(61) Sobre el principio de estabilidad, y las grandes velocidades de la autodestrucción
Contra el espíritu de vértigo de la mentalidad nihilista, el principio de estabilidad,
con su potencia desmundanizante:
Liturgia, oración, ayuno, limosna.
Desde la perspectiva sobrenatural se pierde el miedo al Maelstrom y su tremenda potencia de acelaración.
Para oponerse a la atracción del Mundo Caído, se obtienen de la Iglesia fuerzas sobrenaturales que manan de Cristo, y son su gracia.

Hay grupos y ambientes eclesiales donde nunca se practica la máxima del Peristephanon que el aragonés Prudencio pone en boca de San Román:

EN QUE SE DEFINE ESTE VICIO DE LA GULA DE SÍ MISMO COMO APETITO INSACIABLE DE LA PROPIA VOLUNTAD





