¿Misa novus ordo o vetus ordo?
La otra vez me preguntaban :
- ¿Las misas que ud. celebra son siempre “misas tradicionales"?
No, les respondí; eso depende del lugar y de los permisos.
Lo que pasa es que, cuando celebro la misa “novus ordo” o post-conciliar, intento hacer lo que dice el Misal, nada más (no hace falta ningún invento).
Acá está la última misa celebrada en el Santuario del Cardenal Burke: español y novus ordo, un domingo.
No hace falta inventar nada:
Con toda humildad, si desean, la pueden compartir, con su sacerdote de confianza.
“La belleza salvará al mundo” (Dostoyevski).
58 comentarios
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No hay, es verdad. Una pena, pero no me parece que sea "un invento"; yo me ordené apenas publicado Summorum pontificum y, al leer el texto, entendí con muchos que había que seguir lo que el Papa decía, eso de que "las dos formas del uso del Rito Romano pueden enriquecerse mutuamente". De allí que junte los dedos luego de la consagración (otro "invento" que venía de antes), incline la cabeza al nombrar a Cristo, etc. En fin. gracias por su comentario. PJOR
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Padre, ante todo, se nota el gran esmero con que celebra la Santa Misa y su deseo sincero de ajustarse al Misal Romano, lo cual es de agradecer en tiempos en que la fidelidad litúrgica es un verdadero testimonio.
Solo quisiera hacerle una observación con afecto: cuando añadimos gestos no previstos, como ciertas genuflexiones que el Misal no indica, corremos el riesgo de “sobrepasarnos” en el afán de reverencia. La Sacrosanctum Concilium (SC 22 §3) y otros documentos recuerdan que nadie, aunque sea sacerdote, añada o quite cosas por iniciativa propia en la liturgia. Precisamente porque la liturgia es de toda la Iglesia, hasta los gestos que parecen más piadosos conviene mirarlos y remirarlos antes de incorporarlos, para no romper esa unidad que es en sí misma una catequesis.
En resumen, su celo es valioso, pero vale la pena revisar estos detalles para que la celebración sea plenamente conforme al Misal Romano, que ya es en sí mismo riquísimo en signos de reverencia.
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Muchas gracias por su comentario. Sinceramente, cuando celebro Novus ordo, no lo hago. Esa vez lo hice de modo connatural por celebrar casi a diario el "vetus ordo" (en la parroquia en la que estoy tenemos ambos modos de rezar la misa todos los días). De todos modos, el post va en dirección a que se puede celebrar la misa novus ordo dignamente y ad orientem, como sugiere el mismo misal. Bendiciones. PJOR
La plegaria eucarística (PE) I es una abreviación del Canon Romano, y como tal, carece de tradición y es una abreviación inventada.
PE II está basada en una hipotética reconstrucción de un texto del siglo III (Hipólito), una misa "arqueologizada" e idealizada por estar unida una supuesta pura Era de Oro de la Iglesia Primitiva, que no se sabe bien si se hizo pero que nunca jamás tuvo ninguna continuidad en el tiempo. Es la más breve y la más usada. Muy débil teológicamente, se observa que es muy elemental y primitiva, y su uso masivo indica una caída de calidad teológica y espiritual.
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PE III compuesta en la fase post-Vaticano II por Cipriano Vagaggini, con influencias antiguas y orientales, de por ahí y por allá. Se hace muy raramente, y es "desconocida" por muchos.
PE IV otra compuesta post-Vaticano II e "inspirada" en la Anáfora de San Basilio (oriental), con prefacio fijo. Es una "desconocida" por casi todo el mundo.
PE V (versiones a, b, c y d), compuesta en un sínodo suizo de 1974, temas específicos (guía, caridad, unidad). Es "desconocida" por todos.
Reconciliación I y II, compuestas en 1975, para el Año Santo de la Reconciliación. Otras "desconocidas totales.
Niños I, II, III, compuestas en 1970, adaptadas para niños. Alguna vez las he oído, y la verdad, meh...
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Ciertamente, el Novus Ordo no ha cumplido con la Nueva Primavera pensada en los 1970. Hay un hecho cierto, y es que el Novus Ordo está contextualizada y connotada por el progresismo modernista y los abusos y delitos litúrgicos de más de 50 años: verla es asociarla con una época de la Iglesia que nada bueno ha dado y que no ha dado ningún ejemplo de santidad, y es una misa de confusión, multiplicidad, debilidad teológica (banquete por encima del sacrificio)
El Novus Ordo es válido y lícito, pero tiene este conjunto de problemas que no se pueden evitar.
Por eso la gente regresa, al menos unos cuantos, hacia una misa que está más cercana a la Sagrada Tradición Litúrgica, aunque ha sufrido dos cambios importantes, uno preNovus Ordo por Pío XII.
No existe el nuevo rito sedicentemente romano. Existe una nueva liturgia, carente de la fijeza y estabilidad que son propias del rito.
El misal de Pablo VI está lleno de variantes lícitas. A las cuales vienen a añadirse multitud de variantes abusivas. El resultado es la gran variedad de liturgias que cualquiera tiene la experiencia de encontrarse en las parroquias y demás ocasiones.
La contraposición no es entre el inmemorial rito romano y un pretendido rito romano reformado. La contraposición es entre el único rito romano y la revolución litúrgica permanente.
2. En la oración del Acto penitencial, los fieles reconocen su culpabilidad y piden perdón a Dios, a la Virgen María, a los santos y a la comunidad. Entonces, el Confiteor, conocido como "Yo confieso" o "Yo pecador", ¿es una oración que quita pecados veniales (a los herejes también) o solo de reconocimiento de faltas y pecados ante Dios, pidiendo perdón y la intercesión de los santos?
3. En el Confiteor rezamos "que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión", ¿cuál es el acto de penitencia? Y ¿por qué no hay colas en el Sacramento de la Confesión equivalentes al de la Comunión? Pensemos en el jubileo de los jóvenes (1 millón en Roma) y la participación activa del Novus Ordo, donde se confesarán unos 100 miel aprox. y comulgarán unos 900 mil aprox.
4. En el Ofertorio (Novus Ordo), ¿por qué se ha suprimido el lavatorio de manos?
5. En el Ofertorio, la frase "Para que este sacrificio mío y vuestro", parte de la oración sobre las Ofrendas del pan y el vino (no dinero), referida al Sacrificio de Cristo y al unir nuestro propio sacrificio agradable, sacerdote y fieles, al Suyo, ¿buscamos sólo nuestra salvación de los presentes y la gloria de Dios?
6. O ¿somos corredentores además por la salvación del prójimo de la Iglesia y el mundo? Pues, por las almas del Purgatorio podemos rezar y ofrecer indulgencia. Algo análogo.
7. La Santa Misa siempre actualiza el Sacrificio en el Calvario del Hijo de Dios encarnado, pero en el Novus Ordo parece más orientado a la Última Cena, sin la Santísima Virgen María al pie de la Cruz y sólo los juanes. El Altar es Cristo crucificado, en muchas mesas no se pone un Crucifijo, y en ninguna el Sagrario.
Por otro lado el vetus tambien eliminó el rito de la Paz del que habla san Pablo en la Biblia y la plegaria universal de los fieles que habla San Justino en el punto 1.3.4.5 del Catecismo. Elementos esenciales presentes en los demás ritos Católicos.
Llamar arqueologismo al rito de la Paz, plegaria universal de los fieles y concelebración es una blasfemia teniendo en cuenta que San Justino afirma que fue Cristo mismo durante sus apariciones quien enseñó a celebrar de esta manera. ( Vease la ultima frase de la segunda lectura del oficio de lecturas de la solemnidad del III Domingo de Pascua).
En virtud de lo anterior, fue el vetus ordo quien rompió la continuidad y unidad litúrgica.
"El órdago irrevocable de consagradas, orgullosas de retomar la misa tridentina en latín y con el sacerdote de espaldas, se consumó el 22 de junio, se decretaba la excomunión de diez de las habitantes del monasterio y"
FUENTE:
https://www.larazon.es/sociedad/tres-meses-cisma-belorado-huida-adelante_2024081166b7910976ed0d0001323f2a.html
De los pocos sacerdotes a nivel mundial que se ciñen al Misal Romano y no desobedecen los signos de adoración a Dios y veneración a María.
Podría explicar el rezo del Ofertorio ?
Me pareció no escuchar "... Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos: él será para nosotros pan de vida...".
Lo del "Dios del Universo" suena al arquitecto universal de los masones.
Desde ya, gracias.
La misa celebrada novus ordo no solo es que sea válida, es la misa de siempre. La vetus ordo también es la misa de siempre, es el modo extraordinario de celebrar el mismo rito romano, mientras que se vea que se pueda permitir sin fomentar la división y el sectarismo.
Paz y bien
No hay en vigor ninguna norma litúrgica que utilice esta distinción. Nunca existieron formas distintas, ambas en uso, de un mismo y único rito, fuese el romano o cualquiera de los demás latinos u orientales.
Formas ordinaria y extraordinaria del rito romano fue una habilidad jurídica inventada por Benedicto XVI, sin base teológica ni histórica, para intentar promover la paz litúrgica en la Iglesia latina. Y abandonada por Francisco.
Litúrgicamente esas pretendidas dos formas del mismo rito se parecen tanto como un huevo a una castaña. Hay más semejanza entre el inmemorial rito romano y otros tradicionales, sean latinos o incluso orientales.
Con todo, sería un gran bien que León XIV recuperase esa habilidad jurídica. O cualquier otra institución, como por ejemplo los ordinariatos para los católicos de rito romano tradicional, que haga justicia, aunque sea relativa, con vistas a la restauración de la Iglesia en ruinas.
Feliz domingo octavo después de Pentecostés.
Para argumentar teológica y doctrinalmente desde la perspectiva católica sobre la expresión “Dios del universo” en el ofertorio, y responder a quienes la atacan como presuntamente masónica, hay que partir de la Sagrada Escritura, el Magisterio de la Iglesia y la teología litúrgica católica. Aquí te presento un argumento estructurado:
1. Fundamento Bíblico
La expresión “Dios del universo” es totalmente bíblica y católica, ya que refleja la universalidad del dominio de Dios sobre la creación:
Salmos:
“Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el mundo y todos sus habitantes.” (Sal 24,1)
“Tuyo es el cielo, tuya también la tierra; tú cimentaste el orbe y cuanto contiene.” (Sal 89,12)
Profetas y Apocalipsis:
“Yo soy el Señor, el Dios de toda carne.” (Jer 32,27)
“Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos tus caminos, Rey de las naciones.” (Ap 15,3)
Nuevo Testamento:
San Pablo predica al “Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, Señor del cielo y de la tierra” (Hch 17,24), lo que es equivalente a decir “Dios del universo”.
Por tanto, hablar de “Dios del universo” no es un invento moderno ni masónico, sino eco literal de la Biblia.
2. Fundamento Litúrgico Católico
La expresión “Bendito seas, Señor, Dios del universo” aparece en el Ofertorio de la Misa según el Misal Romano (Novus Ordo), aprobado por la Iglesia.
Texto litúrgico:
“Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan/fruto de la tierra y del trabajo del hombre…”
Inspiración bíblica:
Este ofertorio retoma la beraká judía (bendición) que Jesús mismo, como buen judío, rezaba en la Última Cena:
“Bendito seas, Señor, Dios nuestro, Rey del universo, por el pan…”
(Baruch Atá Adonai Eloheinu Mélej Haolam, hamotzí léjem min haáretz)
Por lo tanto, decir “Dios del universo” es plenamente coherente con la tradición bíblica y judía-cristiana, y forma parte de una plegaria aprobada por el Papa y la Iglesia.
3. Magisterio y Doctrina
El Misal Romano aprobado por San Pablo VI y actualizado por San Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco es Magisterio litúrgico.
La Instrucción General del Misal Romano (IGMR) garantiza que las expresiones del ofertorio están libres de error doctrinal.
Si la Iglesia aprueba la fórmula “Dios del universo”, es imposible que sea masónica, porque:
La Iglesia condena la masonería (CIC, can. 1374; CDF, Declaración 1983).
La Iglesia jamás aprobaría una expresión litúrgica con origen masónico.
4. Los que dicen que “Dios del universo” es masón caen en varios errores:
Desconocimiento bíblico:
Ignoran que la expresión tiene raíz en los Salmos y en las bendiciones judías.
Desconfianza en la Iglesia:
Si afirman que la liturgia aprobada por el Papa es masónica, indirectamente acusan a la Iglesia de herejía, lo cual es sedevacantista o cismático.
Confusión doctrinal:
Asocian cualquier término que suene “universal” con masonería, sin entender que la universalidad es atributo divino (Dios es Creador de todo).
Conclusión Teológico-Doctrinal
Decir “Bendito seas, Señor, Dios del universo” en el ofertorio es:
Bíblico: corresponde al Dios creador y Señor de todo lo existente.
Litúrgico y tradicional: proviene de la beraká judía, heredada por Cristo en la Última Cena.
Magisterialmente aprobado: figura en el Misal Romano promulgado por la Iglesia.
Por lo tanto, no tiene nada de masónico. Atacar esta expresión es atacar la Sagrada Escritura y el Magisterio de la Iglesia.
Ya estamos de vuelta otra vez. Éstas disputas son ya muy cansinas, como cansino me parece la crítica constante al Novus Ordo.
Mire, el otro día llevé a un amigo mío que va a entrar a seminaristas a la misa tradicional. Le pregunté si impresión. ¿Cual fue su respuesta? "Quién diga que esta misa sigue el mismo rito que la misa común en cualquier parroquia, no sabe lo que está diciendo".
Y es que es lo que veo que a usted le cuesta, como a otros muchos católicos. Yo también creo que para valorar el rito romano antiguo no hay que atizar al Novus Ordo constantemente. Ahí estamos de acuerdo. Es cansino el tema. Sin embargo, lo que usted no parece comprender es que nadie niega la validez del Novus Ordo. Y que existen frutos de santidad. Eso es innegable.
Ahora bien, si usted quiere criticar el punto de vista de la mayoría que critica el Novus Ordo, déjese de falacias ad hominem como hace un frale que escribe en este portal y responda los argumentos que se dan. No basta con decir "es que crean división, profe, son malos." La crítica es a la propia reforma litúrgica en si. Su desarrollo, sus frutos, su creación... Ahí es donde usted tiene el caballo de batalla. No es "es que no lo consideran válido". No, por ahí no va la cosa.
Y, se lo repito igual que se lo dije en otros comentarios. El entonces cardenal Ratzinger criticó muy duramente la reforma litúrgica. Llega a decir que parece "sacada de una biblioteca". Tiene un librito, "el espíritu de la liturgia ", en el que machaca la nueva postura del sacerdote en el altar. Vamos, que el era participe de una reforma del antiguo misal, pero no como se llevó a cabo. Esta es la postura de la mayoría de los que critican la reforma. ¿Consideraba Ratzinger que el Novus Ordo es inválido? No. Pero ese no es su punto. ¿Lo entiende? Así que si quiere desarbolar a los que criticamos la reforma litúrgica, tiene que leer a Ratzinger y contrargumentarle. A Ratzinger y a otros con una postura similar.
4. En el Ofertorio (Novus Ordo), ¿por qué se ha suprimido el lavatorio de manos?
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Es obligatorio, de hecho en la Basílica donde acudo a Misa todos los sacerdotes lo realizan.
«En lugar de la liturgia como fruto de un desarrollo vivo, se ha puesto una liturgia fabricada. Se abandonó el proceso vivo de crecimiento y devenir para sustituirlo —como se hace con un producto técnico— por una fabricación, una invención banal del momento.»
«Tenemos una liturgia que ha degenerado de tal modo que se ha convertido en un espectáculo (...) la tendencia es la retirada, cada vez más marcada, de quienes no buscan en la liturgia un animador espiritual, sino el encuentro con el Dios vivo...»
«El papa no es un monarca absoluto cuya voluntad es ley, sino el guardián de la auténtica Tradición... Por eso, con respecto a la liturgia, tiene la tarea de un jardinero, no la de un técnico que construye máquinas nuevas y arroja las viejas al vertedero.»
«Cuando el sacerdote celebra hacia el pueblo, la comunidad se convierte en un círculo cerrado en sí mismo. El mirar al sacerdote no es lo importante, sino que todos miren hacia el Señor.»
«La Constitución sobre la Sagrada Liturgia no quería una ruptura, sino una renovación en continuidad con la tradición viva de la Iglesia.» (aquí está suponiendo que s hubo ruptura, Sofía)
Entonces, por su regla, éstas frases son divisivas porque crítica la reforma. No. Lo divisivo no es lo que dice. Hay que mirar por qué lo dice y ver si es verdad. Ahí está la madre del cordero. También dijo:
"Estar en contra de la reforma litúrgica no es estar en contra del concilio"
Esa propuesta podría abrirlo a la concelebración, recuperar el rito de la paz y la oración universal de los fieles, e incluso ofrecer la posibilidad de celebrar en lengua vernácula. Solo así el rito podrá mantenerse vivo en el tiempo.
La historia litúrgica enseña que un rito sin concelebración está destinado a la marginalidad y, con el tiempo, a la prohibición. Todo parece encaminarse a ese punto: o el Vetus Ordo entra en un diálogo real con la tradición viva de la Iglesia, o quedará como una reliquia que se observa, pero que ya no se celebra.
Esta gente no defiende la tradición: la deforma para sembrar desconfianza contra la Iglesia. Les encanta agitar fantasmas de herejía para tener su propio pequeño púlpito de superioridad. Si amaran de verdad la liturgia, la estudiarían antes de difamarla.
Y esos pocos representan bien el ocaso de la corriente filolefebvrista: unos destilan cisma interior, otros muestran ignorancia absoluta de la historia litúrgica, y los últimos solo se dejan arrastrar por inercia.
Para ser este un sitio donde suelen expresarse los filolefebvristas de habla hispana, no puedo más que alegrarme por la Santa Iglesia Católica: la herejía filolefebvrista parece un enfermo terminal, con la respiración cada vez más débil,… y los médicos ya preparando el acta de defunción.
¡Gran noticia para la comunión de la Iglesia!
Voy a misa nueva. A lo mejor, 30% nueva 70% antigua, aunque reconozco que cada vez que puedo voy a la antigua. Son ambos ritos válidos. Los dos se pueden celebrar de forma sublime. Hay frutos de santidad en ambas. Sin embargo, creo que el sentido de lo sagrado, el misterio y la centralidad de Dios en la misa antigua no tiene nada que ver con la nueva. El foco en la nueva es la gente. Que la gente entienda. Y creo que por eso, en cierto modo, se ha banalizado tanto. Porque nos creemos poseedores de la liturgia porque la propia liturgia te transmite eso. En el rito antiguo esto no pasa. Ahí está claro que tú eres un privilegiado de estar allí.
Por otro lado, y esto es lo preocupante, la misa nueva no transmite de forma fidedigna la creencia católica sobre la misa. Y eso ha llegado a meterse en la creencia de los fieles y de los propios Papas. ¿Cuantos fieles no creerán que en la misa se vuelve a hacer presente la última cena?¿O que es un mero ágape fraterno?
En el ultimo número de la antorcha, revista editada por asociación católica de propagandistas, aparece en portada una mesa con un cartel debajo que dice lo siguiente: "Este fragmento de madera (...) fue el altar escogido por Jesucristo para entregarnos su cuerpo y su sangre". Eso es falso. El altar es la cruz no la última cena.
Escribe el Papa Francisco en Desiderio Desideravi: «Nadie se ganó el puesto en esa Cena, todos fueron invitados, o, mejor dicho, atraídos por el ardiente deseo que Jesús tiene de comer esa Pascua con ellos: Él sabe que es el Cordero de esa Pascua, sabe que es la Pascua. Esta es la novedad absoluta de esa Cena, la única y verdadera novedad de la historia, que hace que esa Cena sea única y, por eso, “última”, irrepetible." Falso. Esto no es católico. Lo irrepetible no es la cena. Es el sacrificio de Cristo en la Cruz que es donde realmente entrega su cuerpo y sangre en sacrificio de expiación al Padre.
Y el ínclito Roche: "la teología de la misa ha cambiado".
Pues bien, lo tenemos a todos los niveles, hasta los más altos. La teología de la misa no ha cambiado. Lo que ha cambiado es la percepción que se tiene de la misa, aprendida a través de una catequesis llamada liturgia.
Otra anécdota: luterano se convierte en católico. Lo conozco. Va a misa tradicional. ¿Su motivo? La misa nueva, se parece mucho a las cenas luteranas. Pues eso...
Todo indica que los informes reservados de la Santa Congregación para la Doctrina de la Fe (ahora Dicasterio) son graves y contundentes. La prudencia pontificia no suele ser silencio vacío, sino espera vigilante ante hechos que hablan por sí solos.
Aprovecho la ocasión para pedirle que se una espiritualmente en sus Eucaristías pulcras y obedientes a los gestos del Misal Romano por las Almas purgantes de esta comunidad piadosa:
https://benditasalmas.org/
Mil Gracias
Sólo en la comunidad de Madrid hay aprox 470 parroquias
https://transparencia.archimadrid.es/transparencia/archidiocesis/organismos-y-parroquias/parroquias/
Tirando por lo bajo, cada parroquia tiene unas 725 personas de media por parroquia que acuden a Misa dominical entre las misas del sábado y del Dies domini.
Son aprox 350.000 personas que acuden a Misa dominical.
Estimados denostadores e insultadores de la misa de San Pablo VI que el Catecismo denomina como la Misa de todos los siglos en el punto 1.3.4.5:
¿ Podrían indicarme cuantas personas acuden aprox a Misa Tridentina ?
Y el ínclito Roche: "la teología de la misa ha cambiado".
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Si es cierto que dijo eso se equivoca profundamente. LA teología de la Misa es la misma que desde la última Cena. Y usar frases sueltas y opinions sinjetivas para atacar a la Misa de Todos los Siglos (1.3.4.5 del CAtecismo), revela la mala Fe del que la usa como arma arrojadiza zizañera.
No es coherente que la Iglesia priorice la concelebración litúrgica en decenas de documentos y al mismo tiempo exista un rito que excluye al 99% la concelebración eucaríatica.
Documentos que avalan con obligatoriedad que hay que priorizar la concelebración:
La constitucion Sacrosantum concilium (SC 27; 41), el decreto Unitatis redintegratio nº15, el decreto presbiterorum ordinis nº7 y nº8, el Misal Romano, encíclica mediator dei nº103, instrucciones eucaristicas de san PAblo VI como eucaristicum mysterium nº17,nº32.8,nº47 y 48, las notas de la santa sede de como celebrar en la Basilica de San Pedro, la sagrada congregación de ritos que promulgó el nuevo rito de la concelebración con fecha 7 de marzo de 1965, traditionis custodes y otros importantes documentos como el proceso de restauración de la concelebración eucarística que culmina en la publicación del Código de Derecho Canónico de 1983 (el canon 902 se ocupa de la concelebración limitándose a permitirla), en 1965 el cardenal Lercaro, presidente del Consilium ad exsequendam Constitutionem de sacra liturgia, dirigía una carta a los Presidentes de las Conferencias Episcopales recordando cómo podía ser oportuno promover la concelebración en el caso de que favoreciese la piedad de fieles y sacerdotes; El decreto Ecclesiae semper, de 1965, que añade dos motivos teológicos para la conveniencia de concelebrar, que encontramos después en la Ordenación general del misal romano (= OGMR, de 1970) a saber, la concelebración "manifiesta apropiadamente la unidad del sacerdocio, del sacrificio y del pueblo de Dios" (n. 153), y finalmente la instruccion redemptionis sacramentum de la sagrada congregacion para el culto Divino (nº 73,124,113,111,105,98,97), y por ultimo y no menos importante el punto 1.3.4.5 del Catecismo Mayor donde se afirma que la Misa de todos los tiempo es aquella que describe San Justino en su apología, incluyendo la concelebración como una de las lineas generales de la Santa Misa; por último destacar que el canon 902 del código de decho canónico prohibe tajantemente la celebración simultanea de misas en el mismo templo; algo que afectaría gravemente a las celebraciones en Catedrales Basilicas y demás donde se congregan simultaneamente muchos sacerdotes.
«La Constitución sobre la Sagrada Liturgia no quería una ruptura, sino una renovación en continuidad con la tradición viva de la Iglesia.» (aquí está suponiendo que s hubo ruptura, Sofía)
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Responderás ante Dios por imputar públicamente a un Cardenal tu opinión cismática subjetiva
Aún más revelador me ha parecido el constatar cómo los ingresos eclesiásticos se dispararon cuando un gran número de sacerdotes sucumbió a la tentación de mercantilizar lo sagrado: proliferaron entonces las misas individuales, las misas privadas y las misas simultáneas en un mismo templo, cada una con su estipendio correspondiente.
¿Y cómo fue posible semejante fenómeno? La respuesta, para mi sorpresa, se remonta al siglo IX, cuando la Providencia permitió —o toleró— la paulatina desaparición de la concelebración. Mientras la concelebración permaneció viva, este engranaje económico-litúrgico era impensable; su desaparición, en cambio, abrió la puerta a un modelo que nunca hubiera emergido en un rito que conservase intacta la práctica concelebrativa.
Sin esa anomalía permitida por Dios, hoy no tendríamos ni basilica de San Pedro ni lugares santos.
Claro que se equivoca. Cómo usted al decir que si no hay concelebración no tiene arraigo en la Tradición. La ausencia de ciertos ritos o prácticas (o modificación como en el rito de la paz), no niegan su valor. El sacrificio es el mismo. Sin embargo, la desaparición o añadidura de ciertos elementos a lo largo de los siglos es el testimonio vivo de una fe, unas devociones, una práctica religiosa, una oración que ha ido cogiendo y poniendo cosas a lo largo de los siglos. Esto refleja un enriquecimiento histórico, no una negación del pasado. Tradición no significa necesariamente transmitir lo más antiguo...
Claro que son opiniones sueltas. Por eso ánimo a leerse el libro. Y, como opiniones, son subjetivas y no son dogmas de fe. Como tampoco es dogma de fe una reforma litúrgica.
Si usted prefiere la misa nueva, adelante. Yo no tengo ningún problema.
Por cierto, ustedes los vetusordistas son muy raritos, mucho citar a Ratzinger cuando daba sus opiniones en su época de cardenal, intentando que sirva para barrer para su casa, pero se permiten, tanto usted como Urbel, llevarle la contraria cuando ya siendo Benedicto XVI dijo que eran el modo ordinario y el modo extraordinario de celebrar el mismo rito romano.
Yo estoy con BXVI, son ustedes los que se empeñan en demostrarnos que se equivocó, pues ustedes mismos.
Paz y bien
Benedicto XVI, que tenía la litúrgia en el corazón de sus cuidados, tardó más de dos años en promulgar Summorum Pontificum. Y Francisco, a quien la liturgia apenas le interesaba, ocho años en promulgar Traditionis custodia.
Por otra parte, León XIV ha elogiado ya el sentido del misterio propio de los ritos orientales. Muy cerca de reconocerlo igualmente en el tradicional rito romano. Veremos.
En cuanto a la resistencia del inmemorial rito romano, se porta bien. Resistió con éxito a la práctica prohibición por Pablo VI y a la práctica prohibición por Francisco.
Se ha salvado y pierden el tiempo quienes sueñan con erradicarlo o transformarlo en una variante más del nuevo desorden litúrgico, como el orate de los múltiples seudónimos: Jordán, Dicasterio, Crux ave etc.
Si la concelebración es expresión máxima de la unidad eclesial y un signo anticipatorio de la parusía —el banquete escatológico donde todos participan en un solo sacrificio—, permitir un rito que la imposibilita de raíz es, en términos prácticos, posponer esa plenitud que la liturgia misma anuncia. La Iglesia no puede, sin fracturar su propia coherencia sacramental, declarar como supremo un bien y simultáneamente abrir la puerta a una praxis que lo niega. O se prioriza lo que se proclama como más santo y deseable, o se tolera su negación; pero pretender ambas cosas es caminar hacia un colapso teológico y pastoral que roza la autonegación de la misión litúrgica.
La Misa Tridentina tiene el gravísimo defecto de estar cerrada a la concelebración.
La concelebración sacerdotal no es un añadido funcional ni una concesión práctica. Es, teológicamente hablando, una prolongación terrena del
modelo litúrgico celestial. En el Cielo, donde la liturgia se celebra sin interrupción, Cristo Cabeza preside rodeado de toda la asamblea de los
redimidos, entre ellos los santos ordenados que participaron en su sacerdocio ministerial y los laicos glorificados. Pero esta comunión no es
simétrica en términos jerárquicos: el sello indeleble del orden sacerdotal configura al ministro como partícipe singular del sacerdocio de Cristo, en
una relación distinta —ontológica y litúrgicamente— a la del laico, aunque ambos estén unidos en la santidad.
Negarse a concelebrar en la tierra, cuando varios presbíteros están presentes, rompe la imagen de esa liturgia celestial y genera un esquema
eclesial desproporcionado, en el que los sacerdotes celebran como “islas litúrgicas”, sin reflejar su unidad sacramental y su colegialidad
jerárquica. ¿Cómo va a tener sentido que en el Cielo todos los santos ministros participen en una única celebración perfecta —como nos
muestran el Apocalipsis y la tradición litúrgica de la Iglesia— y que aquí en la tierra decidamos que la misa puede celebrarse como actos
individuales, fragmentando lo que por naturaleza es común?
La concelebración no es opcional desde una visión teológica seria: es un reflejo necesario de la unidad del sacerdocio, de la comunión eclesial y
del modelo litúrgico eterno. No es una invención moderna, sino una recuperación fiel del ethos apostólico, tal como lo atestiguan textos antiguos como los de san Justino, san Hipólito o la Traditio Apostolica. En resumen, concelebrar no es simplemente "celebrar juntos": es hacer visible la liturgia invisible del Cielo, en la que los presbíteros unidos en Cristo Cabeza actúan como un solo cuerpo sacerdotal en medio del pueblo santo de Dios.
Es fundamental destacar que la liturgia celestial no es una asamblea caótica de iguales, sino una celebración profundamente jerárquica, como nos revela el libro del Apocalipsis. San Juan, en sus visiones, describe una estructura litúrgica clara: en el centro está el Trono del Cordero (Cristo),
rodeado por los veinticuatro ancianos (símbolo de los presbíteros del Antiguo y Nuevo Testamento), los cuatro vivientes (figuras angélicas que
representan la creación entera glorificando a Dios), y una multitud innumerable de ángeles y santos (Ap 4–5). Todos participan en la adoración, pero no de la misma manera: los ancianos se postran, lanzan sus coronas, entonan cánticos propios; los ángeles proclaman con voz potente; los mártires (Ap 6,9–11) claman por justicia, y los fieles redimidos se presentan con vestiduras blancas en un acto de contemplación y alabanza.
Esta jerarquía no denota desigualdad de dignidad, sino diversidad de funciones según el orden querido por Dios. En este contexto, los sacerdotes ordenados –quienes llevan en sus almas el sello sacramental del orden– reflejan en la liturgia terrena el papel de los ancianos celestiales:
representan a Cristo Cabeza, interceden, ofrecen la alabanza en nombre del pueblo y, cuando concelebran, lo hacen como un solo cuerpo unido a
la Cabeza.
1. La liturgia celestial tiene una estructura jerárquica;
El Apocalipsis presenta una liturgia celestial claramente estructurada en grados: Dios, el Cordero (Cristo), los veinticuatro ancianos (símbolo de
los apóstoles y patriarcas, es decir, los ministros celestiales), los ángeles, y luego la multitud de santos.
Apocalipsis 4,4:
"Alrededor del trono, vi veinticuatro tronos y sentados en ellos, veinticuatro ancianos, vestidos de blanco y con coronas de oro sobre sus
cabezas."
Interpretación: Los veinticuatro ancianos representan una élite espiritual con funciones litúrgicas específicas. No son una multitud indiscriminada,
sino que tienen un rol específico: están sentados en tronos, lo cual denota autoridad y una función especial.
2. Los apóstoles y ministros celestiales tienen un papel litúrgico distintivo
Apocalipsis 5,8:
"Cuando lo tomó, los cuatro Vivientes y los veinticuatro Ancianos se postraron ante el Cordero con cítaras y copas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos."
Aquí, los veinticuatro ancianos interceden ante Dios en nombre de los santos, lo que muestra una función litúrgica de mediación. No todos los que
están en el cielo presentan estas oraciones; lo hacen ellos en representación.
3. La multitud de santos participa, pero de forma distinta
Apocalipsis 7,9-10
Otra anécdota: luterano se convierte en católico. Lo conozco. Va a misa tradicional. ¿Su motivo? La misa nueva, se parece mucho a las cenas luteranas. Pues eso..
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Pues eso ?
La conclusión a bote pronto que uno extrae de esa reflexión ( suponiendo que no te la hayas inventado), es que ese protestante tiene las ideas del revés, ya que cuando la misa tridentina excluye la concelebración eucarística y pone a 25 sacerdotes concelebrantes a participar como si fueran fieles laicos sin consagrar, la misa queda totalmente PRO-TES-TAN-TI-ZA-DA.
Se le niega a los sacerdotes que podrían concelebrar y consagrar lo que ontológicamente tienen sellado indeleblemente. Imagínase una misa en la Basilica de San Pedro con 400 sacerdotes, donde sólo uno celebra y los demás participan como si fueran laicos !!!!. Gracias a Dios esta aberración se va a acabar YA!!
1. No digo que la Instrucción General del Misal Romano lo haya suprimido, al contrario es obligatorio.
2. Me refiero, en una gran mayoria, al Sacerdote que oficia la Santa Misa en modo actual ordinario o Novus Ordo.
3. Pues, nadie puede negar que cada Sacerdote tiene una particular creatividad en el Novus Ordo. Basta con verlo por TV o ir a distintas catedrales y Parroquias. Es como la inventada segunda plegaria eucarística (IIPE), que hay que acabar rapidito. Y es curioso, pero el Sacerdote que suprime el lavatorio de manos, por lo general, usa la IIPE y tiene unas homilías de animador y asistente social, y otras creatividades. Por ej. lo de las ministras feministas, digo extraordinarias vestidas con el alba como diaconisas en Roma para dar la Comunión a los jóvenes del jubileo. ¿Qué me dicen? ¿No es guay la creatividad en el Novus Ordo?
4. Ofertorio de la Misa. Después de que se presentan las ofrendas (y después del incienso, cuando se usa), se puede observar que el Sacerdote se lava las manos sobre un plato llamado lavabo (que significa "me lavaré") y se las seca con una toalla. La Instrucción General del Misal Romano dice que este lavado es un rito "en el que encuentra expresión el deseo de purificación interior" (IGMR, 76).
2. ¿Algo tendrá que ver el Novus Ordo?
3. Un estudio del National Bureau of Economic Research (NBER) ha documentado, por primera vez, la evolución global de la asistencia a servicios religiosos desde 1920. El análisis, basado en más de 200.000 encuestas de 66 países, señala un fenómeno ineludible: tras el Concilio Vaticano II, la práctica religiosa católica ha sufrido una caída sostenida y sin precedentes históricos.
https://www.nber.org/system/files/working_papers/w34060/w34060.pdf
Quien cultiva el disparate de intentar convertir este hilo de comentarios en un plebiscito contra el verdadero rito romano a base de un montón de seudónimos. Como si no se reconociera siempre al inconfundible oyente de Radio María y del obispo Munilla.
En fin, descanse usted.
Ave María
Hagamos un pequeño ejercicio de realidad. Supongamos que dicha comentarista vive en una localidad que, sumando su población y la de los pueblos cercanos, reúne unas 300,000 almas. Pues bien: doce fieles representan un ínfimo 0.004% de esa población. ¡Cero coma cero cero cuatro por ciento!
Y entonces me pregunto, con asombro y una pizca de indignación:
¿Dónde está esa “inmensa atracción” de los jóvenes hacia la misa tridentina de la que tanto se habla?
¿Dónde están las multitudes de chicos y chicas de 15 a 25 años que supuestamente abarrotan los templos?
Si tal fervor existiera, uno esperaría ver colas interminables los domingos frente a esa iglesia, jóvenes compitiendo por un sitio, bancos llenos, voces vibrando en latín como en una escena sacada de otra época… ¡Pero la realidad es muy distinta!
Doce personas. Perdidas entre trescientas mil.
Un suspiro en el desierto.
Y aun así, algunos pretenden vendernos la imagen de un movimiento juvenil incontenible, de un renacimiento litúrgico que, a la luz de los números, no pasa de ser un espejismo.
Y mientras tanto, contemplemos el otro extremo del escenario.
En la Comunidad de Madrid, cerca de 400,000 almas acuden fielmente a misa dominical. Cuatrocientas mil personas que, sin estridencias ni pancartas, sin pretender erigirse en “vanguardia de la tradición”, obedecen en silencio, domingo tras domingo, al llamado de la Iglesia.
Cuatrocientas mil voces que no hacen ruido en redes sociales, que no se envuelven en un aura de “exclusividad” ni presumen de superioridad espiritual.
Cuatrocientas mil vidas que, con discreción y constancia, sostienen la verdadera vida litúrgica de la diócesis.
La realidad, implacable, se impone: la fuerza de la fe no está en las minorías ruidosas, sino en el torrente silencioso de los que creen, obedecen y perseveran.
Y para cerrar esta reflexión, miremos un instante hacia atrás.
En 1750, Madrid era una villa de apenas 150,000 habitantes. Y, sin embargo, la gran mayoría acudía a misa. No porque se lo planteara, no porque nadara contra corriente… sino porque la vida misma la llevaba allí.
Era la costumbre, la norma social, la inercia cultural.
Hasta los zapatos te llevaban solos a la iglesia, la no asistencia a Misa era motivo de que te miraran mal.
Ahora demos un salto a nuestro tiempo.
En pleno siglo XXI, 400,000 almas en la Comunidad de Madrid acuden todavía a misa dominical. Mas del doble de la población de Madrid de 1700.
Cuatrocientas mil personas que caminan sin que nadie las empuje, sin el aplauso de la sociedad, más bien todo lo contrario.
En un mundo donde los zapatos, más bien, te sacan de la iglesia, donde todo invita a la distracción, al consumo, a olvidarte de Dios, estas 400,000 almas siguen firmes, silenciosas, obedientes.
Ya no es inercia, ni costumbre, ni presión social:
hoy acudir a misa es mérito, es virtud, es una elección heroica contra corriente.
Cada uno de esos fieles es como una antorcha encendida en medio de un viento que sopla en contra.
Y aun así, hay quien se atreve a preguntar si ahora estamos “peor que en 1750”.
¡No, no estamos peor! Estamos en el desierto, sí… pero cada paso hacia el altar hoy vale cien pasos de entonces.
Porque antes, los zapatos te llevaban solos;
hoy, cada alma que entra en una iglesia camina con voluntad y virtud probada.
Pero alma de Dios, dé usted un respiro a todos sus seudónimos. Por cierto, esta vez ha faltado el punto 83 del Catecismo de Juan Pablo II.
En cuanto a las formas ordinaria y extraordinaria del mismo y único rito romano, no hay nada raro en reconocer que son una habilidad jurídica de Benedicto XVI al tiempo que se invocan contra el nuevo desorden litúrgico sus mejores textos sobre el asunto.
Se trata de hacer uso de la razón y de distinguir, que es precisamente lo propio de la inteligencia. No de comportarse como hinchas de fútbol de Ratzinger ni de ningún otro equipo.
Feliz fiesta de Santo Domingo.
La Misa tradicional es la única solemne y donde se adora a Dios, como enseña la Tradición de la Iglesia.
El rito post el adefesio del CVII, vino de considerar que cualquier persona, o grupo de personas, sabe cómo se hacen las cosas por gnosticismo, propio de la iglesia conciliar y sinodal. Ésto rechaza la Tradición apostólica.
Con respecto a la concelebración, su exacerbada importancia es un invento plenamente postconciliar.
Y es que el que celebraba esa misa era, y es en muchos lugares, mirado como un apestado. Se le recluia en un guetto. La mayoría de católicos no sabían, ni saben, que existe ese rito.
Sofía:
Benedicto salió con esa solución porque al final el Novus Ordo también es rito romano. Si aceptaba el antiguo rito, entonces ese también tenía que ser rito romano. Así que llegó a esa solución cuanto menos ingeniosa. Aun con todo insisto en el argumento. Según usted, criticar la reforma litúrgica crea división porque se insulta a la misa a la que va el 99% de católicos y que fue aprobada por la Iglesia. Ratzinger criticó la reforma. Por tanto, según su lógica, ¿Ratzinger insultaba al nuevo rito y creaba división? Y si no lo creaba, ¿Por qué los que tenemos los mismos argumentos que el si creamos división pero él no? A eso es a lo que tiene que responder.
Si ami me parece bien que vaya a la misa que quiera. Si en ambas está el Señor. Ahora, tampoco nos imponga como tenemos que pensar sobre la reforma. Ni la Iglesia lo hace.
Ya se, ya se. Está protestantizada. De todas formas me reconocerá que la misa tradicional hace milagros. Se protestantiza cuando no existía el protestantismo :)
En cambio la autoridad de un Papa, Benedicto XVI, para proclamar la verdad: son dos modos de celebrar el mismo rito, se permiten ustedes rebajarla a supuesta argucia juridica que no se corresponde con la realidad, o sea que lo que dice BXVI es falso y son ustedes los que tienen razón cuando dicen que son dos ritos diferentes. Hace falta soberbia y cara dura por su parte.
Bueno, sigan por ese camino de canonizar sus opiniones y decir que BXVI miente y después quejense de que se les suprima por crear división.
Claro, hombre. Si todos sabemos que la Iglesia rezó mal la misa durante siglos. Menos mal que llegaron en el s. XX a redescubrir como se celebraba la misa. Pobres idiotas de nuestros antepasados.
A ver, listillo. No existe el marxismo antes de Marx. Ni existía yo antes que mi abuela. No hay protestantismo antes de Lutero. Decir que la Iglesia rezó mal durante 1500 años, ni más ni menos, es de ir de listos.
Sofía:
En serio, léase a Ratzinger. No son argumentos estéticos, son argumentos racionales y teológicos muy sólidos. Ratzinger SOSTENIA exactamente lo mismo que estoy diciendo en mis comentarios. A saber:
1. Que la nueva liturgia parece fabricada en una biblioteca
2. Que no transmite igual de bien la doctrina católica.
3. Que existe ruptura increíble con la tradición litúrgica.
4. Que la reforma de la Iglesia pasa por una reforma litúrgica.
Incluso habló de "devastación litúrgica" y que esto afectaba seriamente a la lex credendi. Sin embargo, era partidario de una reforma mínima (cosa que yo también apoyo) pero sin el cambio drástico posterior. Esa era su opinión y también es la mía.
En cuanto a su decisión como Papa, es una decisión jurídica, y como tal no es infalible. Se puede discrepar tanto como de su opinión como cardenal. No estamos diciendo que BXVI mintió. Estamos diciendo que es una decisión ingeniosa y, en mi caso, que podría ser aceptable para darle una garantía jurídica a ambos ritos. Sin embargo, le reconozco que para mí es complicado aceptarlo sin arrancarme la cabeza. Aunque sean ritos diferentes no quiere decir por ello que sea menos válido. El rito Ambrosiano es diferente pero es válido. Entonces: ¿el Ratzinger cardenal era lefebvrista, filocismatico y creaba división o no? Dijo lo que dijo.
Por cierto, eso de que se creaba división si que parece que eran mentiras.
Por cierto, en época de Julio César existía la figura de emperador. Mire Alejandro Magno.
Por otra parte, en una misa tan solemne hay un fuerte ruido de niños. Opino que las madres, deberían salir con ellos o quedarse atrás de todo, para que no se sintiese tanto griterío.
Soy de la opinión que cuanto mejor celebrada la santa misa y con más solemnidad, mejor. Todo sea para mayor gloria de Dios.
En la Misa Tridentina, cuando hay varios sacerdotes presentes sin celebrar, el protocolo los ubica en el coro, con hábito coral, y participan activamente mediante oraciones, inclinaciones y gestos. No son “público VIP”, sino parte de la jerarquía adoradora.
Una habilidad o sutileza jurídica no es una falsedad. Es una solución ingeniosa para un problema u obstáculo jurídico, en nuestro caso el de la tradicional exclusión canónica del birritualismo.
De manera que tampoco es una mentira imputada a Benedicto XVI reconocer su habilidad o sutileza jurídica al haber excogitado la solución de dos formas del mismo rito, ambas en uso al mismo tiempo. Solución jurídica ingeniosa sin ningún precedente histórico ni fundamento teológico.
Feliz fiesta de Nuestra Señora de las Nieves.
He escuchado a muchos de los que quieren esa Misa de Rito Extraordinario,, hablar despectivamente del Novus Ordo.
Si es así, no veo mal que se restrinja esa misa o que se prohiba, porque si los que van a escucharla lo hacen con el corazón creyendo que es la verdadera misa y la otra una parodia protestante, no sirve de mucho.
Es como los utraquistas Husitas. Se terminó suprimiendo la comunión bajo las dos especies.
Y el Papa Benedicto XVI dijo claramente que lo eran: dos formas de un mismo rito romano que se podía celebrar del modo ordinario o del modo extraordinario. Si ustedes creen que se equivocó, no problem, entonces si no puede haber más que una forma, quedará solo el novus y se evitará que crezca el número de cismáticos y fomentadores de cismas como ustedes.
Las decisiones litúrgicas sobre qué es esencial o no o qué se puede modificar y qué es Tradición y qué son tradiciones humanas es cosa del magisterio y del Papa.
Que se trata de la misma misa el vetus y el novus, se corresponde además con mi propia experiencia cuando se produjo el cambio, nada esencial cambió.
Yo estoy de acuerdo con Benedicto XVI en que sería estupendo que se celebraran las dos formas: de modo ordinario y de modo extraordinario; pero ustedes se empeñan en demostrar que no, entre denostaciones del novus ordo y acusaciones falsas: lo del supuesto cambio teológico es ya el colmo.
Bien, se ve que no conviene dar facilidades para el vetus, vistos los frutos de división que produce en ustedes. A lo mejor sí que se equivocó BXVI, no en afirmar la obviedad de que se trataba de dos formas de celebrar el mismo rito romano, sino en creer que podían coexistir los dos modos de celebrar. Esa es la conclusión hacia la que me llevan ustedes.
Paz y bien
Mejor no alimentarlo.
No ha leído ni un capítulo de Ratzinger. Opina sin saber. Primero lea, luego opine.
Es que no sabe leer. BXVI acertó en su resolución intentando la paz litúrgica. Es una decisión inteligente e ingeniosa. Bueno, a lo mejor se leyó a Ratzinger. Ahora, lo que es entenderlo... Tal vez no.
Sobre la nueva teología litúrgica, dígaselo a Roche. Y en cuanto a los frutos de división, mire la dicvisión que hay en la Iglesia. Cambias de parroquia y es como una caja de bombones. No sabes lo que te va a tocar.
La cantidad de barrabasadas que este comentarista llamado "DICASTERIO" (en sus múltiples autopercepciones de nicks) ha dicho respecto de la concelebración, etc. es de una ignorancia de la historia litúrgica tan tremenda que apenas si vale la pena responderle.
De verdad lo digo.
Dado que intenta presumir de una cultura litúrgica de la que parece carecer, simplemente recomendaré este libro (de lo mejor y más técnico que hay hoy en día), para que quienes, DE VERDAD quieran entender algo de la historia de la liturgia, puedan nutrirse de él:
PS: Hay una edición castellana abreviada pero no la recomiendo para el tema porque no está allí el tema famoso de la "concelebración".
Bendiciones y que no te la cuenten
P. Javier Olivera Ravasi, SE
"The Roman Mass: From Early Christian Origins to Tridentine Reform", de Uwe Michael Lang, el liturgista de Benedicto XVI y de lo más serio que hay hoy en día.
https://www.amazon.co.uk/Roman-Mass-Christian-Origins-Tridentine/dp/1108832458#:~:text=This%20volume%20offers%20a%20new,the%20course%20of%20a%20millenium.

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