El acontecimiento eclesial más importante de Europa
Si yo dijera que "Cor ad cor loquitur" es el blog más importante del mundo mundial, el más influyente, el más decisivo y aquel que no pueden dejar de leer cardenales, obispos, sacerdotes y laicos, sin duda este servidor que lo escribe pasaría a ser el hazmerreír, u objeto de compasión en el caso de los más píos, de todos. Pues bien, salvando las distancias, algo parecido puede ocurrir con la afirmación de Benjamín Forcano de que el XXVII Congreso de Teología organizado por la Asociación de Teólogos Juan XXIII es "el acontecimiento religioso más importante de Europa".
Hombre, don Benjamín, digo yo que no será para tanto. No niego que ese congreso tenga su importancia, sobre todo para ese sector de la Iglesia que lleva en un sin vivir desde hace algunos años. Pero de ahí a decir que a nivel eclesial su congreso es el "non plus ultra" hay un trecho muy largo. Déjelo en que para ustedes es el acontencimiento más importante de este año y todos conformes, ¿le parece?
Por lo demás, el resto de sus declaraciones recogidas en Religión Digital provoca una sensación de constante deja-vu en el lector aficionado a la temática religiosa. Dicen ustedes lo mismo de la misma forma y a los mismos de siempre desde hace ya demasiados años. Tanto pedir a la Iglesia que se actualice y son los primeros en dar una imagen más propia de una época ciertamente acabada. Ustedes son a nivel eclesial lo que a nivel político sería alguien que viviera según los patrones de la era de la Guerra Fría, de la Europa anterior a la caída del Muro de Berlín. Son como el político - pienso en Fraga, por ejemplo- que se resiste a aceptar que su tiempo ya pasó, que su lugar es ya la historia y que ya han prestado a la sociedad todo el servicio, bueno o malo, que podían dar.
Una de las cosas que más llama la atención de sus planteamientos es que insista en que es llamativo que no haya ningún obispo español, salvo el amigo de Castro que vive en Brasil, que les apoye o que vaya a su Congreso. Hombre, pues tendría su gracia que los obispos españoles fueran a un congreso que inaugura Enrique de Castro, profeta de andar por casa para ustedes. Por cierto, ahora se explica por qué los curas de Entrevías se fueron de vacaciones los tres a la vez, dejando su "parroquia" hasta sin servicios mínimos. Tenían que preparar entre todos la intervención de don Manuel en su congreso.
Veo también que en vista de que el Comandante se les muere, han encontrado ya sustituto. Ustedes pasan del "a Rey muerto, Rey puesto" al "a Revolucionario fenecido, Revolucionario bienvenido". Castro ya retirado, Chávez ha pasado a ser su referente político. Y es que, nuevamente, su mentalidad es a nivel eclesial lo que el izquierdismo revolucionario es a nivel político. Castro antes y Chávez ahora se pasan la vida arremetiendo contra el Imperio yankee. Ustedes se la pasan arremetiendo contra Roma.
En definitiva, don Benjamín, su anquilosamiento es señal de que son precisamente ustedes los que no se inculturizan ni se adaptan a los tiempos. Y ese modus vivendi es una losa que amenaza con convertirse en la lápida que de verdad les entierre. Y no será el entierro del Concilio Vaticano II, como ustedes denuncian. No, será la desaparición de una forma de interpretar el Concilio que tiene poco que ver con su letra y nada que ver con un Espíritu que hoy, es ya evidente, sopla en dirección contraria a la que ustedes van. A pesar de lo cual, les deseo que tengan un buen congreso, sobre todo a nivel de relaciones personales. El poder verse y saludarse todos una vez al año siempre es algo que revitaliza el ánimo y consuela el alma.
Luis Fernando Pérez Bustamante