Cantando las cuarenta, en gregoriano (2 y último)
Pecados espirituales
Pero no sólo existían las relaciones carnales.
Cuando el gran Dante dividió los estratos infernales en la Divina Comedia, colocó a los lujuriosos en un lugar menos templado que a los simuladores y orgullos. ¿Por qué?

Hace ya dos años (7/10/2012) un obispo vestido de blanco declaró en Roma a San Juan de Ávila y Santa Hildegarda de Bingen como “doctores de la Iglesia”





