Villancicos sin música y letra (por Mns Jesús Sanz Montes)

Es tan buena que no me resisto a esperar al domingo para copiarla. Se trata de la carta semanal de mi Obispo, Monseñor Jesús Sanz Montes. Aprovecho la ocasión para dar testimonio público de sus atenciones para con mi persona tras el percance de salud que he sufrido recientemente. Mi familia y yo siempre le estaremos agradecidos por ello.

VILLANCICOS SIN MÚSICA NI LETRA

Queridos hermanos y amigos: paz y bien.
Estamos asistiendo a un continuo intento de erradicación, sutil o groseramente presentado, de la traza cristiana en nuestra cultura. O se aboga por una banalización de lo cristiano presentando el gran bazar del "todo vale" y del "sírvase Vd. mismo que aquí todo da igual", o por una censura directa y a bocajarro de cualquier manifestación pública de la expresión religiosa cristiana. Un doble empeño que desde los poderes varios se quiere ensayar de continuo respecto del cristianismo en particular: relativización (todas las religiones en el mismo bombo) y privatización (que no salgan de sus sacristías).

El torpe guiño que se hace a otras grandes religiones con el objetivo de debilitar la católica, dista casi el infinito del verdadero diálogo ecuménico e interreligioso con el que la Iglesia sigue construyendo puentes, saliendo al encuentro, desde una sincera voluntad no demagógica de buscar juntos los caminos de la paz y la concordia. El ejemplo claro y sereno de Benedicto XVI es el mejor estandarte de cuanto deseamos la comunidad católica, por más que algunos pretendan enfrentarnos a los obispos entre nosotros, o contra el Santo Padre, o contra la misma sociedad que dicen que no entendemos.

A este paso asistiremos a legislaciones pintorescas que nos impondrán sus reales ordenanzas, como no tan imposiblemente ha sucedido ante totalitarismos de diverso signo en el siglo pasado: "queda prohibido cantar villancicos, adornar escaparates, colorear arbolitos con bolas y espumillón, comer en público turrón y mazapán; quedarán suprimidos los mercadillos populares navideños, las cabalgatas de reyes magos; el gallo podrá seguir cantando pero sin misa". Y así podríamos seguir describiendo el ridículo esfuerzo de quienes imponen su disfrazada intolerancia, revestida de alianzas multiglobis, multimutis, multiverbis en este palenque del despropósito, que van paseando de aquí para allá recogiendo nerviosos alguna firma más.

Una y otra vez, salen a la palestra los salvadores de una redención laica, que pretenden liberarnos a los pobres creyentes cristianos de nuestras atávicas manías y lastres religiosos. No es que quieran simplemente arrasar a Dios de nuestra cultura, sino imponernos el suyo. Aunque sea menor y laico, también ellos tienen su dios, al que dan culto, por el que invierten dineros, y dale-que-te-pego buscan su entronización.

En su afán inconoclasta laicista no sólo quieren sacar el cristianismo de la escuela, sino también de la vida. Pretenden reinventar el arte, la filosofía, reescribir la música y la literatura, obviar el derecho y la ingente manifestación de obras sociales, de justicia, civilización y cultura. No saben cómo arrancar las raíces que están profundas, y se las ingenian sin ahorrar esfuerzo e imaginación para convertir en barbecho vacío la foresta religiosa cristiana. Sorprenden todos los ataques que los cristianos estamos recibiendo por parte del laicismo más totalitario sin respetar nada ni a nadie: ni siquiera a los niños y a sus padres, como ha sucedido en algunos colegios recientemente, en torno a las actividades artísticas que los centros escolares organizan antes de Navidad.

En la reciente Instrucción Pastoral "Orientaciones morales ante la situación moral de España", los Obispos hemos repetido que no pedimos privilegios, sino sencillamente libertad. Que los desenterradores de heridas y contiendas no pretendan sepultar nuestras convicciones y esperanzas, ni censurar incluso lo entrañable y hermoso de la celebración de la Navidad. En la plaza o en la catacumba, seguiremos cantando Noche de Paz.

Recibid mi afecto y mi bendición.

+ Jesús Sanz Montes, ofm
Obispo de Huesca y de Jaca

10 comentarios

  
Carmen Bellver
Bien, Luis Fernando.
Aprovechemos este reducido espacio para levantar la voz, sin complejos. Con la firme convicción de que sean o no creyentes, la sociedad democrática debe respetar la religión. Forma parte de la cultura, la filosofía, el arte, la antropología, el folklore, las tradiciones...etc...etc. Merecemos el respeto que la propia Constitución nos otorga. Lo otro es simple y sencillamente, totalitarismo laicista.
08/12/06 10:40 PM
  
Luis Fernando
Pues de eso se trata, Carmen. De aprovechar esta ventana para asomar la gaita y decir bien alto y bien claro que no nos van a imponer su modelo de sociedad y que si buscan el enfrentamiento, lo tendrán. Por supuesto, de forma pacífica por nuestra parte. Que nosotros sí sabemos aprender de la historia
08/12/06 10:59 PM
  
sofia
De acuerdo en que hay que defender la democracia.
Pensamiento de Taizé para hoy:
El Señor dice: ¿Es ese el ayuno que el Señor desea, para el día en que el hombre se mortifica? El ayuno que yo quiero es este: abrir las prisiones injustas, dejae libres a los oprimidos, partir tu pan con el hambriento.

Pensamiento mío para hoy:
El fin no justifica los medios.
09/12/06 9:14 AM
  
nachet
Estimada Carmen, los cristianos merecemos respeto y libertad porque es de Justicia y conforme a la ley natural, no porque lo diga la constitución. La constitución se limita a reocnocer algo evidente. Si la constitución dijera lo contrario, entonces estaría equivocada y no debríamos acatarla en ese punto.
Lo digo porque los cambios constitucionales son relativamente sencillos para los que detentan el poder. Si ponemos nuestro corazón y argumentario en un texto legal, podemos encontrarnos en poco tiempo colgados de la brocha y confundidos.
Uno sólo es nuestro Señor
09/12/06 12:30 PM
  
Bruno
Me parece un trepa este Obispo. Parece ir buscando algún puesto arzobispal, de mayor poder y prestigio. Es una carta más política que evangélica. Evangelio, buena noticia... FELICES los pobres, los mansos, los que trabajan por la paz....
09/12/06 6:53 PM
  
Pedro
"Un doble empeño que desde los poderes varios se quiere ensayar de continuo respecto del cristianismo en particular: relativización (todas las religiones en el mismo bombo) y privatización (que no salgan de sus sacristías)"

Además de estos "poderes varios" (por cierto, ¿No podrían de una vez ser más claros en sus cartas y dejarse de eufemismos?) debería reflexionar el Sr. Obispo sobre la influencia que ha tenido la propia iglesia en los últimos años en que se afiancen estas ideas de la "relativización" y la "privatización" de las creencias cristianas. Tengo 35 años y durante todo mi período de formación he podido escuchar a profesores de religión (en colegios religiosos), sacerdotes, monjas y catequistas enseñar e incluso jactarse de esta equiparación entre distintas creencias en virtud de un supuesto "ecumenismo" e incluso reirse y criticar con un tono de superioridad a los sacerdotes y teólogos de generaciones anteriores que enseñaban que a la verdadera salvación se lleg...
09/12/06 9:17 PM
  
Pedro
se llegaba a través de la doctrina católica. Lo mismo se puede decir de la crítica a la intervención de la iglesia en la vida pública, desdeñada por confundirla con nacional-catolicismo. Me pregunto si todas estas ideas no pueden haber calado tan profundamente en la de los nacidos en los 70, e incluso en los más mayores, hasta el punto de que manifiestos como el último del Psoe parezcan de lo más normal, incluso proféticamenete evangélicos, a todos los contaminados con estas doctrinas, que, repito, se han estado enseñando por doquier en parroquias y colegios católicos durante años. Un poco de autocrítica en este sentido no vendría nada mal.
09/12/06 9:18 PM
  
Antonio de la Cruz
Esto sí que es hablar claro. Un saludo para el obispo de Huesca- Jaca.
Un abrazo desde Málaga.
10/12/06 11:36 PM
  
nachet
Pedro, estoy de acuerdo contigo.
Actualmente, si quieres que tu hijo se eduque en la fe católica, no basta con llevarlo a un colegio o asociación católica, además debes seleccionar entre los que tal nombre llevan aquellos que impartan sana doctrina.
Ese tipo de cosas ocurren porque los obispos han faltado en muchas ocasiones a su labor de corrección de anomalías.
11/12/06 9:26 AM
  
arenas de san pedro
Monseñor Sanz Montes, un hombre de bien, un hombre cabal
08/03/07 1:51 PM

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