6.10.18

Raymond Diocres y la conversión de San Bruno

La conversión de San Bruno ante el cadáver de Diocres | Museo del Prado

Hoy es la fiesta de San Bruno, fundador de los cartujos. Venga una de las historias que, en nuestra juventud, nos hicieron creer que el infierno no se había apagado ni que estaba vacío.

La misma puede leerse en el excelente libro de Mons. De Ségur titulado El Infierno.

La imagen de la entrada es de Vicente Carducho y se encuentra en el museo del Prado.

Prosit.

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi

 


Este vetusto monasterio ha visto, 
secos de orar y pálidos de ayuno, 
con el breviario y con el Santo Cristo, 
a los callados hijos de San Bruno (Rubén Darío, La Cartuja)

En la vida de San Bruno, fundador de los Cartujos, se encuentra un hecho estudiado muy a fondo por los doctísimos Bolandistas, y que presenta a la crítica más formal todos los caracteres históricos de la autenticidad; un hecho acaecido en Paris en pleno día, en presencia de muchos millares de testigos, cuyos detalles han sido recogidos por sus contemporáneos, y que ha dado origen a una gran Orden religiosa.

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2.10.18

28.09.18

Reedición de “Que no te la cuenten” 1 y 2 y nuevo libro: “Que no te la cuenten 3”

Queridos lectores: luego de bastante trabajo y a pedido de varios amigos, publicamos aquí el tercer tomo de la obra “Que no te la cuenten” reeditando, al mismo tiempo, los dos tomos anteriores.

Como quizás no todos sepan cómo nació todo esto del sitio y de los libros, venga la historia. Hace ya algunos años, estando yo en un colegio católico, impartía la materia que llevaba por nombre “Sociología” (en la práctica, no era otra cosa que dar los rudimentos de la Doctrina Social de la Iglesia). Todo marchaba bien, pero… no nos encontrábamos a gusto. Sucedía que, de modo casi automático, al terminar el año lectivo los muchachos se nos iban, ingresaban en la universidad y, luego de dos o tres meses de adoctrinamiento liberal o marxista (incluso en universidades “católicas”), terminaban dejando de lado las enseñanzas recibidas, no tanto por el ataque al dogma o a la moral, sino a la historia…

Que el oro del Vaticano, que la pedofilia en la Iglesia, que la conquista de América, que la Inquisición, etc., etc…

Fue así que, cansados ya de la misma rutina, comenzamos a dar bajo ese mismo nombre de fantasía estatal, la refutación a los diversos mitos históricos o leyendas negras con los que se los iría a adoctrinar. Era como aplicarles una antirrábica,

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27.09.18

"Conoce tu misa". Un libro muy recomendable

Hace años los católicos recibíamos una buena o aceptable formación litúrgica. Bastaba ir a la capilla o a la parroquia para que, los mismos símbolos, nos hiciesen entender la realidad que se encontraba detrás de los colores, los gestos, las rúbricas, etc. Hoy, lamentablemente, ya no es así y es necesaria una nueva educación y explicación de qué cosa es la Santa Misa, ese Sacrificio incruento que reactualiza la Pasión de Nuestro Señor y Sus beneficios.

Resucitando de las tinieblas del olvido, a alguien se le ocurrió que sería bueno reeditar, con nueva traducción e imágenes más depuradas, el hermoso librito “Conoce tu misa” donde, en forma de “cómic” y con viñetas, tanto para grandes como para chicos se va explicando paso por paso la Santa Misa según la forma tradicional o -como se le dice hoy- “extraordinaria” o “tridentina".

Les dejo el link donde se puede adquirir este tesoro en formato digital y papel; una verdadera joya a color.

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi

Formato digital

Formato papel

25.09.18

Los orígenes apostólico-patrísticos de la "Misa Tridentina" (3-3)

5. La reforma de San Gregorio Magno

Desde el siglo IV en adelante tenemos informaciones muy detalladas acerca de cuestiones litúrgicas. Padres de la Iglesia como san Cirilo de Jerusalén (†386), san Atanasio (†373), san Basilio (†379), san Juan Crisóstomo (†407) nos proporcionan elaboradas descripciones de los ritos que se celebraban.

La libertad de la Iglesia en tiempos de Constantino y, aproximadamente, el primer Concilio de Nicea en el año 325 marcan el gran punto de inflexión de los estudios litúrgicos. Alrededor del siglo IV se contó con la recopilación de los textos litúrgicos completos: fueron recopilados el primer Euchologion y los Sacramentarios para su uso en la iglesia. En el siglo V Papas y obispos trabajan intensamente para la unidad litúrgica y su perfeccionamiento. Esta obra fue llevada a cumplimiento en el siglo siguiente por aquel Pontífice cuyo nombre habrá quedado para siempre ligado a la sagrada Liturgia: san Gregorio Magno (590 d.C.). Son bien conocidos los criterios litúrgicos del Santo: escribe a Agustín de Canterbury que elija aquellos rituales que hubiera estimado más convenientes para sus neófitos anglos, ya que: non pro locis res, sed pro rebus loca amanda sunt. Y en otra carta dirigida al obispo Juan de Siracusa, se declaró dispuesto a aplicar este principio a la misma Liturgia romana: en esto Gregorio seguía perfectamente la tradición de sus predecesores, tanto que la Liturgia de Roma entró definitivamente en su período de estancamiento sólo después de la muerte del gran Doctor. «Si ella misma (la Iglesia de Constantinopla) -escribe San Gregorio- u otra Iglesia tiene algo de bueno, me declaro dispuesto a imitar el bien incluso de aquellos que son más pequeños que yo, mientras los considere alejados de lo que no es lícito. Es de hecho un tonto aquel que se considera a sí mismo tan elevado que no quiere aprender de lo que ha visto de bueno».

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