InfoCatólica / La Mirada en Perspectiva / Categoría: Rey burlado

17.04.22

(503) Corona nueva

12. Su triunfo nos renueva como el águila.

 

13. Ni inútil ni absurda es nuestra fe, pues Cristo venció. La aurora caída no apagará su victoria, que es real: en ella confiamos porque fue.

 

14. Nuestra alma no morirá; será la carne objeto de resurrección, solamente el cuerpo se deshará. Debe sucumbir primero y sin remedio, para expandirse hacia otra luz, como una tarde sedosa, recompuesta de claridades. 

 

15. Quotidie morimur, dice Juan de Borja. Pues como el fabuloso cinocéfalo, cada día morimos miembro a miembro, poco a poco y es real. También todos, sin excepción, resucitaremos, pero con suerte dispar: unos justamente, por gracia, para la eterna salud; otros justamente, por su culpa, para la eterna decepción.

 

16. Pero será esta carne y no otra, la que se pueda sobrecoger de fulgor. Ahora la puerta es estrecha con dientes de astillas, su paso aterrado de umbral. Pero tenemos un Vencedor que tiene reino, y la corona no es de otro sino Suya. En él cada parte a su todo será devuelta, y tierra nueva y cielo nuevo desplegarán sus orillas; dejó de existir el mar (Ap 21,1). 

 

17. Vasallo quejumbroso, deja atrás el lamento y celebra esta victoria, de la que puedes participar; no te ha de faltar penitencia y plegaria. Pero ahora confía. Estate tranquilo. Virescit vulnere virtus, con la herida se renueva la virtud, porque Él ha vencido. 

 

REY BURLADO

III.- Corona nueva

13.03.22

(502) Vuelo de águilas

8. Brilla el camino que no se puede tomar. Pero anticipa recodos, aceras, oscuridades benéficas, senderos estrechos de claridad.

 

9. Todas las llagas que existen y existirán reciben forma de espina. Se modelan, se adaptan al cráneo, adopan forma purpúrea. Penetran y alcanzan la idea. Y entonces el mundo ancestral, no redimido, festeja sin freno su propia soberanía.

 

10. In arduis. Por varios caminos se asciende hasta el monte. Por otros se pasa, se sale de él, se tuerce a pantanos o arenas, a descampados baldíos. Sólo hay uno, y en él no hay nada, sólo camino. Entre sus hitos no hay signo de fin, todo es madera de cruz, frutas caídas, un vuelo de águilas. Y así, de zancada en zancada, de auxilio en auxilio, se alcanza la gloria final, donde todo es remanso y luz tranquila. Y el cielo está nuevo porque ya lo es, y en su tierra es de día.

 

11. Me dulcis saturet quies, que su dulce quietud satisfaga. Son tantos los trabajos que esta vida mortal trae consigo, dice Borja en su emblema. Pero sólo un momento, no se despierten los monstruos y cambie el clima. Cuelgan regalos de música entre los sauces, para atender al caminante y se conforte en la subida. Bajo la fresca sombra hay primicias, pero deben ser breves. Fiat voluntas tua.

 
REY BURLADO
II.- Vuelo de águilas