El tomate pocho y maloliente de Tele 5
Mi compañero de blog Juan Rubio nos cuenta en su excelente blog de las iglesias béticas que en el programa de Tele 5 "Aquí hay tomate" se acusaba falsamente a una parroquia jerezana de ocultar a uno de los imputados en la Operación Malaya. Por supuesto, los muchachotes tomateros no permitieron que la verdad les echara abajo su montaje y aunque el párroco salió ipso facto a desmentir la falsa noticia, ellos siguieron dale que te pego con sus insidias.
Lo cierto es que no deberíamos sorprendernos de que ocurran estas cosas. Ese sector del ¿periodismo? conocido como prensa del corazón lleva años cumpliendo el papel de alimentar con bazofia a millones de españoles. Y eso demuestra dos cosas: que hay millones de españoles que disfrutan viendo basura y que las televisiones están dispuestas a hacerles creer que esos programas son lo mejor que pueden ofrecerles. Digo esto último porque hemos pasado de aquel famoso Tómbola de las televisiones autonómicas a todos los Tomates, Salsas Rosas, programas matutinos, vespertinos, "nocturninos" y "fin de semananinos".
No hay tregua. Están a todas horas y es imposible no encontrárselos si uno hace "zapping". Y como quiera que el famoseo patrio a veces no da de sí todo lo que cabe esperar, pues se inventan nuevos famosillos por medio de programas como el Gran Hermano o la Isla de marras.¿Qué es lo que nos ofrecen esos programas? Pues se nos venden adulterios, divorcios con niños usados como moneda de cambio, gente que cambia de pareja como las prostitutas y chaperos cambian de cliente en su trabajo, falsas rupturas a las que siguen falsas reconciliaciones, cotilleos al por mayor, hipotéticos maltratos, secretos de alcoba de personas ya fallecidas, hijos secretos de folclóricas a las que los gusanos han dado buena cuenta de sus restos mortales, basura moral, basura humana……… BASURA.
Por supuesto entre tanto desperdicio moral aparece de vez en cuando alguna flor. Pero las flores no se venden en medio de un vertedero así que sus apariciones suelen ser muy limitadas.
Se hace necesario preguntarse: ¿es la sociedad española lo que se nos muestra en la tele? ¿son los medios de comunicación audiovisuales el termómetro, con sus audiencias, de cuáles son los gustos de los españoles? Si la respuesta a esas preguntas es afirmativa, es como para que vayamos haciéndonos a la idea de que este país va hacia el caos social y moral. Si la respuesta es "todavía no", vayamos pensando cómo revertir ese plan diabólico por el cual a la gente se le ofrece como principal entretenimiento toda la clase de pecados que salen del corazón humano y de debajo de la cintura. Y más le vale a la Iglesia ponerse seria y advertir a sus fieles de que no pueden ser cómplices de esa programación infecta. Lo dice San Pablo:
Ef 5,11-12
Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.
Es, por tanto, deber del cristiano el denunciar esa basura. No debemos en ningún caso hacenos cómplices de esos programas engrosando sus audiencias. La Iglesia debe llamar al boicot de esa inmundicia. Y desde luego, si alguien de esos programas osa mezclar a alguna parroquia, diócesis o institución católica en infundios como el de "Aquí hay tomate" contra la mencionada parroquia jerezana, hay que acudir a los tribunales para ponerles en su sitio.
Luis Fernando Pérez Bustamante