InfoCatólica / Cor ad cor loquitur / Categoría: Cristo

3.05.17

Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe?

Evangelio del miércoles de la tercera semana de Pascua:

Jesús dijo a Tomás: «Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto».
Felipe le dijo: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta».
Jesús le replicó: «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aun mayores, porque yo me voy al Padre. Y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.
Jn 14,6-14

Hace mucho tiempo que buena parte de nosotros somos cristianos pero, ¿conocemos al Señor? ¿vivimos como si fuera un elemento más de nuestras vidas o es el centro de todo lo que hacemos y somos? 

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2.05.17

Yo soy el pan de vida

Evangelio del martes de la tercera semana de Pascua:

Le replicaron: «¿Y qué signo haces tú, para que veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Pan del cielo les dio a comer”».
Jesús les replicó: «En verdad, en verdad os digo: no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo».
Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de este pan».
Jesús les contestó: «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás»
Jn 6,30-35

¿Estamos hambrientos y sedientos de Dios? Cristo nos sacia. Solo Él es verdadero maná divino. El mundo entero se puede derrumbar en derredor nuestro, pero permaneceremos firmes si tenemos acceso a la comunión plena con nuestro Señor y Salvador.

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1.05.17

Ésta es la obra de Dios: que creáis en quien Él ha enviado

Evangelio del lunes de la tercera semana de Pascua:

Al día siguiente, la multitud que estaba al otro lado del mar vio que no había allí más que una sola barca, y que Jesús no había subido a ella con sus discípulos, sino que éstos se habían marchado solos.
De Tiberíades otras barcas llegaron cerca del lugar donde habían comido el pan después de haber dado gracias al Señor. Cuando la multitud vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaún buscando a Jesús. Y al encontrarle en la otra orilla del mar, le preguntaron: -Maestro, ¿cuándo has llegado aquí?
Jesús les respondió: -En verdad, en verdad os digo que vosotros me buscáis no por haber visto los signos, sino porque habéis comido los panes y os habéis saciado. Obrad no por el alimento que se consume sino por el que perdura hasta la vida eterna, el que os dará el Hijo del Hombre, pues a éste lo confirmó Dios Padre con su sello.
Ellos le preguntaron: -¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?
Jesús les respondió: -Ésta es la obra de Dios: que creáis en quien Él ha enviado.
Jn 6,22-29

Creer en Cristo, pan que baja del cielo y se nos da la vida eterna. Esa es la obra que Dios nos pide. Y es la obra que Dios nos concede hacer.

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26.04.17

El que cree en Él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado

Evangelio del miércoles de la segunda semana de Pascua:

Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en Él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios.
Este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal detesta la luz, y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que obra la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios».
Jn 3,16-21

Qué triste es ver como tanta gente se condena a pesar de que Dios ha enviado a su Hijo para que se salven. Qué triste es ver cómo tanta gente prefiere vivir en el mal en vez de disfrutar de la libertad de obrar el bien. Y qué triste es que incluso muchos de aquellos que han recibido el don de la fe, lo desechen con una vida de pecado.

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24.04.17

Tenéis que nacer de nuevo

Evangelio del lunes de la segunda Semana de Pascua:

Había un fariseo llamado Nicodemo, jefe judío. Este fue a ver a Jesús de noche y le dijo: «Rabí, sabemos que has venido de parte de Dios, como maestro; porque nadie puede hacer los signos que tú haces si Dios no está con él».
Jesús le contestó: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios».
Nicodemo le pregunta: «¿Cómo puede nacer un hombre siendo viejo? ¿Acaso puede por segunda vez entrar en el vientre de su madre y nacer?».
Jesús le contestó: «En verdad, en verdad te digo: El que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es espíritu.
No te extrañes de que te haya dicho: “Tenéis que nacer de nuevo”; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu».
Jn 3,1-8

¿Cómo puede nacer un hombre siendo viejo?, preguntó Nicodemo. Y cabe añadir, ¿cómo puede nadie nacer de motu proprio? La vida se nos regala siempre. Es un don. No es algo que obremos por nuestra propia voluntad. 

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