No somos cómplices de los que quieren robarnos la fe

El pasaje de los evangelios que escuchamos ayer en Misa cuenta uno de los milagros más contundentes realizados por Cristo en su ministerio público. Su amigo Lázaro había muerto cuatro días antes. El proceso de descomposición provocaba que el cuerpo oliera mal. Y sin embargo, Cristo le ordenó que saliera fuera del sepulcro y el muerto volvió a la vida y salió.

Ahora bien, de todo el pasaje, me interesa ahora las consecuencias del milagro realizado por Cristo: “muchos de los judíos que habían venido a casa de María, viendo lo que había hecho, creyeron en él” (Jn 11,45). De hecho, el mismo evangelio de Juan dice casi al final: “Jesús realizó en presencia de los discípulos otras muchas señales que no están escritas en este libro. Estas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre” (Jn 20,30-31).

Es decir, una de las razones de que el Señor realizara milagros era para provocar la fe en Él. Aunque Cristo mismo le dijo al apóstol Tomás que “dichosos los que no han visto y han creído“, los milagros han acompañado a la Iglesia y a sus santos a lo largo de la historia. Hoy se siguen produciendo, como lo atestiguan los procesos de beatificación y canonización. También tienen lugar en santuarios, siendo el de Lourdes el que quizás más “noticias” da en ese sentido.

Sin embargo, existe por ahí un grupo de teólogos que niegan la existencia de lo milagroso. Por ejemplo, Torres Queiruga, que llega a negar la propia resurrección de Cristo, de tal manera que ha llegado a afirmar que si un día se encontrara su cuerpo sería una de las mejores noticias de su vida. No hace falta que diga que quien llega a eso, niega la historicidad de la resurrección de Lázaro.

Esos teólogos son instrumentos del Enemigo de las almas, que busca arrancar la fe al pueblo de Dios. Cristo obró milagros para que los judíos creyeran. Satanás y sus secuaces niegan los milagros para que los cristianos dejen de creer, o pasen a creer en un Cristo falso.

Pero no basta con que esto lo digamos algunos bloguers católicos, que por ello tenemos que ver cómo se nos tacha de ultras e inquisidores. Los que tienen mayor responsabilidad en el gobierno de la Iglesia son los que tendrían que dar la cara y llamar a las cosas por su nombre.

Luis Fernando Pérez Bustamante

27 comentarios

  
Ricardo de Argentina
Bueno, sí, es de cajón. Te dicen que la Resurrección es el misterio central de la Fe católica, sin el cual ella se cae, y sin embargo dejan tan pancho a quien públicamente lo niega.
11/04/11 6:48 PM
  
Hermenegildo
El problema, Luis Fernando, es que algunos de los teólogos que mantienen una postura ambigua respecto de los milagros, han llegado al episcopado e incluso al cardenalato.
Un ejemplo claro es Gianfranco Ravasi, quien, en un artículo escribió lo siguiente:

"...Sono da evitare due estremi:
1) credere che Gesù risuscitò Lazzaro da morte, nel modo e nei particolari descritti da Giovanni; 2) che lʼintera storia è una pura invenzione dell'evangelista"

"...Debemos evitar dos extremos:
1) Creer que Jesús resucitó a Lázaro de la muerte, en el modo en que es particularmente descrito por Juan; 2) que la historia entera es pura invención del evangelista".

Lo más grave es que, de la Resurrección de Cristo, Ravasi opina algo parecido. Un artículo suyo sobre la Pascua publicado el 31 de marzo del 2002 en el suplemento dominical del diario de economía y finanzas “Il Sole 24 Ore” tenía por título de redacción: “No ha resucitado, se ha levantado”.

http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1336916?sp=y


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LF:
Pues tú lo has dicho. Por eso es necesario un blog como el de Reforma o Apostasía.
11/04/11 7:01 PM
  
Hermenegildo
Sí, Luis Fernando, pero en "Reforma o Apostasía" se nos presenta a los últimos papas como baluartes de la ortodoxia y, como se nos explica en el enlace de Sandro Magister, parece que es el Papa Benedicto XVI quien en tres años ha elevado a Ravasi de sacerdote a cardenal, en contra incluso de la opinión del Cardenal Re.

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LF:
Son baluartes de la ortodoxia a nivel magisterial. A otros niveles, ese blog no dice lo mismo.
11/04/11 7:28 PM
  
Strauch
¿ En qué se basa Ravasi para decir que es caer en un extremo creer en la resurrección de Lázaro tal y como la describe San Juan? ¿ Qué elementos según él hay que expurgar, descartar u obviar de dicha narración y qué razones da para ello?

Mientras alguien no me de una explicación plausible a estas preguntas, lo de Ravasi, Cardenal de la Santa Madre Iglesia, hiede, y siento decirlo.

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LF:
Para saber quién es Ravasi, no hay más que ver que JM Vidal, director de Religión Digital, le propone como futuro Papa. Por alguna extraña razón, siempre hay en cardenales así. Antes lo era el de Milán. Yo sé que le llaman "el último bultmaniano de la Curia". Y aunque el cargo que ocupa no tiene nada que ver con asuntos doctrinales, lo cierto es que es un nombramiento directo del Papa Benedicto XVI.
11/04/11 8:29 PM
  
Strauch
Espero que Ravasi tenga tantas posibilidades de ser elegido Papa como Sistach.

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LF:
Puestos a elegir, prefiero a Sistach. Doctrinalmente es seguro.
11/04/11 8:45 PM
  
Carlos
Muy bien.
Pero Luis Fernando, uno de los problemas de nuestros obispos es que muchos de ellos dudan de muchos milagros.
Por ejemplo, me acuerdo de aquel monseñor Yanes que siendo obispo de ¡Zaragoza! negaba el milagro de la presencia de la Virgen en carne mortal en el Pilar de Zaragoza.

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LF:
No son comparables ambos casos. Don Elías sí cree en los milagros. La llegada en carne mortal de la Virgen a Zaragoza no es objeto de fe obligatoria como no lo es su aparición en Lourdes. Otra cosa es que no tenga sentido que un arzobispo de Zaragoza niegue una tradición eclesial tan aceptada por todos sus fieles.
11/04/11 8:59 PM
  
Ateo por las mañanas, agnóstico por las tardes
Estaría bien que algún día se encontrase la tumba con el cuerpo de Jesús. Es más, yo creo que se sabe más o menos donde debería estar, o ya se encontró en el pasado pero no se dio a conocer porque con el cuerpo toda la teoría se viene abajo. Es algo lógico, el privilegiado (la iglesia) intenta (o intentó) mantener su privilegio haciendo lo que sea...

Señores, lo siento mucho, la resurrección es algo biológicamente imposible. Como forma de inmortalidad y vida eterna os sugiero la medicina regenerativa (Ingeniería de tejidos), la biotecnología, nanotecnología, la Criónica, etc, todo esto dentro de 2 o 3 décadas, e incluso la posibilidad teórica de "separar la mente del cerebro" (mind uploading), esto ultimo ya es más de fantasía. Como Religión, os sugiero el Budismo o un Cristianismo sano (como filosofía) alejado de fanatismos, de ambiciones, poder, dominación, acumulación, etc...

PD: rezo a Dios para que el moderador de los comentarios publique mi comentario.

Saludos.

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LF:
Bien, publico su comentario para que quede claro que su planteamiento es más o menos similar al de esos teólogos a los que me refiero. Ellos quieren un cristianismo como el que usted plantea. Obviamente, los que somos de verdad cristianos estamos en otra onda. Usted no puede entenderlo. No está capacitado para ello. Ya lo dijo San Pablo:
1ª Cor 2,14
... el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

11/04/11 9:35 PM
  
percival
Luis Fernando: no le ofrezcas a "ateo..." un argumento serio. Lo que dice este señor no tiene que ver con los teólogos, sino con la peliculita de hace algunos años de Antonio Banderas. Si es que le creen más al cine que a la Biblia.

Y volviendo a Ravasi: los argumentos que recoge Hermenegildo, no están libres del todo de sospecha, pero sí vale distinguir la resurreccion de Lázaro de la propia de Cristo. Lázaro retornó a esta vida. Y murió de nuevo en su momento. Como pasó también con la hija de Jairo y el hijo de la viudad de Naím. Cristo, en cambio, Resucita con la plenitud indestructible de la Vida, "ya no muere más". Los únicos resucitados "del todo" (digámosolo así) son Jesús y su Madre. Hasta el tiempo final...


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LF:
Sí, ambas resurrecciones son distintas. Pero el tema es que se duda de la historicidad del relato evangélico porque no encaja con el espíritu de este mundo. Ni más ni menos. Respecto a los únicos resucitados del "todo", no sé... ahí está MT 27,52-53.
Lo que dice el ateo es en esencia lo mismo que dicen los Queiruga y cía.
11/04/11 10:17 PM
  
Yolanda
Lo que dice este visitante "ateo de mañana y agnóstico de tarde" -quien, por cierto, simplemente parte de una ignorancia supina- no tiene nada que ver, NADA, con lo que dice T. Queiruga.

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LF:
Tiene TODO que ver. Obviamente el ateo lo dice de forma más burda.
11/04/11 10:33 PM
  
Fr_Emilio
Me he quedado con la duda. He leído cosas de Queiruga. Y nunca le visto negar la resurrección
¿Dónde está tal afirmación?

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Pues por ejemplo, aquí:

- ¿Non hai milagre no que se di que ocorreu tres días despois da morte do Xesús histórico?

Que a resurrección da que falan as Escrituras non é un milagre, xa é admitido por todos. Sería milagre se o cadáver volvese á vida. Non foi así. Os textos son parabólicos, son simbólicos".

- ¿E as aparicións? ¿Tampouco existiron?

As aparicións non son posibles, e polo tanto non teñen sentido. Alguén que entra na plenitude de Deus está por enriba do tempo e do espazo. É polo que cremos que Xesús está igual nunha Eucaristía en Nairobi ca en América.


O en:

“Los discípulos no vieron con sus ojos al Resucitado ni lo tocaron con sus manos, porque esto era imposible estando él fuera del alcance de sus sentidos”

“No solamente la resurrección no es un milagro, sino que ni siquiera es un acontecimiento empírico. Y la fe en la resurrección no depende del hecho de que se acepte o rechace la realidad histórica del sepulcro vacío”

(La risurrezione senza miracolo, tr. it., Edizioni La Meridiana, Molfetta (Ba) 2006 Andres Torres Queiruga)
11/04/11 10:50 PM
  
Juan Carlos
Ante todo, la resurrección de Jesús no fue una “resucitación”; es evidente que no se trato simplemente de reasumir su cuerpo anterior, para continuar con su vida común y después morir definitivamente. Con su resurrección adquirió otro modo de ser. Por otra parte, ser testigo de la resurrección de Jesús no fue algo “que ocurrió” simplemente, sino que fue algo “que le ocurrió” a ciertas personas, y supuso por tanto vocación y autoexigencia profundamente generosas. Los testigos no se encontraron con el que había resucitado y ya; hubo incredulidad. No se habían estado preguntando de antemano acerca de él si podría resucitar o no, y mucho menos hubo algún intermediario terreno que invocara, facilitara o permitiera la resurrección. Los testigos no solo constataron con asombro un hecho y lo divulgaron, como quien asistió a un espectáculo maravilloso; su reacción no se redujo tampoco a la veneración. Este acontecimiento y no otro, llevaría a los testigos a concederle importancia salvadora decisiva para la humanidad entera, no obstante que en tiempos de Jesús mismo la primitiva comunidad veneraba, ademas como intercesores, a aquellos profetas-mártires perseguidos y muertos, pero justificados ante Dios, y cuyos sepulcros por esta misma razón se reconstruían y cuidaban.Y sin embargo, nadie proclamaba a estos intercesores, ni en su tierra ni fuera de ella, como “salvadores resucitados de entre los muertos”-

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LF:
Dice usted que la resurrección de Cristo no se trató simplemente de reasumir su cuerpo anterior. Efectivamente, no fue sólo eso. Pero que reasumió su cuerpo anterior -eso sí, ya glorificado-, no admite discusión:

Luc 24,39
Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.



11/04/11 10:59 PM
  
Yolanda
No es una simple diferencia de más o menos burdo: incluso tus propias citas contradicen varias de las más radicales afirmaciones que tú haces en tu artículo.

No es en absoluto lo mismo.

Fr Emilio: si quiere enterarse de qué dice TQ sobre la Resurrección, lea las 400 páginas que ese señor tiene escritas sobre en un libro dedicado exclusivamente a ello. Seguramente no es del todo ortodoxo, pero no se despacha con cuatro líneas de trazo grueso, ni en una entrevista.

Si no se lo lee, a lo mejor no se pierde nada, pero es la forma de entender que TQ en absoluto dice lo mismo que ese comentarista ateo.



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LF:

Yolanda, es LO MISMO. Incluso es peor, poruqe el ateo no pretende presentar su teoría como cristiana. Insisto. Queiruga llegó a decir que si apareciera el cuerpo de Cristo, sería la mejor noticia de su vida. No defiendas lo indefendible.
11/04/11 11:34 PM
  
Yolanda
"Acerquémonos bajo este aspecto al relato de los discípulos de Emaús, al que ya hemos aludido antes. La primera impresión parece enfrentarnos con una concepción terrena y masiva de la resurrección; no queda nada de lo misterioso e indescriptible de los relatos paulinos; parece como si hubiese vencido la tendencia por el adorno, por la concreción legendaria, apoyada por la apologética que se afana por lo comprensible, y como si el Señor resucitado se hubiese vuelto de nuevo a su historia terrena; pero a esto contradice tanto su misteriosa aparición como su no menos misteriosa desaparición, y el hecho de que el hombre no pueda reconocerle. No se le puede ver como en el tiempo de su vida mortal; sólo se le ve en el ámbito de la fe; con la interpretación de la Escritura enciende el corazón de los caminantes; al partir el pan les abre los ojos. Hay ahí una alusión a lo dos elementos fundamentales del culto divino primitivo, formado por la unión del servicio de la palabra (lectura e interpretación de la Escritura) y la fracción eucarística del pan; de este modo nos revelan los evangelistas que el encuentro con el resucitado tiene lugar en otro plano completamente nuevo; aludiendo a los datos litúrgicos, intentan hacernos comprender lo incomprensible"

Suena algo heterodoxo, es lo que pasa cuando se recortan fragmentos y se sacan de contexto y de intención.



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LF:
Tendencia por el adorno, por la concreción legendaria.... si está hablando del testimonio evangélico de la resurrección, es herejía pura y dura.

Queiruga niega en toda su obra que el cuerpo celestial de Cristo es el mismo que el que fue depositado en el sepulcro, solo que transformado por la resurrección. Lo cual, dicho sea de paso, es lo que el propio San Pablo dice de la resurrección por la que pasaremos todos.
11/04/11 11:35 PM
  
Juan Carlos
Hay quien va de un extremo a otro: la resurrección no fue un acontecimiento concerniente a Jesús, sino que afectó tan sólo a los discípulos, y no a Jesús mismo. La resurrección no seria por tanto una vida nueva y transformada para Jesús, sino solo el descubrimiento de sentido, una comprensión, una nueva conciencia,un cambio transformador que se produjo en los propios discípulos después de la muerte de Jesús. El problema de esta versión es que debe negar que los primeros cristianos y los autores del NT quieran decir lo que una y otra vez dicen.Es decir, que aunque afirman determinado hecho nuevo acerca de Jesús(su resurrección personal de entre los muertos a una vida nueva), en realidad están utilizando una forma engañosa de discurso y hablan solo de cierta nueva idea seminal que se había apoderado en aquel momento de su corazón y su mente. Esta supuesta explicación implica la conclusión de que el mensaje pascual fundamental de los primeros cristianos ha sido básicamente mal interpretado durante varios siglos.Sus proposiciones asertivas acerca de la resurrección personal de Jesús de entre los muertos(así es la afirmación) expresaban un sentido oculto que ahora es posible ver que difería drásticamente del sentido convencional de las palabras que utilizaron. Hablaban de si mismos, nunca de un acontecimiento nuevo que afectara a Jesús en persona.

Semejante postura es de todo punto inverosímil. Alegar que el verdadero referente primario de una proposición como “el Padre resucito a Jesús de entre los muertos” no era Jesús, sino sus discípulos, es abrir un enorme abismo entre lo que los testigos del NT escribieron y lo que pretendían decir. Escribieron : “El Padre lo resucito de entre los muertos” , pero, en total desafío al uso general y a las convenciones publicas que gobiernan la interpretación de las palabras, querían decir ante todo: “El Padre nos resucito a nosotros para una nueva vida en la fe”. En cualquier otro caso, al enfrentarnos a otros textos antiguos, nadie va a atribuirles tan arbitraria “libertad” de cambiar el referente y expresar un significado oculto que difiere del sentido convencional de las palabras que los autores usaron. Se trata de una cuestión, no de contenidos, sino de índole gramatical y de significado, en un aspecto realmente básico. Al presentar a Jesús como objeto(“Dios resucito a Jesús”), o como sujeto(“Jesús fue resucitado” o “Jesús resucito de entre los muertos”),¿acaso querían los autores del NT decir otro objeto u otro sujeto ( “los discípulos”) en estas frases?. Lo que pasa con los reduccionistas de esta propuesta de la “nueva comprensión” es que cuanto por lo común se piensa que significan las proposiciones de la religión cristiana no es verificable, en consecuencia, estas proposiciones deben significar alguna otra cosa que ellos puedan comprender. Se trata claramente de una inferencia falaz, pero no es un error, ni un lapsus idiosincratico de su parte, sino una respuesta vulgar ante el apuro en el que se hallan. Esa gente del NT plausiblemente no quiere decir lo que esta diciendo.Los defensores de la “nueva comprensión” saben mejor que ellos lo que estos autores querían decir cuando escribían del modo que lo hicieron.En todo caso, podemos ver una clamorosa diferencia entre estos reduccionistas y los escépticos tradicionales como Celso,Porfirio o Hume, que reconocían el sentido de las afirmaciones del NT, si bien en el nombre de la “razón” rechazaban la verdad de la resurrección de Jesús. Pero los reduccionistas de la “nueva comprensión”, en cambio, desnaturalizan el sentido de estas aserciones y después aceptan la verdad que ellos mismos se han construido.
11/04/11 11:55 PM
  
Yolanda
¿Tendencia por el adorno, por la concreción legendaria....? ¿herejía pura y dura?

¿No te referirás al texto que he copiado en mi anterior comentario? Porque es un fragmento LITERAL de la Introducción al Cristianismo del cardenal Ratzinger, capítulo 9.

Separado del resto a lo mejor suena a herejía pura y dura

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Y no defiendo a TQ, ni falta que le hace. Digo que no es manera de informar sacar las cosas de madre.


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LF:
Mu bueno lo tuyo. Insisto en que si se habla de los relatos evangélicos sobre la resurrección en términos de leyenda, estamos ante una herejía. Obviamente no es el caso del libro de Ratzinger.

Respecto a Queiruga, yo creo que los textos que ofrezco no son una excepción. Él cree que el Cuerpo de Cristo sigue allá donde fue dejado tras su muerte en la cruz. Si a ti te parece que llamar herejía a tal creencia es sacar las cosas de madre, pues tú misma.
11/04/11 11:58 PM
  
Yolanda
si se habla de los relatos evangélicos sobre la resurrección en términos de leyenda, estamos ante una -herejía. Obviamente no es el caso del libro de Ratzinger
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Hace un rato no era tan obvio...

Buenas noches.


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LF:
Es que si resulta que para negar la evidencia sobre Queiruga sobre la base de que se cogen cuatro textos inconexos, metes uno de otro autor -sea Ratzinger o Perico el de los Palotes- que no tiene que ver con el tema del que se está hablando, el despiste es la consecuencia natural.
12/04/11 12:33 AM
  
Fredense
Le agradezco el comentario a "Ateo por la mañana ...". Nada mejor que un texto humorístico para endertezar el ãnimo: Cuando leí aquello de "esto ultimo ya es más de fantasía" casi me caigo de la silla de la carcajada (anda que menos mal que lo que había escrito hasta entonces no tenía nada de fantástico ...).

Por cierto, Yolanda, eres mala, muy mala. Hay que andarse con pies de plomo para debatir contigo ... ;-)

Un saludo muy cordial.
12/04/11 10:28 AM
  
Lo importante
Que estos debates sirvan para que nos demos cuenta de hasta que punto ya se están poniendo en tela de juicio las verdades más esenciales de nuestra Fe. Y para que seamos conscientes de la montaña de confusión que se nos viene encima, con todo tipo de falacias, sofismas y retóricas para negar finalmente la trascendencia y supremacía de Dios. Que esta avalancha de fango no se ataje por los encargados de cuidar el rebaño es una tragedia, y también tiene otro nombre en los libros profeticos.
12/04/11 10:34 AM
  
Antonio
Yolanda, has estado genial, de diez. (Aunque un poquito mala, ;)) Una vez más me reafirmo en mi teoría de que hay que tener mucho rigor para acusar de hereje a una persona y muchas veces se hacen comentarios a vuelapluma sin contrastar las fuentes. Eso no quiere decir que no se puedan mostrar incoherencias con la fe en artículos de fondo bien documentados y formados en el marco de la corrección fraterna en caridad, pero el problema de la rapidez de internet es que se llegan a meteduras de gamba como lo de Ratzinger.

A proposito de la resurección obviamente estoy más cerca de Ratzinger que de Queiruga: la postura de Ratzinger es bastante interesante, profunda y matizada y está lejos del fundamentalismo hermenéutico que desgraciadamente se desprende cada vez más a mendudo de algunos comentaristas a los blogger de esta web, fundamentalismo hermenéutico que está absolutamente condenado por nuestra Iglesia. Volviendo a Ravasi ¿Es fundamentalismo hermenéutico pensar que la resurrección de lázaro (reanimación siendo teológicamente exacto, no es la resurrección definitiva a la vida eterna sino el volver a su vida terrena para morir cuando le llegue la hora) es un relato en el que san Juan se limita a ser un notario de la realidad? En mi opinión sí. El texto de Juan es de una riqueza y profundidad teológica extraordinaria, de cada frase de cada uno de sus personajes se pueden extraer enseñanzas de hondo calado que van más allá de lo que unos personajes sencillos eran capaces de aportar. Esto es, en mi modesta opinión, lo que quería decir Ravasi, un gran estudioso de las escrituras, que para eso lo ha puesto Ratzinger (otro gran estudioso de las escrituras) donde lo ha puesto.
En todo caso a veces da cierto rubor tener que recordar las cosas elementales de la hermenéutica neotestamentaria tal como la entiende la Iglesia de forma oficial hoy.

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LF:
A Dios gracias, sé de muy buena tinta que en gran parte de la Curia, y muy especialmente en la Congregación para la Doctrina de la Fe, las teorías de Ravasi, herederas de la exégesis protestante liberal, son vistas como algo similar a la peste bubónica. Eso me tranquiliza mucho. Su cargo, por supuesto, no tiene nada que ver con la interpretación de la Biblia.

También me tranquilizó mucho constatar, durante el reciente congreso de Biblia acontecido en Madrid, el retroceso del liberalismo teológico en los principales ámbitos académicos católicos de España. Por ejemplo, hubo quien certificó que la patochada esa de la EJPD va camino de un sepulcro del que no habrá quien la saque. Espero que asistamos a una nueva primavera que impida que en ningún seminario o universidad católica de este país se pueda negar la historicidad de la resurrección de Lázaro.
12/04/11 12:05 PM
  
Luis Fernando
Me están dando problemas técnicos los comentarios de este post.
12/04/11 1:48 PM
  
Antonio
Pero una cosa es negar la historicidad de la resurrección de Lázaro y otra muy distinta decir que San Juan simplemente es un notario aseptico de la realidad que no dota al relato de un profundo vuelo y sentido teológico.



LF:
Ah, por supuesto. Es que los evangelios no son meros notarios de hechos históricos. Eso no admite discusión.
12/04/11 2:11 PM
  
Antonio
Tampoco es del todo exacto decir que el puesto que ocupa Ravasi como Presidente del Pontificio Consejo de la Cultura es del todo ajeno a su labor como biblista. El papa siempre ha tenido presente su labor de estudio y de interpretación de las repercusiones en la cultura de la Biblia ( como por ejemplo en su obra "Breve historia del alma)" y también es significativo que lo designara como redactor del texto del viacrucis de 2007. Con esto no quiero aparecer como defensor de Ravasi, con el que no tengo porqué estar de acuerdo en todo. Pero la imagen de una especie de "apestado" que se ha colado en la curia, no se corresponde con la realidad y mucho menos con los deseos de Benedicto XVI.

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LF:
No es un apestado. Si el Papa le ha puesto ahí es por algo. Pero que en la Curia se le teme más que a un nublado, vamos... seguro.
12/04/11 2:31 PM
  
Yolanda
Es que si resulta que para negar la evidencia sobre Queiruga sobre la base de que se cogen cuatro textos inconexos, metes uno de otro autor -sea Ratzinger o Perico el de los Palotes- que no tiene que ver con el tema del que se está hablando, el despiste es la consecuencia natural.
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¿Que el tema no tiene que ver? El Tema es "La Resurrección" y, el párrafo, aquél en el que el futuro Papa comenta la aparición a los discípulos de Emaús. "herejía pura y dura" es algo más que un despieste. Es un prejuicio: si pensabas que era de TQ, el juicio estaba hecho de antemano.

El párrafo de Ratzinger, en su contexto, cabe suponer que es perfectamente ortodoxo. Pero algunas "vaporosidades metafóricas" unidas a los enormes prejucios lo hacían sonar a lo que se tuviera preconcebido que sonara.

Se empieza quemando a uno que no se ha leído y se acaba quemando al Papa.

Fred, no soy mala; es que no hay otra manera.

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LF:
No, no tiene nada que ver con la historicidad de los relatos evangélicos sobre Jesús. Y si el cardenal Ratzinger los considerara legendarios en ese libro, estaría yendo en contra de la tradición de la Iglesia, lo cual no tiene sentido. Por tanto, la lectura ha de ser otra. Herejía es negar la realidad de la tumba vacía.
12/04/11 3:05 PM
  
jordi
1. LF:
No son comparables ambos casos. Don Elías sí cree en los milagros. La llegada en carne mortal de la Virgen a Zaragoza no es objeto de fe obligatoria como no lo es su aparición en Lourdes. Otra cosa es que no tenga sentido que un arzobispo de Zaragoza niegue una tradición eclesial tan aceptada por todos sus fieles.


- Según tengo entendido, las apariciones y revelaciones aprobadas por el Vaticano no son obligatorias de creer, pero está prohibido negarlas o impugnarlas, porque implica que existe falibilidad o error del juicio de la Santa Sede. Por tanto: es voluntario creerlas, está prohibido negarlas o ponerlas en duda.

2. "...Esos teólogos son instrumentos del Enemigo de las almas, que busca arrancar la fe al pueblo de Dios. Cristo obró milagros para que los judíos creyeran. Satanás y sus secuaces niegan los milagros para que los cristianos dejen de creer, o pasen a creer en un Cristo falso.

Pero no basta con que esto lo digamos algunos bloguers católicos, que por ello tenemos que ver cómo se nos tacha de ultras e inquisidores. Los que tienen mayor responsabilidad en el gobierno de la Iglesia son los que tendrían que dar la cara y llamar a las cosas por su nombre."

En efecto, es más, el enemigo de la Iglesia se encuentra en los seminarios donde se enseñan dos métodos de destrucción de Jesús y la Biblia:

a) Los géneros literarios

b) El Jesús de la Historia y el Cristo de la Fe


Con ello se intenta dividir y escindir a Jesús y a la Revelación en dos partes: una histórica y otra mítico-simbólica, las cuales varían según cada autor; así, se introduce el protestantismo (pluralidad y anarquismo de explicaciones) a través de los instrumentos interpretativos, dado que cada autor dice cuáles son las ipsissima vox et facta Iesu y sus ipsissima intentio Iesu según el entender de cada cual.



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LF:
No tengo claro que esté prohibido negarlas. En todo caso, es absurdo hacerlo. Y tampoco tengo claro que Mons. Elías Yanes negara de forma clara y rotunda la tradición eclesial sobre el Pilar. Tendría que ver el texto.
12/04/11 3:12 PM
  
Antonio

Jordi, con todos mis respetos el tener en cuenta los géneros literarios en la Biblia no sólo no es un método de "destrucción de Jesús y la Biblia", sino que es algo que viene exigido por la Iglesia Católica. Lo que dices es contrario a la doctrina de la Iglesia Católica:

Número 12 de la Constitución Dogmática Dei Verbum:

"12. Habiendo, pues, hablado Dios en la Sagrada Escritura por hombres y a la manera humana, para que el intérprete de la Sagrada Escritura comprenda lo que El quiso comunicarnos, debe investigar con atención lo que pretendieron expresar realmente los hagiógrafos y plugo a Dios manifestar con las palabras de ellos.

Para descubrir la intención de los hagiógrafos, entre otras cosas hay que atender a "los géneros literarios". Puesto que la verdad se propone y se expresa de maneras diversas en los textos de diverso género: histórico, profético, poético o en otros géneros literarios. Conviene, además, que el intérprete investigue el sentido que intentó expresar y expresó el hagiógrafo en cada circunstancia según la condición de su tiempo y de su cultura, según los géneros literarios usados en su época. Pues para entender rectamente lo que el autor sagrado quiso afirmar en sus escritos, hay que atender cuidadosamente tanto a las formas nativas usadas de pensar, de hablar o de narrar vigentes en los tiempos del hagiógrafo, como a las que en aquella época solían usarse en el trato mutuo de los hombres. "

12/04/11 4:44 PM
  
solodoctrina
Jordi.

Comparto su preocupación sobre lo que ocurre en los seminarios

Primero. En relación a los géneros literarios, esta herramienta de análisis es útil bien usada. Pero, admito que puede -mal usada- destruir la fe.

Segundo. Respecto al Jesús histórico o el Cristo de la fe, opino que es una nueva versión de viejas disputas que la Iglesia ha resuelto con claridad en su enseñanza acerca de la negación de la humanidad o divinidad del Señor. No hay dudas -aunque se reediten con nuevos ropajes- que Jesús es hombre verdadero y Dios verdadaro. al mismo tiempo, sin detrimento de una condición sobre la otra.

Tercero. Creo que, muchísimo más preocupante que los dos puntos arriba mencionados, acerca de la crisis en la mayoría de los seminarios, son las irreverencias al santísimo sacramenteo del Altar y otros abusos litúrgicos que se le hacen experimenter a los novicios.

Saludos.

Saludos.
13/04/11 5:23 PM
  
Emaús
Pregunto, para aprender, sin atisbo de ironía:

Cristo reasumió su cuerpo anterior, glorificado.

¿Eso quiere decir que Jesús Resucitado tiene un cuerpo físico, visible, palpable, aunque con otras características diferentes del mortal? ¿O es una mera entidad espiritual -como, no sé, los ángeles, aunque sea de otra naturaleza-?

Y entonces, si es físico, ¿donde está? ¿Qué lugar ocupa en el universo? ¿Hablamos de otra dimensión? ¿El cielo es un lugar en el universo? ¿No es más bien un estado?

Y si es espiritual, cómo puede saberse o decirse que es el cuerpo físico de cuando estaba vivo y no su mero espíritu?

No sé si me explico. Pero no termino de entenderlo.

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LF:
Es obvio según los evangelios que el cuerpo de Cristo resucitado era visible, palpabe, etc. Para mí también es obvio que tras la resurrección previa al juicio final, todos los cuerpos resucitados ocuparán un lugar físico, porque si no, no serían cuerpos. Que el cielo sea sobre todo un estado no excluye que haya algo así como un lugar físico que pueda ser identificado con él. Y ya puestos, lo mismo se puede decir del infierno.
13/04/11 7:06 PM

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