InfoCatólica / La Mirada en Perspectiva / Archivos para: Julio 2019, 13

13.07.19

(370) Sol faciado

4.- Non confundar.— «Dios quiere que todo el mundo se salve y llegue al conocimiento de la verdad» (1 Tim 2, 4), o sea, que no nos quiere confundidos. No se desaliente, nunca, la confianza en la Iglesia. Porque hasta los errores más pequeños podrán ser esclarecidos, pues «cuando viniere aquél, el Espíritu de verdad, os guiará hacia la verdad completa» (Jn 16, 13).

 

5.- Infima perlustro, ilumino las cosas más humildes, reza el emblema de don Juan Baños de Velasco, en su Séneca Ilustrado, 1670. En la pictura que ilustra la glosa, un sol faciado ilumina un valle, dando detalle a todo. No merma la grandeza de Dios que su doctrina sirva para iluminarlo todo, hasta lo más pequeño e insignificante, que a todo saque lustre y dé sentido, para que se cumpla la Escritura: «El que es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho» (Lc 16, 10). Sol faciado, que es Cristo, Cabeza del Cuerpo que es la Iglesia.

 

6.- Quid enim dare maius habebat, qué tenía más que darle, traduce Sebastián de Covarrubias para coronar el segundo de sus Emblemas morales, de 1610. En el primero, que titula con su misma luz se encubre, circunscribe el anagrama de Cristo dentro de un sol destellante. El epigrama es elocuente:

«Después que Dios al hombre le hubo dado

el ser a imagen suya y semejanza

y héchole Señor de lo criado

sino cayera de esta buena andanza

vistió su carne, desterró el pecado,

murió por él, pagando la fianza

que hizo al  Padre eterno, y en comida

se le da por señal de eterna vida.»

Además de la verdad, Dios tenía más que darnos, que es Aquel que es la verdad misma y la vida, en prenda de esclarecimiento.

Pues teniendo por señal de vida eterna a Cristo Nuestro Señor Sacramentado, ¿quién temerá la confusión final?  En la figura del emblema de Covarrubias, un cáliz cubierto por bella patena,  coronado por la sagrada Forma, es centro del sol.

La Iglesia, «Casa del Dios vivo, columna y fundamento de la verdad» (1 Tim 3, 15), es Cuerpo del fulgor faciado, que es Cristo. La confianza en ella no puede faltar, porque tiene al Sol por Cabeza.

 

David Glez.Alonso Gracián

 
La Iglesia en el Maelstrom, II: Sol faciado
 
 
(Fuente bibliográfica, Biblioteca digital de Emblemática Hispánica, Biblioteca del Siglo de Oro, Departamento de Filología Española y Latina - Universidad de La Coruña).