De pluma ajena: Demos gracias
Hace pocos días mi hija me pregunto qué significaba la palabra gracias. Está claro que con seis años y algunas buenas costumbres conoce y usa el término desde pequeña. Ella quería ahondar y me obligó a mí a hacerlo. Todos, al igual que esta niña, conocemos el significado inmediato de esa “palabra mágica”. Pero puestos a ahondar había que ver qué nos podía decir el Diccionario de la Real Academia Española; vimos que arroja 15 definiciones entre las cuales figura la dada por la doctrina católica: “favor sobrenatural y gratuito que Dios concede al hombre para ponerlo en el camino de la salvación”. En cuanto a su origen etimológico se sabe que “La palabra gracias proviene del latín gratia, la cual deriva de gratus (agradable, agradecido), y el origen gratia en latín significa la honra o alabanza que sin más se tributa a otro, para luego significar el favor y reconocimiento de un favor”[1].
Comparto aquí una reflexión sobre su uso y, tal vez, una propuesta.

Hace algunos años, dando clases en un profesorado de historia, una jovencita me presentó este resumen que ahora, con su permiso, publico, un 18 de Julio, fecha del Alzamiento.
Michael Jones, Francisco y el fin de las guerras culturales. Observaciones críticas de un viajero; traducción y notas de Luís Álvarez Primo,
Por Juan Pablo Riganti, Presidente Fundación Gladius
