Campana, triduo sacro y San José que oye

- ¿Y si le pide a San José, Padre? –me dijo un sacerdote amigo.
- Vamos… Yo también soy cura, le respondí, con un aire de cierta incredulidad…
- ¡No!¡En serio! San José no defrauda; ¡más cuando es para dar gloria a Dios!
- Bueno: con probar no pierdo nada (me dije para mis adentros).
Era el 16 de Marzo del corriente año, 2019 y faltaban sólo tres días para la solemnidad de San José. ¿Qué podía hacer entonces? Pues un triduo.
Pero esta vez fue distinto. No sé; había como una certeza interior de que el gran Patrono me concedería algo tan importante, trascendental y perenne como es una campana de iglesia.
Y decidimos pedirlo en la capilla con mucha Fe.

Hace años que, en nuestro país, un tristemente célebre Ministro de Relaciones Exteriores habló que, para subsistir políticamente, eran necesarias las relaciones carnales con los Estados Unidos. Y no se equivocaba al parecer porque, al final de cuentas, el Tío Sam siempre fue un macho heteropatriarcal.


