Cristiano antes que cualquier cosa

En su editorial de hoy en Rumores de Ángeles, el director de Religión Digital, José Manuel Vidal, asegura querer estrechar la mano que Martínez Camino ofrece a los medios. Vidal dice:

Y estrecho la mano tendida, para colaborar. Y para disentir. Y para criticar. Porque un profesional de la información no es ni puede ser un catequista. Ni un monaguillo con el “botafumeiro” siempre en ristre. Como decía Herrera Oria, “los periodistas católicos primero tienen que ser periodistas y, después, católicos”.

No sé cuál fue el contexto en el que el cardenal Herrera Oria afirmó tal cosa, pero con todos los respetos hacia su persona, un cristiano puede y debe ser ante todo y sobre todo cristiano. Y luego, todo lo demás. Por supuesto, si es buen cristiano le será más fácil será buen periodista, buen político, buen etc. En definitiva, buen ciudadano.

Obviamente no es lo mismo ser periodista para un medio de comunicación generalista que serlo para un medio de inspiración cristiana. El Mundo es lo primero. Religión en Libertad es lo segundo. Religión Digital no sé lo que es. Aun así, se trabaje donde se trabaje, se debe de notar que se es cristiano, o habrá que plantearse en qué sentido es cristiano aquel al que no se le nota que lo es. Benedicto XVI dijo hace un par de años que “la función peculiar de los medios de comunicación social de inspiración cristiana es la de educar la inteligencia y formar a la opinión pública según el espíritu del Evangelio“. No hace falta que diga que eso es lo que buscamos todos los que formamos parte de ReL. Desde su editor, Álex Rosal, pasando por su director, que soy yo, hasta todos los bloggers. Lo haremos mejor o peor, pero esa es nuestra meta.

Pretender a estas alturas la imparcialidad total del comunicador es absurdo. Aunque ciertamente no es apropiado “editorializarlo” todo, pues en no pocas ocasiones la realidad desnuda puede ser más conveniente que la disfrazada con el traje ideológico del comunicador, nadie puede abstraerse totalmente de aquello en lo que cree y de su opinión sobre las cosas. Una misma noticia es vista de distinta manera por unos y otros. Incluso a la hora de elegir las noticias que se publican y sobre todo en la forma de titular las mismas, el periodista vuelca en mayor o menor medida su parecer. Si eso ocurre en el ámbito de la política, donde una medida de cualquier gobierno es presentada como positiva por un periódico y como desastrosa por otro, no pensemos que en la información socio-religiosa ocurre de forma diferente.

Cada medio ha de buscar su lugar bajo el sol y ReL, poco a poco, lo va consiguiendo. Desde el punto de vista económico supongo que no ayuda el haber nacido a las puertas de la crisis por la que estamos pasando, pero es indudable que este portal tiene ya identidad propia tanto en la información como, sobre todo, en la opinión.

De Martínez Camino todos sabemos bien lo que podemos obtener y lo que no. No se apartará del discurso oficial de la Iglesia en los temas más importantes, donde hay una debida unanimidad marcada por la propia doctrina católica, y no cabe esperar que se manifieste con igual rotundidad en aquellos asuntos que son “opinables", pues él es el secretario y portavoz de todos los obispos, no sólo de una parte. Aun así, si en esos temas opinables una mayoría de obispos está inclinada hacia cierta postura, no esperemos que don Juan Antonio nos salga apoyando la contraria. No tiene sentido echarle pulsos absurdos y luego enfadarse por perderlos. Por ejemplo, no es normal que los que hacen de corifeos del CAC que busca la censura de la actual COPE, luego frunzan el ceño si el portavoz de la CEE no les canta la misma melodía.

Sinceramente yo prefiero un secretario y portavoz como Camino que, aunque no sea la alegría de la huerta, es “profesional", serio y discreto que otro más pendiente de llevarse bien con quienes quieren otra Iglesia. La jerarquía católica en España es la que es, y más que va a serlo, pues es obvio que el Papa nombra como obispos a los que tienen un perfil muy concreto. No tendría el menor sentido que desde Añastro saliera una voz discordante. Los medios que estamos más en comunión con ese perfil, nos llevaremos mejor con el portavoz de nuestros obispos. Los que quieren otra Iglesia, por mucho que tiendan la mano, seguirán haciendo lo que llevan haciendo toda su vida. Que nadie lo dude. Tienen derecho a ello. En eso consiste la libertad de expresión.

Luis Fernando Pérez Bustamante