InfoCatólica / Razones para nuestra esperanza / Categoría: Doctrina Social y Política

11.03.22

Philip Trower, La Iglesia Católica y la Contra-fe -5

La Iglesia Católica y la Contra-fe: Un estudio de las raíces del secularismo moderno, el relativismo y la descristianización

Por Philip Trower

Contenidos

Parte 1. La civilización occidental en los siglos XX y XXI: creencias centrales

Capítulo 1. Por favor use la puerta principal

Capítulo 2. ¿Qué fue la Ilustración?

Capítulo 3. Las denominaciones

Capítulo 4. El progreso perpetuo

Capítulo 5. LOS PRINCIPIOS DE 1789

Bien se ha dicho que en la religión de la Ilustración la libertad, la igualdad y la fraternidad ocupan el lugar que la fe, la esperanza y la caridad ocupan en el cristianismo. Sin ellas no hay “salvación". Comenzaremos poniendo la libertad bajo el microscopio, no sólo porque está primera en la tríada, sino porque en Occidente siempre ha tenido un lugar de honor. Los revolucionarios franceses plantaron “árboles de la libertad". Todavía no sabemos de nadie que haya plantado árboles en honor a la igualdad o la fraternidad.

La libertad y las libertades

La libertad es un misterio de nuestro ser más íntimo, que comprensiblemente valoramos como una de nuestras posesiones más preciadas. Unida a la facultad de pensar, es lo que nos hace humanos. Las dos cosas son inseparables. Una voluntad sin una mente que la dirija sería como un trapo ondeando al viento —en este caso los vientos del impulso; y una mente sin el poder de decidir en qué pensar no sería una mente sino una máquina movida por fuerzas que surgen de algo distinto de sí misma —los ritmos bioquímicos del cerebro. El amo sería el esclavo del sirviente. Aún más valoramos el ser capaces de dar expresión externa a esta libertad y racionalidad internas.

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9.03.22

Philip Trower, La Iglesia Católica y la Contra-fe -4

La Iglesia Católica y la Contra-fe: Un estudio de las raíces del secularismo moderno, el relativismo y la descristianización

Por Philip Trower

Contenidos

Parte 1. La civilización occidental en los siglos XX y XXI: creencias centrales

Capítulo 1 - Por favor use la puerta principal

Capítulo 2 - ¿Qué fue la Ilustración?

Capítulo 3. Las denominaciones

Capítulo 4. El progreso perpetuo

Cuando se predicó por primera vez el mensaje de que las cosas no sólo estaban mejorando cada vez más, sino que seguirían mejorando hasta volverse perfectas, sus destinatarios —afortunadamente para los predicadores—, estaban dispuestos a escuchar.14

No sólo habían estado disfrutando de un largo período de paz doméstica. Para las clases altas y las clases medias altas había habido un aumento general de la riqueza y la comodidad, una situación que tiende a animar a la gente a creer que su buena fortuna personal significa que todo está mejorando para todos.

Para empezar, como hemos visto, el progreso se atribuyó a la inteligencia humana. Los hombres eran atrasados ​​porque eran ignorantes: la educación correcta arreglaría todo. Pero pronto el progreso llegó a ser visto como una tendencia que operaba en toda la naturaleza independientemente del hombre. La forma más habitual era concebirlo como una fuerza física semejante a uno de los elementos. Luego Hegel introdujo la idea de que la marcha hacia adelante de las cosas sigue el patrón de una discusión entre filósofos, Darwin la hizo depender de la lucha por la supervivencia entre especies en pugna, y Marx de la lucha de clases.

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4.03.22

Philip Trower, La Iglesia Católica y la Contra-fe -3

La Iglesia Católica y la Contra-fe: Un estudio de las raíces del secularismo moderno,

el relativismo y la descristianización

Por Philip Trower

Contenidos

Parte 1. La civilización occidental en los siglos XX y XXI: creencias centrales

Capítulo 1 - Por favor use la puerta principal

Capítulo 2 - ¿Qué fue la Ilustración?

Capítulo 3. LAS DENOMINACIONES

Cuando buscamos un lugar para empezar, nos encontramos a principios de la segunda mitad del siglo XVII. La Paz de Westfalia (1648) ha puesto fin a las guerras de religión y somos conscientes de estar en un nuevo clima espiritual. Era como la quietud después de una tormenta. Hubo tiempo para reflexionar, y cierto cansancio por los temas religiosos. ¿Había valido la pena todo? ¿No podrían los hombres vivir en paz incluso si difieren sobre la religión? ¿Seguramente podrían ponerse de acuerdo sobre la existencia de Dios y las leyes de la naturaleza, ya que éstas son verdades abiertas a la razón, y dejarlo así? A través de mejores comunicaciones, el estado de ánimo se extendió por Europa hasta Rusia en el este y a través del Atlántico hasta el Nuevo Mundo en el oeste.

Me refiero, por supuesto, a las clases pensantes, lectoras y escritoras. La gran mayoría de los hombres y mujeres desconocían el cambio y aún no habían sido tocados por él. Hoy, por supuesto, todos pensamos y leemos. Pero para los hombres y mujeres del tipo del que estoy hablando pensar, leer y escribir eran la sangre de su vida.

En la Europa católica, la educación jesuita había hecho mucho más fácil la entrada a esta aristocracia del intelecto para los niños brillantes de familias pobres. Pierre Bayle (1647-1706) es un ejemplo. Hijo de un pastor protestante, estudió filosofía con los jesuitas de Toulouse por un tiempo. Luego, a través de su revista literaria Nouvelles de la république des lettres [Noticias de la república de las letras] y su Dictionnaire historique et critique [Diccionario histórico y crítico], ayudó a convertir lo que había sido un estado de ánimo en un movimiento y le dio cohesión internacional. Él no estaba solo. La proliferación de periódicos de este tipo tuvo en miniatura un efecto no muy diferente al de Internet hoy.

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20.02.22

El racismo darwinista

 Tapa del libro de R. Weikart

La teoría darwinista fue un ingrediente fundamental de la ideología nazi.

Reseña de: Richard Weikart, Darwinian Racism: How Darwinism Influenced Hitler, Nazism and White Nationalism [Racismo darwinista: Cómo el darwinismo influenció a Hitler, el nazismo y el nacionalismo blanco], Discovery Institute Press, Seattle, 2022.

El historiador estadounidense Richard Weikart ya había publicado tres libros importantes sobre la relación entre darwinismo y nazismo: a) De Darwin a Hitler: Ética evolutiva, eugenesia y racismo en Alemania (2004); b) La ética de Hitler: La búsqueda nazi del progreso evolutivo (2009); c) La religión de Hitler: Las creencias retorcidas que impulsaron al Tercer Reich (2016). El último libro de Weikart presenta su tesis de un modo breve, accesible, bien argumentado y bien documentado. Además, en esta obra Weikart refuta las principales objeciones que le han hecho otros autores.

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5.02.22

¿Libertad versus seguridad?

La visión de la libertad y la seguridad como dos valores en conflicto proviene de una ideología anticristiana: el individualismo. 

El individualismo puede ser definido como la corriente filosófica que ve al ser humano como un individuo que existe básicamente para sí mismo, no como un ser social por naturaleza. La sociedad en sí misma no sería un bien para el hombre, sino más bien un mal necesario. El individualista concibe su libertad como un ámbito dentro del cual puede hacer lo que se le antoje, mientras no afecte la libertad de los demás, concebida del mismo modo individualista. Como se suele decir (erróneamente): “mi libertad termina donde empieza la libertad de los otros". Esto hace de los otros adversarios de mi libertad, y por lo tanto en el fondo los convierte en mis enemigos. Si lleva sus principios hasta sus consecuencias más extremas, el individualista (de derecha o de izquierda) llegará a afirmar el derecho al suicidio. Su individualismo le impide admitir que cualquier suicidio daña a los demás moralmente y que todos tenemos derecho a que ningún ser humano se quite la vida. En definitiva, según el individualista no existe el amor entendido como búsqueda desinteresada del bien del otro. El individuo buscaría siempre y en todo lugar su propio interés y esto sería lo bueno para él.

El individualismo es una racionalización del egoísmo, pero no la única. Mencionaré dos ideas análogas: a) la concepción de la empresa que atribuye a ésta como único fin supremo la maximización de los dividendos de sus accionistas; b) el maquiavelismo político, que inspiró un famoso lema de Lord Palmerston, que suele resumirse así: “Inglaterra no tiene amigos permanentes ni enemigos permanentes, sino sólo intereses permanentes".A la inversa, el individualismo es una traducción del maquiavelismo a la esfera de las relaciones interpersonales.

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