(120) Católicos y política –XXV. ¿Qué debemos hacer?. 12
–O sea que Benedicto XVI también tiene buenas enseñanzas sobre la vida política.
–Por supuesto. ¿Qué se imaginaba usted? La más alta doctrina política es la que enseña la Iglesia.
La reconquista cristiana del Occidente, invadido actualmente por la fuerzas anti-Cristo, no podrá conseguirse si los cristianos más llamados a procurar el bien común político se limitan a actividades prepolíticas, sociales, apostólicas, o se diseminan en los diferentes partidos políticos existentes, todos ellos anti-Cristo, o se entregan a trabajos municipales y vecinales, de amplitud política muy reducida. Todo eso es valioso y necesario, sin duda. Pero si no hay cristianos que entren de verdad en lo más fuerte de la batalla que desde el comienzo de la humanidad se viene librando entre los hijos de la luz y los hijos de las tinieblas, según ya vimos (20-21), si no se organizan y se unen, bien pertrechados intelectual, espiritual y técnicamente, para combatir a vida o muerte contra el Príncipe de este mundo, arriesgando sus personas y fortunas; si no consiguen participar en los poderes legislativos y ejecutivos a través de partidos políticos, los únicos que pueden lograrlo, la invasión anti-Cristo que sufre el Occidente cristiano no irá disminuyendo, sino acrecentándose.