A estos no podía atribuírseles haberse situado “culpablemente” fuera de la Iglesia, por lo era de esperar que el santo usara el mismo criterio que aplicó a aquellos que vivieron en tiempos anteriores a la venida de Cristo. Sin embargo les excluye de la posibilidad de salvación, primero sosteniendo que si Dios negaba la fe a alguien era porque preveía que si le era ofrecida la persona la rechazaría, y posteriormente alegando que por la pena contraída por el pecado original, era suficiente para justificar a Dios en la condena, no sólo de los niños que morían sin el bautismo sino también de los adultos que morían en la ignorancia de la fe cristiana.

No pudo encontrar ninguna solución en cuanto a la posibilidad de salvación de aquellos que mueren sin el bautismo y fuera de la Iglesia, aun así no se podría reprochar al santo aquello que solo sería plenamente aclarado por el desarrollo teológico posterior.

Los discípulos de Agustín

Entre los distintos discípulos de Agustín hubo quienes se situaron en su misma línea y quienes supieron apartarse en estos puntos problemáticos.

Uno que siguió su línea fue San Fulgencio, obispo de la ciudad de Ruspe (al norte de África), quien por apegarse demasiado en estos puntos a San Agustín llegó a negar la voluntad salvífica universal de Dios que quiere todos los hombres se salven:

Si fuera verdad que Dios quisiera universalmente que todos se salvaran y vinieran al conocimiento de la verdad ¿cómo es que esa Verdad ha escondido a algunos hombres el misterio de su conocimiento? Seguramente, a aquellos que denegó tal conocimiento, también les deniega la salvación…Por tanto, él quiso salvar a aquellos a los que dio el conocimiento del misterio de salvación y no quiso salvar a aquellos a los que denegó el conocimiento del misterio salvífico. Si hubiera querido la salvación de ambos, hubiera concedido el conocimiento de la verdad a los dos” [30]

Sin embargo, otro de sus discípulos, San Próspero de Aquitania, se mostró capaz de discernir entre la doctrina esencial de Agustín respecto a la primacía de la gracia y algunas de las consecuencias que creyó derivaban de este principio. Por tanto, afirma a diferencia de San Fulgencio que Dios si quiere que todos los hombres se salven, al mismo tiempo que admite que el caso de los niños que mueren en el bautismo sigue siendo para él un misterio insoluble que deja a la misericordia de Dios.

Respecto al problema de aquellos que mueren como no creyentes por nunca haber escuchado el evangelio escribe:

“No hay razón para dudar que Jesucristo Nuestro Señor murió por los no creyentes y pecadores. Si hubiera habido alguno que no perteneciera a estos, entonces Cristo no habría muerto por todos. Pero Él murió por todos los hombres sin excepción…[31]

“Puede ser verdad que, lo mismo que sabemos que en tiempos antiguos algunos no fueron admitidos a la dignidad de hijos de Dios, también hoy, en las partes más remotas del mundo, hay algunas naciones que no han visto aún la luz de la gracia del Salvador. Pero no tenemos duda de que en el designio escondido de Dios, ha sido establecido también para ellos un momento de llamada, en el que escucharán y aceptarán el evangelio que ahora permanece desconocido para ellos. Incluso ahora reciben esa cantidad de ayuda general que los cielos han concedido siempre a todo hombre” [32]

“…creemos con total confianza en la bondad de Dios que ‘quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad’. Debemos sostener esto como su voluntad inmutable desde la eternidad, que se manifiesta en los diversos grados en los que él, en su sabiduría, elige aumentar sus dones generales con favores especiales”[33]

Tomás de Aquino

Santo Tomás al igual que los teólogos medievales consideraban que el caso de aquel que no había tenido oportunidad de escuchar el evangelio era algo excepcional, por lo cual para él un caso así tenía que ser como el de un niño criado en la selva o entre las bestias. Para este tipo de casos afirma Dios no dejaría a una persona sin los medios necesarios para su salvación siempre que haga todo lo que esté en su mano con la gracia recibida, para que de este modo pudiera antes de finalizar su vida llegar a una fe explícita:

“Si se habla de que el hombre puede algunas cosas sin el auxilio de la gracia, está obligado a muchas cosas que no puede realizar sin la ayuda de la gracia reparadora, por ejemplo, a amar a Dios y al prójimo, e igualmente a creer los artículos de la fe. Pero todo ello puede hacerlo con el auxilio de la gracia. Este auxilio de la gracia, a cuantos se les da divinamente, se les da por misericordia; pero a quienes se les niega, se les niega por justicia, en castigo de algún pecado anterior, por lo menos del pecado original, como afirma San Agustín en De corrept. et gratia” [34]

El descubrimiento del Nuevo Mundo y el aumento sobre la reflexión teológica sobre el dogma

Con el descubrimiento de América los teólogos se plantean que los casos de aquellos que no han escuchado el evangelio no son tan pocos ni excepcionales como podían pensar, pues estaban ante una situación donde incontables personas habían estado viviendo sin conocer el evangelio sin culpa propia por más de 1500 años.

La solución hasta el momento presentada por Santo Tomás no resultaba suficientemente satisfactoria, pues era muy difícil conciliar como poblaciones enteras de un continente sin escuchar nunca una predicación podían llegar a una fe explícita. Es aquí donde Melchor Cano O.P[35] aun siguiendo la línea de Santo Tomás va un paso más allá y llega a la conclusión de que para aquellas personas de buen corazón que colaboraban con la gracia que recibían les era suficiente hacer un acto de fe implícita como se describe en Hebreos 11,6. Una solución similar sostuvo Domingo de Soto O.P[36].

El protestantismo, ajeno al dogma, pero profesando que nadie podía salvarse sin confesar su fe en Cristo, había resuelto la situación de los nativos americanos que murieron sin escuchar del evangelio de forma mucho más sencilla: todos al infierno. Para Juan Calvino por ejemplo, Dios había predestinado a la condenación eterna a aquellos que estaban privados del conocimiento del evangelio. Si Dios no les concedió la revelación era porque les había abandonado a su maldad, y nadie podía cuestionar esto porque era parte del “designio inescrutable” de Dios. Es en este contexto donde Albert Pigge oponiéndose al rigorismo calvinista sostiene que la providencia de Dios fija diferentes tiempos para la promulgación del evangelio a los distintos grupos de personas, y a todos proporciona medios para salvarse:

“Esto es completamente cierto: que es imposible establecer el mismo tiempo por el que se puede decir, o podría decirse nunca, que el Evangelio fue suficientemente promulgado a todo el mundo. Porque Dios no ha determinado el mismo tiempo para la llamada a todas las naciones. Dado que incluso ahora, en muchas regiones del mundo, hay muchas naciones donde la luz del Salvador no ha brillado, y un número cada vez mayor a los que esta luz está sólo empezando a iluminar a través de los misioneros. No puede haber duda de que tales personas están en las mismas condiciones que estaba Cornelio antes de ser instruido en la fe por Pedro[37]

El aporte de Roberto Belarmino

San Roberto Belarmino[38] abordó el caso de las personas que nunca escucharon el evangelio a lo que explica que el designio salvífico universal de Dios proporciona a todo el mundo la posibilidad de salvarse, al menos en algún momento y lugar.

“Decimos ‘en algún momento o lugar’, porque no determinamos si esa ayuda es asequible en cualquier momento de la vida de una persona…Decimos que no hay nadie que no reciba, en algún momento, esa ayuda. Después decimos ‘mediata o inmediatamente’ porque creemos que aquellos que tienen uso de razón reciben inspiraciones santas de Dios, y así, sin otra mediación, tienen gracia capacitante, y si cooperan con ella, pueden disponerse para la justificación; y, finalmente, llegar a la salvación [39]

“La gente que aún no se ha predicado el evangelio, pueden conocer la existencia de Dios mediante las criaturas, y así pueden ser movidas por la gracia previniente para creer que Dios existe y recompensa a aquellos que le buscan, y a partir de esa fe pueden ser luego llevados por Dios que les guía y ayuda, a oraciones y obras de caridad, y de esta forma pueden obtener, mediante la oración, una mayor luz de fe, que Dios fácilmente les comunicará, por sí mismo, o a través de la mediación de hombres o ángeles”[40]

Una solución similar sostuvo Francisco Suárez[41].

Desarrollo del concepto de la ignorancia invencible hasta el Concilio Vaticano II

Así comienza a desarrollarse en la Iglesia la consciencia de que hay muchos que están en cierto estado en el cual no se les puede considerar culpables por su separación de la Iglesia Católica.

El aporte de Juan de Lugo S.J.

Si bien De Lugo[42] sostuvo en esencia lo mismo que Belarmino y Suarez, desarrolló más allá el concepto de ignorancia invencible aplicándolo no solo a aquellos que nunca escucharon el evangelio, sino también a quienes el evangelio no había sido predicado de manera eficiente como para moverlos eficazmente a la conversión. Distingue entre la situación del heresiarca que se aparta de la Iglesia por su pertinacia de la de aquel que nace dentro de un cisma o en alguna secta herética y que no ha tenido manera de darse cuenta de que está en el error.

“Aquellos que no creen con la fe católica pueden dividirse en diversas categorías. Hay algunos que, aunque no creen todos los dogmas de la religión católica, reconocen al único Dios verdadero; estos son los Turcos y todos los musulmanes, así como los judíos. Otros reconocen al Dios trino y a Cristo, como hacen la mayoría de los herejes…Ahora bien, si esas gentes están excusadas del pecado de infidelidad por ignorancia invencible, pueden salvarse [43]

Alguien que es bautizado siendo niño por herejes, y es criado por ellos en una falsa doctrina, cuando alcanza la edad adulta, podría no ser culpable durante un tiempo de pecado contra la fe católica, dado que no le ha sido presentada en una forma suficiente como para obligarle a aceptarla. Sin embargo, si la fe católica le fuera propuesta posteriormente de una manera suficiente como para obligarle a su aceptación, y a abandonar los errores contrarios a ella, y él todavía persistiera en su error, entonces sería hereje” [44]

Giovanni Perrone, S.J.

El aporte de Giovanni Perrone[45] es similar a los anteriores al reafirmar por un lado el dogma, pero por el otro enfatizar que este se refiere a aquellos que están culpablemente en estado de separación de la Iglesia.

“Para aquellos que mueren en un estado culpable de herejía, cisma o increencia, no puede haber salvación; en otras palabras, no se puede obtener salvación fuera de la Iglesia Católica. Entonces, como se deduce de la forma en que se enuncia la proposición, hablamos sólo de aquellos que están culpablemente en estado de herejía, cisma o increencia. En otras palabras, hablamos sólo de sectarios formales, no meramente materiales. Los últimos lo son por haber sido criados desde la infancia en errores y prejuicios, y no sospechan que se encuentran realmente en herejía o cisma, o si tal sospecha surge en sus mentes, buscan la verdad con todo su corazón y con mente sincera. Dejemos a tales personas al juicio de Dios, porque él es el que ve dentro y examina los pensamientos y los caminos del corazón. Porque la bondad y misericordia de Dios no permiten que nadie que no es culpable de una falta deliberada, sufra tormentos eternos en el infierno. Afirmar lo contrario estaría en contra de la enseñanza explícita de la Iglesia” [46]

“Pertenece a la divina providencia ofrecer medios suficientes para la salvación de todos los hombres. En virtud del hecho de que Dios quiere que todos los hombres se salven, y que nadie puede salvarse sin fe, Dios concede a todo el que no ponga un obstáculo –y a veces incluso a aquellos que lo hacen, porque esta gracia no es merecida- por su misericordia, y en virtud de los méritos de Cristo, bien una iluminación sobrenatural interna o revelación, o bien hace que reciban instrucción de otros sobre la fe: y de esa forma pueden ser justificados y salvarse. Además este modo de actuar de Dios no ha de ser considerado como milagroso, porque pertenece a la providencia sobrenatural ordinaria de Dios” [47]

El Papa Pio IX

Es importante el testimonio del Papa Pío IX, quien como ya se ha citado en su alocución Singulari quadam del año 1854 había sostenido igualmente que “nadie puede salvarse fuera de la Iglesia”, sin embargo en esta misma alocución matiza y añade que Dios no condena a los inocentes que nunca escucharon el mensaje del evangelio, por lo que la expresión “Extra Ecclesiam Nulla Salus” no se refiere a ellos. Combate al mismo tiempo al indiferentismo religioso, bajo el cual se creía que todas las religiones eran caminos de salvación, así como el rigorismo que excluía de la salvación aquellos que sin culpa propia estaban apartados de la Iglesia:

“No sin pensar, hemos sabido que otro error, no menos nocivo, ha tomado posesión de ciertas partes del mundo católico, y ha entrado en las mentes de muchos católicos que creen que bien pueden esperar la salvación eterna de todos aquellos que de ninguna manera han vivido en la verdadera Iglesia de Cristo. Por esta razón están acostumbrados a preguntar frecuentemente cuál va a ser el destino y la condición de aquellos que nunca se han entregado a la fe católica, y guiados por las más absurdas razones, esperan una respuesta que favorezca su depravada opinión. Lejos de nosotros intentar establecer límites a la misericordia de Dios que es infinita. Lejos de nosotros querer escrutar los consejos y juicios escondidos de Dios, que son ‘un inmenso abismo’ que el pensamiento humano no puede nunca penetrar. De acuerdo a Nuestro deber apostólico deseamos alentar vuestra solicitud y vigilancia episcopal para echar de las mentes de los hombres, hasta el punto en que seáis capaces de usar todas vuestras energías, esa impía y nociva idea: que el camino de la salvación eterna puede encontrarse en cualquier religión. Con toda la habilidad y el saber de nuestra disposición, deberías probar a la gente encomendada a vuestro cuidado, que los dogmas de la fe católica no se oponen de ninguna manera a la misericordia y justicia divinas. Ciertamente debemos mantener que es parte de la fe que nadie puede salvarse fuera de la Iglesia apostólica Romana, que es la única arca de salvación y quien no entra en ella va a perecer en el diluvio. Pero sin embargo, debemos de la misma manera defender como cierto que aquellos que se afanan en la ignorancia de la fe verdadera, si esa ignorancia es invencible, nunca serán acusados de ninguna culpa por esto ante los ojos del Señor. ¿Quién hay que se arrojaría el poder de señalar la extensión de tal ignorancia según la naturaleza y variedad de pueblos, religiones, talentos y tantas otras cosas?” [48]

Posteriormente nueve años después el Papa trata el mismo tema en una encíclica dirigida a todos los obispos de Italia:

“Debemos de nuevo mencionar y reprobar un error muy serio en el que algunos católicos desafortunadamente han caído, creyendo que los hombres que viven en el error y totalmente alejados de la fe verdadera y de la unidad Católica pueden alcanzar la vida eterna. Esto es absolutamente opuesto a la doctrina católica. Es conocido por Nos y por vosotros que aquellos que se afanan en ignorancia invencible sobre nuestra muy santa religión y que, observando asiduamente la ley natural y sus preceptos que Dios ha inscrito en los corazones de todos, y estando dispuestos a obedecer a Dios, vivir una vida honesta y honrada pueden, mediante la acción de la luz divina y de la gracia, alcanzar la vida eterna, dado que Dios, que ve claramente, escruta y conoce la mente, las intenciones, los pensamientos y los hábitos de todos, en razón de su suprema bondad y misericordia, nunca permite que nadie que no es culpable de pecado deliberado, sea castigado en los sufrimientos eternos. Pero es también dogma católico perfectamente conocido que nadie puede salvarse fuera de la Iglesia Católica, y aquellos que son contumaces en contra de la autoridad y las definiciones de la misma Iglesia, y que están pertinazmente separados de la unidad de esa Iglesia y del sucesor de Pedro, el Romano Pontífice, a quien ha sido confiada la custodia de la viña por el Salvador, no pueden obtener la salvación eterna” [49]

El Papa no está diciendo que la ignorancia invencible es causa de salvación, sino que es causa de no culpabilidad. Tampoco está diciendo que la gente se salva meramente por guardar la ley moral, lo cual sería pelagianismo, sino enfatizando que pueden salvarse “mediante la acción de la luz y gracia divina”.

El Papa Pio XII

En su encíclica Mysticy Corporis reconoce la posibilidad de salvación para quienes estaban inculpablemente fuera de la Iglesia:

Urgimos a todos y cada uno a estar prontos a seguir los movimientos internos de la gracia, y a buscar con mayor seriedad librarse de un estado en que no pueden estar seguros de su propia salvación. Porque incluso aunque, por un cierto deseo inconsciente, pueden relacionarse con el Cuerpo Místico del Redentor, permanecen privados de tantos y tan poderosos dones y ayudas del Cielo, que sólo pueden ser disfrutados dentro de la Iglesia Católica” [50]

En dicho texto el Papa enfatiza que “no pueden estar seguros” de su salvación (lo cual ni afirma ni niega que puedan salvarse), al mismo tiempo de que habla acerca de que pueden relacionarse con el cuerpo místico de Cristo por un “cierto deseo inconsciente”, de manera similar a lo que ya San Roberto Belarmino había sostenido en el siglo XVI.

El caso de Leonard Feeney

A finales de los años 40 surge una controversia cuando el padre Leonard Feeney denuncia al arzobispo Richard Cushing por herejía al declarar que los no católicos podían salvarse. El padre Feeney interpretaba de manera rigorista el dogma “Fuera de la Iglesia no hay salvación” y luego de acusar al obispo éste apela a Roma para una interpretación autorizada del dogma. Reproduciré los extractos más relevantes de la respuesta del Santo Oficio que son relevante para el tema que estudiamos:

“Entre las doctrinas que la Iglesia ha predicado siempre y nunca dejará de predicar, hay que incluir aquel enunciado infalible que nos enseña que ‘fuera de la Iglesia no hay salvación’. Pero este dogma tiene que entenderse en el sentido en que lo entiende la Iglesia misma. Porque nuestro salvador no entregó el depósito de la fe a merced de interpretaciones privadas, sino al magisterio de la Iglesia…

Por lo cual, no podrá salvarse nadie que a sabiendas de que Cristo con un acto divino fundó la Iglesia, a pesar de todo rehúse someterse a ella, o niegue la obediencia al Romano Pontífice, Vicario de Cristo en la tierra…

Puesto que para obtener la salvación eterna no se exige siempre la incorporación efectiva (reapse) a la Iglesia como miembro; pero se requiere al menos que se adhiera a ella por el ‘voto’ y deseo (voto et desiderio). Pero no siempre es necesario que este deseo sea explícito, como lo tienen los catecúmenos; por el contrario, en el caso en que el hombre tiene una ignorancia invencible, también acepta Dios el deseo implícito. Y se llama así puesto que se contiene en aquella buena disposición del alma por la cual quiere el hombre que su voluntad se conforme con la de Dios.

Estas cosas las enseña claramente el Sumo Pontífice Pío XII en su carta dogmática sobre el Cuerpo Místico de Cristo… Hacia el final de la encíclica, cuando con todo su corazón invita a la unión a todos aquellos que no pertenecen al cuerpo de la Iglesia Católica, el Papa menciona a aquellos ‘que están ordenados al Cuerpo Místico de Cristo por alguna clase de deseo’. De ninguna manera excluye a estos hombres de la salvación eterna, pero, por otra parte, destaca que están en un estado ‘en el que no pueden estar seguros de su propia salvación…

Con estas prudentes palabras reprueba tanto a quienes excluyen de la salvación eterna a todos aquellos que se unen a la Iglesia con sólo un deseo implícito, como a los otros que falsamente aseguran que los hombres se salvan en cualquier religión de la misma manera. Pero no hemos de pensar que basta cualquier deseo de entrar en la Iglesia para salvarse. Porque se requiere un deseo que esté informado son una caridad perfecta. El voto o deseo implícito no puede surtir su efecto a no ser que el hombre posea la fe sobrenatural”
.[51]

Conclusiones

Todo el desarrollo anterior ha desembocado en la enseñanza actual contenida en el Concilio Vaticano II y resumida en el catecismo citado al comienzo de este artículo. El núcleo de la enseñanza católica si bien ha sido expresado de modos distintos de acuerdo a los distintos contextos históricos, siempre ha enfatizado la necesidad de la Iglesia para la salvación, así como la voluntad salvífica universal de Dios que quiere que todos los hombres se salven.

Es importante por tanto apartarse del indiferentismo religioso para el cual todas las religiones son caminos de salvación, así como del rigorismo que pretende excluir determinantemente la posibilidad de salvación para aquellos que en un estado de ignorancia invencible y sin culpa propia no conocen a Cristo o a su Iglesia.

—————————————————————–

NOTAS

[1] Denzinger-Schönmetzer 792

[2] Denzinger-Schönmetzer 802

[3] Denzinger-Schönmetzer 870

[4] Denzinger-Schönmetzer 875

[5] Denzinger-Schönmetzer 1351

[6] Denzinger-Schönmetzer 1870

[7] Denzinger-Schönmetzer 2865

[8] Denzinger-Schönmetzer, Enchiridion symbolorum, definitionum, declarationum, edición n.34, año 1967, 2867

[9] El Papa Pio X ordenó al clero un juramento antimodernista en donde se pedía declarar “Rechazo de plano la herética ficción de la evolución de los dogmas, según la cual podrían estos pasar de un sentido a otro diferente, diverso del que primero había profesado la Iglesia” (Denzinger-Schönmetzer 3541)

[10] Denzinger-Schönmetzer 3020

[11] Acta Apostolicae Sedis 65, 1973, 402-403.

[12] Justino Mártir, Diálogo con Trigón, 45,3
Daniel Ruiz Bueno, Padres Apologetas Griegos, B.A.C. 116, Tercera Edición, pág. 375-376

[13] Justino Mártir, Apología Primera, 46,1-3

Daniel Ruiz Bueno, Padres Apologetas Griegos, B.A.C. 116, Tercera Edición, pág. 232-233

[14] Clemente de Alejandría, Stromata 7,2
Texto en Inglés en http://www.newadvent.org/fathers/02107.htm
Puede leerla también en Google books en AQUÍ

[15] Contra Celsum 4,7
Texto en Inglés en http://www.newadvent.org/fathers/04164.htm

[16] Juan Cristóstomo, In Ioannem hom. 8; pg 59,67-68
Texto en inglés en http://www.newadvent.org/fathers/240108.htm

[17] Agustín de Hipona, Epístola 102,12.15.

Obras completas de San Agustín, Tomo VIII, B.A.C. 69, Tercera edición, pág. 719 y 722

[18] Marcos 16,16

[19] Ignacio de Antioquía, Carta a los filadelfios 3,3
Daniel Ruiz Bueno, Padres Apostólicos, B.A.C. 65, Quinta edición, pág. 483
La traducción protestante de Lightfoot en español en http://escrituras.tripod.com/Textos/EpIgnacio.htm

[20] Ireneo de Lyon, Adversus haereses 3:24,1
Texto en inglés en http://www.newadvent.org/fathers/0103324.htm

[21] Orígenes, Homiliae in Jesu Nave 3,5 pg. 12, 841-842

[22] Cipriano de Cartago, Epístola 4,4; Corpus scriptorum ecclesiasticorum latinorum 3,2: 476-477

[23] Cipriano de Cartago, Epístola 73,21; Corpus scriptorum ecclesiasticorum latinorum 3,2; 795

[24] Cipriano de Cartago, La unidad de la Iglesia, 6,77. AWC 25,48-49

[25] Citado de M. Bévenot, Salus extra ecclesiam non est (S. Cipriano), en Fides Sacramenti, Sacramentum Fidei. Ed. H.J. Auf der Maur, Assen 1981, pág. 105

[26] Teodosio I fue emperador del imperio romano desde el año 379 hasta el 395.

[27] Ambrosio de Milán, In Psalm 118 Sermo 8,57; Patrologiae cursus completus, series latina 15, 13-18

[28] Juan Crisóstomo, In Epíst. Ad. Rom. Hom. 26,3-4; pág.60, 641-642

[29] Escribe a este respecto “Hay entre nosotros, aquí mismo en África, innnuberables pueblos bárbaros en los que aún no se ha predicado el Evangelio. Cada día podemos comprobarlo por los prisioneros que los romanos toman y reducen a servidumbre” Epístola 199,12.46 Corpus scriptorum ecclesiasticorum latinorum 57, 284

[30] Fulgencio de Ruspe, De veritate praedestinationis 3,16-18. Patrologiae cursus completus, series latina 65, 660-661

[31] Próspero de Aquitania, De vocatione 2,16. Patrologiae cursus completus, series latina 51, 702-703

[32] Próspero de Aquitania, De vocatione 2,17. Patrologiae cursus completus, series latina 51, 704

[33]Próspero de Aquitania, De vocatione 2,18. Patrologiae cursus completus, series latina 51, 706

[34] Tomás de Aquino, Suma Teológica II-IIae, q.2, a.5, ad 1

[35] Melchor Cano O.P. (1509 - 1560), fue un fraile dominico, teólogo y obispo de Canarias.

[36] Domingo de Soto O.P. (1494-1570) fue un teólogo español dominico.

[37] Albert Pigge, De Libero hominis arbitrio, lib. X. fol 180 v-181r.

[38] Roberto Berlarmino fue Arzobispo, Cardenal e inquisidor jesuita.

[39] Roberto Belarmino, De Gratia et libero arbitrio, lib. 2. Cap 5; ed.Giuliano, vol. 4, 301

[40] Roberto Belarmino, De Gratia et libero arbitrio, lib. 2. Cap 5; ed.Giuliano, vol. 4, 308

[41] Francisco Suárez (1548-1619) fue un reconocido teólogo jesuita.

[42] Juan de Lugo (1583-1660) fue cardenal y teólogo. Nació en 1583 y murió en 1660

[43] Juan de Lugo S.J., De virtute fidei divinae, disp. 12, n.50-51

[44] Juan de Lugo S.J., De virtute fidei divinae, disp. 20, n. 149

[45] Giovanni Perrrone (1794- 1876) fue un teólogo italiano.

[46] Giovanni Perrone, S.J., De vera religione, pars II. Prop. XI. n.265, en Praelectiones theologicae, vol. I, ed. 34, Torino: Marietti, 1900. pág. 214

[47] Giovanni Perrone, De virtutibus fidei spei et caritatis; De fide, n. 321, pág. 115

[48] Pio IX, Singulari quadam, Acta Pii IX, I/I, pág. 626.

[49] Pio IX, Quanto conficiamur moerore, Acta Pii IX I/3, pág. 613

[50] Pio XII, Mystici corporis, n. 101

[51] Carta del Santo Oficio al Arzobispo Cushing año 1949

——————————————————————————————————————

Suscríbete a nuestra revista digital gratuita Apologeticum

17 comentarios

  
santodomingo
D. José Miguel,

Sin duda uno de tus mejores artículos. Me ha ayudado muchísimo a entender este dogma. Sólo quiero ofrecer una pequeña aportación.

Dices cerca del principio, "De parte de tradicionalistas, hay tendencias que aferrándose a la interpretación rigorista del dogma lo interpretan de forma literal y absoluta excluyendo inclusive a aquellos que por ignorancia invencible llegaron a escuchar el evangelio."

Me confieso "tradicionalista" (no sé si es algo de lo que hay que confesarse). Ni yo ni nadie a quien conozco en mi círculo tradicionalista afirmaría JAMÁS lo anterior. Como bien explicas, eso es Feeneyismo, algo que la Iglesia Católica ha rechazado.

No tienes porque fiarte de mi palabra en esto; si entras a la página oficial de la SSPX de EEUU (no sé si hablas inglés), verás que tienen varios artículos sobre el Feeneyismo, donde rebaten esa postura con argumentos muy sólidos.

En resumen, los tradicionalistas NO rechazamos la posibilidad de que los no-católicos se salven. Únicamente pensamos que lo tienen MUY difícil. Quizás en tu artículo te falta mencionar esto: si alguien no dispone de la ayuda de los sacramentos, de la orientación de buenos pastores y de un código moral conforme a lo que el Señor desea, lo tendría crudo para vivir una vida virtuosa y recta. ¡Sé que yo NO podría hacerlo!

Que Dios te siga iluminando y que escribas muchos más artículos como este.

Comentario del blogger: Por su puesto, por eso cuando me he referido a los tradicionalistas he hecho referencia puntual a ciertas tendencias que existen en sus diferentes variaciones, que en algunos casos llegan a estos extremos. Muchas de estos tradicionalistas a los que hago referencia ya han caído en el sedevacantismo y nisiquiera puede considerárseles católicos. Un ejemplo de esto lo he visto en las apologías del sitio www.vaticanocatolico.com y en spanish.mostholyfamilymonastery.com/.
14/12/10 10:17 AM
  
Pedro
Supongo que se podrá considerar como "jefe" de los tradicionalistas a Mons. Lefevbre; pues Mons. Lefevbre en uno de sus libros toca este tema y, oh curiosidad, no olvida en ningún momento que aquellos que no conocen a Cristo y a la Iglesia sin culpa, si viven conforme a la Ley Natural, pueden salvarse.

Un saludo.

Comentario del blogger: Si bien Lefebvre puede considerarse tradicionalista, en este caso no me he referido a los lefebvristas en particular y por eso he hecho referencias a "ciertas tendencias" y luego he mencionado a los sedevacantistas, que pertenecen a un tradicionalismo mucho más radical y apartado ya completamente de la fe católica.
14/12/10 10:20 AM
  
santodomingo
Perdona, donde escribí "sé que yo podría hacerlo" quise decir "sé que yo NO podría hacerlo". Estoy escribiendo con una mano, y mi hija pequeña está en mi regazo. ¡Por eso a veces se me escapan letras!

Comentario del blogger: Lo he corregido arriba.
14/12/10 10:21 AM
  
Pedro
Me uno a santodomingo en lo que ha dicho. También en que es uno de tus mejores artículos. ¡Ánimo!
14/12/10 1:26 PM
Es un buen artículo, pero no puede evitar usted su animadversión a los tradicionalistas que en ningún documento oficial dicen que fuera de la Iglesia no puedan salvarse. Estoy seguro que le será muy posible poner algún ejemplo particular ad versus, que dado el caso no afirmaría nada, pues también es posible citar herejías en boca de obispos actuales y hasta abusos litúrgicos insoportables, sino sacrilegios, sin que eso pueda esgrimirse contra la verdadera doctrina de la Iglesia, ni contra las rúbricas litúrgicas, ni contra el Papa.

Lo que creen los tradicionalistas, en general, según sus catecismos- mayoritariamente usan el de S. Pío X ¿o también le pone usted de tradicionalista?- y diversos documentos, es lo que siempre ha dicho la Iglesia que puede resumirse en cualquiera de los libros de Royo Marín y que aconsejo leer, para el caso particular la "Teología de la Salvación"-una verdadera joya-, que por cierto usted no cita y hasta me extraña, a saber: Que siendo la voluntad precedente' de Dios salvífica'-fíjese que digo precedente-, da a todos por misericordia-bautizados o no-la gracia actual para que se acojan a la salvación ofrecida por, con y en Cristo, pues sin la GRACIA de Cristo, ningún acto humano, aún ni el arrepentimiento es meritorio-consultense diversas sentencias contra el pelagianismo y semipelagianismo-.

Ciertamente no conozco ningún documento de la FSSP, ni los leidos de otros institutos tradicionalistas que afirmen la calumnia que usted les achaca de forma generalizada. Le sugiero que esa animadversión se la haga mirar, no con un sicólogo, sino delante de Cristo mediante el ministerio de la reconciliación.

Porque jamás he leído un sólo documento de la fraternidad citada, ni siquiera en la de Levfebre que diga "que los no bautizados no pueden salvarse" es más, dicen la misma doctrina verdadera que usted caba de exponer y lógicamente y con buen criterio defiende. Decir lo que usted dice en general es pecar contra la fama del prójimo.

Siento ser tan duro, pero por caridad no puedo esconderle la verdad, toda vez que, aún apreciando en muchó su trabajo apologético, qué digo en mucho, muchísimo, choca usted siempre con la misma piedra y esparce una neblina sobre la misma Iglesia, que aún sin intención por su parte, la divide; Iglesia Santa de la que la Fraternidad Sacerdotal San Pedro y otros muchos institutos religiosos masculinos y femeninos tradicionales, a los que el mismo Espíritu les hace florecer en vocaciones, forman parte. También este crecimiento 'tardicional' que se multiplica por Francia, Estados Unidos, Hispanoamérica es por la moción del Espíritu Santo ¿ o cree usted que no? También adoran con fervor católico al Padre , Hijo y Espíritu Santo celebrando la Santa Misa con el antiguo Misal de Juan XXIII (Misal de 1962) de cara a Dios todo el cuerpo Místico - o si usted lo prefiere, el sacerdote de espalda al pueblo ¿En este caso no me está dando a mi la espalda quien está sentado en el banco delante del mío o nos tendríamos que poner en corro? -. Los que así celebran no hace otra cosa que cumplir los deseos del actual Papa.

Sinceramente, un apreciador de su trabajo que extraña un poco más de verdad, fin del entendimiento según S. Tomás. No vale todo para defender la verdad.

Comentario del blogger: Que existen diversas tendencias dentro del tradicionalismo no es un secreto para nadie, y señalar eso no representa ningún tipo de "animadversión"

No entiendo por qué deduce que yo "calumnio" o señalo a institutos tradicionalistas como la FSSP -cuando ni se les ha nombrado-, o incluso que generalizo. Eso lo atribuyo de buena fe a una mala comprensión de lectura. Si lee contínuamente el blog sabrá que cuando quiero cuestionar conductas o doctrinas lefebvristas no me tiembla el pulso, y uso directamente la palabra "lefebvrista", así como cuando quiera referirme a sedevacantistas, filo-lefebvristas o cualquier otro tipo de tradicionalismo lo hago sin pelos en la lengua, por más que a alguien no le guste. En esta ocasión no lo he hecho, simple y llanamente porque aquí no me he referido a ellos.

14/12/10 3:32 PM
  
Iker
Si tuviera que poner un título al trabajo del blogger, sin duda escogería es de "Testimonio de cargo"

Desde mi posición de cristiano periférico (lejano de los dogmas centrales de catolicismo, protestantismo y ortodoxia oriental) leo el artículo como un impresionante testimonio de cargo contra la ICAR y contra Jesús.

A) Testimonio de cargo contra Jesús.

Excepto Nietzsche, que le consideraba "un débil" (y ello, además, en sentido peyorativo), todo el mundo considera a Jesús como una muy buena persona y un hombre avanzado a su tiempo. Donde hay discusión es acerca de si fue Dios hecho hombre u hombre hecho Dios por la mitología o la religión.

Las palabras que nos recuerda el blogger ("el que no se bautice, se condenará") son más propias de Antonio Recio ("morirá entre terribles sufrimientos") que de Dios encarnado.

Si de verdad Jesús las pronunció (cosa que no es nada segura), en tal caso queda probado que sólo era un iluminado equivocado, a ratos muy buena persona, a ratos con malos ramalazos y con ese grave error de percepción de la divinidad (salvo que ésta sea maligna).

Ciertamente, los Evangelios son muy contradictorios: P.ej. Jesús perdona a los judíos que le matan, mientras le matan ("perdónalos, no saben lo que hacen"), los cuáles no se estaban bautizando, precisamente. Quizás Dios, con el traje de padre, no hizo caso a lo que le pedía Dios, con el traje de hijo. O quizás es la comunidad joánica la que se inventó interesadamente las palabras sobre la necesidad de bautismo.

Pero no nos cerremos a la posibilidad de que un Jesús, hombre, sólo hombre, las pronunciara. Negar que esta aberración que aparece en boca de Jesús fue realmente pronunciada por él no sólo es un buenismo hacia los hombres; es un buenismo hacia Jesús, para salvarle su condición de Dios encarnado, incompatible con las palabras que se le imputan.

No descarto ninguna hipótesis.


B) Testimonio de cargo contra la ICAR

El blogger demuestra que dentro de la ICAR no hay salvación. ---EDITADO---

Miles y miles de millones de personas en el pasado, el presente y el futuro han escuchado, escuchan y escucharán los dogmas de la ICAR y no los han creído, no los creen y no los crearán. Unos serán incluso asesinos, como un terrorista islámico; otros santos, como Gandhi; la inmensa mayoría, gente sencilla y humilde que pasa por la vida entendiendo una pequeña parte de su existencia, como la mayoría de los católicos, por lo demás.

Una perversión mental que idea un sistema de creencias según la cual estas personas, que han conocido la existencia de los Evangelios o la ICAR y que no han reconocido ahí a Dios, pasarán la eternidad entre terribles sufrimientos, es una aberración que nadie en su sano juicio puede asumir, salvo siempre, que se conciba a Dios como un cretino de mucho cuidado. Pero si Dios es mínimamente bondadoso, la formulación del dogma Extra Ecclesiam Nulla Salus sólo puede realizarse en el seno de una Iglesia falsa o enormememente equivocada.

Vista la persistencia en tal error, que prueba, en testimonio de cargo contra la ICAR, el blogger, es evidente que esta iglesia sólo puede romper consigo misma si quiere alcanzar un grado de verdad y dignidad presentable. Como el gusano que se convierte en mariposa.

Me temo que hoy, en 2010, la ICAR sigue siendo gusano y que sólo fuera de la ICAR (jerarquía y dogma) se hallan mariposas.

Saludos a todos.

Comentario del blogger: Se me hace difícil responder tu comentario porque luego de leerlo no entiendo a ciencia cierta si crees o no en la divinidad de Jesús, en la veracidad del mensaje evangélico que ha sido transmitido por medio de las Escrituras o inclusive si crees que Dios existe.

En tu comentario interpreto que dudas que Jesús pudiera pronunciar palabras como las que Marcos 16,16, pero ellas no son ni por mucho menos la excepción a lo largo del evangelio en una idea que repite constantemente, y que alertan del hecho cierto de la condenación a aquellos que se apartan de la verdad, no por un capricho de Dios, sino como producto de la elección que libremente hicieron.
14/12/10 4:42 PM
  
Luis López
Iker, el nombre de cristiano, definirse como tal, suena fatal en alguien que habla y dice las cosas que Vd. ha dicho sobre Jesús. Le ruego que, por coherencia, sólo diga que es cristiano cuando se convierta, porque si no comete Vd. el terrible pecado de usar el nombre de Dios en vano. ¿qué tal si dice que es un bautizado apóstata?

Por lo visto Vd. excluye del atributo de justicia a Dios. Si Dios salvase al que obstinadamente renuncia a Su Palabra, nos encontraríamos con la paradoja de un Dios injusto, lo que es un disparate en sí mismo. Y Dios no comete ni disparates ni injusticias.

Por otro lado, demuestra Vd. una ignorancia absoluta sobre lo que habla. Podría antes de decir barbaridades, leerse bien y meditar este magnífico artículo de José Miguel. Y por último le recomiendo que lea Mt. 25, 31-46, el juicio de los gentiles (de los que no han conocido a Jesús)), donde encontramos la salvación de algunos que no vieron a Jesús cuando hicieron -fruto de la Gracia da Dios- obras de caridad con el prójimo. Pero ahí, de un modo misterioso estaba el mismo Jesús, que movió los corazones de esos no cristianos con su Gracia. También vemos la condenación de otros, que no fueron caritativos con el prójimo. La Gracia invisible, la Gracia necesaria que Dios da a todo hombre -a todo hombre, repito- para su salvación, no anidó en los corazones de estas personas. Por eso se condenaron.
14/12/10 6:09 PM
  
José Ángel Antonio
Bueno, Iker, si hay palabras de Jesús y de los Evangelios que no te gustan... pues no pasa nada: tomas el Nuevo Testamento, y arrancas las páginas que no te gustan; luego añades versículos, ideas o canciones de John Lennon que te gusten y creas tu propio "mensaje presentable".

Será el evangelio de Iker, no el de Jesucristo, y seguron que dentro de 20 años resulta "impresentable", incluso para ti, y tienes que inventarte una versión 2.0, pero ¿qué más da?

¿Buscas la verdad tal como es o quieres diseñarte una fantasía customizable?

Yo prefiero esforzarme por entender qué quería decir Cristo con lo que dijo, qué querían decir los evangelistas al usar las expresiones que usaban, qué quería decir Dios al inspirar los textos y al inspirar la selección de unos y no de otros, y qué quería decir Dios al fundar la Iglesia y dar las llaves del Reino a Pedro...

Puedes crear un jesusito de diseño y venderlo de rebajas, pero por lo general la gente prefiere el producto genuino, aunque sea áspero y de sabor difícil.
14/12/10 6:24 PM
  
Gallego
El problema de esta doctrina, aun interpretando que los que son buenos y no conocen la palabra de Dios serán salvos, es que sólo distingue 2 posturas extremas en cuanto al conocimiento: o conoces la doctrina perfectamente, o no la conoces.

Y el conocimiento no es de extremos, hay muchos grados intermedios. Una persona que nace en Rusia en la época comunista, donde todo el mundo le dice que el catolicismo es malo, ¿conoce en profundidad o lo que le enseñan está algo sesgado? Unos padres medio ateos que le dejan leer la biblia a su niño pero que lo predisponen un poco en contra de ella... ¿conoce o no conoce?
Al final, parece que hay que marcar una linea. Pues a ver como se marca esa línea, porque me parece que marque donde se marque, se cometerán "injusticias".

Desde luego, resulta más lógica la visión de que aún rechazando el catolicismo uno se puede salvar. Que tiene en sí de malo el creer, aunque uno estuviese equivocado, que Cristo no quería fundar una Iglesia?
En sí yo no veo nada malo. Uno podría ser igual de bueno. Pero la Iglesia católica perdería un poder al que no quiere renunciar.

Comentario del blogger: No hace falta trazar líneas, pues el que alguien esté en ignorancia invencible y eso sea razón para que no sea culpable de su pecado de separación de la Iglesia lo juzgará Dios, él sabrá si la persona fue suficientemente diligente conforme a la gracia y luz recibidas.

Ir en contra de la voluntad de Dios que quiso fundar una Iglesia como medio de salvación si tiene "algo" de malo. Lo mismo que separarse de ella haciéndose vulnerable a cualquier viento de doctrina.

En este post he tratado el desarrollo del dogma a lo largo de la historia, pero eso no quiere decir que no tenga un sólido fundamento en la revelación cuyo origen es el mensaje mismo del evangelio en el cual no hay más camino al Padre sino a través del Hijo, pero estar unido a Cristo es estar unido a su Iglesia que es su cuerpo.

14/12/10 6:31 PM
  
Gallego
Por supuesto que hay que trazar líneas, porque el conocimiento no es o total o nulo completamente. Hay una gradación, y entre todas esas situaciones intermedias hay que empezar a distinguir entre las responsabilidades de la propia persona y las del medio que le influyen.

Si la propia Iglesia reconoce que alguien que no conoce el mensaje puede ser salvo igualmente si es bueno (es decir, que no hace falta creer en la Iglesia para ser salvo), pues alguien que conozca la Iglesia y no crea en ella podría ser bueno igualmente y debería poder ser salvo también.

Comentario del blogger: Lo que digo es que solo Dios sabe la condición particular de alguien. No es cuestión de cada uno de nosotros ponernos a hacer algún juicio particular. Ahora, eso no quiere decir que las condiciones respecto a la ignorancia invencible se limiten a aquel que nunca escuchó el evangelio. En el post se mencionan varios casos, y ya entrar en detalles sobre esos casos excede el alcance de este post.
14/12/10 8:47 PM
  
Iker
Blogger, en cuanto a la parte editada, la biografía de Inocencio III la ha decidido Inocencio III. Nosotros, tú y yo, podemos citarle como ejemplo, encubrirle o denunciar sus actos.

---EDITADO---

Blogger y José Ángel: Empezando por las palabras de José Ángel, "...tomas el Nuevo Testamento, y arrancas las páginas que no te gustan..."

No es éste el planteamiento. Pondré un ejemplo con otra religión, que es un mecanismo que suele ser útil. Si yo leo en el Corán que hay que dar limosna a los pobres, puedeo pensar que esto no excluye que el Corán sea palabra de Dios. Si leo en el Corán que hay que hacer la Jihad contra los infieles que no crean en los dogmas musulmanes, no es que quiera arrancar esta página para hacerme un Corán a mi medida, es que constato que todo el Corán no es palabra de Dios porque Dios no hubiera dicho esto.

Pues si Jesús aparece anunciando no una Jihad en este mundo sino una Jihad eterna para quien no se bautice y no crea los dogmas de una Igleisa, en tal caso no es que arranque esta página del Evangelio, es que constataré que Jesús no es Dios, sino sólo hombre. Salvo que llegue a la conclusión de que estas palabras imputadas a Jesús realmente son una interpolación ajena a Jesús.

Marcos 16,16: Ciertamente, creo que hay muchas probabilidades de que estas palabras estén añadidas siglos después de la redacción del Evangelio. No aparecen en los dos ejemplares más antiguos, el Codex Sinaítico y el Codex Vaticano; incluso hay otras versiones más cortas. La lectura de Clemente de Alejandría y Orígenes induce a pensar que sus versiones no conocieron estos versículos. Incluso alguna copia que los incluye tiene la acotación de que falta en alguno de los originales copiado... eso por no hablar de cambios de estilo o vocabulario.

Ahora bien, es cierto que otras muchas copias los incluyen y que en el Evangelio de Juan aparece algún texto no muy lejano en contenido.

Estoy en las antípodas de lo que plantea José Ángel: No pretendo hacer unos Evangelios a mi medida sino a partir de los que hay, correctamente analizados desde un punto de vista histórico, hacerme una idea de quién fue Jesús.

Desde luego, tengo claro que yerra quien diga que sin iniciarse en una Iglesia o sin creer en unos dogmas se va al infierno. Si lo dice el Papa, constato que el Papa se equivoca. Si ho hubiera dicho Jesús, tendría que constatar que Jesús se equivocaba y, por tanto, que no era Dios sino sólo hombre (errable, lo cual no significa que errrara todo el día) Esto último no lo tengo claro, estoy abierto a pensar que Marcos 16,16 es una interpolación y que el mensaje de Jesús está muy lejos... Ahora bien, estoy dispuesto a dejarme convencer por vosotros que Jesús sí predicó esto. En tal caso, me convenceríais de que Jesús no fue Dios. Por esto empezaba hablando de ser testigos de cargo contra Jesús.

Saludos a todos.

Comentario del blogger: He borrado tus "apreciaciones" históricas sobre el Papa Inocencio III porque simplemente estaban fuera de tema. Para dejarlas hubiera tenido que contestarlas apartándome yo también del hilo del post. Una de las reglas de mi blog es precisamente no salirse del tema, tu verás si puedes cumplirlas o participas en otro lado.

Ahora bien, realmente te encuentras en la posición del que por no comprender algo en la Revelación entre en el dilema de o pensar si es ciertamente revelación, o en ese punto ha sido adulterada. En tiempos antiguos había quien al no entender a Dios le consideraban injusto:

"Diles: «Por mi vida, oráculo del Señor Yahveh, que yo no me complazco en la muerte del malvado, sino en que el malvado se convierta de su conducta y viva. Convertíos, convertíos de vuestra mala conducta. ¿Por qué habéis de morir, casa de Israel?» Y tú, hijo de hombre, di a los hijos de tu pueblo: La justicia del justo no le salvará el día de su perversión, ni la maldad del malvado le hará sucumbir el día en que se aparte de su maldad. Pero tampoco el justo vivirá en virtud de su justicia el día en que peque. Si yo digo al justo: «Vivirás», pero él, fiándose de su justicia, comete la injusticia, no quedará memoria de toda su justicia, sino que morirá por la injusticia que cometió. Y si digo al malvado: «Vas a morir», y él se aparta de pecado y practica el derecho y la justicia, si devuelve la prenda, restituye lo que robó, observa los preceptos que dan la vida y deja de cometer injusticia, vivirá ciertamente, no morirá. Ninguno de los pecados que cometió se le recordará más: ha observado el derecho y la justicia; ciertamente vivirá. Y los hijos de tu pueblo dicen: «No es justo el proceder del Señor.» El proceder de ellos es el que no es justo. Cuando el justo se aparta de su justicia para cometer injusticia, muere por ello. Y cuando el malvado se aparta de su maldad y observa el derecho y la justicia, vive por ello. Y vosotros decís: «No es justo el proceder del Señor.» Yo os juzgaré, a cada uno según su conducta, casa de Israel." Ezequiel 33,11-20

Te he citado el texto anterior no solo para que veas las similitudes de quienes juzgaban a Dios como injusto porque no podían entenderle, sino para que te sitúes en el contexto: Dios no quiere que nadie se condene, pero a todos da libertad de elegir, y el que se condena lo hace por su propia voluntad. Eso es una constante no solo en el Antiguo Testamento sino en el Nuevo:

"Mira, yo pongo hoy ante ti vida y felicidad, muerte y desgracia. Si escuchas los mandamientos de Yahveh tu Dios que yo te prescribo hoy, si amas a Yahveh tu Dios, si sigues sus caminos y guardas sus mandamientos, preceptos y normas, vivirás y multiplicarás; Yahveh tu Dios te bendecirá en la tierra a la que vas a entrar para tomarla en posesión." Deuteronomio 30,15-16

Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra se despertarán, unos para la vida eterna, otros para el oprobio, para el horror eterno. Los doctos brillarán como el fulgor del firmamento, y los que enseñaron a la multitud la justicia, como las estrellas, por toda la eternidad.” Daniel 12,2-3

"Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada. Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y arden." Juan 15,5-6


“Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna.” Mateo 5,29

“Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a Aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehena” Mateo 10,28

“¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo vais a escapar a la condenación de la gehenna? ” Mateo 23,33

“En su mano tiene el bieldo y va a limpiar su era: recogerá su trigo en el granero, pero la paja la quemará con fuego que no se apaga.” Mateo 3,12

“mientras que los hijos del Reino serán echados a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes.” Mateo 8,12

“Entonces dirá también a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles” Mateo 25,41

Y así como esos muchos textos más: 2 Tesalonicenses 1,6-9, Hebreos 10,26-27, Apocalipsis 20,10

Es por eso que te decían que si lo que harás será comenzar a arrancar páginas de la Biblia, en cuyo caso te aseguro que te va a quedar bien delgada porque es una constante en ella el concepto de retribución. No como una acción de un Dios vengativo y cruel, sino como un Dios justo que ha dejado a sus criaturas la libertad de elegir, con todo lo que esto implica, al mismo tiempo que le da todas las oportunidades para que se salven.

Si no se entiende el designio universal salvífico de Dios no se puede comprender esto y se puede terminar pensando por ejemplo, como los calvinistas (lo cual si es una aberración) o como tu que también leyendo la Biblia como uno, optó por creer que no es Palabra de Dios.
15/12/10 9:38 AM
  
Daniel
Muy agradecido por el artículo, tiempo que no leía tan clara la explicación de un dogma, que no deja dudas.

Lo que si, yo por desgracia conzco a "Tradicionalistas" que son más que rigoristas y si uno no "cree" como ellos ya estamos condenados.

Nuevamente felicitaciones.
15/12/10 1:56 PM
  
Iker
Acepto que no hablemos de Inocencio III.

En cuanto al resto, hay un cambio, sutil, pero cambio de mensaje. Cualquiera de los versículos que citas pueden ser utilizados para enviar a Hitler a un infierno eterno y en ninguno de ellos aparece que el que no cree en una buena parte de los dogmas de la ICAR vaya a ser condenado al infierno.

Dado que el debate no era: Si eres un Hitler, nulla salus, sino un dogma mucho más concreto: Extra Ecclesiam nulla salus, no entraré a debatir si la existencia del infierno en las palabras de Jesús inhabilitan o no a éste como Dios.

Y aquí tengo que retomar a Inocencio III o a la Iglesia en la época del concilio lateranense de 1215... Leyendo las citas que tú mismo transcribes, estarían en mayor peligro de condenación quienes vivieron intra Ecclesiam que los albigenses o valdenses que vivieron extra Ecclesiam.

Por tanto, dejo abierto y sin entrar en el debate de la existencia de "un infierno" y me reafirmo en que si me convences de que Jesús dijo que quien no crea en la ICAR y sus dogmas irá al infierno, me habrás convencido de que Jesús no era Dios. Mientras sólo me convenzas de que la ICAR tiene como dogma de fe que extra Ecclesiam nulla salus, sólo me convencerás de que la ICAR sigue viviendo en el error.

Saludos.

Comentario del blogger: El asunto es que tanto en el caso de Hittler, como en el caso de quien conscientemente sabe que Jesús quiso fundar una Iglesia (Mateo 16,18) y la rechaza, es el de alguien que da las espaldas a la verdad y a Dios mismo como fuente única de la verdad.

"En verdad, en verdad os digo: el que escucha mi Palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida" Juan 5,24

Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; y quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.»" Lucas 10,16


Así como estos hay muchos textos donde Jesús funda una Iglesia para que transmita su mensaje, rechazar a la Iglesia significa rechazar a Jesús mismo, al igual que rechazar a Jesús significa rechazar a quien le envió.

Ahora o estos textos significan algo, o terminamos buscando una tijera para recortarle a la Biblia aquellos versículos que no se ajustan a tu pensamiento, de allí que sea más fácil pensar que se trata de interpolaciones.

Te dejo en compañía de otras "interpolaciones":

"Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios. Y el juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras. Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.»" Juan 3,16



15/12/10 2:06 PM
  
Ezequiel
iker, si lees las escrituras veras que Jesus le da poder a Su Iglesia. Este poder viene de Dios. etc.

Lo que no entiendo es porque piensas esto "si me convences de que Jesús dijo que quien no crea en la ICAR y sus dogmas irá al infierno, me habrás convencido de que Jesús no era Dios". Por que para ti Jesus no puede ser Dios diciendo esto?
15/12/10 6:00 PM
  
Pedro F. Barbadillo
Este elemento habla de Cataluña como si fuera una prima suya: "Cataluña quiere...", "Cataluña ha elegido...".

¿Pero cuándo la oligarquía catalana -de la que el abad forma parte- va a proclamar la independencia de Cataluña y nos van a dejar en paz al resto de los españoles? Yo lo estoy deseando.

Por último, el abad este es un ejemplo de cesaro-papismo que ni los obispos del rey de Prusia.

Comentario del blogger: Creo que se ha equivocado de artículo.
15/12/10 7:30 PM
  
IKer
"El asunto es que tanto en el caso de Hittler, como en el caso de quien conscientemente sabe que Jesús quiso fundar una Iglesia (Mateo 16,18) y la rechaza, es el de alguien que da las espaldas a la verdad"

Fíjate lo que tienes que hacer para "salvar" el dogma de fe: Equiparar una persona que rechaza los dogmas de la ICAR con Hitler. Equipararlo hasta el punto de reservarles el mismo destino eterno constituido por un castigo sin fin.

Si tus principios te llevan a conclusiones tan absurdas, más bien deberías replantearte tus principios.

Ezequiel: "si lees las escrituras veras que Jesus le da poder a Su Iglesia. Este poder viene de Dios" Dicen que el papel lo aguanta todo. Viendo la historia de la ICAR, la pretensión de ser la verdadera y única Iglesia de Dios, sinceramente, la veo completamente fuera de lugar. Por sus hechos los conoceréis, ¿no?

"Por que para ti Jesus no puede ser Dios diciendo esto?" Porque parto de la idea de que Dios es bueno. No sé si tienes hijos. Imagínate que les dices a tus hijos: Por Navidad os compraré un regalo. Pero como hay crisis, quizás estás pachucho... lo que sea, un hijo tuyo pues no lo cree. Piensa: No. Este año yo creo que no habrá regalo. ¿Tú condenarías a tu hijo a un castigo nada menos que brutal y eterno? Pues si tú que eres moralmente imperfecto, como yo, no infringirías este castigo, imagínate Dios.

Hay mil millones de musulmanes, 500 o 600 millones de budistas, mil millones de católicos, casi otros tantos de protestantes, agnósticos, judíos, ateos, taoistas, animistas... Por definicion, necesariamente más del 75% (como mínimo) de la humanidad cree en afirmaciones teológicas equivocadas (porque la confesión mayoritaria no llega al 25%); es posible que más del 80%, más del 90% crean en una teología o filosofía de la vida equivocada. No concibo a un Dios condenando a quien, sencillamente, se ha equivocado en sus creencias religiosas. Si Jesús tuvo el planteamiento de "o aciertas creyendo en la religión correcta o vas al infierno", para mí estaría claro que Jesús estaba equivocado. E que dice: O crees en mi religión o vas al infierno me demuestra que me predica una religión con error.

Pero, ¿lo dijo Jesús? En el caso de Marcos 16, sinceramente creo que no. En el caso de Juan, me inclino a pensar que tampoco. Juan es un evangelio con pretensiones poco biográficas y que pone en boca de los personajes las reflexiones de una teología más elaborada. De entrada parte de la teología judeo-helenista de Filón de Alejandría, un no cristiano. Filón, judío, matiza ideas religiosas griegas y crea la figura del "logos", intermediario entre el Dios inaccesible y el hombre. Juan cree en la teología de Filón. La adopta y la adapta a su fe cristiana: Jesús pasa a ser el logos. En muchos momentos, leer a Juan no es leer a Jesús, sino leer una teología elaborada sobre Jesús. La comunidad joánica probablemente ya tiene un interés "de Iglesia".

Cuando se pretende saber qué dijo y qué hizo Jesús con un criterio histórico, no con criterio de Fe, estamos ante un trabajo muy arduo. Te recomiendo, en este sentido, los estudios de Jesús Seminar no tanto porque sus conclusiones sean irrefutables, que no lo son para nada, sino porque ponen en evidencia la dificultad (la imposibilidad, casi) de llegar a conclusiones definitivas.

Saludos

Comentario del blogger:

Más "interpolaciones" para que saques tu tijera y comiences a recortar de tu Biblia:

"Y si no se os recibe ni se escuchan vuestras palabras, salid de la casa o de la ciudad aquella sacudiendo el polvo de vuestros pies. Yo os aseguro: el día del Juicio habrá menos rigor para la tierra de Sodoma y Gomorra que para aquella ciudad.: Mateo 10,14-15

"En cuanto a los que no os reciban, saliendo de aquella ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos.»" Lucas 9,5

"Si algún lugar no os recibe y no os escuchan, marchaos de allí sacudiendo el polvo de la planta de vuestros pies, en testimonio contra ellos.»" Marcos 6,11


Yo en ningún momento he "equiparado" ni la maldad intrínseca ni la pena de alguien que rechaza los dogmas con la de Hittler (falacia de muñeco de paja), he dicho que detrás de ambas actitudes está un rechazo a la verdad, en donde por supuesto la maldad inherente en cada actitud varía de caso en caso (y dejando por sentado que no hay aquí un caso de ignorancia invencible), donde como el artículo reconoce puede haber incluso una no culpabilidad. Y es que un acto intrínsecamente malo no deja de ser malo porque otros sean más graves o conlleven una pena más severa (Y en este caso me refiero a acto intrínsecamente malo, al rechazo consciente y deliberado de la verdad).

Y para que Dios sea bueno y justo no tiene que adaptarse a lo que en tu opinión es "bueno o justo", ya desde hace varias intervenciones entiendo que para ti será "bíblico" solo aquello que te parezca a ti bíblico. No es distinto básicamente de la forma de pensar protestante, solo que ellos rechazaron 7 libros, y tu rechazas de todas partes conforme a tu juicio de que es bueno o que es malo. Yo por supuesto, rechazo ese tipo de relativisomo que involucra una idolatría del juicio privado.

Por otro lado, el ejemplo del niño que duda del regalo del padre es pésimo, aquí se está hablando del libre y voluntario rechazo de la gracia de Dios que es muy distinto. Respecto al ejemplo de los millones de personas que tienen creencias erradas, eso está bien explicado en la sección del artículo donde se habla de lo que es la "ignorancia invencible", para que lo entiendas basta que afines tu comprensión de lectura.

Respecto a si crees o no crees que el evangelio tiene veracidad histórica no tengo mucho que decir, es tu elección en que crees y no crees. A mi personalmente no me interesan los estudios que recomiendas y te lo digo claro, lo que tu llamas trabajo "arduo" e "histórico" no es más que la actitud de alguien que se sienta con Biblia en mano a decidir que le parece Palabra de Dios y que no.


16/12/10 6:28 PM
  
Iker
Veo que te has aficionado a la expresión "mas interpolaciones".

No. No todo son interpolaciones. Si tienes una inquietud por buscar la verdad, puedes hallar probables interpolaciones pero también otras situaciones.

Por ejemplo, Marcos 16:16 es, muy probablemente, una interpolación, es decir, algo escrito muy a posteriori por alguien diferente al evangelista.

Pero en el propio evangelio de Marcos te encuentras con unas palabras atribuidas a Jesús en las que éste dice a sus discípulos que sólo a ellos les revela el Reino de Dios, pero a los demás les habla en parábolas "para que no entiendan" y explicita: "no vaya a ser que se conviertan, sean perdonados y se salven". Creo que Mateo tiene un párrafo similar, aunque no estoy seguro. Pues bien, si Jesús es Dios nunca pudo decir que pretendía que la gente común no pudiera entender, no fuera a convertirse y salvarse. ¿Es una interpolación? No. Con toda probabilidad lo escribió Marcos, pero seguramente fruto de una tradición oral deformada.

El relato fantástico de Mateo sobre el nacimiento de Jesús debe considerarse históricamente falso. Ninguna fuente menciona la matanza de niños que Mateo usa para explicar que Jesús de Nazaret nació en Belén como exigía la profecía. Ni siquiera las fuentes históricas que relatan todas las crueldades de Herodes. Sin embargo no estamos ante una interpolación ni siquiera ante una tradición oral que ha ido deformando los hechos, sino ante una pretensión teológica: Hacer nacer a Jesús en Belén y hacerlo nacer con signos de sobrenaturalidad con la finalidad de presentarlo como Mesías.

A la muerte de Jesús se formaron pensamientos bastante dispares acerca de quién era Jesús. Unos le entendieron con esquemas judíos, otros con esquemas filosófico-teológicos helenistas, otros con esquemas gnósticos. Los documentos cristianos primitivos no son "neutros" sino que responden a teologías previas que entienden a Jesús cada uno con su esquema. Y a partir de cierto momento, ya existe un interés de alguna de estas comunidades en condenar al infierno a las otras interpretaciones de Jesús y a quienes no crean los dogmas que ellos definan.

Por tanto, si te interesa la verdad, tienes un trabajo arduo y quizás imposible: tratar de entender quién es el padre y la madre de cada versículo. Del que obedece a una filosofía helénica precristiana ("al principio era el logos"), del que obedece a una Fe judía precristiana ("no malgastéis la palabra de Dios con los gentiles, es como echarlas a los perros"), del que es interpolación (Marcos 16:16), del que es simple error ("que no entiendan, no vayan a convertirse y salvarse...") y tratar de llegar a la verdad. Desde el dogma, no tienes permiso para hacer este trabajo.

"Yo en ningún momento he "equiparado" ni la maldad intrínseca ni la pena de alguien que rechaza los dogmas con la de Hittler (falacia de muñeco de paja), he dicho que detrás de ambas actitudes está un rechazo a la verdad"

Has hecho más: Has asignado la misma consecuencia: El infierno eterno. Es como si alguien dice: "Yo no he comparado un asesinato etarra con saltarse en rojo un semáforo: Sólo digo que en ambos casos se ha infringido una ley" y dice esto después de pedir la pena de muerte para ambos.

Pero hay más: Si tú crees que Jesús dijo que debe evitarse que la gente entienda su palabra, no vayan a salvarse o si tú crees que Jesús dijo que el que no crea los dogmas de fe de la ICAR (por ejemplo que María nació sin pecado original o que subió directa al cielo) irá al infierno, creo que eres tú el que rechazas la verdad, aunque no te equiparo a Hitler y creo que tu futuro es mucho más halagüeño que el de Hitler, sea cual sea éste.

"ya desde hace varias intervenciones entiendo que para ti será "bíblico" solo aquello que te parezca a ti bíblico"

No, no me has entendido. Bíblico es lo que está en la Biblia. Pero cuando la Biblia ordena asesinar (AT), la Biblia no puede ser palabra de Dios. Es palabra de Error. Si no tienes permiso para aceptarlo, lo siento por tí. Si la Biblia pone en boca de Yahvé la orden de pasar a cuchillo a los ciudadanos de ciudades derrotadas, o la Biblia se equivoca o Yahvé no es Dios o Dios es malvado. Y si la Biblia pone en boca de Jesús que el que no crea y obedezca a Inocencio III irá al infierno, o la Biblia se equivoca, o Jesús no era Dios o Dios no es bueno.

Pero yo no soy relativista. No digo: Matar es bueno si lo manda Yahvé o si lo manda el Papa Inocencio III. No. Como tengo principios y en mis principios asesinar es terriblemente perverso, el AT bíblico e Inocencio III y su Iglesia no las identifico con Dios.

Saludos.

Comentario del blogger: Estimado Iker, excede el alcance de este post y del tema mismo aclarar todas tus dudas y profundas incomprensiones de los géneros literarios de la Escritura que te han llevado a dudar de su inspiración divina.

Un ejemplo del elevado nivel de incomprensión que tienes de algunos textos es el ejemplo que colocas respecto a la supuesta intención de Jesús respecto a que no quería que los oyentes entendieran el mensaje. No puedo extenderme mucho explicándote que en Mateo 13 Jesús no está predicando de manera que el pueblo no entienda (lo que se conoce como tesis de justicia), sino todo lo contrario, debido a su misión salvadora-docente el mensaje es predicado en parábolas de manera que usando un recurso pedagógico el pueblo entienda mejor una verdad que sería rechazada -por los corazones endurecidos- de igual manera si se predicara directamente. El recurso literario aquí utilizado citando a Isaías es similar al utilizado en algunos textos del AT (como donde se habla del endurecimiento del Faraón) en donde aunque en apariencia es Dios quien endurece, es la persona quien rechazando el mensaje no quiere oir, ver ni entender, y Dios prevee esa elección. Detalles de esta explicación puedes encontrarlo en cualquier comentario bíblico católico. La solución por supuesto, no sigue siendo pensar que todo esto son "interpolaciones" o influencias humanas de las mentes torcidas de los apóstoles, sino estudiar y profundizar de verdad para poder entender. El trabajo arduo lo tienes que hacer tu y no yo.

Y mi opinión respecto a la actitud del cristiano respecto al libro sagrado dista mucho de la que expones. Yo no tengo porqué dudar de la veracidad histórica de un hecho narrado en el evangelio porque no haya otras fuentes que la confirmen. Independientemente de lo que subyace del texto sagrado, cuyo autor secundario es el hombre, es que es palabra inspirada de Dios. Definitivamente es importante conocer el contexto histórico, cultural y literario en que fue escrito, pero para entender que se nos quiere decir, y no para cuestionar el nivel de inspiración del mismo.

Demás está que diga que la asunción que atribuyes al origen de la "interpolación" de Mateo 16,16 es completamente arbitraria, gratuita y completamente alejada de cualquier análisis hermenéutico serio, de allí que entendieras que yo creo que "que Jesús dijo que debe evitarse que la gente entienda su palabra", cuando precisamente creo todo lo contrario. Es tu pronunciada ignorancia de la exégesis católica la que te lleva a ese tipo de errores grotescos.

Respecto a mi supuesta "equiparación" entre Hittler y el que rechaza la verdad, veo que sigues sin leer meticulosamente. Yo he hablado de distintas penas, porque en la teología católica se distinguen entre las penas de los condenados, a saber, la pena de daño y la pena de sentido. Los católicos no creemos que todos los condenados sufren la misma pena de sentido en la misma intensidad. La pena de daño que es la separación eterna de Dios la sufren los condenados, no tanto por la gravedad de sus faltas, sino por su elección voluntaria y libre de rechazar a Dios de manera definitiva e irrevocable. Esta es producto de las elecciones del libre albedrío, mientras que la pena de sentido es la consecuencia sus acciones, por lo que dice la Escritura que cada quien recibirá conforme a lo que hizo en su vida mortal: ya sea el bien o sea el mal.

Tanto Hitler como aquel que conociendo la verdad la rechaza de manera definitiva se separa él mismo de Dios, aunque no por esto sufra la misma pena de sentido cada cual y reciba el mismo "castigo".

Tampoco incluye el alcance de este post explicarte detalladamente los elementos que rigen la moralidad de los actos humanos, y la distinción entre "matar" y "asesinar", pues meramente matar no es considerado intrínsecamente malo, como no lo es si tu matas a alguien en defensa propia. Por su puesto, esto no quiere decir que no pueda discutirse si en el AT se atribuyó a Dios el "pase a cuchillo" de poblaciones, pero el detallado análisis de esos hechos en su contexto y libre de anacronismos excede de por mucho el tema de mi post.

Hasta aquí lo dejo porque no es mi intención seguir desviando el tema. Si tienes dudas respecto a la inspiración del texto bíblico no es este el post para ello, pues es una falta de respeto a los lectores que esperan ver comentarios relacionados al hilo del epígrafe. Si deseas puedes esperar que habra un post relacionado o enviar tus dudas a ApologeticaCatolica.org y yo con gusto en la medida que tenga tiempo te iré indicando bibliografía y notas para que puedas disiparlas.

17/12/10 2:31 PM

Los comentarios están cerrados para esta publicación.