Cardenal Raymond Burke. Entrevista en español para QNTLC

A este cardrnal pocas veces se la cuentan. A propósito del p. James Martin, ¿no podría cualquier obispo, como sucesor de los apóstoles, con poder para atar y desatar, excomulgarlo? Si es así, ¿qué espera un Burke o un Schneider, o un Muller o un Brandmuller, o un Vigano o un Strickland para excomulgarlo? ¿Temen el posible escándalo de que el Vicario de Cristo, con falsa misericordia le levante la excomunión? Pero eso ya no sería responsabilidad de ellos, en cambio no excomulgarlo, cuando debieran hacerlo, sí es su responsabilidad.

¡Tremenda entrevista!
Muchas gracias, padre Javier, por traernos a personalidades de tan alto nivel. Esta entrevista en particular la espero con ansias.

https://www.infocatolica.com/blog/notelacuenten.php/2104290108-cardenal-raymond-burke-entrev#c644956

Feri del Carpio Marek,

No tienen jurisdicción sobre esos sacerdotes ya que están fuera de su diócesis, los únicos que podrían excomulgarlos son:

El líder de la provincia jesuita a la que pertenecen(ya que los jesuitas no tienen diócesis como la mayoría de las ordenes o sociedades de vida apostólica).

El propio papa (ya que tiene jurisdicción universal)

Si estos obispos tuvieran la jurisdicción para hacer eso entonces cualquier obispo modernista como el que bautizo al "hijo" de ese par de lesbianas podrían re-comulgarlo

Y el poder de atar y desatar se le da solo al papa el poder de los obispos se los da el papa para cierta jurisdicción.

Gracias por la información, Nacho.

Ya vi la entrevista. Me encantó el consejo que da al final el Card. Burke.

1. Padre Javier, no tengo claro cuál es el rito extraordinario, si el romano o el novus ordo.
2. Creo que el rito romano es el ordinario porque lleva 14 siglos.
3. Otra cosa distinta es que los Obispos lo hayan hecho ordinario en 60 años.

Padre Javier, gracias x la entrevista. Nos da fuerzas saber q tenemos estos obispos. Podría algún día subir algo respecto al tema "separación iglesia y estado" ya que veo que es la próxima lucha, cada día hay más gente en las calles con esos pañuelos naranjas q ahora remplazan al verde. Y la gente en la tele del famoso "colectivo de actrices" tmb ya andan haciendo campaña...
El golpe bajo es que dicen que los obispos son pagos por el Estado. Esto es así? Cómo responder a estás cosas.

Gracias x su canal.
Bendiciones.

1. En la entrevista se diserta sobre una gran crisis de fe dentro de la iglesia Católica y el cardenal Burke da respuestas certeras.
2. Quisiera aportar algunas y en relación con la Misa Tridentina y el Novus Ordo Missae. Reforma de la liturgia que trae consigo elementos protestantes y/o modernistas postCVII que están en el tiempo protestantizando y/o aggiornando en el espíritu del mundo a muchos católicos. Esto no ha sido un accidente, el humo de Satanás no es accidental. Nadie puede negar la crisis de fe por la que atraviesa la Iglesia Católica.
3. La sustitución del Altar por la mesa protestante cambia la concepción católica del Sacrificio del Hijo de Dios y del Sacramento del Orden, y entra en contradicción con la Tradición Apostólica.
4. La oración en la Santa Misa no se dirige a la asamblea sino a Dios, no es una simple reunión de la comunidad, pues es lícita la Santa Misa en la que solamente el sacerdote comulga sacramentalmente. Lo hemos podido observar por Tv con el coronavirus. El sacerdocio católico es de origen divino y por el Espíritu Santo se hace presente Cristo-Sacerdote no para dar una comida en esencia en la mesa al pueblo, sino para ofrecer al Padre y Dios nuestro un verdadero y propio Sacrificio, Cristo-Víctima y Oblación.
5. A la hora de comulgar el bautizado y en estado de Gracia, inclusive clérigos que no celebran, no es necesario que tome la Sagrada Comunión bajo las dos especies, porque en el Sacramento de la Eucaristía se contiene Cristo entero, Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, bajo cada una de las especies y bajo cada una de las partes de cualquiera de las especies hecha la separación. Y no debe tocar con la mano, aunque haya coronavirus, sólo en caso de persecución y/o urgencia grave, por no ser adoración externa debida la recepción en la mano no consagrada, pues el Stmo. Sacramento de la Eucaristía se debe adorar con culto de latría, incluso externo, a Cristo, Hijo de Dios unigénito.
6. El ministro que preside en el Novus Ordo Missae narra en voz alta un hecho del pasado, cuando la Santa Misa es la actualización del Calvario, como se hace en el rito ordinario romano, no sólo un relato de la Última Cena, la cual es pre-actualización del ofrecimiento del Señor Jesús, verdadero Dios y hombre, que es ofrecimiento único a sí mismo a Dios Padre en el altar de la Cruz. El sacerdocio de Cristo no se exingue tras su Muerte, por lo que en la Última Cena, la noche en que es Entregado, deja a Su esposa amada, a la Iglesia Católica, un sacrificio visible, como exige la naturaleza racional del hombre, en el que Representa aquel Suyo sangriento que había una sola vez de consumarse en la Cruz, y su memoria permaneciera hasta el fin de los siglos y Ofrece a Dios Padre Su cuerpo y Su sangre bajo las especies de pan y de vino.
7. En el Novus Ordo Missae se ignora la Presencia real y corporal de Nuestro Señor Jesucristo. Una partícula de la Sagrada Forma contiene a Cristo por entero, ya mencionado, por lo que la Sagrada Partícula es ignorada en la comunión moderna en la mano, el sacerdote ya no mantiene unidos los dedos pulgar e índice después de la consagración y los vasos sagrados no se purifican como es debido. El Novus Ordo Missae se define como "la Cena del Señor, o Misa, es la sacra synaxis, o asamblea del pueblo de Dios reunido bajo la presidencia del sacerdote para celebrar el memorial del Señor (Institutio Generalis, 7, 1969)."; INSTRUCCIÓN GENERAL DEL MISAL ROMANO 27. En la Misa, o Cena del Señor, el pueblo de Dios es convocado y reunido, bajo la presidencia del sacerdote, quien obra en la persona de Cristo (in persona Christi) para celebrar el memorial del Señor o sacrificio eucarístico. [37] Cfr. Concilio Ecuménico Vaticano II, Decreto sobre el ministerio y la vida de los Presbíteros, Presbyterorum ordinis, núm. 5; Constitución sobre la Sagrada Liturgia, Sacrosanctum Concilium, núm. 33.