(38) De lobos y Nazgûl, y la pobreza de Cristo.

El esplendor de la sana doctrina atraviesa milenios. Contemplemos a Cristo. Miremos a Cristo. Su Rostro es verdad, como su Palabra. Y es Buen Pastor.

1 Siempre hay lobos disfrazados de ovejas, camuflados entre el rebaño, camaleones de la herejía, lepra de la gracia, parálisis de las misiones, vacío de los seminarios y ansiolítico de Pelagio. Falsos profetas de un cristianismo sin Cristo, contra los que alza su voz San Martín I. ¡Estamos en guerra!

Contra los orcos de la heteropraxis, mundo, diablo y carne de la Postmodernidad, tenemos a Cristo. Que en esta guerra no estamos solos. Un ejército blanco, que nos ha precedido, nos acompaña en el combate. Porque

“a través de toda la historia humana existe una dura batalla contra el poder de las tinieblas que, iniciada en los orígenes del mundo, durará, como dice el Señor, hasta el día final” (Gaudium et Spes, 37b)

 Momentos antes de su martirio, San Martín I  lanza su clamor para que lo escuchemos todos los cristianos de hoy:

“por la intercesión de san Pedro, establezca Dios los corazones de los hombres en la fe ortodoxa, y les haga firmes contra todo hereje y enemigo de la Iglesia. De tal suerte, que, sin ceder en ningún punto, ni siquiera mínimo, y sin someterse en parte secundaria alguna, conserven íntegramente la fe profesada ante Dios y ante los ángeles santos”

Firmes en el Magisterio de la Iglesia, confiamos en el Cristo Total, y en Cristo que edifica su Cuerpo en Cefas. Donde está Pedro, está la Iglesia.

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2 ¿Será la Inmaculada, intercediendo, señora del tiempo y del espacio? Porque salimos del Rosario, en ocasiones, como de un paréntesis de atemporalidad, de una excursión al Edén. Como encendiendo las horas en Amor de Dios, quisiéramos quedarnos a vivir allí, en la oración, y no pedir ni desear ya nada más, sino que el tiempo al infinito sea devuelto, y Cristo vuelva.

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 3 Como emergiendo del mar de la Jerusalén celeste, salimos del templo tras la Santa Eucaristía, y no queremos más que a Cristo vivo en nosotros, y amarle, como fuego devorador. Que bajo el crepúsculo humano, el Santo Sacrificio es una aurora en llamas, primicia del Nuevo Cielo, morada momentánea, aún, de la Tierra Nueva, y anticipo en la gracia. De poca importancia son entonces los afanes, grises, amargos, retostados como avellanas…

 4 Cuando eras niño y caminabas por el Jardín Botánico, cómo te parecían sus rincones destellos del Edén lejano. Contemplabas especies y géneros en su acepción caída, bajo la forma del pecado, que todo lo desfiguró; y aun en su belleza herida y buena te recordaban imágenes de un Jardín extinto, pero prometido; herido, pero en primicia de sanación; caído, pero levantado en pura gracia, como si el Señor levantara todo sobre sus hombros de Atlas, y lo restaurase por fin, ya en nueva luz trinitaria.

Ahora que eres hombre y caminas por aquí, entre sus muros, Rosario en mano, anhelas la primavera de Cristo, y te yergues libremente hacia la gracia por la gracia, que todo lo ha de restaurar. Y del huerto que se plantó al Oriente que es Cristo, recuerdas lo que habrá de venir, transparente a Dios, a un Cielo y Tierra nuevos, que es la Iglesia.

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5 Nada tener, nada querer y todo rehusar por Cristo, por seguirle. La pobreza voluntaria es don dado al ciento por uno, como añadidura. A la medida del Misterio. Memorial de las noches a la intemperie de Cristo. Carisma del no tener donde reclinar la cabeza. 

 6 Ves cuánta multitud tras el becerro de oro, cantando muerte. Y mientras, los pobres miembros de Cristo implorando pan, un plato de arroz al Occidente secularizado, bestial, derrochador. Y sin embargo, cantan la blancura del Cordero, muestran firmeza en la verdad, y son testigos del Calvario. Pocos les importa a los pobres de Cristo los eufemismos de la muerte. Son de Dios, y eso les basta. 

 

7 Sirviendo a la iniquidad, el hombre caído se vuelve Nazgûl, entra en Mordor en secreto, prepara el camino del diablo, y sólo un milagro de la gracia puede devolverle a Dios. Es el pecado sistemático, codificado, deconstructivo, que anula toda confianza y deviene heterodoxia, desierto puro y Lengua Negra. Invisible a los ojos de la naturaleza caída, solamente en gracia el alma comprende el mal adámico, y responde a Cristo, que la mueve.

 

8 Caminos en medio del bosque. Lo que Heidegger anhelaba, sólo en Cristo podría encontrarlo. El Señor es nuestro Pastor, nada nos falta. Jünger encontró a Cristo gracias a León Bloy, que fue instrumento de su gracia.  Y su polémica sobre el nihilismo se resolvió en la Iglesia, sendero de luz entre las sombras negras de los árboles. Que ya nada le faltaría, para salir del bosque y regresar a Casa.

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9 La Gracia no se cancela a sí misma. Existe una forma torpe de contemplar el Misterio de la Iglesia, como una miopía de troll, o tal vez de cíclope molinista. La observo sobre todo en teólogos mediortodoxos, que quieren ser rectos, pero que confían demasiado en las fuerzas autónomas del propio presente y se vuelven liberales.

Todo, sin embargo, en estos dos mil años, es igualmente fresco y nuevo y luminoso. Lo que aumenta es nuestra comprensión, nuestra inteligencia, nuestra luz. Del pasado recibimos lo que somos, como destellos del Edén perdido, pero recuperado al Oriente

Es el tesoro de las Gracias recibidas, la Historia Sacra de la Iglesia, las gracias dadas por el Espíritu a sus hijos, a nuestros antepasados en la Gracia, que heredamos y nos transcienden.

10. De Rosa Vidriera. Todos los tonos del mundo se funden en ella. Rojo cereza y celeste metal, naranja atardecer y verde oliva, negro pizarra y amarillo oro…Muchos más tonos, muchos más. De todas las cadencias y matices. Se agitan suavemente sobre la luz del altar mayor, y como estambres plateados, guardan la Gracia de Cristo en pequeñas corolas, abiertas sobre el que ora.

La enorme rosa transparenta tanta luz, en tantos e infinitos tonos, que se despliega en el espacio un prisma imaginario y puro, como un espejo para arcángeles, en cuyo azogue misterioso fulges Tú, latido y fulgor de todas las vidrieras, hasta el confín del mundo.

Alonso Gracián

8 comentarios

  
Luis Fernando
teólogos mediortodoxos:
Dícese de aquellos teólogos que sin caer todavía en la herejía, sostienen tesis que se alejan no poco de las tesis sobre la gracia de San Agustín y Santo Tomás y que sostienen teorías cuasi-semipelagianas que probablemente acaben siendo condenadas como heréticas cuando algún Papa reflexione seriamente sobre el mal causado durante siglos, especialmente en el XX y el XXI, por la ausencia de dicha condena.


Hale, ahí queda eso.

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A.G.- Tal cual.
Si es que hay que arrimarse a san Agustín y a santo Tomás, columnas de la teología.
Gracias
03/11/14 8:49 PM
  
Cos
Sin entrar a polemizar sobre el tema de la gracia :-).
Siempre he pensado que el gran truco del siglo es hacer creer a la gente que no es capaz . . . Que es imposible. Se puede llegar a la Luna pero ser fieles a Cristo . . .
Es cierto hay que salir a evangelizar, el deseo de Cristo es lo que nos hace humanos. Pero eso parece que se ha olvidado. La pregunta que se escucha es ¿A cuantos ha ayudado Cáritas este año? Bueno, entonces la Iglesia sirve para algo. Todo está patas arriba.
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A.G.- El mal de esta época es justamente el contrario, es decir, creer que el ser humano es capaz por sí solo de mejorar, que es capaz de autorredimirse, que sólo con sus fuerzas naturales es capaz de ser fiel. Es el pelagianismo. Nuestra capacidad viene de Dios, y por eso es nuestra en verdad. Sin la gracia es imposible. El ser humano puede realizar algunas obras honestas sin el auxilio sobrenatural, pero no sin el auxilio del concurso natural de Dios. Ningún bien le es posible al ser humano al margen de Dios.

El ser humano es capaz de conocer a Dios con su razón natural, si bien lo tiene harto complicado, por la ofuscación del pecado. De aquí la necesidad de la Revelación, y de la gracia.

Sin la gracia, el ser humano es absolutamente INCAPAZ de producir actos sobrenaturales, y ello es doctrina de la Iglesia.

Respecto a lo que dice de Cáritas. La Iglesia sirve para muchas cosas, dado que es sacramento universal de salvación. Pero para lo que sirve en primer lugar es para combatir las causas del pecado, y además, sus efectos. Pero suprimida la causa, suprimido el efecto. De aquí la necesidad de misión y evangelización.

Saludos cordiales, y gracias por el comentario
04/11/14 3:10 AM
  
María Arratibel
Bellísimo. Para rezarlo despacio. Muchísimas gracias por poner tus dones a trabajar.
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A.G.- Gracias por leerlo y apreciarlo.
Saludos cordiales
04/11/14 1:02 PM
  
Jaime Fernández de Córdoba
Precisamente el mes pasado estaba leyendo "El bosquecillo 125" de Jünger, y lo dejé enfadado al llegar a la parte que dice: "Debemos desterrar, por tanto, toda aflicción, pues volverán a ser cultivados los campos, volverán a ser edificadas las aldeas y volverán a ser engendrados más seres humanos de los necesarios". Y esto después de ver cadáveres de niños víctimas de la guerra. Me alegra que se convirtiera.
Por cierto, si alguien se encuentra con un Nazgûl ¡que no le hable! ¡que no le mire! son terribles, y eso es todo lo que de ellos necesitamos saber.
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A.G.- Ciertamente, El bosquecillo es una de las obras de Jünger de su época agnóstico-estoica. Su conversión fue tardía, de la mano de Bloy, al que leyó apasionadamente en la II Guerra Mundial, y quedó tocado, aunque no fue hasta el descubrimiento de san Antonio Abad que la influencia de Bloy no fue decisiva. Asimismo, Dios se valió de su amistad con su párroco de Wilflingen, que fue determinante para su conversión al catolicismo.

El post hace alusión a su polémica con Heidegger sobre el nihilismo. Como sabemos, Jünger es optimista, defiende la posibilidad de vencer al nihilismo recuperando la metafísica, a lo cual se opone Heidegger, como sabemos.

Respecto a los Nazgûl, mejor lejos....

Gracias por el comentario. Saludos cordiales.
04/11/14 1:03 PM
  
Cos
A.G.- El mal de esta época es justamente el contrario, es decir, creer que el ser humano es capaz por sí solo de mejorar, que es capaz de autorredimirse, que sólo con sus fuerzas naturales es capaz de ser fiel. Es el pelagianismo. Nuestra capacidad viene de Dios, y por eso es nuestra en verdad. Sin la gracia es imposible.

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Sí, mi comentario sobre la gracia no se refería a eso. Intentaba decir lo mismo.
Quería decir que hoy en día a la gente se le vende la idea de una Iglesia inflexible, cuyas enseñanzas son imposibles de seguir. Ejemplo: sexualidad. También otras muchas cosas. Uno de los problemas es precisamente la falta de confianza en Dios, la eliminación del efecto de la gracia y la victoria de los deseos mundanos por encima de un amor real a Cristo
Pretendía ser lo que creo que es la misma reflexión pero desde otro punto de vista.
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A.G.--Ah, sí, entiendo lo que dice. En efecto, la gente ve la enseñanza de la Iglesia, por ejemplo en materia de ley natural, como algo de lo que el ser humano no es capaz, algo inalcanzable, y esto es sin duda por desconocer los efectos de la gracia o por pelagianismos, etc..
Benedicto XVI habla sobre eso en "Elogio de la conciencia". Es uno de los retos de la Nueva Evangelización. Hacer ver a la gente que con la gracia el ser humano sí que es capaz.

Gracias por su comentario
04/11/14 6:24 PM
  
Fernando
Uau! Primera vez que entro a tu blog, Alonso. Me suscribo a cada palabra del comentario de María Arratibel, un poco más arriba. Qué reconfortante para el alma encontrarse con una joya como este artículo después de perder el tiempo leyendo tantas críticas amargadas, arrogantes y pesimistas que muchos hermanos católicos hacen a los dignatarios de la Iglesia, que además de no edificar y sembrar división y desánimo, tienden a contagiar una amnesia pelagiana que consiste en olvidar aquello que Benedicto XVI tanto nos ha querido recordar: la Iglesia es de Cristo. Pero creo que esa no es la enfermedad, ese es apenas un síntoma. La enfermedad es aquella otra que Benedicto XVI también diagnosticó: falta de fe.

«Yo lo puedo todo en aquel que me conforta» (Fil 4,13)
«pero él me respondió: 'Te basta mi gracia, porque mi poder triunfa en la debilidad'. Más bien, me gloriaré de todo corazón en mi debilidad, para que resida en mí el poder de Cristo. Por eso, me complazco en mis debilidades, en los oprobios, en las privaciones, en las persecuciones y en las angustias soportadas por amor de Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.» (2 Cor 12,9-10)
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A.G.- Gracias por el comentario, me alegra mucho te haya agradado el artículo. Ciertamente, como bien apuntas con las citas de la Escritura, nos basta su gracia, que nos fortalece.

Respecto a lo que dices de las críticas y la amnesia pelagiana, tal vez si concretas algo más te puedo comentar algo.

Saludos cordiales.
05/11/14 3:04 PM
  
Fernando
En lo de las críticas y la amnesia pelagiana me refería más que todo a comentarios que dejan en noticias o artículos de otros blogs criticando de manera irreverente y con cierta amargura (en mi opinión) a obispos y al mismo Papa, muchas veces especulando y prejuzgando sin conocer toda la información, y en todo esto perdiendo la visión sobrenatural de que es Cristo quien lleva a la Iglesia, mostrando su poder precisamente en nuestras debilidades, olvidando algo que dijo el padre Iraburu, que no somos nosotros los que salvamos a la Iglesia, es la Iglesia la que nos salva a nosotros. Tal vez más culpa tengo yo por perder mi tiempo leyendo comentarios de ese tipo.
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A.G.- Gracias por concretar. Me pareció interesante eso que decías de la amnesia pelagiana. Desde luego, lo que dice el padre Iraburu es para no olvidarlo.

Amarguras y pesimismos no son buenos. Es siempre preferible el equilibrio sobrenatural, sereno, realista, del ánimo filial, que contempla los sucesos con sentido común y la confianza que se debe a la Esposa del Señor, aportando criterios para discernir bien, y orientar adecuadamente cuando hay confusión y tiempos recios. Lo vital es siempre la santidad. ¡Santidad o muerte!

Saludos cordiales
05/11/14 4:48 PM
  
Fernando
P. S.: Me resultó muy edificante, y gratificante, leer los puntos 2 y 3 sobre el santo Rosario y la santa Eucaristía, breves pero muy inspirados.
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A.G.- Gracias, me alegra altamente.
Veamos si Dios me da seguir escribiendo cosas así.
05/11/14 7:06 PM

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