InfoCatólica / Razones para nuestra esperanza / Archivos para: Octubre 2011

29.10.11

Video promocional de "En el principio era el Logos. Apologética católica en diálogo con los no creyentes"

Agradezco profundamente a Bruno Moreno por esta iniciativa y lo felicito por su creatividad.

Ruego a los lectores habituales de este blog que tengan a bien contribuir a la difusión de este video. Desde ya muchas gracias por su atención.

Les recuerdo la dirección de la Editorial Vita Brevis, donde pueden comprar este y otros interesantes libros: http://www.vitabrevis.es

26.10.11

Revista virtual "Fe y Razón" (Nº 63 - Noviembre de 2011)

Para acceder al Nº 63 completo, por favor presione este enlace: http://www.feyrazon.org/Revista/FeyRazon63.htm

A continuación reproducimos el artículo editorial.


Bendito sea el Santísimo Sacramento

Equipo de Dirección

1. La Carta apostólica Porta Fidei y el Año de la fe

En este número publicamos la Carta apostólica Porta Fidei (la Puerta de la Fe) de Su Santidad Benedicto XVI, fechada el 11 de octubre de 2011. Por medio de esta carta, el Papa convoca el Año de la fe, que comenzará el 11 de octubre de 2012, en el 50º aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II y el 20º aniversario de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica, y terminará en la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, el 24 de noviembre de 2013.

“El Año de la fe es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo” (Benedicto XVI, Porta Fidei, 6). Secundando esta iniciativa del Sumo Pontífice, procuraremos “intensificar la reflexión sobre la fe para ayudar a todos los creyentes en Cristo a que su adhesión al Evangelio sea más consciente y vigorosa, sobre todo en un momento de profundo cambio como el que la humanidad está viviendo.” (Íbidem, 8).

2. La procesión de Corpus Christi en Montevideo

En su calidad de asociación privada de fieles, el Centro Cultural Católico “Fe y Razón” ha recibido una carta de Mons. Nicolás Cotugno sdb, Arzobispo de Montevideo, con una invitación a participar de la procesión de Corpus Christi, el próximo domingo (30 de octubre), bajo el lema “Jesús Pan de Vida Ayer, Hoy y Siempre”. En esta ocasión, la procesión de Corpus en Montevideo hará una especial referencia al Bicentenario del comienzo del proceso de emancipación nacional. La procesión partirá a las 16:00 horas desde la Iglesia del Cordón y terminará frente a la Catedral Metropolitana, donde tendrá lugar la bendición con el Santísimo Sacramento.

Uniéndonos a esta fiesta, exhortamos a nuestros socios, suscriptores y lectores residentes en Montevideo a participar de esta manifestación pública de nuestra fe católica.

23.10.11

El planeta privilegiado (4)

Comentario de: Guillermo Gonzalez and Jay W. Richards, The Privileged Planet. How our place in the cosmos is designed for discovery, Regnery Publishing Inc., Washington DC, 2004.

En los posts anteriores hemos visto que el principio copernicano (que afirma la mediocridad de nuestra ubicación o importancia dentro del universo), aplicado a la astronomía, enfrenta graves y crecientes dificultades científicas. Pero dicho principio es aplicado también a la cosmología y a la física. En el Capítulo 13 de la obra que estoy comentando, González y Richards parten del hecho de que en esos otros dos ámbitos el principio copernicano está amenazado por dos de los principales avances científicos del siglo XX: los descubrimientos de que el universo tiene una edad finita y está finamente sintonizado para la vida. Posteriormente los autores muestran la fragilidad de los intentos de salvar al principio copernicano recurriendo al principio antrópico.

El principio copernicano en cosmología implica que el universo es infinito tanto en el espacio como en el tiempo.

Esta hipótesis se mantuvo vigente hasta que en la década de 1920 Edwin Hubble descubrió el corrimiento hacia el rojo en el espectro de las galaxias y dedujo la expansión del universo. Este descubrimiento condujo al desarrollo de la cosmología del Big Bang. Dado que esta cosmología sugiere con fuerza que el universo debe el comienzo de su existencia a una causa externa a él, los partidarios del principio copernicano han tratado de encontrar modelos cosmológicos alternativos, que preserven la hipótesis del universo “eterno” y sin comienzo.

En ese sentido, los dos modelos principales fueron el del “universo en estado estacionario” y el del “universo oscilante”. Ambos fueron descartados debido a ulteriores descubrimientos científicos. El abandono del modelo de estado estacionario fue causado por el descubrimiento de la radiación cósmica de fondo de microondas y del poder explicatorio del Big Bang en relación con la núcleo-síntesis de los elementos livianos. En cuanto al modelo del universo oscilante, se ha vuelto insostenible debido a las siguientes tres objeciones graves (por lo menos): 1) la energía disponible para hacer el trabajo de expansión y contracción del universo decrecería con cada ciclo sucesivo; así, si el universo hubiera existido por un tiempo infinito, ya debería haber alcanzado un estado de equilibrio. 2) Las mediciones más recientes sugieren que la masa total del universo es mucho menor que la requerida para producir una contracción gravitatoria. 3) La expansión del universo no sólo no se está enlenteciendo (lo que podría sugerir una futura contracción), sino que, según las evidencias más recientes, se está acelerando.

El principio copernicano en física implica que las leyes de la física no están arregladas especialmente para la existencia de vida compleja o inteligente.

Este principio ha sido desmentido por el descubrimiento de que las constantes físicas fundamentales exhiben una sintonía finísima que hace posible la existencia de la vida y de la vida inteligente. Si cualquiera de esas decenas de constantes fuera significativamente mayor o menor, el resultado sería, o bien un universo ordenado pero incompatible con la existencia de observadores como nosotros, o bien (con mucha mayor frecuencia) un universo caótico o desordenado. Los autores ilustran esto con la imagen de una “máquina creadora de universos” con una gran cantidad de perillas, cada una de las cuales controla una constante física fundamental. Un sabio extraterrestre ha estado manipulando los controles durante largos años, sin encontrar ninguna combinación útil, salvo la de nuestro propio universo. La impresión de diseño es abrumadora.

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21.10.11

El planeta privilegiado (3)

Comentario de: Guillermo Gonzalez and Jay W. Richards, The Privileged Planet. How our place in the cosmos is designed for discovery, Regnery Publishing Inc., Washington DC, 2004.


Un estimulante comentario del Dr. Francisco José Soler Gil me ha impulsado a cambiar de plan y dejar para más adelante el anunciado post sobre el principio antrópico. Espero que el presente post aclare más las tesis defendidas en “El planeta privilegiado”. Muchas gracias, Dr. Soler.

La definición que el Dr. Soler da del principio copernicano coincide con lo que González y Richards llaman “principio cosmológico”. Pero González y Richards (y yo con ellos) distinguen entre dos principios diferentes: el principio cosmológico, que es un principio de uniformidad del universo, y el principio copernicano, que es un principio de mediocridad, referido a nuestra ubicación o importancia dentro del universo.

Según González y Richards, el principio cosmológico establece que a escalas muy grandes el universo es homogéneo e isótropo, es decir que la materia está distribuida de un modo parejo y que el universo luce igual en todas las direcciones. Este principio permitió a Einstein aplicar la relatividad general al universo en su conjunto.

Por su parte, el principio copernicano circula en dos variantes muy relacionadas entre sí. La variante modesta dice que deberíamos asumir que no hay nada especial o excepcional en el lugar o el tiempo que ocupamos en el cosmos. Esta forma del principio copernicano, aunque hasta hace poco podía parecer bastante plausible desde el punto de vista científico, hoy se encuentra gravemente amenazada por las múltiples evidencias científicas que aduce el libro comentado. Por otra parte, la variante audaz del principio copernicano dice que los seres humanos no estamos aquí por un propósito, que el cosmos no fue diseñado con nosotros en mente y que nuestro status metafísico es tan insignificante como nuestra ubicación astronómica.

El principio copernicano, en sus dos variantes, está fuertemente influido por la interpretación naturalista de la “revolución copernicana”. Como vimos en el primer post de esta serie, esa interpretación asume que el desarrollo de la ciencia completó lo que Copérnico había iniciado, quitando sucesivamente a la Tierra, el Sol, el Sistema Solar y la Vía Láctea, no sólo del centro geométrico del universo, sino también de su “centro metafísico”, por así decir. La obra de González y Richards es una concienzuda crítica del principio copernicano en sus dos variantes y también de la pertinencia de dicha interpretación desde el punto de vista histórico.

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20.10.11

El planeta privilegiado (2)

Comentario de: Guillermo Gonzalez and Jay W. Richards, The Privileged Planet. How our place in the cosmos is designed for discovery, Regnery Publishing Inc., Washington DC, 2004.

La mayoría de los científicos contemporáneos asume como un postulado básico el llamado “principio copernicano” o “principio de mediocridad”. En resumen, este principio establece que los seres humanos no ocupamos un lugar privilegiado en el cosmos. El Capítulo 12 del libro que estoy comentando (una obra de gran erudición científica) es una minuciosa refutación del “principio copernicano”. Los autores plantean esta refutación en seis pasos.

Primer paso. No es cierto que la Tierra sea un planeta ordinario. Las propiedades excepcionales de la Tierra que contribuyen a su habitabilidad son, entre otras muchas, las siguientes:

• La Tierra tiene una órbita de poca excentricidad (o sea, casi circular).
• Está dentro de la Zona Circunestelar Habitable (ZCH) del Sistema Solar.
• Está suficientemente cerca del borde interno de la ZCH para permitir una alta concentración de oxígeno y una baja concentración de dióxido de carbono en su atmósfera.
• Tiene una Luna grande y un período de rotación planetaria correcto que contribuyen a evitar variaciones caóticas en su oblicuidad.
• Está dentro del rango correcto de masa planetaria.
• Tiene una concentración adecuada de azufre en su núcleo.
• Tiene una cantidad correcta de agua en su corteza.
• Tiene una tectónica de placas que evita que toda la superficie terrestre sea un solo gran océano y ayuda a mantener temperaturas adecuadas en esa superficie.

La Tierra tiene también muchas características que contribuyen a hacer de ella una magnífica plataforma para la investigación científica del universo. Entre otras características de esta clase, los autores destacan las siguientes:

• La Tierra permite gozar de eclipses solares totales e incluso de eclipses solares perfectos (véase el Capítulo 1).
• Incluye docenas de fenómenos naturales que actúan como registros de datos de gran precisión, que permiten estudiar el pasado de nuestro planeta: anillos concéntricos en los troncos de los árboles, depósitos de hielo en las regiones polares, sedimentos marinos orgánicos o inorgánicos, etc. (véase el Capítulo 2).
• Tiene un magnetismo planetario que permite medir la deriva de los continentes (véase el Capítulo 3).
• Tiene una atmósfera transparente (véase el Capítulo 4).

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