No somos cómplices de los que quieren robarnos la fe
El pasaje de los evangelios que escuchamos ayer en Misa cuenta uno de los milagros más contundentes realizados por Cristo en su ministerio público. Su amigo Lázaro había muerto cuatro días antes. El proceso de descomposición provocaba que el cuerpo oliera mal. Y sin embargo, Cristo le ordenó que saliera fuera del sepulcro y el muerto volvió a la vida y salió.
Ahora bien, de todo el pasaje, me interesa ahora las consecuencias del milagro realizado por Cristo: “muchos de los judíos que habían venido a casa de María, viendo lo que había hecho, creyeron en él” (Jn 11,45). De hecho, el mismo evangelio de Juan dice casi al final: “Jesús realizó en presencia de los discípulos otras muchas señales que no están escritas en este libro. Estas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre” (Jn 20,30-31).
Es decir, una de las razones de que el Señor realizara milagros era para provocar la fe en Él. Aunque Cristo mismo le dijo al apóstol Tomás que “dichosos los que no han visto y han creído“, los milagros han acompañado a la Iglesia y a sus santos a lo largo de la historia. Hoy se siguen produciendo, como lo atestiguan los procesos de beatificación y canonización. También tienen lugar en santuarios, siendo el de Lourdes el que quizás más “noticias” da en ese sentido.

La Conferencia Episcopal Española está a punto de adquirir el 51% de 13 TV. Tal medida fue aprobada por los obispos españoles reunidos en la última plenaria del mes de marzo. Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario para Asuntos Económicos de la CEE y presidente de la Cadena Cope, fue el encargado de presentar la propuesta y convencer a los prelados. Todos, menos diez, dieron su placet. El coste total de la operación asciende a 14 millones de euros, que serán desembolsados en los próximos cuatro años. Ese dinero saldrá de las arcas de la CEE, no de Cope.
Mons. Juan José Asenjo lleva poco tiempo como arzobispo de Sevilla pero ya empieza a notarse su acción pastoral. No es cosa fácil llegar a una diócesis que ha sido gobernada durante décadas por una personalidad eclesial de la talla del cardenal Amigo. Tanto tiempo al frente de la iglesia sevillana deja una impronta tanto para lo bueno como para lo malo. Pero el nuevo pastor, que ya tuvo tiempo de ver cómo estaban las cosas al ser nombrado arzobispo coadjutor, está tomando una serie de decisiones, a veces no exentas de polémica -es el caso de la participación de mujeres en pasos de Semana Santa-, que indican por dónde quiere llevar a la porción del pueblo de Dios que le ha sido encomendada.
Barack Obama está molesto. Los republicanos tienen la mayoría en la Cámara de Representantes y están dispuestos a poner las cosas difíciles al presidente a la hora de aprobar los presupuestos del gobierno federal de los EE.UU. Entre los principios no negociables que los republicanos están dispuestos a plantar como barrera para dicha aprobación, está el de la financiación pública de los abortos. Obama y los demócratas, salvo excepciones, están a favor de la misma. Los republicanos, empujados por su base social, están en contra.


