Quien se sabe salvo por gracia no presume de nada

Llevamos tiempo escuchando la idea de que hay una serie de cristianos que se creen más santos que nadie, más perfectos que el resto y que, instalados en esa presunción, se dedican a acusar a los que se arrastran por el fango del pecado.

Demos por hecho que existen cristianos así. No creo conocer a ninguno, pero acepto que los hay. Son unos pobres miserables. Lo son por dos razones:

1- No tienen nada que no se les haya dado. No hay un gramo de santidad en sus vidas, si es que lo hay, que no sea puro don. Hasta sus méritos personales, de tenerlos, son fruto de la gracia operante de Dios en sus vidas. Por tanto, ¿de qué presumir? ¿de qué gloriarse? Como dijo San Pablo:

 ¡Que yo nunca me gloríe más que en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo! (Gal 6,14)

2- Todos, absolutamente todos, han pasado y/o pasan por un proceso en el que han estado enfangados en el pecado. Ciertamente estamos llamados a la santidad, pero quienes por pura gracia han avanzado más en el camino que otros hermanos en la fe, deben ser mano tendida en el proceso de esos hermanos y no dedo acusador.

Ahora bien, esa mano tendida que han de ofrecer los que han progresado en su camino de santidad no puede consentir en pretender que quienes están atados a un cristianismo carnal y esclavizados todavía por graves pecados sigan en esa situación, como si la misma fuera invencible o incluso deseable. Quien vive en santidad es fuente de gracia para los demás, es prueba viva de que el pecado no tiene la última palabra. No puede haber orgullo espíritual. La soberbia es quizás el pecado más peligroso y no puede formar parte de quienes andan guiados por el Espíritu Santo.

Dice también san Pablo:

vivo, pero ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Y la vida que vivo ahora en la carne la vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí. (Gal 2,20)

La santidad tiene como fuente a Cristo, que es quien vive en el cristiano si éste en verdad se deja habitar por el Señor. 

El principal drama que vive el catolicismo hoy -de hecho desde hace algunos siglos, pero hoy más- no es la existencia de fariseos orgullosos y pecadores derrotados incapaces de crecer en santidad. No, el principal drama es que no se predica suficientemente sobre la gracia de Dios, la manera en que opera en el alma y la libertad que trae a quienes andan en ella. 

Muchos fieles viven prisioneros de la trampa del pelagianismo y semipelagianismo, que convierten la vida cristiana en un páramo de desesperación ante la incapacidad de la carne de vencer al pecado, y a muchos se les está ofreciendo como salida la trampa de un solafideísmo que convierte el sacrificio de Cristo en un mero documento legal por el que el elegido para la salvación es justificado sin que exista una necesidad imperiosa de que su alma sea transformada de gloria en gloria por los senderos de la santidad.

Pues bien, aquí, hoy y siempre, es hora de predicar la sana doctrina sobre la gracia. Es hora de derribar el muro de los errores doctrinales que convierten a los cristianos en inválidos espirituales. Somos salvos por gracia, no por nuestras obras ajenas a la misma. Y no somos salvos para seguir caminando en el pecado, sino para realizar las obras que Dios nos ha preparado para que andemos en ellas, de tal manera que quien no obra conforme a lo que cree, está perdido. Y es Dios mismo quien obra en nosotros tanto el querer como el hacer, de forma que aunque esas obras son también, propiamente hablando, nuestras, la gloria es siempre suya. 

Que la Madre de Dios, monumento glorioso de la gracia divina, interceda por nosotros, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

Luis Fernando Pérez Bustamante

30 comentarios

  
Luis Fernando
Una aclaración. Lo de "se sabe salvo" no debe entenderse como una certeza absoluta de la salvación propia. Como dice san Pablo, "el que se crea firme, mire que no caiga".
20/11/15 6:00 PM
  
Almudena 1
2090 Cuando Dios se revela y llama al hombre, éste no puede responder plenamente al amor divino por sus propias fuerzas. Debe esperar que Dios le dé la capacidad de devolverle el amor y de obrar conforme a los mandamientos de la caridad.

2092 Hay dos clases de presunción. O bien el hombre presume de sus capacidades (esperando poder salvarse sin la ayuda de lo alto), o bien presume de la omnipotencia o de la misericordia divinas (esperando obtener su perdón sin conversión y la gloria sin mérito).

Esto es Catecismo de La Iglesia. Vamos, que no lo dicen cuatro radicales, lo dice quien lo dice. Hay lo que hay y son como las lentejas que si quieres las comes o si no....
Gracias LF.
20/11/15 6:41 PM
  
Feri del Carpio Marek
«el principal drama es que no se predica suficientemente sobre la gracia de Dios»

Yo diría que el principal drama es que no se predica, así a secas. No se predica sobre nada. (Me refiero a las catequesis parroquiales y homilías de una gran mayoría de sacerdotes). No, la prédica es algo muy arriesgado y exige formación doctrinal y creer en la acción del Espíritu Santo, entonces se dan consejos, un par de exhortaciones, comentarios sobre la situación actual (del país, el crímen, el terrorismo, la trata de personas, el alcoholismo, etc.) y palabras de ánimo, normalmente sin ninguna conexión con las lecturas proclamadas y su hilo conductor.
20/11/15 7:55 PM
  
Hugo
El unico merito del que vive en santidad, es no cerrarse a la gracia de Dios, y dejarse guiar por ella. En ese sentido sí se puede decir que ese es un mérito de la persona, renunciar al ego para dejarse guiar por Él. ¿Seria correcto decir esto?

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LF:
Las buenas obras que se realizan por la gracia de Dios son méritos.
El dejarse guiar por la gracia... es también fruto de la gracia.
20/11/15 8:21 PM
  
Juan Andrés
Estimado director, puedo intentar comprender muchas posturas pero en este post estás hablando, entre otros, de nuestro Sumo Pontífice. Sin nombrarlo, te han sentido aludido fariseo, y yo también. Un cordial saludo.

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LF:
Mire usted, este post es fruto de la lectura de una entrevista a un teólogo dominico, Jean-Miguel Garrigues,por parte de un jesuita. Pero ni siquiera lo he enlazado porque lo que escribo en el artículo vale para cualquier momento.

Si hay gente con mala leche, mala intención y mala baba, o incluso con buenas intenciones, que cada vez que escribo algo relacionado con la fe católica, se piensa que me estoy metiendo con el Papa, no es mi culpa. Es culpa de esa gente que además le hace un flaco favor al Santo Padre, porque ¿qué tipo de Papa sería aquel que cuando se expone la doctrina católica sobre la gracia queda supuestamente mal?
Es absurdo.
20/11/15 8:33 PM
  
FRANCISCO
Considero que realmente alcanzar la humildad es un proceso de toda la vida, si hay hermanos que nos ven por el hombro, es por que nunca se arrepintieron de su vida anterior, sin embargo no es una vida metódica(de cumplimiento) en la que seremos juzgados, sino nuestro amor a Dios y al prójimo, en eso seremos juzgados.
20/11/15 8:43 PM
  
Quico
Hoy he escuchado al obispo Munilla decir en la radio algo que me ha impactado y que tiene relación con tu post: La supuesta fe de Lutero, la sola fides, es en realidad falta de fe; falta de fe en que Dios puede transformarnos y falta de fe en que la gracia tiene el poder de cambiar nuestro corazón.

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LF:
El obispo Munilla es un regalo del cielo para la Iglesia en España y en San Sebastián.
20/11/15 8:52 PM
  
Luis Fernando
Ni un solo comentario más sobre el Papa en este post.
20/11/15 8:56 PM
  
Luis Fernando
He retirado los comentarios offtopic.
20/11/15 9:00 PM
  
JUAN NADIE
Eso de los cristianos justificados, o que se creen superiores, y que apedrean con las normas a los demas es un falso debate. No existen. Quienes apedrean a esos cristianos son muchos que no lo son o que lo son de bautismo pero nada mas, y que les apedrean continuamente porque no soportan que intenten vivir su fe.
Se crea un espantajo que no existe, una caricatura y luego se la endosamos a los que no piensan como yo o no me compran el producto. Y así acusandoles de fariseos y de malvados o poco misericordiosos yo me situo por encima del bien y del mal, puesto que de lo que se trata es de desprestigiar y desvalorizar el esfuerzo por buscar el bien y la verdad.
Yo ya llevo unos cuantos años y no todavía no he visto a un cristiano de esos y mira que he visitado iglesias en unos cuantos países del mundo. En cambio he visto a los cretinos de la teología de la liberación apedreando a Juan Pablo II o a Ratzinger, al que cariñosamente llamaban el cardenal de hierro, comparandolo con Bismark.
20/11/15 9:06 PM
  
Luis Fernando
Fernando, ¿leyó mi respuesta?
20/11/15 9:19 PM
  
Hugo
LF:
Las buenas obras que se realizan por la gracia de Dios son méritos.
El dejarse guiar por la gracia... es también fruto de la gracia.

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Pero entonces, si el dejarse guiar por la gracia es tbien fruto de la gracia, aquellos que la rechazan y se instalan en el pecado, ¿no lo hacen por propia voluntad?

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LF:
Quienes resisten la gracia, y por tanto pecan, lo hacen por propia voluntad. Si no, no tendrían responsabilidad en el pecado.
20/11/15 9:53 PM
  
JOSÉ IGNACIO LESACA ESEVERRI
Si yo no lo tengo mal entendido, hay dos elementos: la gracia divina y la libertad humana. La gracia va siempre en primer lugar. La respuesta humana, la correspondencia a la gracia, va en segundo lugar. Ambas son imprescindibles para que una persona pueda hacer una buena obra. La gracia sin correspondencia humana, no funciona. El esfuerzo humano sin gracia, tampoco. La gracia es como la mano que Dios tiende al hombre y la correspondencia es el esfuerzo humano, en el ejercicio de la libertad, de agarrar la mano que Dios tiende.

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LF:
Es la gracia la que hace posible que la voluntad humana sea verdaderamente libre para obrar bien. Es la causa primera. El esfuerzo del hombre, que ciertamente es real, es solo causa secundaria y depende totalmente de la causa primera.

O sea, exactamente lo que dice San Pablo y que menciono en el post:

porque Dios es quien obra en vosotros el querer y el actuar conforme a su beneplácito.
Fil 2,13

20/11/15 10:44 PM
  
DavidQ
La mayoría del artículo me lo creo. Lo que no me creo es que jamás los haya visto.

Pero me han dicho que quienes trabajan en el basurero tampoco sienten el mal olor, o sea que sí es creíble.

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LF:
Explícame qué hago con tu comentario. ¿Se lo mando al consejo? ¿al editor?
Dime.
20/11/15 11:10 PM
  
Anatolio
El principal problema no es que no se predique sobre la gracia de Dios, es que existe una absoluta indiferencia sobre lo que predique la iglesia, sea esto o aquello. Y la iglesia está demostrando no saber moverse estratégicamente en una situación de total indiferencia respecto a ella como la actual, sólo ha sido efectiva en los pocos años en que estuvo perseguida y en los muchísimos que ha vivido cobijada en el estado como estructura paraestatal. Simplemente, la mayoría de bautizados no cree que sea pecado eso que creen los más puristas, una minoría minimísima, pues ni el 10% de los creyentes va a misa con asiduidad y un porcentaje similar cree en los sacramentos más allá de su valor simbólico.

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LF:
Eso del 10% es una cifra exagerada a nivel mundial. En Polonia, por ejemplo, más de la mitad de los bautizados son católicos practicantes.
Y a su vez, es una cifra excesiva en algunos lugares, como por ejemplo, Cataluña.
21/11/15 12:23 AM
  
Feri del Carpio Marek
El desconocimiento de la gracia y el vacío de su predicación y catequesis, es quizás la manifestación más nefasta de la extinción de la cultura católica que denunciaba Alonso en alguno de sus posts. Toma un cristiano al azar, y con altísima probabilidad comprobarás que cuando piensa en vida moral, piensa en los diez mandamientos, y no en la gracia. Es más, tal vez por esa misteriosa palabra, se aventure a entender que ser refiere a la capacidad que tiene Dios de hacer la vista gorda de tu pecado.
21/11/15 12:39 AM
  
Isabel

LF:
Las buenas obras que se realizan por la gracia de Dios son méritos.
El dejarse guiar por la gracia... es también fruto de la gracia.


O sea: El hombre es un pelele en las manos de Dios que le da la gracia o se la niega caprichosamente a quién Él quiere. Por tanto quienes no la reciban están eximidos de toda culpa por grave que esta fuera y si hubiera una ventanilla de reclamaciones estarían en todo su derecho de poner las que estimasen convenientes.

Pues lo siento, sea o no Doctrina de la Iglesia, no sólo no me convence sino que se da de bofetadas con todo lo que he aprendido de Religión desde niña en colegios católicos, cuando se nos enseñaba una muy buena Religión. Entre otros dogmas el del libre albedrío, que según ese otro de que todo es gracia, quedaría desbaratado.

Hay que reforzar la fe de los pocos cristianos que vamos quedando e impartir buenas catequesis para adultos en todas las parroquias, impartidas por supuesto por buenos sacerdotes. Encima de lo en contra que tenemos a la sociedad, entre unos y otros lo único que hacen es confundirnos y quitarnos la fe, que no parece sino que es eso lo que buscan.

Saludos y buen fin de semana.




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LF:
Dios no niega las gracias actuales. ¿De dónde sacas eso?

Respecto al dogma del libre albedrío, cito de la Encíclica Libertas Praestantissimum

La libertad, don excelente de la Naturaleza, propio y exclusivo de los seres racionales, confiere al hombre la dignidad de estar en manos de su albedrío (Eclo 15,14) y de ser dueño de sus acciones. Pero lo más importante en esta dignidad es el modo de su ejercicio, porque del uso de la libertad nacen los mayores bienes y los mayores males. Sin duda alguna, el hombre puede obedecer a la razón, practicar el bien moral, tender por el camino recto a su último fin. Pero el hombre puede también seguir una dirección totalmente contraria y, yendo tras el espejismo de unas ilusorias apariencias, perturbar el orden debido y correr a su perdición voluntaria.

Y:

… la voluntad, por el solo hecho de su dependencia de la razón, cuando apetece un objeto que se aparta de la recta razón, incurre en el defecto radical de corromper y abusar de la libertad. Y ésta es la causa de que Dios, infinitamente perfecto, y que por ser sumamente inteligente y bondad por esencia es sumamente libre, no pueda en modo alguno querer el mal moral; como tampoco pueden quererlo los bienaventurados del cielo, a causa de la contemplación del bien supremo. Esta era la objeción que sabiamente ponían San Agustín y otros autores contra los pelagianos. Si la posibilidad de apartarse del bien perteneciera a la esencia y a la perfección de la libertad, entonces Dios, Jesucristo, los ángeles y los bienaventurados, todos los cuales carecen de ese poder, o no serían libres o, al menos, no lo serían con la misma perfección que el hombre en estado de prueba e imperfección.

El Doctor Angélico se ha ocupado con frecuencia de esta cuestión, y de sus exposiciones se puede concluir que la posibilidad de pecar no es una libertad, sino una esclavitud.
Libertas Praestantissimum, 5


Lo que yo escribo, y de lo que sacas conclusiones que no son ciertas, es lo que han enseñado santos, doctores de la Iglesia, concilios, Papas, y, sobre todo, lo que enseña la Escritura.
Si no te convence, ¿qué quieres que te diga?
21/11/15 9:19 AM
  
Jovellanos
Isabel, no te desanimes. Yo tampoco me meto en honduras que requieren cierta complejidad teológica, pero para comprender aquello de que todo viene de Dios, también nuestras obras, intento no olvidar que nuestra condición respecto a Él es la de criaturas. Y como creador, alguna "culpa" tendrá de nuestras capacidades.

Un saludo.
21/11/15 12:00 PM
  
Feri del Carpio Marek
La visión de Anatolio de la misión de la Iglesia la he escuchado bastante, y me parece naturalista, pelagiana, eso de moverse estratégicamente, como si fueramos nosotros los que llevamos adelante la misión de evangelizar, y no el Espíritu Santo. Si la gente no va a la misa, es porque no se predica la doctrina cristiana, porque el cura evita cualquier contacto con los feligreses (ya que está muy ocupado en eso de moverse estratégicamente), y escasas horas, escasos días está disponible para confesar. Donde un cura predica la sana doctrina, y está disponible para sus feligreses, jamás está vacía la Iglesia. Esa es la única estrategia, la de siempre. No falla y nunca va a fallar.
21/11/15 12:38 PM
  
JOSÉ IGNACIO LESACA ESEVERRI
Luis Fernando: pero tiene que haber un espacio de completa responsabilidad del hombre, en su correspondencia o falta de correspondencia a la gracia. Si esas frases de San Pablo se toman literalmente, al pie de la letra ("es Dios quien obra en vosotros el querer y el actuar"), entonces Dios sería o parecería responsable único del destino de cada alma. Dios sería o parecería responsable de la condenación de un alma. Pero, cuando alguien se condena, es porque rechaza las gracias para salvarse que Dios le ofrece. Luego hay un espacio en el actuar humano que no depende de Dios. Y en el caso de la salvación, también debe de haberlo. Aunque la iniciativa, la gracia, es de Dios, la aceptación de esa gracia es cosa del hombre. Si no, sería Dios quien llevase a un alma al Cielo sin que ella tuviese nada que hacer.

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LF:
La aceptación de la gracia también es cosa de Dios como causa primera de esa aceptación y del hombre como causa secundaria, pero no por ello menos real.

San Anselmo en “De concordia praescientiae et praedestinationis nec non gratiae cum libero arbitrio", cap III:
“proviniendo todo bien de Dios, la determinación libre salutífera, que es un bien en todo aquello que la constituye, proviene enteramente de Dios, como proviene todo de nosotros en cuanto causa segunda”


Denzinger:
«De la voluntad de Dios y del hombre.
Los hombres hacen su voluntad y no la de Dios, cuando hacen lo que a Dios desagrada; mas cuando hacen lo que quieren para servir a la divina voluntad, aun cuando voluntariamente hagan lo que hacen; la voluntad, sin embargo, es de Aquel por quien se prepara y se manda lo que quieren» Denz 196
21/11/15 1:04 PM
  
Hugo
LF, todo el mal entendido que se produce en los comentarios es por falta de comprension de conceptos. Al menos eso creo, y creo que es lo que a mi me pasa tbien. Para hablar de estas cosas sin malentendidos primero hay que definir bien que es cada termino, que es y que no es. El ejemplo es tu comentario con Isabel. Y como ella muchos, tbien yo. Nos hacemos malentendidos por hablar y no saber de que estamos hablando.

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LF:
El caso es que en Infocatolica llevamos meses, por no decir años, aclarando conceptos. Y no puedo dedicar más de la mitad de un post a explicar lo que se ha explicado en posts anteriores,sean míos o de otros blogueros.
Entiendo que el que entra de nuevas pueda tener problemas de comprensión. Que vaya a los blogs de Alonso Gracián, Eudaldo Forment, Néstor, P. Iraburu... y busque posts sobre la gracia.
21/11/15 3:46 PM
  
Ranniel
Para todos aquellos que dicen que no se han encontrado con este tipo de cristianos que se creen salvos. ¿Donde viven ustedes? Hasta me he quedado un poco indignado con aquellos que niegan su existencia. Lo digo por que en latinoamerica, en mi país, República Dominicana, son muy comunes este tipo de cristianos (protestantes). Aquellos cristianos evangélicos, que se creen los únicos cristianos, dicen que ya están salvos.Ellos se apegan a solo fe, sin obras, solo fe y ya nada mas, ellos juzgan mucho, aunque hay diferentes grados entre ellos. Ellos citan mucho eso de que el que cree en Jesucristo y se arrepiente de sus pecados, sera salvo. Y citan el texto que altero Lutero en su biblia, de hecho, así mismo están en su biblias, Entre ellos hay que tienen mala vida eso, pero, ya están salvos, deben pensar ellos. Que los católicos somos idolatras, que adoramos a María y los santos..... hablar mal de la iglesia católica, es común en ellos........ pero muchos mienten y se inventan cosas como no se lo imaginan, con el fin de atacar a los católicos y ganar fieles a sus sectas.

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LF:
Mi post es sobre católicos.
21/11/15 9:11 PM
  
Isabel
Luis Fernando no sé a qué te refieres con las gracias actuales. Y mi comentario lo he sacado de la parte de tu comentario puesto en negrita. Si todo es gracia y también la respuesta del hombre a esa gracia, es gracia... A ver a dónde está el libre albedrío.
Pero me he aclarado algo con los comentarios de otros lectores y tus respuestas. Veo con alivio que no soy yo sola la que se desconcierta y se enreda con el tema gracia, que a veces me da por pensar que soy totalmente negada para asimilar todos esos altos conceptos. Es más, no es a veces, sino que lo doy por sabido, pero sabiendo que no soy la única, me quedo más tranquila.

Prefiero una fe sencilla y fuerte, cómo la que tenían mis antepasados, que tener una serie de estudios teológicos que a muchos llevan a apartarse de la fe, para la que supuestamente han hecho tales estudios y que no sólo se apartan ellos sino que con sus declaraciones, libros ... apartan a los demás, y ejemplos los conocemos todos.
A los que los hayan realizado y les hayan servido para acercarse más a Dios, mi más sincera enhorabuena.

Gracias Jovellanos por tus palabras de aliento.

Saludos y quedad con Dios.

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LF:
Precisamente la gracia hace que tengamos verdadera libertad para hacer el bien. La posibilidad de elegir el mal no es auténtica libertad, aunque lo pueda parecer. No lo digo yo. Lo dice el papa León XIII en la encíclica que cité en mi anterior comentario. Y enseña Santo Tomás de Aquino: «Querer el mal no es libertad, ni parte de la libertad, sino un cierto signo de ella».

Muchos os desconcertáis con el tema de la gracia porque, a pesar de ser católicos, jamás os han predicado la gracia tal y como la enseñaron santos, papas y concilios. Ya es drama que tal cosa haya ocurrido. Pero si resulta que ahora se os explica y rechazáis aquello que se os prueba con la Escritura, la Tradición y el Magisterio...
21/11/15 9:19 PM
  
Tony de New York
En Génesis 6, DIOS manda a Noé a construir una barca ya que el Señor mandaria un diluvio y para SALVARSE el y su familia tenian que OBEDECER.

Si Noé no construía la barca el no se salvaba, pero el CREYÓ y OBEDECIÓ al construir la barca.

No fe, no salvaciòn, no construir la barca, no salvaciòn!

Si Noé queria ser SALVO tendria que CREERLE a DIOS por lo tanto TENIA que OBEDECER al construir la barca.

Yo preguntò?
Noé comprò su salvaciòn?

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LF:
Tomó la salvación que Dios le dio. Y ese tomar fue, con total certeza, movido por Dios.
21/11/15 9:27 PM
  
JOSÉ IGNACIO LESACA ESEVERRI
Intento descifrar esas citas que transcribes arriba, Luis Fernando, la de San Anselmo y la de Denzinger, pero me temo que no entiendo mucho. ¿Me podrías indicar algún lugar del CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA (1992) donde se hable del asunto gracia-libertad? Yo los busqué pero, para lo que interesa aquí, no he visto ninguno, por ahora.

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LF:
Mira, lee los 6 primeros puntos de esta encíclica de León XIII Libertas Praestantissimun. Creo que como introducción está muy bien.
21/11/15 9:53 PM
  
JOSÉ IGNACIO LESACA ESEVERRI
En Scholaveritatis.org hay un artículo de don José María Iraburu que da luz sobre el asunto gracia-libertad. Se titula "Gracia y libertad-doctrina católica". Usa la imagen del niño que escribe una carta con su padre, su mano en la mano paterna. El niño puede seguir voluntariamente los movimientos de la mano del padre, puede resistirse a seguirlos o puede querer escribir otra carta distinta.

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LF:
Todos los artículos del P. Iraburu son magníficos para aprender la relación entre gracia y libertad.
21/11/15 10:32 PM
  
Jovellanos
Isabel, nos ayudamos entre todos. Yo, cuando empezó a tratarse más a fondo este tema, sí que lo pasé muy mal, y entraba en esas típicas espirales de no encontrar el libre albedrío donde todo es Gracia. Pero igual que dudé hasta la extenuación, continué leyendo y al menos me quedé con unas nociones básicas, aunque me pierda algo más en terminología específica. Lo de causa primera-causa segunda, Creador-criatura, en cambio, lo llevo muy bien. Ahí se comprende que por un lado está la Gracia de Dios que no nos resulta difícil de aceptar, y por otro lado está la que nosotros reclamamos como obra nuestra, que lo es también, pero que no podría serlo de no ser por Él, quién todo lo hizo, y lo hizo bueno... Lo que nos señala que esto debe ser así es que cuando leemos las vidas de santos, maravilla su humildad y su notable crítica sobre sí mismos teniendo en cuenta toda la grandeza de lo que hacen, y eso no se obtiene considerando como méritos únicamente propios -colaboración en pie de igualdad con Dios- las propias obras. Si te fijas, Luis Fernando no niega que nuestras obras, nuestro esfuerzo, sea real, sino que completa lo que falta para que el anunciado sea cierto explicando que sin Dios no es posible que se dé. Comprender esto es piedra angular de la humildad.

En cuanto al tema de la libertad, yo lo entiendo mejor llamando al mal uso de ésta, libertinaje. Ciertamente con el libertinaje se ve más claramente que se pueden rechazar las normas, que hay libre albedrío.
Lamentablemente hoy nos parece que en el cumplir con lo bueno hay menos libertad que en trasgredir las leyes -signo de la enfermedad de la sociedad, por cierto, signo de adolescencia, o demencia senil de una civilización de 2000 años-, pero de siempre se llamó esclavo al atado por los vicios, y libre al carente de ellos. No puede ser que lo que entendieron los mejores de los paganos lo olvidemos hoy los cristianos. Distingamos entre libertad y libertinaje. Otra cosa es que nos duela tanto la vida que deseásemos descansar en Él, que nos arrebatase del mal con mano poderosa y ligera de una vez porque nos pesa ya exceso la carga de la elección, porque estamos " cansados y agobiados"... pero el remedio, es claro, es "acudir a Él, que nos dará alivio".
Nuestros antepasados tenían algo más sencilla una fe fuerte, porque principalmente sus enemigos atacaban el cuerpo, y los nuestros atacan el alma, mientras regalan el cuerpo. Pero no nos equivoquemos, tenían mucho más clara la doctrina básica, existía un "sentido común católico" que fue el que defendió Sto. Tomás Moro, o el que los estudiosos se sorprendieron de encontrar en cristeros supuestamente analfabetos. Hay un gran misterio en esta aparente rendición al mundo - que es uno de los tres enemigos del cristiano, según el saber de mi abuela, ¿no?-, porque lo que es claro es que cuando más atrás se ande en el tiempo, al menos en lo que se refiere a este siglo, más y mejor se predicaba, más y mejor se enseñaba, y más y mejor se aprendían desde jóvenes los puntos cardinales de la fe. Al menos en Europa. Pero el hombre, que era lodo sin forma antes de que Dios lo tomase, quiere volver al lodo otra vez deformado.

No quiero abusar más de la paciencia de Luis Fernando -corrígeme en lo que yerre-. Sirva este mensaje por las veces que quise escribirte en apoyo en tal o cual ocasión y no lo hice, deseándolo. Todas estas cuestiones son complejas, y a mí también me quitaron las ganas de profundizar, por lo mucho que me revolví, pero doy gracias de no haber rechazado esta enseñanza. Fíjate que el catecismo viene a decir lo mismo que estamos leyendo:

2008 El mérito del hombre ante Dios en la vida cristiana proviene de que Dios ha dispuesto libremente asociar al hombre a la obra de su gracia. La acción paternal de Dios es lo primero, en cuanto que Él impulsa, y el libre obrar del hombre es lo segundo, en cuanto que éste colabora, de suerte que los méritos de las obras buenas deben atribuirse a la gracia de Dios en primer lugar, y al fiel, seguidamente. Por otra parte, el mérito del hombre recae también en Dios, pues sus buenas acciones proceden, en Cristo, de las gracias prevenientes y de los auxilios del Espíritu Santo.
22/11/15 3:31 AM
  
Isabel
Gracias Luis Fernando. Gracias comentaristas. Entre todos me habéis ayudado a aclarar conceptos.

Feliz domingo y quedad con Dios.
22/11/15 9:19 AM
  
Ernio
Ya que le mencionas en los comentarios de este post, te envio una conferencia de ayer del obispo Munilla sobre el reciente Sínodo. Pienso que te interesará. Saludos https://youtu.be/dUW1UpYXemc
22/11/15 8:20 PM
  
Isabel
Jovellanos, cuando esta mañana he escrito mi comentario, no había leído todavía el tuyo.
Te doy muchas gracias por tu amable explicación sobre éste tema de la gracia que tanto nos confunde a muchos. Dios te lo pague.
22/11/15 9:27 PM

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