Ya es tarde para Terry y para Eluana
Informa hoy El Mundo, y recogemos en InfoCatólica, que en la revista médica “The New England Journal of Medicine", se ha publicado un estudio que revela que es bastante probable que un buen número de pacientes en estado vegetativo tengan cierto grado de consciencia. Hasta hoy sabíamos de unos cuantos casos de enfermos que han salido de un coma profundo tras años “dormidos". Ahora sabemos que quizaás no están tan “dormidos” como pueda parecer.
Curiosamente, los autores del artículo se oponen a que el mismo sea usado para justificar el soporte vital continuado e incondicional de pacientes que no responden a los estímulos, ya que eso sería “perder el enfoque de los hallazgos". Es decir, queda claro que su interés no era salvar la vida de esos enfermos sino, simplemente, demostrarnos que lo mismo están más “vivos” de lo que hasta hoy creíamos.
El caso es que si algunos de esos enfermos “sienten", sin que los medios médicos empleados hasta ahora sean del todo eficaces para demostrarlo ni desmentirlo, ¿quién nos dice que no fue ese el caso de Terry Schiavo o el de Eluana Englaro? ¿puede alguien decir que no fueron conscientes de que sus “seres queridos” les estaban matando? Dado que su muerte fue provocada por retirarles la comida y la bebida, ¿quién puede asegurar que no sintieron la tortura de morir de sed? Eso sólo lo sabremos cuando crucemos la frontera que separa este mundo de la eternidad. Habrá un día, el de Gran Juicio, en el que todo lo que ahora nos es oculto saldrá a la luz.
A los que no creen en la vida venidera les importa más bien poco lo que el más allá pueda revelarnos sobre la realidad de esos enfermos que han sido “eliminados” tras años de vida vegetativa. Y las conciencias de quienes provocaron la muerte de Terry y Eluana no creo que estén capacitadas para conmoverse ante los resultados de este estudio. Es muy posible que el ex-marido de Terry el padre de Eluana sigan pensando que era “mejor” matarlas a que siguieran vivas así. Lo que ellas pudieran pensar o sentir, si es que en verdad pensaban o sentían algo, es lo de menos. Ellos tomaron el lugar de Dios Todopoderoso y decidieron cuándo había de concluir la vida de esos seres humanos sobre los que tenían un derecho “legal".
En una sociedad normal, un estudio como este debería llevar a establecer un marco legal que protegiera la vida de esos enfermos de familiares interesados o desesperados. No estamos ante una eutanasia pedida por el paciente. Estamos ante una ejecución de un ser humano que quizás sienta pero no puede expresar su voluntad. Sin embargo, la Gran Ramera en que se ha convertido Occidente seguirá fornicando con el príncipe de este mundo. Seguirá entregándose en manos de la cultura de la muerte. Seguirá permitiendo que en sus hospitales se deje morir de hambre y sed a pacientes que, hasta ese momento, eran atendidos por personas dedicadas a cumplir el mandato evangélico de atender a los enfermos. No me cabe la menor duda de que de la misma manera que en el cielo se oye la voz de los mártires pidiendo justicia (Ap 6,10), también se oirá la voz de Terry y Eluana.
Luis Fernando Pérez
Blog `Palabras a la red´: “Pensiones: si hay que hacer algo, hágase ya”