El día que se perdió España (y IV)
Las escaramuzas
El día 24 de julio, tras 5 días de infructuosas negociaciones diurnas y fructuosas conjuras nocturnas, Rodrigo decidió alinear a su ejército y comenzar la batalla. No obstante, hemos de tener en cuenta que para la mentalidad gótica el ataque a una línea enemiga era una empresa difícil y costosa en vidas. Por tanto, primero había que armarse de valor, tratar de reducir la resistencia de los bereberes empleando la infantería ligera, y rezar para que fuesen primero los adversarios los que iniciasen el combate, adquiriendo así ventaja los defensores.