Luterándonos: la castidad imposible

Hace más de un año que venimos leyendo a este impecable “testigo del Evangelio” que fuera Martín Lutero. Confesamos que nos hemos asombrado y hasta escandalizado, no con él, sino con nuestros catequistas antediluvianos que nos quisieron transmitir una religión “de los perfectos”, “avinagrada” y fascistoide.
Siguiendo los consejos actuales y acomodándonos un poco a los tiempos, hemos seguido buceando en el pensamiento del fraile agustino.
Venga entonces la nueva serie de “luterándonos” que, esta vez, comienza con la sexualidad, la masturbación y la poligamia: todas estas otras maravillas que hoy se disfrutan sin complejos ni tabúes.
Aclaro de antemano para quienes no tengan “la fe de la gente sencilla” (como dice mi amiga Sor Caram) que Lutero no habló por entonces del “puti-monio”, los trans, la sexualidad de la Virgen y el post-porno; las brevas no estaba maduras aún. Hoy parece que sí…
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi
PS: como siempre, seguimos a Lutero en sus fuentes originales.

- “¡Fachas!”
Libertad y Tiranía. Hace muy poco el sitio de
Segunda y última entrega de un breve y magnífico texto de Hugo Wast.
En tiempos en que la Iglesia sufre a causa de algunos teologuillos de escritorio que, lejos de transmitir la Fe de la Iglesia intentan congraciarse con el mundo, recordé la lectura de dos opúsculos que el gran
