Castigo eterno, vida eterna
Lectura del evangelio del Lunes de la primera Semana de Cuaresma
Jesús dijo a sus discípulos:
“Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a su izquierda.
Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: ‘Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver’.Los justos le responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?’.
Y el Rey les responderá: ‘Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo‘.
Luego dirá a los de su izquierda: ‘Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron’.
Estos, a su vez, le preguntarán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?’.
Y él les responderá: ‘Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo‘.
Estos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna“.
Mt 25,31-46
Nuestro Señor Jesucristo desmonta cualquier solafideísmo con esas palabras a los discípulos. No hay fe que salve si no va acompañada de obras (Stg 2,17). Como dice San Pablo, «si tuviera fe como para mover montañas, pero no tengo amor, no sería nada» (1ª Cor 13,2).
El cristiano sabe, o al menos debería saber, que el origen de cualquier buen obra que realice está en Dios mismo, que es quien produce “el querer y el actuar conforme a su beneplácito” (Fil 2,13). De tal forma que incluso nuestros méritos son, como decía San Agustín, corona suya.
Esto dice el Salmo de hoy:
La ley del Señor es perfecta,
reconforta el alma;
el testimonio del Señor es verdadero,
da sabiduría al simple.
Los preceptos del Señor son rectos,
alegran el corazón;
los mandamientos del Señor son claros,
iluminan los ojos.
La palabra del Señor es pura,
permanece para siempre;
los juicios del Señor son la verdad,
enteramente justos.
¡Ojalá sean de tu agrado
las palabras de mi boca,
y lleguen hasta ti mis pensamientos,
Señor, mi Roca y mi redentor!
(Salm 19, 8-10 y 15)
En la ley de Dios tenemos sabiduría, claridad, alegría. El Señor nos manda hacer lo que nos concede hacer. Como enseña la Escritura: “Quien dice: «Yo le conozco», pero no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y en ése no está la verdad ” (1 Jn2,4). Le amamos, y cumplimos así el primer mandamiento, porque Él nos amó primero (1 Jn 4,19). Y amamos al prójimo, segundo mandamiento, porque no hay verdadero amor a Dios si no se ama al hermano, al necesitado (1 Jn 2,9-11).
No permitas Señor que desechemos tu ley y te ofendamos. Concédenos el arrepentimiento y la conversión cada vez que nos desviemos de tu voluntad. Y haznos ver en el prójimo el objeto de nuestro amor para servirte con alegría y verdad.
Santidad o muerte.
Luis Fernando
12 comentarios
No daré paso a comentario alguno sobre el Papa, los obispos y la actualidad eclesial. Cualquiera escrito en ese sentido será borrado.
---
LF:
No tienes ni repajolera idea de lo que ocurre en mi vida y en mi alma así que mejor no desvaríes.
Los toques de atención me los da Dios constantemente. Nadie en InfoCatólica me ha dicho nada. Pero digamos que me lo hubieran dicho por la razón que fuera. ¿Cuál sería el problema? ¿acaso voy a ser tan estúpido como para creer que tengo más discernimiento que sacerdotes y hermanos en la fe de mayor valía y madurez espiritual que yo?
Con esto zanjo esta cuestión.
Nos creemos saberlas todas, cremos "saber mas que tio conejo" y creemos que ocuñtando el mal es que acogemos a la persona y una falsedad. Jesus exhorta en la cruz "NO SABEN LO QUE HACEN", es una exhortacion directa a nuestea conciencia que debe motivar la voluntad y dirigirla a Dios y su palabra. Estamos juntos en esto y juntos podremos ir a esa voluntad. Jesus no es indiferente ante la manifiesta voluntad de no caer en cuenta del error, y perdona ese error!... asi en ese momento. Pero la pertinaz vivencia en mentira nos avoca a un solo destino.. Jesus no desea ver a nadie perdido.. y lanza su ultima exhortacion.. "nosotros no sabesmos, nuestra conciensia nos engaña, los falsos profetas engañan pero yo "Jesus" (nos dice): alzando la mirada piadosamente para que los martirizadores se conviertan: "Padre perdonales"... no aceptan ni el perdon ni aceptan la ignorancia...sostienen la "subjetiva conciencia y destronan el perdon" esa es la padadoja
Como eso del infierno hay que entenderlo muy bien, pide al Señor en oración que te envie luz y sabiduría espiritual para que entiendas que es para tanto y muchísimo más.
El solafideismo yo lo he oído explicar y hacen referencia a frases como tú fe te ha salvado vete en paz y muchas otras, añaden lo que dice de las buenas obras la epístola de Santiago, y muchas más.
Los protestantes hacen estudios bíblicos y predicaciones, tienen un índice de concordancias bíblicas y no aprenden cabos sueltos, sino la Palabra en toda la Biblia.
Piensan que la fe es fundamental porque por la fe se hace todo lo demás, amar a Dios, hacer su voluntad, alabarle, darle gracias, orar, dar testimonio cristiano...
Lutero pasó y Dios sabrá. Pero protestantes hay de todo como católicos unos quieren ser fieles al Dios de Jesucristo y otros a saber.
No vayas a creer que soy protestante, para nada, pero tengo una amiga que lo es y es tan cristiana que ojalá fuera católica.
Cordialmente, amigo.
Dejar un comentario