InfoCatólica / Cor ad cor loquitur / Categoría: Cultura de la muerte

23.06.10

España va hacia un futuro de ancianos sin hijos ni nietos

La tasa de natalidad en España ha vuelto a caer. Tras una serie de años subiendo debido a que las mujeres inmigrantes tienen más hijos que las españolas, la situación vuelve a la “normalidad” propia de una sociedad encamada con la cultura de la muerte y el neopaganismo.

Es cierto que Zapatero está haciendo todo lo que está en su mano para profundizar en esa tendencia social, pero nos engañaríamos si acusáramos a este gobierno de algo cuya culpa está en el modelo de sociedad que entre todos hemos ido forjando en los últimos 30 años. Al fin y al cabo, la ingeniería social del zapaterismo todavía no ha llegado al extremo de meterse en el lecho conyugal para ordenar cuándo y cuántos hijos han de tenerse.

La cuestión es bien sencilla. Son multitud los matrimonios que ni siquiera quieren tener la parejita. Muchos dirán que es por la crisis económica, pero lo cierto es que hemos pasado por una época de bonanza y la natalidad sólo ha subido por la llegada de familias procedentes de sociedades donde lo raro es tener sólo uno o dos hijos. Y en cuanto esas familias se van integrando en España, cogen los hábitos natalistas de los “nativos".

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6.06.10

¿A qué espera Monseñor Ñañez para suspender al padre Nicolás Alessio?

Argentina está asistiendo a un espectáculo ciertamente lamentable. Los Kirchner y cía andan empeñados en seguir los pasos zapateriles en el camino de la ingeniería social y puede que logren que el matrimonio entre homosexuales sea una realidad en el país sudamericano. Como era de esperar, la jerarquía católica se ha manifestado en contra de forma bastante clara. Incluso los cristianos evangélicos, dando una lección a más de uno, convocaron una manifestación en contra del “gaymonio” que fue todo un éxito.

Pues hete aquí que un grupo de sacerdotes y religiosos católicos han apoyado públicamente, mediante la firma de un escrito, el dichoso matrimonio homosexual. Ante lo cual, el arzobispo de Córdoba ha llamado a capítulo al cabezilla de esos curas rebeldes, Nicolás Alessio, para pedirle que se retracten públicamente.

El resultado de la petición del arzobispo ha sido “fulminante". Al poco de reunirse con él, el padre Alessio participó en un programa televisivo en el que se debatió sobre la cuestión. Enfrente tenía a un político evangélico. ¿Quiénes creen ustedes que se mostró contrario al matrimonio homosexual? El político evangélico. ¿Quién lo defendió? El cura católico, a pesar de lo que había pedido Monseñor Carlos Ñañez.

Si a la Iglesia en Argentina le queda un mínimo de dignidad, que espero y confío en que así sea, ese sacerdote estaría mañana mismo suspendido. Si no la tiene, Nicolás Alessio seguirá siendo sacerdote y se podrá presentar como tal ante los medios de comunicación.

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26.05.10

Trinidad Jiménez tiene un rostro de hormigón armado

La ministra de Sanidad nos aclaró ayer qué es lo que ocurrirá cuando una menor quiera abortar sin contárselo a sus padres. La cosa es bien sencilla. El médico que le va a practicar el aborto, o cualquier otro de la clínica u hospital, decidirá lo que hay que hacer. Como quiera que la mayor parte de los abortos se practican en clínicas privadas, pues ya nos podemos ir haciendo una idea de qué ocurrirá en el 99% de los casos.

Soy de la opinión de que los médicos que se dedican a practicar abortos, cuando les llega una mujer que quiere deshacerse de su hijo, ellos piensan, sobre todo y por encima de todo, en el dinero que se van a sacar por matar al ser vivo no nacido. Y el hecho de que la madre sea menor, no cambia las cosas. Supongo que cuesta lo mismo abortar cuando se tienen dieciséis años que cuando se tienen cuarenta. Así que si la nena le dice al Menguele de turno: “no se lo he dicho a mis papás“, el otro responderá: “no te preocupe$, muchacha. Tú paga y todo quedará entre no$otro$“. Es posible que adorne la respuesta con argumentos floridos, pero lo que le interesa es la pasta.

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19.05.10

No podemos matar al hijo para salvar a la madre

El 25 de marzo de 1968 nació en Madrid una niña cuya madre estaba sobrellevando un embarazo que, según los médicos, puso en peligro su vida. La mujer padecía una hipertensión muy elevada provocada por la gestación. Al llegar al sexto mes de embarazo, los doctores le plantearon la alternativa de realizarle una cesárea, porque el peligro era cada vez mayor. Estamos hablando de hace 42 años, cuando los nacimientos prematuros tenían muchas menos posibilidades de sobrevivir que ahora. Sin embargo, la cría, que pesó un kilo al nacer, sobrevivió. La madre también. Hoy una es mi esposa y la otra es mi suegra.

Sin embargo, en un hospital “católico” de Arizona, los médicos decidieron recientemente poner fin a la vida de un ser humano debido a que su madre sufría de hipertensión pulmonar y la gestación amenazaba su vida. Y en la toma de decisión sobre dicho aborto, además de la madre y los médicos, participó una monja miembro del comité ético de dicho hospital. Como no puede ser de otra manera, el obispo de Phoenix ha recordado que todos ellos están excomulgados.

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3.05.10

De tal educación, tales hijos e hijas

Irene Villa es una mujer bastante conocida en España debido a que siendo niña fue víctima, junto con su madre, de un atentado de ETA. A los doce años (17 de octubre de 1991) perdió las piernas y tres dedos de una mano cuando explotó la bomba adosada al vehículo de su madre, funcionaria de de la Dirección General de la Policía. Su madre perdió una pierna y un brazo. La foto de ambas tiradas en el suelo impactó a la sociedad española.

Su discapacidad no ha sido obstáculo para convertirse en profesora y periodista. Su postura contraria a la política antiterrorista del PSOE en la pasada legislatura le hizo granjearse la enemistad de los sectores mediáticos próximos al socialismo, pero en principio sigue siendo alguien con buena imagen ante la sociedad española. Por eso están teniendo eco las declaraciones que ha hecho a la Revista Misión acerca de la realidad del aborto en nuestro país. Cito de dicha entrevista:

¿Cree que la familia es considerada un valor esencial en España?

Si tengo un dolor, aparte del terrorismo, es por cómo se están infra­valorando la vida y la familia. Se está haciendo un daño terrible a la sociedad. Está siendo algo feroz y me temo que irreparable. Además, es superdañino para los jóvenes. Mis alumnas dicen con frivolidad: “Si me quedo embarazada, aborto”. Hace unos años abortar era lo peor que te podía pasar en la vida. A lo mejor también se abortaba, pero era una carga. Era un dolor. Ahora las niñas de 13 o 14 años lo dicen con tanta frialdad…

Lo que señala Irene es ni más ni menos que uno de los síntomas más claros de que la sociedad española tiene un nivel moral similar a la calidad aromática de un estercolero. La hipersexualización y la banalización de la dignidad de la vida humana se encarnan sobre todo en aquellos que son más influenciables: nuestros hijos. Lo que ven en la televisión y en el resto de medios de comunicación, lo que reciben en el colegio y lo que las autoridades les van inculcando, con la complicidad de unos padres que no toman el lugar que les corresponde en la educación de sus hijos, provoca que haya muchachas que vean como la cosa más normal del mundo el quedarse embarazas y abortar.

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