El libro oculto de los masones: la sabiduría prohibida

Gnóstica pero muy, muy gnóstica. Hasta tal punto que una vez que fui a ver "La flauta mágica" las personas de mi alrededor ya se dieron cuenta de que allí había gato encerrado aunque pareciera un cuento y se preguntaban unos a otros: "¿Esto puede ser masonería?". Masonería de libro es lo que es, léase el libreto.

Por otra parte una cosa es lo gnóstico y otra el Gnosticismo, Siglos II y III, al que le dio un buen palo San Irineo de Lyon. Lo que ocurre es que el Gnosticismo, quitando a Valentín y otros, que estaban dentro de ese movimiento, es transversal, de modo que ya entonces había gnósticos neo-platónicos, gnósticos cristianos y gnósticos judíos. Después de eso quedó lo gnóstico que fue reapareciendo en movimientos posteriores hasta el día de hoy. De igual manera que una cosa es el Romanticismo y otra lo romántico. En este momento elementos gnósticos se pueden ver tanto en la New Age como en la Masonería. Lo fundamental de estos movimientos es la creencia que la gnosis (sabiduría) es para un grupo de iniciados, no para todo el mundo, los que tienen "la chispa divina" y que deben dirigir a los que no la tienen con clemencia y dejándoles hacer lo que les peta porque no entienden (el caso de Papageno y Papagena en "La Flauta Mágica") ni entenderán nunca.

Elementos gnósticos se pueden ver también en el LGTBI porque los gnósticos desprecian la materia, es decir su propio cuerpo. Ese tipo de gnósticos recibieron el nombre de "gnósticos lascivos". El cuerpo, por ser material, es objeto de desprecio para ellos y lo mismo les da por una virginidad total y no hacerle ningún caso, como por el total desenfreno e incluso la tentación de manipularlo porque nada de lo que el cuerpo haga importa. No hay unión entre el alma (inmaterial) y el cuerpo (material), cada cual va por su lado: uno lo es todo y el otro no es nada.

Es fácil adivinar quién no es masón, las biografías de personas muy peculiares que andan por el mundo por libre, tipo Unamuno, no suelen ser masones.

La masonería para este Papa es su bestia negra desde que vivía en Argentina. No tolera que se infiltre en la Iglesia y está más que convencido de que está presente en la Orden de los Caballeros de Malta y que hay que extirparla. La masonería es inconciliable con la fe cristiana.
Los pronunciamientos papales han sido constantes.Asi Clemente XII, Benedicto XIV, PioVII, León XII, Pío VIII, Gregorio XVI, Beato Pío IX, León XIII, San Pío X, Pío XI, Pío XII, el Sínodo Romano de 1960...
En el Código de Derecho Romano de 1983, está recogida en el Canon 1374, y en el del año 1917, está condenada la masonería en los cánones 684, 1349 y 2335.

¿Estás seguro de eso, montaud?

Me he confundido he puesto "gnóstico lascivos" y debería haber puesto "gnósticos libertinos", pero en el fondo da igual.

Los masones siempre han ido, atacado a la Iglesia Católica, el Amor a Cristo, la Fe en Dios ¡sólo por ello ya es el Anticristo, siervos de Satán, aunque al mismo tiempo defienda la por ellos llamada fraternidad Universal y según ellos el Progreso y Bien de la Humanidad! (!?) ¡Ay! Las Logias más importantes, poderosas, rinden Culto oculto a Satán ¡lo que es lógico y consecuente con sus Principios! Hoy son una de las fuerzas más poderosas del Mundo, han impuesto todos sus Principios en comunidad con otros satánicos Grupos de Presión, el divorcio, AntiConcepción, sodomía, el Nuevo Nazismo Feminista, Transexualidad, eutanasia, todo bajo el amparo, fomento y protección de la Tiranía democrática desde el mayo ateo del 68 ¡Muera Satán! ¡Viva Dios!